El candidato insiste en realizar su acto el 20 de diciembre.
Todas las agrupaciones de desocupados que organizaron una movilización masiva para ese día emblemático lo criticaron a coro.
Adolfo Rodríguez Saá pretende una movida para forzar que no se altere el calendario electoral. "Nos vamos a expresar en la Plaza en forma civilizada porque la plaza es de todos los argentinos", arguyó.

Si esperaba repetir un 17 de octubre, o convocar detrás suyo a todos los sectores piqueteros, Adolfo Rodríguez Saá se llevó una sorpresa amarga. Todos los movimientos de desocupados, sin excepción, criticaron su convocatoria para marchar a Plaza de Mayo el 20 de diciembre. Y el propio Rodríguez Saá recalentó los ánimos durante una visita al Mercado Central: ante una consulta de los periodistas, desafió a los integrantes del Bloque Nacional, a quienes definió como "piqueteros duhaldistas". Pese al tono desafiante, el "adolfismo" dedicó toda la jornada de ayer a discutir las consecuencias de una movilización que coincida en la Plaza de Mayo con la "marcha federal" de los movimientos de desocupados.
Las malas noticias habían comenzado a llegar el martes. Varios dirigentes piqueteros no podían creer la propuesta de Rodríguez Saá. "¿En serio?", repreguntaban ante la consulta de los periodistas. Ayer, la incredulidad derivó en una ola de rechazos que incluyó al Bloque Piquetero Nacional y Barrios de Pie, a la Corriente Clasista y Combativa y Federación de Tierra y Vivienda –ligadas a la Central de Trabajadores Argentinos (CTA)– y hasta al movimiento que encabeza Raúl Castells, a quien sus adversarios asocian con el ex presidente.
"No vamos a compartir la plaza por respeto a los argentinos que cayeron queriendo cambiar este modelo y pidiendo que se vayan todos, incluyendo a Rodríguez Saá y muchos otros personajes que lo rodean", aseguró Jorge Ceballos, coordinador de Barrios de Pie. "Es un audaz demagogo –acusó Néstor Pitrola, del Polo Obrero–. Quiere aprovechar la oportunidad para usurpar la plaza, que es del pueblo." Tras las críticas, los dirigentes confirmaron que el 20 de diciembre se realizará una "Marcha Federal" que partirá de Jujuy, Santa Cruz, La Rioja, Chaco y Corrientes.
Los piqueteros anunciaron la medida de fuerza desde el rectorado de la UBA, donde se solidarizaron con los estudiantes de Ciencias Sociales que lo mantienen tomado. Entre los oradores estuvo también Castells, quien se despegó de Rodríguez Saá con una crítica contundente: "No permitiremos la presencia en la plaza de políticas y candidatos que entregaron el país y se enriquecieron con el pueblo", destacó. Hace unos meses, Castells recibió al puntano en su casa y luego accedió a que marchara con su movimiento para reclamar su libertad. Por su parte, el líder de la FTV, Luis D’Elía, se sumó a las críticas y no descartó que la idea sea una "una operación del menemato en confluencia con la derecha trotskista".
Las críticas no desalentaron al "adolfismo". En una recorrida por el Mercado Central, Rodríguez Saá prometió que la marcha "será pacífica y armoniosa". "Nos vamos a expresar en la Plaza de Mayo en forma civilizada porque la plaza es de todos los argentinos", dijo. Sin embargo, aunque confirmó su idea, el candidato ordenó a sus hombres que prepararan todo al detalle y que traten de sumar a más sectores. La tarea quedó a cargo de dos comisiones: una encargada de la movilización y compuesta por sindicalistas –liderada por Camioneros y la UTA, la estructura central de lo que fue la CGT rebelde–, y otra para los contactos políticos, liderada por Luis Lusquiños. Por lo pronto, Hugo Moyano y Juan Manuel Palacios viajaron ayer a San Lorenzo y Rosario (Santa Fe) para testear la situación y asegurar una respuesta multitudinaria.