La policía desalojó violentamente a los trabajadores y trabajadoras de Brukman
La crisis del modelo neoliberal en la Argentina produjo la quiebra de numerosas empresas, que fueron vaciadas y abandonadas por sus dueños, dejando deudas laborales y un saldo de numerosas familias desempleadas.
Ante estas circunstancias cientos de empresas ya han sido recuperadas por sus trabajadores/as quienes han comenzado a trabajar, defendiendo sus fuentes de trabajo, consiguiendo reactivar la producción con gran esfuerzo y con una organización social y comunitaria de la labor.
Esta experiencia inédita se está desarrollando en la Argentina, un país de grandes riquezas naturales y con una estructura industrial y social que fue destruida de manera criminal por las políticas imperialistas, desde la última dictadura militar hasta hoy, producto de la cual ivimos una realidad de desnutrición, mortalidad infantil, desempleo, pobreza e indigencia que nunca hubiéramos imaginado.
El gobierno, en lugar de darles crédito para la producción y facilitar las condiciones de su operación, tal como debiera hacer si le interesara realmente el bienestar popular, está desalojando violentamente a los trabajadores/as de Brukman, aprovechando de manera aviesa el receso del domingo a la mañana. Mientras tanto del presupuesto nacional se sigue subsidiando por diferentes mecanismos a empresas, privadas, extranjerizadas y multinacionales.
Las empresas recuperadas no sólo son una estrategia legítima de los trabajadores para garantizar su pan de cada día sin caer en la indigencia.
Las empresas recuperadas, son además, el germen de un nuevo modelo de organización social, comunitaria, con soberanía, justicia y felicidad para el pueblo.