Medio Oriente
|
11 de agosto del 2003
Explosión en las afueras de la Embajada de Jordania en Irak
¿Terrorismo o se intensifica la resistencia?
Juan Francisco Coloane
Especial de Paralelo 21. Radio Universidad de Guadalajara
Resulta fácil definir un hecho como terrorista, cuando las fuerzas de ocupación parecen sumirse en una perniciosa ambigüedad. ¿La ocupación crece, engrosa sus filas de combate o la normalización se consolida y el Irak planta las semillas de su democracia? Más que el terrorismo y su red troncal, cuyas raíces fueron establecidas hace más de dos décadas para desbancar el poder soviético en Afganistán, la ambigüedad es el otro enemigo interno de los EEUU. No se puede actuar como fuerza de ocupación en condiciones de resistencia y, al mismo tiempo, abogar e implementar un proceso conducente a una libertad a la que los irakíes no están acostumbrados. Frente a la disyuntiva, como hemos dicho en estas páginas, las raíces del terrorismo hay que seguir buscándolas en los otros palacios donde se montaron la primigenias operaciones para combatir la expansión del otro poder que no está.
A raíz del atentado en la zona que rodea a la Embajada de Jordania en Bagdad, donde fallecieron aparentemente 11 personas y quedaron 57 heridos, se forma la típica discordia de quienes fueron y con qué objetivos políticos.
Obviamente fue una señal. Sin embargo esa división entre soft targets -objetivos blandos para caracterizar a la población civil, como edificios públicos, instalaciones de residencia o de turismo- y objetivos "duros" -por indicar a los militares- es una perspectiva falsa. Conduce a cometer errores en la estrategia contra el terrorismo. "No existe tal división en una situación aún de resistencia a la ocupación y en un país que no funciona aún con claves urbanas ordenadas. Apenas hay 30.000 policías irakíes en el país de un contingente de cerca de 170.000 en tiempos de Sadam", nos dice una analista de una empresa de seguridad que opera en la zona del Golfo.
A EEUU lo va a liquidar la ambigüedad respecto si es ocupación o no lo es, y si crece ésta o se descongestiona la tensión bélica y se avanza hacia la normalización. Este problema de opciones atraviesa el tema de central del contingente que debe tener EEUU en el Irak para realmente controlar la situación. "Si desea mantener el control debe apostar a tener en los cuatro rincones del país y en los 10 centros urbanos de más de medio millón de habitantes, poderosos contingentes armados hasta los dientes, nos dice una fuente. Eso contrasta agudamente con la política de avanzar hacia que los irakíes tomen cuenta de sus asuntos. "No se pueden mezclar la dos situaciones. La etapa de la estabilidad post guerra debe hacerse con fuertes contingentes militares. La resistencia a la ocupación no es responsabilidad del valor simbólico de la cabeza de Sadam o de sus más cercanos. Hay cuestiones más profundas que no se logran comprender.
"Tampoco es que se estén infiltrando miembros del Ejercito Global de la Jihad compuesto por todo el espectro de nacionalidades con militantes islámicos desde Filipinas, pasando por China, la zona islámica ex URSS y yemenitas, saudíes, pakistaníes que ahora entra al Irak a realizar su sueño antinorteamericano. Esa es la típica explicación fácil para que la entienda el público y en último caso la divulgue la prensa". Nos dice una fuente consultada que trabaja en el Ministerio de Información de Jordania. "Jordania ha sido víctima de un ataque en que se culpa a los irakíes en general. El verdadero objetivo no es Jordania, ni los causantes de la tropelía son antiestadounidenses. El objetivo es antiocupación", agrega.
En verdad resulta extraño que Jordania, un país que apoyó una salida de paz, y se mantuvo por un liderazgo árabe que evitara la invasión esté atacado por las redes terroristas de la Jihad Global. Es otra jugada de los servicios secretos occidentales, especialmente de los EEUU, para eludir la responsabilidad de desactivar las redes terroristas de la raíz que ellos mismos montaron.
El ataque, según los primeros análisis que surgieron del Departamento de Estado, ha sido de que un grupo de militantes pan islámicos que estarían disconformes con el gobierno jordano y la conducción de los asuntos relacionados con el Irak. Por otra parte estos mismos análisis sugieren que en el atentado se mezclan intenciones pro Sadam y otras anti Sadam. Este análisis facilista justifica un cambio de rumbo en la ocupación que estaba a punto de confiar más en las posibilidades locales para el control. A todas luces la diversidad de focos bélicos en el Irak que impiden la normalización, implica un aplazamiento de la retirada gradual de tropas, conduce a pensar que el contingente de 170.000 efectivos que se mantiene en Irak hoy tienda al aumento. "El contingente actual curiosamente es mayor que el peak de la toma de Bagdad, cuando los efectivos no llegaban a los 120.000. Hoy en Irak hay más soldados que en el tiempo de la guerra". Nos dice N. Krishna Biswas un analista indio especializado en la zona.
"Ahora perciben que la resistencia a la ocupación aliada en el Irak es multifacética y multiforme.
No es la cabeza de Sadam la que traerá más estabilidad al Irak, ni tampoco el entroncamiento de políticos impuestos por la fuerza en la población irakí, traerán la solución.
"Nos dice un profesor irakí en Jordania que aún no se plantea regresar al Irak. El piensa que la situación tenderá a deteriorarse en materia de seguridad y que las lecturas de una mayor normalización a medida que se posicionaban políticos que vivieron fuera de Irak en tiempos de Sadam, no es la correcta. "Hay una diferencia fundamental en las escalas salariales y eso abarca las agencias humanitarias y las de la ONU. Establecer una institucionalidad con diferencias abismales en los derechos y en el poder adquisitivo, es fomentar un estructura que explotará como una bomba de tiempo. El descontento es total. Los irakíes profesionales y técnicos estaban más beneficiados con el programa Food for Oil que aún no se puede reestablecer. Los únicos que tienen garantizadas la seguridad y un poder adquisitivo aceptable son los que trabajan en la compañías del plan RIO (Restore Irakí Oil). El resto de la población no ve aún los beneficios de la caída de Sadam", dice uno de los pocos beneficiados por el Programa RIO, Samir Shariffullah.
EEUU insiste con culpar a Siria; pero es el elemento que desactiva el otro análisis
Un día Siria sí es parte de la próxima invasión, otro día no. Los viajes de Jack Straw y Ana Palacio, para confirmar que Siria no albergaba bases de terroristas, no han sido determinantes para disipar la ambigüedad de política de los EEUU. Continúan fallando las fuentes de información y por sobretodo, los asesores de Bush tienen los Dossiers de los países del Golfo con muchas interrogantes.
"Como son hiperpragmáticos, a falta de información precisa, los asesores optarán por la acción. Porque al final el mapa de ocupación de la zona ya está trazado", nos dice C. Tanner un consultor operando en Jordania.
A pesar de que fuentes informativas asociadas a los EEUU señalan que Siria estaría siendo pasaje para la entrada de terroristas dentro del Irak, nuestros analistas nos adelantan que Arabia Saudita sería la próxima estación del plan de ocupación de la zona por los aliados. De que el Reino Unido estará en la operación no está claro.
Las dificultades por las que atraviesa Blair y el gobierno laborista es el mayor obstáculo para dar el paso decisivo para derrocar la monarquía Saudi, o dar pasos e cualquiera otra dirección. El otro problema sería la carencia de un respaldo económico. Una solución es que la ONU empiece a hacerse cago del Irak, pero con el atentado a la Embajada de Jordania esa posibilidad se esfuma por el momento. "Hay mucha presión en la Casa Blanca para que la ONU se haga cargo del Irak, pero sin seguridad no es posible", dice un funcionario contactado.
Que la ONU "se haga cargo del Irak" liberaría fuerzas y dineros. Por otra parte, la instalación de una ocupación tipo Irak en Arabia Saudita al parecer sería la única solución de extraer de raíz el problema del pan islamismo integrista atrincherado en su forma armada en los grupos que operan en la Jihad en contra de los EEUU. De allí parten los fondos, aunque la escolástica y determinación islámica por un protagonismo en la zona sigue estando en Pakistán y Afganistán.
La vieja conexión saudi ultraclasificada: no se discute en el Senado de los EE.UU.
Foco de la molestia Saudí con EEUU y probable gatillo de las operaciones terroristas recientes
Curiosamente, desde la expulsión de los soviéticos del Afganistán, se ha empezado a homegeneizar la idea en varias publicaciones y think tanks, respecto a la formación de un internacionalismo islámico bajo la égida de la Jihad (guerra santa) en contra de los EEUU y algunos puntos de Occidente. La lucha contra la invasión soviética de los 80, dejó una estructura militar poderosa que llegó a poseer casi un millar de stingers (su precio en el mercado negro bordea los 800.000 mil dólares). Toneladas de armamentos de todo calibre que costaron varios miles de millones de dólares fluyeron por Pakistán y Afganistán provenientes de China y la URSS, que Washington camuflaba a través de compras con Egipto, Sudáfrica, y otros países amigos de los EEUU para no aparecer directamente ligado a la guerra contra la ocupación. Después de la partida de los soviéticos, quedó semi imovilizado un impresionante stock de armamentos y de fuerzas militarizadas, según Mary Ann Weaver que observa y es cribe sobre la zona desde hace la década de los 80.
Otro observador más antiguo aún como C. S. sueco que opera como free lance en organizaciones humanitarias que apoyaron la lucha contra la ex URSS en Afganistán, sostiene que el hilo conductor de las redes terroristas que funcionan bajo el amparo de la Jihad Pan Islámica, es conocido por los servicios secretos occidentales y no solo por los de los EEUU.
"No saben exactamente cuando van a golpear, pero saben que lo van a hacer y saben el entramado de conexiones. Los servicios secretos conocen bien la antigua conexión con el dinero Saudi". Y aquí sorprende: es un dinero que está ligado a las explotaciones petroleras de las compañías que han liderado asesores de seguridad de los EEUU como John Carlino, el propio Vicepresidente Dick Cheney, y hasta el padre de George W. Bush. Esa conexión es conocida, y el Senado estadounidense ha caído en la trampa de bi-partizanismo en materias de seguridad. Los demócratas han adoptado hasta hace poco tiempo, una posición pasiva y colaboracionista en aras de la seguridad nacional, pero con los sucesos del Irak y el fraude en la información de las armas químicas, y con la campaña presidencial ad portas, esa actitud está cambiando. Ahora, con la investigación del 11 de septiembre 2001, puede que exista algo de luz en toda esta oscuridad", termina diciendo C.S. en nuestra conexión telefónica que cruzó todo el globo ..
La red se le compara red con los internacionalismos de los comunistas y de los socialistas. También se menciona a la OTAN. "Si existe la OTAN para protegerse nosotros podemos tener nuestra organización internacional", declaró un miembro de la Universidad de Dawa y Jihad (Dwa significa el llamado, "the call" y con Jihad significaría el llamado a la guerra santa, a Mary Anne Weaver del New Yorker que cubre el tema de Afganistán desde el comienzo de la década de los 90. Ella llega a compararlos como los brigadistas internacionales de la famosa Brigada Lincoln que colaboró con el ejército republicano en contra de Franco.
La Universidad de Dawa y Jihad, ubicada a 30 Kms de Peshawar, en la Provincia Nor Occidental de Pakistán, emerge con el financiamiento de varios hombres de negocios e instituciones de Arabia Saudita. Sus gérmenes más primarios parten en 1979, cuando se forma una gran operación con el apoyo de los organismos de inteligencia de los EEUU para combatir la invasión soviética a Afganistán.
Con los cambios que ahora se observan como drásticos en la política exterior de los EEUU, hacia los cuales ha sido arrastrado el Reino Unido, ese hilo conductor se hace más sinuoso para descubrir cabezas líderes del terrorismo que se hace presente hoy, como en el mismo Irak. Son los remanentes de la guerra fría, que creció como una hidra de ml cabezas y que el propio EEUU no puede desactivar. EEUU creó su propio monstruo que ahora le golpea. La vieja historia del Dr. Frankenstein, pero no tan vieja, en el Irak y el Medio Oriente es una historia diaria.