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Medio Oriente

26 de mayo del 2003

Sharon blinda su gobierno y su alianza con EEUU forzando una votacion que desvirtua el plan
El Gobierno israelí arranca de la «Hoja de Ruta» el derecho al retorno de los refugiados

Gara

Tras una semana de guiños a EEUU para que rebajara las ya mitigadas obligaciones que la «Hoja de Ruta» exige a Israel, el Gobierno de Ariel Sharon dio un paso más y rechazó el derecho al retorno de los millones de refugiados palestinos, uno de los puntos del plan. Poco le costó luego a Sharon arrancar a su Gabinete el aval a la desdibujada «Hoja». La Autoridad Palestina recordó que ha tenido que aceptar el plan sin reserva alguna.

TEL AVIV. El Gobierno israelí dio el visto bueno a la «Hoja de Ruta». Visto bueno formal, toda vez que en la misma reunión del Gabinete el Ejecutivo del primer ministro israelí, Ariel Sharon, aprobó una moción por la que niega el derecho a regresar a los 4 millones de refugiados palestinos expulsados de sus hogares tras la proclamación del Estado de Israel y la consiguiente primera guerra árabe-israelí de 1948.

Este derecho, avalado por la ONU, es uno de los puntos esenciales de la «Hoja de Ruta», plan de paz al decir de sus promotores, en especial EEUU.

La moción, que desvirtúa completamente el presunto aval israelí a este plan, fue además aprobada con el voto favorable de 16 de los 23 ministros del Gabinete, mientras el respaldo a la «Hoja de ruta» se produjo por un margen muy estrecho, con 12 votos a favor, siete en contra y cuatro abstenciones, según la radio pública.

En contra votaron dos miembros de la formación de Sharon (Likud), Uzi Landau y Natan Sharansky, así como los ministros de la Unión Nacional y del Partido Religioso Nacional.

Habida cuenta de la cláusula aprobada por el Gabinete, no extraña que este último partido haya anunciado que no abandonará la coalición de Gobierno. Cuatro ministros se abstuvieron, entre ellos el de Finanzas y ex primer ministro, Benjamin Netanyahu.

El titular de Exteriores, Silvan Shalom, votó a favor del plan, al igual que el de Defensa, Saul Mofaz que, aunque considera el plan «malo y peligroso para Israel», cree necesario alinearse al 100% con EEUU.

La lógica esgrimida por el ministro de Defensa ilustra a la perfección la maniobra del Gobierno israelí. El propio Sharon calificó la «Hoja de Ruta» como «mal menor».

Pero el primer ministro fue más allá e introdujo un matiz que entronca con la política interna del país. «Hay un vínculo directo entre los asuntos diplomáticos y económicos; cuantos más progresos hagamos en el proceso de paz, más mejorará nuestra situación económica», señaló, en un guiño desde un escenario de crisis económica sin parangón en Israel.

Además, aseguró que las 14 reservas que Israel esgrime frente al plan serán «líneas rojas» para futuros gobiernos israelíes. Precisamente la cuestión de los refugiados palestinos es, siquiera en el ámbito simbólico, una de las más peliagudas. Israel habría intentado sin éxito que EEUU modificara la «Hoja de Ruta» forzando a la Autoridad Palestina a que renuncie expresamente a ese derecho. Fuentes diplomáticas aseguran que el Ejecutivo de Sharon habría tenido éxito en otras dos de sus exigencias a EEUU: la congelación de un eventual desmantelamiento de las colonias judías y el protagonismo exclusivo de Washington en la verificación del plan.

Según el diario israelí "Haaretz", Sharon se opone a la celebración de una Cumbre internacional en la que participen responsables de la UE y de Naciones Unidas ­que junto a EEUU y Rusia conforman el Cuarteto de la «Hoja de Ruta».

El propio Sharon logró, con su doble votación de ayer, dos objetivos complementarios: de un lado, conjura el riesgo de una crisis gubernamental manteniendo la cohesión sionista en torno a su figura. Por otro, escenifica su alineamiento con el plan, patrocinado por su principal aliado, EEUU.

No sorprende que la Casa Blanca se apresurara a saludar la decisión israelí. Tanto la UE como Rusia se apresuraron a felicitarse por el gesto y urgieron a avanzar en el proceso.




Aún insuficiente para la ANP, previsible según HAMAS

La ANP saludó la decisión israelí, pero advirtió de que la aprobación con reservas del plan de paz «no es suficiente", en palabras del consejero del presidente, Yaser Arafat, Nabil Abu Rudeina quien reclamó que se respalde el texto «al pie de la letra, sin condiciones, como han hecho los palestinos».

«Se trata de una decisión correcta en la dirección correcta», afirmó el ministro de Información de la ANP, Nabil Amer.

Optimismo matizado por el dimitido jefe negociador palestino, Saeb Erekat, quien no ocultó su preocupación. «La ANP debe exigir inmediatamente clarificaciones de EEUU en cuanto a las afirmaciones de que tendrá en cuenta las reservas israelíes», urgió.

Abdel Asis a-Rantisi, portavoz del Movimiento para la Resistencia Islámica (HAMAS), aseguró que «para nosotros no se trata de ninguna sorpresa, porque la aplicación de plan supone el fin de la resistencia palestina y eso es justo lo que desea Israel».

«No existe ningún plan de paz, tan sólo una propuesta para continuar con la ocupación israelí de los territorios palestinos y con la expansión de las colonias judías», añadió. En esta línea, calificó la decisión israelí de parte de «la obra de teatro que ese país representa ante el mundo».

«El Gobierno palestino debe aprender del pasado y tener más cuidado a la hora de entrar en planes de seguridad engañosos que sólo nos conducen al fracaso», apuntó.

El primer ministro, Abu Mazen se reunirá con Sharon estos días. Bush mediará en una nueva cumbre en Sharm el Sheij

Egipto acogerá en junio una cumbre del presidente de EEUU, George W. Bush, y los primeros ministros israelí, Ariel Sharon, y palestino, Mahmud Abas (Abu Mazen), informó el canal "Al Yazeera". La reunión tendrá lugar los días 4 y 5 de junio en el balneario egipcio de Sharm el Sheij, en la península del Sinaí. Sharm el Sheij ha acogido numerosas reuniones en torno a los sucesivos planes para solucionar la crisis de Oriente Medio.