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Medio Oriente

9 de enero del 2003

Declaración final de la delegación antiimperialista a Irak
Defender el Irak para enfrentar la dictadura global de los EE.UU

www.antiimperialista.org

Del 29 de diciembre al 5 de enero unos 40 activistas anti-guerra de Italia, Austria, Alemania, Turquía, Palestina, Bélgica, Inglaterra, Suiza, Japón y Cerdeña viajaron a Irak para protestar contra la amenaza de guerra y el prolongado embargo, así como para expresar su solidaridad con el pueblo iraquí que enfrenta la nueva agresión estadounidense. La decisión para esta medida de movilización contra la guerra ya fue tomada durante el Campo Antiimperialista de Asís en agosto del año pasado por decenas de organizaciones antiimperialistas de todo el mundo.
El viaje culminó en una manifestación de unos doscientos activistas delante de las instalaciones de la ONU en Bagdad organizada conjuntamente con la "Campaña Estatal por el Levantamiento de las Sanciones a Iraq" del Estado Español (www.nodo50.net/csca) bajo la consigna de "No a la guerra, no a las sanciones". Con gran eco en los medias se podía entregar una petición a la ONU que exigía no dar ningún pretexto ni legitimación a los EE.UU. para la agresión que están preparando. (vea: www.antiimperialista.org/view.shtml?category=all&id=1041531661&keyword)
A pesar de las raciones de víveres garantizados a la población, la situación social de los sectores pobres del campo y la ciudad es dramática. En Saddam City, el barrio pobre de Bagdad con sus 1.5 millones de habitantes, en la ciudad antigua de Basra, en el Shat el Arab así como en los alrededores de Nadyaf el empobrecimiento creciente es evidente - en un país que hace algo mas que una década contaba con el nivel de vida mas elevado de todo el Medio Oriente.
Humanamente la situación mas chocante hemos experimentado en los hospitales. Enfermedades infecciosas curables frecuentemente llevan a la muerte por falta de los medicamentos necesarios. Hay niños desnutridos a los cuales no se puede dar el tratamiento adecuado. Ante esto, es necesario condenar con toda energía el régimen de sanciones sin precedentes, impuesto por la ONU, que no es otra cosa que un genocidio oculto. Las mismas fuentes occidentales admiten que ya ha costado la vida a unos 1.5 millones de personas. Incluso el ex-responsable del programa de la ONU "alimentos para petróleo" no se cansa en denunciar el embargo como razón principal de la miseria y por lo tanto en exigir su inmediato levantamiento.
En particular en Basra y en el sur del país las deformaciones genéticas y el cáncer, sobre todo entre menores, ha crecido exponencialmente. Las estadísticas de los médicos y científicos sobre el aumento de síndromes de radicación demuestran claramente su relación con el uso de munición a base de uranio empobrecido en el 1991 por los EE.UU. Hasta hoy la ONU no ha aprobado ningún estudio internacional sobre este fenómeno a pesar de que el llamado "síndrome del Golfo" entre veteranos de guerra es otra prueba evidente para esta correlación.
Entre la población se siente una actitud antiimperialista conciente sobre la relación entre la miseria por un lado y el embargo y las sanciones por el otro lado. En muchos casos sin embargo se nota cierto fatalismo ante la tremenda desigualdad de fuerzas en este conflicto.
En las reuniones con diferentes representantes de las comunidades religiosas del país, entre otro en el principal santuario chiíta, la mezquita de Nadyaf, se reflejaba el carácter laico del sistema político en Irak. Ante una creciente reorientación hacía la religión que también es notable en Irak y que indudablemente tiene un aspecto político, este laicismo con frecuencia parece algo estéril y rudo en su forma.
El ministro de exterior, Nadyi Sabri, insistía en su debate con la delegación en el cumplimiento integral de las imposiciones injustas de la ONU por parte del Irak. Pero los EE.UU. obviamente ya tomaron la decisión de la guerra y ahora tratan de construir un pretexto con todos los medios a su alcance. Sabri subrayó que para los EE.UU. se trata del control sobre los recursos petroleros de la región. Tanto Sabri como el vice- premier ministro Tarek Asís destacaron que su país está pronto a enfrentar una agresión que posiblemente no se puede evitar y mencionaron un amplio armamento de todo el pueblo.
Reflexionando sobre las varias impresiones, los participantes de la delegación tenía muchos debates controversiales hasta que punto los errores pasados del baathismo, como la opresión de las libertades políticas de las clases pobres históricamente muy activas y la guerra reaccionaria contra el Irán, ya han minado la hegemonía del gobierno y debilitado la combatividad de las masas populares contra una nueva agresión.
A pesar de la supremacía militar aplastante de los EE.UU., es altamente improbable que lograrán restablecer su control político estable sobre la región con esta guerra. Los intereses particulares de sus posibles aliados en la región son demasiado articulados, la oposición de las masas populares es demasiado fuerte. Un régimen de ocupación colonial abierto sólo aumentaría la resistencia férrea que ni la maquinaria militar anglosajona podrá aguantar a largo plazo.
No es por casualidad que la delegación de solidaridad concluyó su viaje en Jordania donde visitamos el principal campo de refugiados palestinos Baqaa y expresamos nuestro pleno apoyo a la oposición democrática y antiimperialista contra el régimen títere pro-yanqui para manifestar nuestra solidaridad con toda la oposición antiimperialista en el mundo árabe.
La agresión contra el Irak es una ataque a las aspiraciones populares en el mundo árabe y musulmán que lucha para sus derechos sociales, democráticos y culturales - en particular es un ataque contra la lucha de liberación de los palestinos. Siguiendo la doctrina de la guerra permanente y preventiva los EE.UU. tratan de mantener su dominio global cada vez mas inestable - utilizando armas de destrucción masiva y genocidio. Por esto, todos los pueblos en lucha contra el imperialismo por su libertad así como todas las fuerzas democráticas, anticapitalistas y revolucionarias de los países imperialistas tienen que estar firmemente al lado del Irak y su pueblo ofendido.
Nuestra delegación también hace un llamamiento al movimiento antiglobalización, que durante la guerra de agresión de la OTAN contra Yugoslavia permanecía en una neutralidad vergonzosa, a tomar posición clara contra el agresor yanqui. No se puede enfrentar la cruzada económica del occidente, llamada globalización, sin enfrentar su aspecto militar. Una lucha consecuente contra la globalización capitalista tiene que ser una lucha contra el imperialismo - al lado de los condenados de la tierra.
Sólo la derrota de los EE.UU., cuyo dominio global significa miseria, tiranía y terror para la mayoría de la población mundial, puede abrir el camino de la justicia social, autodeterminación nacional y democracia de las masas populares.
No a la guerra, no al embargo!
Defendemos el Irak!
Campo Antiimperialista, 7 de enero 2003