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Latinoamérica

Marcha a Lima de los cocacoleros

La represión gubernamental provoca dos muertos y decenas de heridos

Por: José Ríos Ríos

Describe la represión contra los cocaleros que han costado dos nuevas víctimas.

La lucha del campesinado cocalero llega a su 10º día y la represión gubernamental se ha dejado sentir con fuerza: por lo menos dos muertos y decenas de heridos.
El máximo dirigente de los cocaleros del Perú ha sido detenido y el ciudadano-presidente-hijo-de-campesinos ha acusado a los cocaleros de estar azuzados por el narcotráfico. Este es el panorama, cuando la huelga campesina se ha extendido a todos los departamentos de las zonas de influencia de la coca, y los campesinos se dirigen hacia Lima en número de 40 mil, tal como lo anunció el reemplazante de NELSON PALOMINO LA SERNA, prisionero de este régimen de democracia restringida y digitada desde los EEUU, acusado de apología del terrorismo (para variar). ¿Algo nuevo en el Perú? En absoluto, el libreto, repetido hasta el cansancio cual se repiten hasta el hastío las telenovelitas mexicana, por un individuo como Toledo que juró y perjuró gobernar para los más, para los desheredados y vilipendiados, poniendo como garantía de su falsía el propio origen quechua y campesino.
¿Quién está detrás de quién Sr. Toledo? Los campesinos producen aquello que tiene demanda, y con una planta milenaria, la hoja sagrada de los incas, usted debería saberlo perfectamente bien, una hoja que es fuente de energía y poseedora de propiedades mil. No hay responsabilidad en los campesinos en el uso que se le dé a la hoja, ni de la forma en que se consuma los derivados de la hoja. ¿A alguien se le ha ocurrido perseguir a los productores de cebada en los países que la producen porque de ella se haga licor? ¿O perseguir a los productores de arroz, porque de él también se produce licor, y en cantidades abundantes? Y el licor, en cualesquiera de sus formas, cuando es consumido de modo indiscriminado, alcoholiza, y a la larga o a la corta, mata. Lo propio sucede con el tabaco, y hasta publicidad se consiente de licores y tabaco, y publicidad a raudales. La hoja de la coca tiene mil y una aplicaciones, ¿porqué el mundo entero no podría consumir, mate de coca, como sí se toma té? Su gobierno debería haberse abocado a resolver la problemática de la producción de la hoja de coca, donde el Perú tiene una innegable ventaja comparativa y resulta penalizado por quienes, como los EEUU, tienen grandes ingresos (el 90%) de lo que el narcotráfico genera.
No es posible, no debería ser posible, que los exámenes clínicos reporten, como ha sucedido, cantidades ínfimas, derivadas del consumo de mate de coca, en sus resultados, ¡y que ello sea base para sanciones! Sólo un lacayo absolutamente obsecuente de los gringos podría permanecer impasible frente a esta realidad.
Si los EEUU son los principales beneficiarios, y su población es la principal consumidora de los narcóticos derivados de la coca, ¿hacia adónde apunta la represión que se instrumenta contra los campesinos productores de la hoja de coca? Pues a evitar que el precio baje, por sobreproducción y a propiciar que suba, por insuficiencias de la oferta, elemental Sr.
Felipillo, por ello es realmente criminal, es anti-nacional, y anti-campesino, que usted, su ministro de Agricultura, el encargado de contra-drogas y demás involucrados, sigan a pie juntillas las órdenes de los gringos, en la llamada 'lucha contra las drogas'. Probado está que el negocio se ha expandido, y que cada vez más ha pasado a ser controlado directamente por los EEUU y sus organismos especializados. Alguna vez, hace muchos años, cuando la coca salía en por debajo del mar, se dijo que el mayor narcotraficante del mundo era precisamente la DEA. Y vaya si es cierto, lo hemos visto comprobar año tras año.
En lugar de decretar muerte y hambre para los cocaleros, vaya usted, como lo demandan los hombres del campo, esos que se ganan la vida dignamente (a diferencia de otros que perciben las migajas de los poderosos por vivir con la cerviz permanentemente inclinada), tome contacto con ellos, resuelva sus demandas, y ordene la libertad de NELSON PALOMINO, que como usted perfectamente sabe no es un 'apologista del terrorismo' sino un digno dirigente de sus bases