La iglesia de liberación en Bolivia
El teólogo y militante de la Iglesia de Liberación en Bolivia es capaz de gastar su vida por los demás como Luis Espinal, de amplificar la voz del Espíritu Santo a través de un micrófono de radio como Roberto Durette, de marchar con el pueblo en rechazo al ALCA como Gregorio Iriarte, y de comulgar diariamente frente al rostro indio de Dios como lo hace Xavier Albó
DE LA SACRISTÍA OTRA VEZ A LA CALLE
De la retórica a la praxis. De los testimonios de condena de la injusticia, de la pobreza y del pecado social, que lanzan de tanto en tanto los obispos bolivianos, la Iglesia vinculada con los que más sufren ha comenzado a agitarse. Otra vez.
Con pañuelos blancos, pancartas y cánticos de alabanza y protesta, la Iglesia de Liberación y los sectores sociales más pobres de Santa Cruz de la Sierra, la segunda ciudad más importante de Bolivia, volvieron a las calles clamando por empleos y en contra del Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA).
La marcha de protesta del pasado 20 de octubre, convocada por la Iglesia, no contó con la participación de la jerarquía eclesial, pero sí estuvieron presentes las comunidades de base, sacerdotes, universitarios ligados a la Pastoral, el movimiento obrero católico y otras instituciones.
"Nosotros queremos que se enfrente el desempleo unidos con todas las fuerzas sociales, organizados de forma fraterna", dijo ante la prensa el sacerdote Simón Gutiérrez, miembro del comité organizador de la movilización que congregó a cerca de mil personas, en la primera acción organizada de protesta social que encabeza la Iglesia desde hace mucho tiempo.
El llamado de la Iglesia tuvo el eco esperado. "Estamos satisfechos porque los grupos que están son parte de un proceso de reflexión, de participación, están los que tenían que estar", explicó el responsable de prensa del Arzobispado de Santa Cruz, Marcial Chupinagua.
"Somos trabajadores aglutinados a través de la Iglesia que estamos diciéndole al pueblo que no nos dejemos engañar, ya está de buen tamaño que los políticos nos mientan, contra los políticos corruptos que no cumplen", apuntó Moisés Aguilera, miembro del movimiento obrero cristiano.
La protesta, como era de esperar, no gustó al presidente de la República, Gonzalo Sánchez de Lozada. Él cree que el ALCA traerá inversiones y empleo y no mayor pobreza y penurias para el pueblo, como sostienen la Iglesia y los sectores sociales.
EL EVANGELIO A PRUEBA DE BALAS |