Evo Morales dialoga sobre su lucha en Bolivia
El neoliberalismo está haciendo levantar a nuestros pueblos"
Fernando Arellano Cronicón
Bolivia, en el concierto de la realidad latinoamericana, es otro de los países que atravésde sus organizaciones sociales y políticas viene haciendo sentir su voz de protesta ante las imposiciones del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial que, pese al fracaso, siguen presionando a los gobiernos de este hemisferio para que profundicen el modelo económico neoliberal.
Las movilizaciones de indígenas, campesinos, organizaciones comunitarias y de miles de cultivadores de coca del Chapare que comenzaron el 13 de enero de este año y que han protagonizado el bloqueo de carreteras, el enfrentamiento con la fuerza púiblica y los disturbios en La Paz que dejan al menos 15 muertos y una gran cantidad de heridos, no es más que la consecuencia del programa neoliberal que el presidente Gonzalo Sánchez de Losada se empeña en continuar ejecutando con el apoyo de Washington, su ángel de la guarda y protector.
Al frente de esta lucha social por reivindicar los derechos de su pueblo está un líder indígena nacido el 26 de octubre de 1959 en la comunidad Isallavi, cantón Orinoca, en la provincia Sud Carangas del departamento boliviano de Oruro. Polémico, pero directo en sus posiciones políticas, EVO MORALES AYMA, el ex candidato presidencial y actual diputado de Bolivia dice, en diálogo exclusivo con CRONICÓN, que no cesará en su lucha por defender los intereses de los indígenas y campesinos de su país.
Esa es la razón por la que Estados Unidos lo considera un dirigente político pernicioso para sus intereses hegemónicos. Un ejemplo claro de la persecusión gringa sistemática de la que ha venido siendo objeto sucedió hace poco en Quito, Ecuador, durante las jornadas que se realizaron para analizar las incidencias que tendrá el ALCA en el continente latinoamericano. En la capital ecuatoriana Morales fue vetado para que asistiera como delegado de la comisión de congresistas de la región a la cumbre de Ministros de Comercio Exterior.
La cancillería ecuatoriana se vio en aprietos para impedir la presencia de este líder campesino boliviano, pues de lo contrario el embajador norteamericano hubiera desalojado, en protesta, las instalaciones de un exclusivo hotel, donde se llevaba a cabo la reunión ministerial.
Evo Morales, líder del Movimiento al Socialismo-Instrumento Político por la Soberanía de los Pueblos (MAS-IPSP), se hizo conocer por su lucha al frente de los cocaleros, pues desde hace ya algunos años se ha venido oponiendo radicalmente a la erradicación de los cocales en la región del Chapare, en el centro de Bolivia, por considerar que ello es parte de la tradición y la cultura de su pueblo. Esta postura ha contribuido a que se convirtiera en clara opción política para sus conciudadanos.
En 1998 fue el diputado más votado en la historia democrática boliviana con el 70.3% de la votación y en los últimos comicios presidenciales obtuvo un honroso segundo lugar, pero en el Congreso que en últimas define la elección entre los dos finalistas y tras la interferencia y manipulación de la embajada norteamericana, se escogió, finalmente, al derechista Gonzalo Sánchez de Losada.
Sin embargo, Evo Morales continúa su accionar político y ahora ha adquirido un mayor liderazgo por el amplio respaldo que tiene de su pueblo. Con él dialogamos sobre el actual momento por el que atraviesa Bolivia y el resto de países latinoamericanos.
ORGANIZACIÓN FRENTE A LAS INEQUIDADES - Usted ha manifestado que el Plan Colombia y el Plan Dignidad en Bolivia corresponden a un nuevo Plan Cóndor que asoló militarmente a América Latina en la década de los 70s con incruentas dictaduras. ¿Qué debe hacer entonces el movimiento social latinoamericano para contrarrestar este estrategia geopolítica de los Estados Unidos? - Lo que está pasando en Latinoamérica es un levantamiento frente a las políticas impuestas por el Banco Mundial que están haciendo arder a nuestros pueblos y éstos se están levantando no porque quieren sino obligados frente a la injusticia, a la desigualdad y fundamentalmente por la falta de respeto a su dignidad y a su soberanía. Lo que ocurre en Ecuador, Brasil, Bolivia y otros países de nuestro contiente es que se está dando vía libre a las luchas sociales para que los pueblos tengan derecho a decidir por ellos mismos, por las mayorías. Estamos convencidos de que ha llegado el momento de revisar a fondo el modelo neoliberal conocido como un sistema de reproducción del capitalismo salvaje, de lo contrario las confrontaciones pueden ser mucho más serias en toda América Latina especialmente. Felizmente la conciencia va creciendo en toda nuestra región, es el caso de la Argentina, que hasta hace poco se consideraba ya como un país europeo, modelo del esquema neoliberal, pero ahora se ha constituido en un país modelo en resistencia al Banco Mundial, esto es importante y nos deja como lección que los pueblos deben organizarse y unirse para enfrentar este tipo de inequidades.
- ¿Cuál es su posición frente al ALCA? - Todos los pueblos necesitamos integración, comunicación, pero no estamos de acuerdo con políticas de integración que nos someta y nos subordine, quisiéramos una integración soberana que respete la dignidad de las mayorías nacionales, que respete fundamentalmente el derecho a la vida y no con políticas a través de las cuales las trasnacionales y las industrias que producen transgénicos van a acaparar todo el mercado. Es evidente que las políticas de libre importación sin el control correspondiente de los pueblos no es ninguna solución para las economías en desventaja como son las de América Latina. Un ejemplo concreto es el de México que después del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y Canadá, se convirtió en un gran importador que compra seis millones de toneladas de maíz al año, antes de este tratado los mexicanos eran exportadores. Lo que debemos buscar, entonces, son unas reglas claras que permitan acceder a un comercio de pueblo a pueblo que sea justo, en el que los productos tengan mercados seguros con precios equitativos. Por eso no estamos de acuerdo con políticas de dominio como el ALCA que solamente es un acuerdo para legalizar la colonización de los Estados Unidos mediante políticas de economicidio porque va a eliminar la pequeña economía. Por lo tanto no podemos ser cómplices con este tipo de medidas que terminarán por colapsar la agricultura y van a originar grandes confrontaciones a lo largo y ancho de nuestro continente.
- ¿O sea que en su concepto el ALCA, si se apruebe en el 2005, va a constituir en un detonante social cuyas consecuencias son impredecibles? - Si se apruebe y aplica el ALCA va a ver una gran resistencia civil, en el caso boliviano hemos hecho cambiar políticas desde nuestras protestas en la calle, puesto que desde el Congreso es muy difícil lograrlo. Pero nuestra experiencia nos ha enseñado, por lo menos en Bolivia, que la protesta social en últimas es un factor determinante para presionar a los gobiernos a fin de que modifiquen el rumbo. Eso ha hecho que el movimiento campesino, indígena y popular se haya fortalecido y haya tomado conciencia de la necesidad de unión y organización y si se persiste en este tipo de políticas económicas yo veo una gran rebelión de los pueblos latinoamericanos.
- ¿En Bolivia qué peso político tiene el movimiento indígena que usted representa? - Felizmente en países como Bolivia los indígenas somos la primera fuerza social luego de muchos años de exterminio y dominación. Gracias a ello hemos podido escalar posiciones políticas y ayudar a muchos hermanos de otros países que están librando duras luchas en otras regiones del continente.
Nosotros venimos luchando y estamos en la obligación de seguir proclamando que los recursos naturales de América Latina vuelvan a nuestras manos y no queden en poder de las trasnacionales.
FMI DEBERÍA RESARCIR LOS DAÑOS - Usted ha venido sosteniendo que la Embajada norteamericana en Bolivia manipuló en su contra para que no pudiera llegar a la Presidencia de la República y favoreció tras una serie de artimañas políticas a Gonzalo Sánchez de Losada. ¿Cuál es su estrategia a seguir para que en el próximo periodo pueda asegurar, finalmente, el triunfo presidencial? - Bueno, la decisión de que yo me vuelva a candidatizar es del pueblo boliviano, no es simplemente el interés de Evo Morales o de una sola organización como la que yo represento que es la Coordinadora Campesina del Trópico de Cochabamba. Democráticamente el pueblo decidirá en las próximas elecciones quiénes van a ser los candidatos a presidente y vicepresidente, como lo hicimos en la última oportunidad en la que se postuló mi nombre a la Presidencia. Ahora en cuanto al papel que jugó el embajador de los Estados Unidos en las pasadas elecciones presidenciales puedo decir que este funcionario se ha convertido en jefe de campaña de Evo Morales al declararme como talibán, como Bin Laden, pero satisfactoriamente los pueblos van perdiendo el miedo al poder del norte de los Estados Unidos. Y si bien en la última etapa electoral el embajador norteamericano logró conciliar y juntar a los grandes corruptos narcotraficantes para que fuéramos derrotados, eso no interesa porque queda inscrito en la historia la forma como esta potencia a través de su representante diplomático se movió para lograr sus propósitos políticos. Yo creo que en Bolivia el sentimiento y el pensamiento social, fundamentalmente, van imponiéndose frente a los intereses de las trasnacionales y eso nos fortalece mucho más, no importa las manipulaciones vengan de donde viniesen , lo importantes es que el pueblo sepa qué están pensando y como actúan las mayorías nacionales.
- ¿De que otra manera interviene indebidamente el gobierno de Estados Unidos en su país? - Bolivia es un país ocupado militarmente por Estados Unidos. La DEA, por ejemplo, comanda las fuerzas represivas en el Chapare. Las Fuerzas Armadas reciben instrucción, se someten al control y dependen estratégica y logísticamente del Comando Sur. Súmele a esto la permanente intervención de los organismos de inteligencia de los Estados Unidos. Adicionalmente llegan, con una frecuencia alarmante, destcamentos militares, bajo la fachada de "acción cívica". Las operaciones de estos efectivos norteamericanos van desde una abierta intervención en los asuntos internos, hasta la utilización de nuestro territorio para el depósito de materiales tóxicos y radioactivos.Hemos condenado otro ingreso más que ocurrira en mayo próximo, pero la sometida mayoría oficialista en el Congreso ha dado curso a esta intromisión.
- Hay una deuda social que saldar con los pueblos indígenas a los que usted representa. ¿Cómo cree que los gobiernos de Latinoamérica deben cancelar esa deuda por tantos años de expoliación a su raza? - Es evidente que los países desarrollados deberían resarcir tanto daño que nos han causado, pero yo no me quedo solamente en la deuda a los pueblos indígenas sino que creo que el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional han generado también muchos perjuicios económicos a todos los países latinoamericanos. Por ello considero que estas instituciones deberían también resarcir los daños que han causado a nuestros países que enfrentan altos índices de pobreza e iniquidad social.
NUEVO MAPA POLÍTICO - ¿Cómo analiza la elección presidencial del coronel Lucio Gutiérrez en el Ecuador? - Yo diría que se asemeja al fenómeno de la candidatura presidencial que agrupó a los movimientos sociales en Bolivia. Sin embargo esperamos que se base en las propuestas de las organizaciones sociales por cuanto que estas coyunturas se dan porque los movimientos populares deciden electoralmente cuestionar el sistema reinante y el modelo económico imperante. Lo que ha pasado en Ecuador creo que es producto de esa situación, por lo tanto confiamos en que los compañeros de la CONAIE y otros grupos sociales ecuatorianos realmente puedan consolidarse con esta clase de candidaturas.
- ¿Y qué opinión le mercen los gobiernos de Lula en Brasil y Chávez en Venezuela? ¿Será que se viene dando un cambio en el mapa político de Latinoamérica? - La insurgencia de los pueblos de nuestro continente está conformando un bloque cada vez más sólido de rechazo a los planes de globalización bajo la hegemonía de los Estados Unidos. Cada uno de estos líderes de Venezuela, Brasil y Ecuador, con sus diversas opciones que reflejan las expectativas de sus pueblos, son expresiones de ese rechazo y de la recuperación de la dignidad y la soberanía por la que lucha toda América Latina y que, en definitiva, es el derecho que asiste a todos los pueblos del mundo. En esa orientación, hemos propuesto la realización de un gran encuentro latinoamericano en Caracas para el próximo mes de marzo con el fin de analizar y acordar líneas de acción conjunta por la defensa de nuestras riquezas, el rechazo al ALCA, la anulación de la deuda externa y el repudio a la intromisión de las tropas norteamericanas en nuestro continente.