La represión en México. 1950-1971
Por Raúl Jardón / REVISTAREBELDIA.ORG
La represión como respuesta de los gobiernos priístas
a todo tipo de movimientos opositores fue una constante que, aunque presente
en años anteriores, adquiere a partir de 1950, bajo el gobierno de Miguel
Alemán, el carácter de una política permanente de Estado.
Si bien esta política se aplicó contra todo tipo de movimientos
políticos y sociales, como se puede apreciar en este artículo,
ésta se concentró de manera aplastante contra los movimientos
caracterizados como de izquierda.
Cabe aclarar que, aunque en el periodo 1950-1971 hubo muchos más actos
represivos, a continuación se enlistan sólo los que en su momento
causaron fuerte impacto en el país, al margen del tipo de acto represivo
o del mayor o menor número de víctimas registradas en cada uno
de ellos.
Un antecedente sangriento.
Apenas iba a cumplir diez meses como mandatario, cuando Manuel Ávila
Camacho, llamado "el presidente caballero" por sus elegantes maneras y forma
de vestir, mostró a los trabajadores que los tiempos del gobierno de
Lázaro Cárdenas habían cambiado definitivamente.
Más de 200 obreros de la Cooperativa de Vestuario y Equipo (ubicada en
Tacubaya y que era en realidad la fábrica estatal que elaboraba los uniformes
del ejército y la policía) se habían puesto en huelga en
demanda de mejores salarios y condiciones laborales. Pasaron las semanas y no
se resolvían sus peticiones por lo que, el 21 de septiembre de 1941,
decidieron dirigirse a la casa del presidente Ávila Camacho para solicitarle
que interviniera para resolver el conflicto. La respuesta presidencial fue contundente:
ordenó que la tropa abriera fuego contra quienes se habían atrevido
a paralizar la confección de los uniformes verdes y azules y, más
aún, a molestarlo en su domicilio en la colonia Del Valle (aún
no se instalaba en Los Pinos porque estaba "modernizando" la casa). Nueve obreros
murieron, entre ellos el secretario general del sindicato (que era comunista),
y 20 más quedaron heridos.
Huelga y caravana de mineros de Nueva Rosita, Cloete y Palau, 1951.
El 25 de septiembre de 1950 los mil 300 mineros de Palau, Coahuila, iniciaron
una huelga a la que se unieron, el 16 de octubre, los de las minas de la Mexican
Zinc en Nueva Rosita y Cloete. El ejército patrulló las calles
de Nueva Rosita para tratar de amedrentar. Ante la falta de resolución
a sus demandas salariales y de democracia sindical, cinco mil mineros y sus
familiares iniciaron, a principios de febrero de 1951, una marcha a pie de mil
500 kilómetros hacia la Ciudad de México. Llegaron el 10 de marzo
y tuvieron una recepción masiva y entusiasta que culminó en un
gran mitin en el Zócalo, pero el gobierno los confinó en el parque
18 de Marzo, donde la población capitalina los alimentó.
El 20 de marzo el presidente Miguel Alemán se negó a recibirlos,
pese a que un grupo numeroso ya estaba en huelga de hambre. El 10 de abril la
policía los sitió en su campamento, pero algunos lograron escapar
y realizar, apoyados por numerosos contingentes populares, un mitin que fue
reprimido con un saldo de numerosos heridos y detenidos. Todas las centrales
sindicales les negaron apoyo y fueron obligados a retornar a Coahuila en camiones
dentro de jaulas para ganado. La mayoría de los mineros fueron despedidos.
Represión del primero de mayo de 1952.
A pesar del clima de persecución y del charrismo sindical, hasta ese
año los contingentes de sindicatos no controlados por el charrismo, vinculados
al Partido Comunista (PC) y al Partido Obrero Campesino Mexicano (POCM) podían
marchar en la manifestación oficial del primero de mayo. En esa ocasión,
sin embargo, sin motivo aparente ni explicación oficial posterior, soldados
y policías del servicio secreto atacaron en dos ocasiones a esos contingentes,
que marchaban entre la columna de la Alianza de Tranviarios y la de los trabajadores
del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), destacando entre los agresores
el teniente de Guardias Presidenciales, Gómez Tagle. Frente al Palacio
de Bellas Artes fue asesinado a tiros el militante de la Juventud Comunista
Luis Morales y fueron heridos los obreros Luis Arciniégas y García
Diego.
A raíz de esto se detiene y procesa por el delito de "disolución
social" a varios dirigentes comunistas y se impide la participación de
todo contingente opositor en las marchas del 1 de mayo. Será hasta principios
de los ochenta que los integrantes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores
de la Educación (CNTE) logren (a costa de enfrentamientos) irrumpir en
el desfile oficial.
Aplastamiento de los henriquistas, 1952.
En los comicios de 1952 se presentó la candidatura presidencial del general
Miguel Henríquez Guzmán, disidente del sistema apoyado por la
Federación de Partidos del Pueblo Mexicano (FPPM). En esa Federación
participaban personajes tan disímbolos como el constituyente Ignacio
Ramos Praslow, el general Celestino Gasca (que en los años sesenta sería
acusado de intentar un levantamiento armado), el general Marcelino García
Barragán (luego secretario de la defensa de Díaz Ordaz), el ex
ministro de Cárdenas, general Francisco J. Múgica, el líder
campesino Rubén Jaramillo, etcétera.
La campaña henriquista tuvo un amplio impacto nacional y los resultados
de esas elecciones, ganadas oficialmente por Adolfo Ruiz Cortines, del PRI,
fueron puestos en duda de la misma forma que los obtenidos en los procesos en
que participaron los candidatos opositores José Vasconcelos y Juan Andrew
Almazán.
Una semana antes de los comicios, en la Alameda de la Ciudad de México,
los henriquistas organizaron un mitin de celebración anticipada de la
victoria y contra el fraude electoral, que fue brutalmente reprimido con un
saldo nunca aclarado de muertos y heridos y de 524 encarcelados. El local de
la FPPM fue asaltado por la policía y sus líderes enviados a prisión.
Asalto militar al internado del Politécnico, 1956.
El 12 de abril de 1956 los estudiantes del Instituto Politécnico Nacional
(IPN) iniciaron una huelga demandando la promulgación de una Ley Orgánica,
la construcción de La Ciudad Politécnica en Zacatenco y la formación
de comisiones mixtas de estudiantes y maestros para revisar los planes de estudios.
Lograron huelgas de solidaridad en 150 escuelas de 23 estados de la república
y se ligaron al movimiento magisterial que iniciaba Othón Salazar. El
mismo día, la policía atacó el Internado del IPN en el
Casco de Santo Tomás dejando un saldo indeterminado de heridos.
La huelga se mantuvo hasta el 23 de septiembre, cuando el ejército ocupó
el Internado y encarceló, acusándolos del delito de "disolución
social" a los líderes de la Federación Nacional de Estudiantes
Técnicos, encabezados por Nicandro Mendoza, quien estuvo varios años
preso a pesar de ser miembro del Partido Popular Socialista, que apoyaba al
régimen. Con esta toma se inició la ofensiva gubernamental contra
la educación popular que tenía entre sus bases el dar servicios
asistenciales, como comedores, internados, etcétera, a los alumnos de
escasos recursos.
Represiones contra el movimiento ferrocarrilero de 1958-59.
El movimiento ferrocarrilero, primero por mejoras salariales, e inmediatamente
después por democracia sindical, se inició el 2 de mayo de 1958
con la formación de la Gran Comisión Pro Aumento de Salarios,
y se consolidó con la proclamación del Plan del Sureste el 12
de junio y el estallido de paros a partir del 26 de ese mes. El 28 de junio
su primera gran manifestación en el Distrito Federal (DF) es reprimida
al terminar por la policía y los bomberos, muriendo los trabajadores
Rafael Alday Sotelo y Andrés Montaño Hernández (este último
rematado en una delegación de policía). El ejército ocupó
el mismo día todos los locales sindicales.
Siguieron los paros y tomas de locales sindicales por los trabajadores y el
2 de agosto el ejército y la policía intervienen tomando los cuatro
locales de las secciones sindicales del DF, lo que motiva el estallido de una
huelga por tiempo indefinido. El 4 de agosto se realiza otra manifestación
en la capital que es reprimida con un saldo de cuatro muertos, con lo que se
desatan paros y huelgas de solidaridad por parte de telegrafistas, maestros
y trabajadores petroleros.
Ante la persistencia y ampliación de la lucha, las autoridades laborales
tuvieron que aceptar que hubiera elecciones sindicales, mismas que gana por
abrumadora mayoría Demetrio Vallejo (militante del POCM), quien toma
posesión como secretario general el 27 de agosto de 1958.
El 25 de febrero de 1959 estalla la huelga en los Ferrocarriles Nacionales por
la revisión contractual y se logra un acuerdo de aumento salarial. El
25 marzo estalla la huelga en el Ferrocarril del Pacífico y en el Ferrocarril
Mexicano demandando un aumento similar, que es declarada inexistente, y un paro
de solidaridad de media hora en los Ferrocarriles Nacionales. Al día
siguiente el sindicato propone al gobierno levantar los paros a cambio del cese
a las violaciones al contrato colectivo, pero el 27 comenzaron los despidos
y, cuando aún continuaban las pláticas con el gobierno, se procedió
a la detención de Vallejo y los demás líderes sindicales.
El ejército ocupó todos los locales sindicales e instalaciones
ferrocarrileras, aprehendió a casi 10 mil trabajadores y luego fueron
despedidos casi 9 mil. El 3 de abril se reprimió en el DF una manifestación
popular en apoyo a los ferrocarrileros y se detuvo a más de 300 personas.
El paro siguió desorganizadamente hasta el 12 de abril, pero el día
15 el gobierno logró instalar una directiva sindical "charra". La represión
prosiguió con el asesinato en Monterrey del ferrocarrilero comunista
Román Guerra Montemayor y la detención, el 17 de mayo de 1960,
del líder del POCM Valentín Campa. Se mantuvo varios años
en prisión a 800 ferrocarrileros, 150 de ellos acusados de comunistas.
Vallejo y Campa fueron liberados hasta 1969 y otro dirigente, Santos Bárcena
un poco antes.
Respecto a los motivos de la represión final, Lauro Ortega, (prominente
político que fue presidente del PRI, gobernador de Morelos, etcétera)
confesó a Lázaro Cárdenas el 25 de febrero de 1959 (antes
de los hechos) que un alto funcionario del gobierno de Adolfo López Mateos
le dijo que "si los ferrocarrileros no realizan la huelga que vienen anunciando,
la provocaremos nosotros para lograr el cambio en la directiva del sindicato".
Represión contra el movimiento magisterial de 1956-60.
Desde el 26 de junio de 1956 se inicia el movimiento por democracia sindical
y mejoras laborales de los maestros de la sección IX del Sindicato Nacional
de Trabajadores de la Educación (SNTE) con un paro de labores y con la
fundación, en un mitin realizado en la Secretaria de Educación
Pública (SEP) el 3 de julio, del Movimiento Revolucionario del Magisterio
(MRM).
La lucha se mantuvo con mítines y paros que fueron fortaleciendo el movimiento
hasta el 12 de abril de1958, cuando un mitin magisterial y popular frente a
la SEP es amenazado por la policía y el contingente se traslada al Zócalo,
donde es reprimido. El 21 de abril los maestros realizan otra manifestación
del Monumento a la Revolución al Zócalo, entregan un pliego petitorio
con demandas salariales directamente a la SEP e instalan, el 30 de abril, una
guardia permanente en esa secretaría. Se inicia una feroz campaña
de prensa en su contra, logran mantener el apoyo de los padres de familia y
consiguen la solidaridad del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), de las
centrales obreras CROC y CRT, de estudiantes normalistas, de la Universidad
Nacional Autónoma de México (UNAM) y del IPN, etcétera.
El 1 de junio el propio presidente Adolfo Ruiz Cortines concede un aumento salarial
y los maestros retiran su guardia de la SEP. La directiva del SNTE se ve obligada
a convocar a un Congreso de la sección IX para fines de agosto, pero
no se admite la entrada de los delegados del MRM, que eran mayoría, y
éstos realizan un Congreso paralelo en el que eligen a Othón Salazar
como su secretario general. El 6 de septiembre la policía reprimió
un mitin magisterial en demanda del reconocimiento de los líderes democráticos
y son detenidas 200 personas, entre ellas Othón Salazar y otros 5 dirigentes,
que son declarados formalmente presos por el delito de "disolución social".
Así, aunque se logra un fallo del Tribunal de Arbitraje de los Trabajadores
del Estado que obliga a una nueva elección de Comité Ejecutivo
de la Sección IX, Othón Salazar no puede participar en ella por
estar preso. Sin embargo, el MRM gana los comicios con el 97 por ciento de los
votos el 30 de octubre y los presos son liberados el 5 de diciembre.
Pero el Comité democrático dura poco en funciones. El 2 de marzo
se inicia un paro en la Escuela Nacional de Maestros y la sección IX
se solidariza con ellos, pero el ejército ocupa la Normal y cierra su
internado el 24 de marzo; el Comité Ejecutivo de la Sección IX
es suspendido en sus funciones por los líderes del SNTE y su local es
tomado por un grupo de choque armado.
Los maestros responden con un paro indefinido de labores y grandes manifestaciones
el 7,19 y 25 de junio y el 7 de julio, pero el 4 de agosto otra manifestación
es reprimida con un saldo de más de 500 heridos y numerosos detenidos.
La SEP inició los despidos por el paro, un mitin fue reprimido en el
Monumento a la Revolución el 10 de agosto y el 31 de ese mes se levanta
el paro con la promesa incumplida del presidente Adolfo López Mateos
de reinstalar a los más de 500 despedidos (sólo volvieron después
de un tiempo unos 200).
Asesinato de Rubén Jaramillo y su familia, 1962.
Rubén Jaramillo se incorporó a los 14 años a las fuerzas
del general Emiliano Zapata. En 1938 fundó el ingenio de Zacatepec, apoyado
por el presidente Lázaro Cárdenas. Entre 1943 y 1944, luego de
varios intentos de los caciques de Morelos de asesinarlo, estuvo levantado en
armas. En 1945 fundó el Partido Obrero Agrario Morelense, que se ligó
al Partido Obrero Campesino Mexicano. Fue candidato a gobernador de Morelos
de la Federación de Partidos del Pueblo Mexicano en 1952 y todo ese tiempo
encabezó las luchas agrarias en ese estado.
Por sostener esa lucha tuvo que volver a las armas en 1957 con el apoyo del
Partido Comunista Mexicano. En 1959 el presidente Adolfo López Mateos
le concedió amnistía a él y a su grupo armado, se entrevistó
con Jaramillo y le prometió apoyo para un proyecto de aprovechamiento
de tierras ociosas. Pero Jaramillo tenía un gran respaldo entre los campesinos
morelenses, por lo que el gobierno federal y estatal le temían y el 23
de mayo de 1962, él, su esposa embarazada y tres de sus hijos fueron
detenidos en Tlaquiltenango y llevados a la zona arqueológica de Xochicalco,
donde fueron asesinados. En el sitio de su muerte se encontraron numerosos casquillos
de bala elaborados en la Fábrica Nacional de Armas del ejército.
Entre los criminales estaban el jefe de la policía judicial Heriberto
Espinosa y el capitán del ejército José Martínez,
quienes aparecieron muertos el 5 de septiembre de 1962 en Guerrero.
Matanzas contra el movimiento cívico en Guerrero, 1960-1962.
La Asociación Cívica Guerrerense (ACG) surgió a fines de
los años 50 organizando a campesinos, estudiantes, copreros y trabajadores
en la lucha por sus demandas y contra el régimen autoritario del gobernador
Raúl Caballero Aburto. El 30 de diciembre de 1960 realizaba un mitin
en el Zócalo de Chilpancingo cuando intervino el ejército para
reprimir, dejando como saldo al menos 13 muertos y numerosos heridos.
Pese a esa represión, la ACG continuó encabezando luchas populares
y en 1962 apoyó la candidatura del disidente priísta José
María Suárez Téllez a la gubernatura del estado. El 30
de diciembre de 1962, al conmemorarse 2 años de la primera matanza, nuevamente
se lanzó a la tropa contra un mitin de la ACG en Iguala matando a 39
personas, dejando 119 heridos y deteniendo a un millar de ciudadanos.
A estos actos represivos se sumó, en febrero de 1965, el aplastamiento
de un movimiento estudiantil en Chilpancingo, el asesinato de los hijos de dos
dirigentes de la ACG en julio de 1966 y el encarcelamiento de su líder
principal, Genaro Vázquez, quien se fugó de la cárcel el
22 de abril de 1968 y pasó a formar la Asociación Cívica
Nacional Revolucionaria (ACNR) encabezando su grupo guerrillero. Genaro Vázquez
muere en un extraño accidente automovilístico el 2 de febrero
de 1972.
Aplastamiento del movimiento de los médicos, 1965.
El movimiento médico comenzó en noviembre de 1964, cuando los
residentes e internos del hospital 20 de noviembre del ISSSTE reclamaron el
pago de aguinaldos atrasados y 206 de ellos fueron despedidos. En respuesta
a los despidos se formó la Asociación Mexicana de Médicos
Residentes e Internos (AMMRI) que comenzó a organizar paros que para
el día 26 de ese mes ya abarcaban a 40 hospitales del ISSSTE, Seguro
Social y Ferrocarriles. El 10 de diciembre el presidente Gustavo Díaz
Ordaz, recién entrado en funciones, prometió estudiar sus peticiones
de aumento de sueldos y participación en la elaboración de planes
de estudios, con lo que el 15 se levantó el paro.
Sin embargo, se inició una campaña de desprestigio contra el movimiento
y el gobierno rompió las pláticas de avenimiento. Ante ello, los
médicos titulados respondieron formando la Alianza de Médicos
Mexicanos Asociación Civil (AMMAC), que luego absorbió a la AMMRI.
La AMMAC inició otro paro el 13 de enero de 1965, formulando ya no sólo
demandas de aumento salarial, sino también de carácter laboral
más general. Díaz Ordaz prometió nuevamente negociaciones,
con lo cual se levantó el paro el 27 de enero.
No obstante, la oferta de retabulación salarial no fue satisfactoria.
El 20 de marzo la AMMAC llamó a separarse de los sindicatos controlados
por la FSTSE y el 25 propuso la creación de un sindicato de trabajadores
de la salud. El 19 de abril estalló otro paro que se mantuvo hasta el
3 de junio y se celebró otra reunión con Díaz Ordaz, que
sólo resolvió un aumento mínimo de sueldos pero ninguna
otra demanda. Ante ello, los médicos realizaron una manifestación
el 20 de abril que fue atacada por grupos de choque de la FSTSE. El 14 de agosto
se inicia un paro de residentes y el 23 uno de médicos titulados.
El 26 de agosto hay otra gran manifestación, pero esa noche la policía
tomó los hospitales 20 de Noviembre, Rubén Leñero y Colonia,
sustituyendo a los paristas con médicos militares. Al día siguiente
las enfermeras del 20 de Noviembre fueron secuestradas por los grupos de choque
de la FSTSE. Cientos de médicos, los más activos en el movimiento,
fueron despedidos y sus líderes encarcelados.
Ocupación militar de la Universidad Nicolaíta, 1966.
Desde 1961 la Universidad de San Nicolás de Hidalgo, en Morelia, había
conquistado una ley orgánica democrática y tenía una influencia
importante de la izquierda, además de ligarse a las luchas populares.
El 1 de octubre de 1966 estudiantes y ciudadanos de Morelia coincidieron en
un movimiento en contra del alza en las tarifas del transporte público.
Al día siguiente efectuaron una gran manifestación que fue atacada
por pistoleros del PRI, que robaron un aparato de sonido. Al dirigirse la marcha
al local priísta para reclamar el robo, fue recibida a tiros y murió
el estudiante Everardo Rodríguez Orbe.
En protesta por esa muerte los estudiantes declararon la huelga el 4 de octubre
y el ejército comenzó a patrullar las calles, pese a lo cual se
efectúa un gran mitin el 7 de octubre en el centro de Morelia. El 8 de
octubre, a petición del Congreso Local, la tropa, mandada por el general
José Hernández Toledo, tomó la universidad y detuvo a decenas
de estudiantes. Durante 3 años aproximadamente estuvieron presos el líder
de la Central Nacional de Estudiantes Democráticos, Rafael Aguilar Talamantes,
y el dirigente popular Efrén Capiz.
Toma militar de la Universidad de Sonora, 1967.
Los estudiantes sonorenses se sumaron y encabezaron la protesta popular por
la imposición de Faustino Félix Serna como candidato del PRI a
la gubernatura de la entidad. La protesta de la población, con fuerte
influencia panista, llegó a actos como ataques masivos a una comandancia
de policía y casas de funcionarios en Hermosillo. Como las escuelas eran
el centro de la movilización, la policía las atacó, pero
sólo logró que 139 planteles se incorporaran a un paro. Ante ello,
el gobernador Encinas Johnson solicitó y obtuvo del Congreso el llamado
a la intervención del ejército, que, nuevamente al mando de José
Hernández Toledo, el 17 de mayo atacó y tomó la Universidad
de Sonora.
Masacre de copreros en Acapulco, 1967.
Los campesinos cultivadores de copra de Guerrero siempre han sido uno de los
sectores más pobres y explotados de la entidad. El 20 de agosto de 1967,
800 delegados de la Unión de Productores de Copra se reunieron en el
local de la Confederación Nacional Campesina en Acapulco para discutir
las cuotas de sostenimiento de su organización y tratar de elegir una
dirección democráticamente. A pesar de estar encabezados por el
entonces diputado priísta César del Ángel, los asistentes
fueron atacados a tiros por pistoleros del líder espurio de su propia
organización, Jesús Flores. Hubo más de 80 campesinos muertos
y un número indeterminado de heridos y detenidos, entre los últimos
Del Ángel. Gracias al apoyo del gobierno local a Flores, nadie fue encarcelado
por la matanza que causó escándalo en el ámbito nacional.
Matanza de Atoyac, 1967.
El maestro Lucio Cabañas, fue egresado de la normal rural de Ayotzinapa,
Guerrero, secretario general de la Federación de Estudiantes Campesinos
Socialistas, participante a principios de los años 60 en el Movimiento
de Liberación Nacional y en las luchas contra el gobernador guerrerense
Raúl Caballero Aburto.
En 1967 era miembro del Partido Comunista Mexicano, daba clases en la primaria
de Atoyac de Álvarez y realizaba trabajo político y social entre
los campesinos de la zona. En mayo de ese año inició una lucha
de los maestros y padres de familia de esa escuela para pedir la destitución
de la directora por los malos manejos económicos que ésta realizaba,
con el apoyo de las autoridades del municipio. Pero incluso una lucha tan elemental
era inadmisible para los caciques de la región y un mitin de protesta
organizado por Lucio fue disuelto a balazos por policías judiciales y
guardias blancas, dejando un saldo de 5 muertos y varios heridos. El profesor
logró escapar y fue perseguido, lo que lo obligó a remontarse
a la sierra.
Las consecuencias de este acto represivo fueron más allá de lo
que sus autores imaginaron. Cabañas formó primero la Brigada Campesina
de Ajusticiamiento como un grupo armado de autodefensa y luego el Partido de
los Pobres (cuyo ideario fue dado a conocer el 30 de marzo de 1972), que llegó
a tener gran simpatía entre los campesinos de Guerrero como grupo guerrillero
que fue combatido con un enorme despliegue de fuerzas militares hasta la muerte
de Lucio, en combate, el 2 de diciembre de 1974.
Represiones contra el movimiento estudiantil de 1968.
Salvo el periodo que va del 1º al 26 de agosto de 1968, el movimiento estudiantil
de ese año fue objeto de una escalada represiva que culminó el
2 de octubre. Un rasgo distintivo de algunas de las acciones represivas fue
el hecho de que encontraron una respuesta de legítima defensa de los
estudiantes, aunque éstos nunca iniciaron la violencia.
El 23 de julio los granaderos penetraron a la Vocacional 5 golpeando a maestros
y estudiantes con el pretexto de perseguir a pandillas que se habían
enfrentado en La Ciudadela. El 26 de julio la policía disolvió
los contingentes del Politécnico y de la marcha conmemorativa de la Revolución
Cubana sólo porque intentaban dirigirse al Zócalo. Hubo respuesta
estudiantil a pedradas. Pero la policía no se limitó a eso, sino
que atacó a los alumnos de la Preparatoria 3 que no habían tenido
nada que ver con la manifestación, asaltaron el local del Partido Comunista
y de su periódico la Voz de México y detuvieron a varios de sus
líderes.
El 29 de julio la policía no se contentó con detener un intento
de marcha estudiantil al Zócalo, sino que, cuando los alumnos ya se encontraban
en sus escuelas del centro de la capital comenzó a atacarlos, suscitando
una resistencia que se prolongó de las 5 de la tarde a la una de la madrugada,
cuando entró el ejército. Se supone que hubo muertos, pero lo
comprobado es que se registraron numerosos heridos de ambas partes. Fueron detenidos
más de mil estudiantes.
Frente a estos actos represivos, la huelga estudiantil se extendió por
las más de 70 escuelas públicas y varias privadas de la capital,
y además en otras de diversos estados de la República, levantando
un pliego petitorio de seis puntos que sintetizaban la lucha por las libertades
democráticas en el país.
Luego vino el periodo en el que se dejó actuar al movimiento, pensando
que éste se iba a desprestigiar a sí mismo (según confesión
del jefe del Departamento del DF, Alfonso Corona del Rosal en sus memorias);
cosa que no ocurrió.
Frente a ello, el 27 de agosto, el ejército y la policía desalojaron
el campamento estudiantil que se había instalado en el Zócalo
luego de la manifestación de ese día, registrándose sólo
heridos. Al día siguiente, nuevamente el ejército y la policía
tuvieron que desalojar a los trabajadores del Estado que habían sido
reunidos en el Zócalo para un supuesto acto de desagravio a la bandera,
pues esos trabajadores se manifestaron contra el gobierno. A partir de esa fecha
comenzaron los ametrallamientos de escuelas, el secuestro de estudiantes y la
detención de las brigadas de propaganda, pese a lo cual se realizó
la manifestación silenciosa del 13 de septiembre. La vocacional 7 fue
atacada al menos tres veces por los granaderos, encontrando una tenaz resistencia
de parte de los estudiantes y de los habitantes de Tlatelolco.
El 18 de septiembre el ejército ocupó la Ciudad Universitaria
sin hallar resistencia y detuvo a más de mil 500 personas. Del 20 al
22 de septiembre hubo ataques policíacos o ametrallamientos realizados
contra la Vocacional 7, Zacatenco, la Vocacional 5 y las Preparatorias 8 y 9.
El 23 de septiembre por la tarde, la policía armada con fusiles comenzó
a atacar el Casco de Santo Tomás y la Vocacional 7. El Casco fue tomado
por el ejército luego de ocho horas de enfrentamientos con un saldo de
al menos tres estudiantes muertos. La Vocacional 7 y Zacatenco cayeron al cesar
la resistencia antes, sin que se registraran víctimas.
El 2 de octubre, el ejército rodeó y atacó el mitin estudiantil
en Tlatelolco previa desocupación de todas las cárceles y espacios
en el Campo Militar Número Uno para recibir a los detenidos. Según
las cifras oficiales sólo hubo 996 detenidos, 23 muertos civiles, dos
soldados y 36 heridos. El Consejo Nacional de Huelga calculó en su momento
en 150 el número de muertos. El entonces prestigiado periodista estadounidense
Drew Pearson dijo que fueron 130 muertos y el diario inglés The Guardian
habló de 300. En 1995, en el libro Mis Memorias Políticas, de
Alfonso Corona del Rosal, se incluyó una carta del general de división
Javier Vázquez Félix en el que él afirma haber sido el
encargado de hacer el recuento de muertos sobre el terreno y dice que fueron
38 en la plaza, un niño en un departamento y cuatro soldados, o sea 19
fallecidos más de los reconocidos oficialmente.
Pero todavía hubo más víctimas, el 16 de noviembre el estudiante
de medicina de la UNAM José Luis González Martínez fue
asesinado a tiros en Bolívar y Avenida Central por en agente de tránsito.
Julio Martínez Jiménez fue muerto por estar realizando una pinta
y, el 27 de noviembre, el estudiante politécnico Eugenio Ramírez
Clachar fue asesinado a tiros por "porros" en la preparatoria 5 y dos de sus
compañeros resultaron heridos. Ninguno de los responsables de esos crímenes
fue detenido. Según la Procuraduría General de la República,
durante el movimiento estudiantil hubo 5 mil detenidos.
Ataque de Los Halcones contra la marcha del 10 de junio de 1971.
El Comité Coordinador de Comités de Lucha estudiantiles del Politécnico
y de la UNAM organizó la marcha del 10 de junio inicialmente para solidarizarse
con los estudiantes de Nuevo León, a los que se quería imponer
una Ley Orgánica autoritaria, pero luego, al haberse resuelto aquel conflicto,
lanzó la convocatoria con los siguientes planteamientos políticos:
contra la reforma educativa burguesa y por la democratización de la enseñanza;
por la democracia sindical y contra el charrismo, y por la libertad de todos
los presos políticos. La marcha fue encabezada por una manta con la consigna:
"Por la unidad obrero-campesino-estudiantil".
La policía cerró los accesos de las calles transversales al recorrido
por la Avenida de los Maestros, de modo que la marcha, que partió de
la escuela de Ciencias Biológicas del IPN, sólo podía desembocar
a Ribera de San Cosme, donde Los Halcones la atacaron saliendo de detrás
de las filas de granaderos. Conforme se avanzaba, la vanguardia de la manifestación
era disuelta a tiros y golpes de palos de kendo. A pesar de esto y sabiendo
lo que le esperaba adelante, cabe destacar que la gente que iba atrás
seguía marchando. Los Halcones no se contentaron con disolver así
la marcha, sino que atacaron el hospital Rubén Leñero de la Cruz
Verde para sacar de él a los heridos.
El Jefe del Departamento del DF, Alfonso Martínez Domínguez, hizo
de inmediato declaraciones afirmando que se había tratado de un choque
entre estudiantes y negando la existencia del grupo de Los Halcones. Sin embargo,
el hecho de que decenas de reporteros y fotógrafos habían sido
golpeados o secuestrados por Los Halcones o agentes policíacos vestidos
de civil hizo que, por primera vez, toda la prensa, radio y televisión,
desmintieran la versión oficial, lo que obligó al presidente Luis
Echeverría a usar al Jefe del Departamento del DF como chivo expiatorio:
lo destituyó y prometió una investigación que nunca arrojó
resultados. Según las cifras oficiales, sólo hubo entre 11 y 17
muertos, pero los estudiantes y algunos diarios hablaron de entre 30 y 42 muertos
y más de 200 heridos.