Léase bien: ¡Boliviana! Porque la Bolivariana ya se dio. .
Era cuestión de días. La situación social en Bolivia, al igual que la que vive Argentina, Paraguay, Uruguay y Colombia, era insostenible. Cientos de miles de campesinos indígenas, abandonados a su suerte, por una pequeña oligarquía autista y genuflexa a los intereses foráneos, se rebelaron contra su histórica marginación. No valieron de nada los llamados de atención de los organismos internacionales sobre el hambre y pauperización de los pueblos lationoamericanos. Los gobiernos de turno, hicieron caso omiso a las peticiones de sus gobernados, sobre verdaderas y eficientes inversiones sociales para evitar una revuelta popular. Prefirieron, mejor, invertir en armas para la represión y continuar con su política entreguista de los recursos naturales sin el mínimo asomo de verguenza..
De lo que se esperaba hoy, 12 de febrero del año 2003, fuera una mera protesta salarial de la policía boliviana, terminó siendo una revolución social de enorme magnitud. Toda la policía del país se amotinó. El pueblo indígena boliviano se sumó a la protesta. El gobierno llamó a sus fuerzas militares a "reprimir el amotinamiento de estos indios", pero no sabía -su autismo y ceguera no le permitió entender ni ver - que la gran mayoría de los soldados, suboficiales y medios mandos oficiales, eran indígenas. Y que a quienes tenían frente a ellos, para reprimir, eran sus abuelos y abuelas, sus tíos y tías, sus padres y madres, sus primos y primas y sus hermano! s y hermanas, quechuas y aymaras como ellos. "¡Uray!", en lengua quechua; "¡Aynacha!", en lengua aymara, gritaba el pueblo enfurecido a los militares que aún se negaban a bajar sus armas. La gran mayoría, lo hicieron y se suman a la rebelión. (Bolivia tiene, según el censo de 1999, una población indígena del 55%, mestiza del 30% y blanca del 15%)..
Nadie sabe del paradero del presidente Sánchez de Lozada, ni del de sus ministros, ni del de los empresarios ni de sus familias. "¡Se fueron a Miami!", se escuchó decir..
Hay muertos y heridos por montones. Algunos altos oficiales, generales blancos en su mayoría, que de no ser por sus insignias, "Ejército de Bolivia", se creería que son de los que invadirán a Iraq, siguen ordenando disparar contra el pueblo. Al fin y al cabo, ellos nunca se sintieron bolivianos..
Arde Bolivia: ¡Es la Revolución Boliviana! . * Human Rights Defender. Scholar Rescue Fund Recipient of Scholar Rescue Fund. Research Professor Latin American and Iberian Institute of The University of New Mexico. Member of the group "The Inmarcesibles" Colombia Section of Latin American Studies Association, LASA. Member of Cuba Section of LASA. Analyst of Public Opinion. Professor and Specialist in topics of Torture and Forced Disappearance, Human Rights, International Humanitarian Law and the International Criminal Court.
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