Tecnología
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7 de agosto de 2003
La red
Marcos Roitman Rosenmann
Rebelión
Los espejismos nos atrapan, lo inexistente acaba por convertirse en real y la ficción se apodera de la realidad. Nos conformamos con la vida fácil que nos transporta al mejor de los mundos posibles, el virtual. Proponemos principios de explicación perversos para tranquilizar las conciencias y justificar nuestras acciones. El ejemplo mas común es el bloqueo ético. No queremos ver, ni oír, ni utilizar tonos de voz muy agudos o muy graves para no molestar a nadie. Tener la certeza que mi cuerpo no saldrá despedido al espacio perdiendose en el vacío cósmico, gracias a la ley de gravedad, nos acerca el mismo tipo de seguridad que da pertenecer a un orden social con un derrotero preestablecido. Por contra, la sensación de intranquilidad se adueña de nosotros ante la mera idea de tener que construir realidad, manejando la contingencia. Eso de hacer camino al andar es un recurso poético. Pedimos, mejor dicho, exigimos orden, mucho orden. La élite política haciendose eco de las demandas del A respetable @ las transforma en seguridad y control social. Técnicos y especialistas en tolerancia cero toman el mando. Bajo la falsa dicotomía: disolución o cohesión, se proyecta la estrategia de seguridad interior y paz exterior. El Estado aumenta peligrosamente sus cotas de violencia institucional y la trasfiere al A soberano @como coste por garantizar su acceso a la propiedad privada y la economía de mercado.
Queremos tener confianza en el mañana. El futuro no puede quedar al pairo, debe planificarse meticulosamente. Deseamos creer en él. Pero también necesitamos aferrarnos a un mundo regulado y ordenado de origen mítico-teológico. Cuan difícil sería la existencia en el sistema social sin tabúes, mitos y rituales. Nos educan para aceptar los tabúes, respetar los mitos y practicar los rituales. Ejemplo de ello es la triada perdición, destrucción y disolución. No se puede beber del fruto prohibido del conocimiento, es nuestra perdición. Tampoco podemos cuestionar el origen teológico del capitalismo, nos acerca a la destrucción y menos aún criticar la rutina del consumidor, ello es dar un paso mas hacia la disolución del sistema.
En contraposición nos proponen otro triangulo mas acorde con los tiempos del mercado. Ser ignorante, complaciente y sumiso, ese es el carácter mas idóneo para construir un orden-red. La red, ese concepto tan atractivo y que hoy inunda la literatura y esta presente en todos los campos de la ciencias sociales, de la vida o de la materia, es el nuevo mito constituyente del sistema. Todo esta en la red y todo son redes. El amor, el poder, el dinero o la amistad se pueden vivir en la red. El sentido virtual de la realidad permite diluir la vida para solidificarla mas tarde bajo la consistencia de la comunicación en red. Emisores y receptores. Si por algún casual, alguien no sabe hacer uso de la comunicación en red, nadie se extravía o pierde el rumbo, tiene navegadores, ayudas amables que resuelven la angustia. Todos son operadores sistémicos conectados entre sí gracias al fluir constante de electrones ávidos de servir a los usuarios de la red. Inmersos en sus realidades virtuales desarrollan una vida placentera visitando recónditos paisajes hasta la concupiscencia. La comunicación no se rompe jamas. La urdiembre de la red garantiza su inmortalidad. En la red no hay vacío absoluto. En la red todo esta dicho y hecho. Todo esta pensado, su entramado fino cubre los deseos mas recónditos del operador sistémico. Siempre hay fuerzas para continuar.
El sistema impone su lógica y con ello nos aproximamos cada vez mas a la muerte del sujeto y la desaparición de la democracia. El control de red es cada vez mayor. A un primer instante de A libertad @ le sigue un periodo de asentamiento y colonización donde la cantidad de información disponible se confunde con el saber democrático. El secreto o el acceso restringido a la información desplaza de la red el conocimiento y el saber, sobretodo el destinado a configurar el panóptico del poder. Este tipo de conocimiento no esta en la red, sus canales son otros y desde luego no pasan por el entramado de la comunicación abierta. La red presenta un mundo para ser consumido. Noticias, política, movimientos sociales, luchas de liberación, amén de las páginas porno.
Resultaría un contrasentido que el gobierno estadounidense o cualquier otro, pusiese a disposición de los usuarios de la red sus estrategias de dominación y sus empresas militares. Igual sucede con cualquier organización política o social cuyas señas de identidad podemos encontrar en la red. Tenemos acceso a lo conocido a lo ya realizado. La red es siempre pasado, realidad cosificada y codificada binariamente. Pero eso no es todo, además, la red discrimina. Tener acceso a informaciones supone desembolsar dinero. No todo circula libremente en la red. Sería un contrasentido. El mercado es quien define la amplitud de la noticia de libre acceso. Si ya supone un costo económico conectarse a la red y pagar por A navegar @ factor que discrimina, se acepte o no, la obligación de apoquinar por información termina por reproducir la exclusión existente en el sistema social. El que tiene medios puede obtener mejores réditos. La red no es democrática ni su objetivo es potenciarla. Las relaciones de explotación no desaparecen con el advenimiento de la red. Mas bien las reproduce y expande. En ella se pueden encontrar desde pederastas hasta traficantes de mujeres y niños. Los sitios mas visitados son los comercios cuyas ventas han aumentado en proporciones nada desdeñables. La explotación se realiza en la red como un momento mas del proceso de reproducción del capital a escala planetaria.
Al igual que sucediese con la globalización, pocos son los que están dispuestos a criticar el pensamiento sistémico de red. Es preferible ser marginal en la red que convertirse en anti-red. No se trata de apagar los ordenadores y comunicarnos por tambores. Cuestionar la estructura de la red , conlleva preguntarse si cabe, como algunos así piensan, la posibilidad de uso democrático de la red. Tal vez hablemos de libertad de expresión, pero nunca de democracia. Como tampoco hay globalización democrática, es impensable una red con dichas características. Su objetivo es producir operadores de red no ciudadanía democrática. Hoy mas de dos tercios de la población mundial esta excluida de participar en la red y sus problemas no pasan por tener un ordenador conectado a internet. Pasan por garantizar la vida en su nivel mas elemental: alimentación, vivienda, salud , educación y trabajo.