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Tecnología

Cumbre Mundial de la Sociedad de la Información:

Fondo de solidaridad

Sally Burch ALAI-AMLATINA

El III Comité Preparatorio (Prepcom) de la Cumbre Mundial clausurará mañana, viernes 26 de septiembre en Ginebra, aparentemente sin acuerdo sobre el Plan de Acción de la Cumbre. Las delegaciones gubernamentales tratan de lograr, por lo menos, un acuerdo sobre la Declaración que espera atraer la presencia de un importante contingencia de Jefes de Estado a Ginebra en diciembre.
Cuatro temas centrales son objeto de bloqueos en las negociaciones: la creación de un "fondo de solidaridad digital", lo relacionado con la seguridad de la información y de las redes electrónicas, los mecanismos de gobierno de Internet, y las referencia al derecho al desarrollo y a la libertad de expresión.
Respecto al primer tema, el gobierno de Senegal ha propuesto, con apoyo de los gobiernos de África y la mayoría de delegaciones del Sur, la creación de un Fondo de Solidaridad Digital, para financiar el acceso de los países más pobres a las telecomunicaciones y al Internet. Esta propuesta se ha topado con una oposición frontal, principalmente de la Unión Europea, a pesar del hecho de que ya no se trata ni de un fondo alimentado con aportes de los gobiernos del Norte, ni tampoco de un impuesto a las empresas del sector (como inicialmente se propuso), sino de un fondo voluntario al cual contribuirían, principalmente, los individuos del Norte que compran equipos de computación, software, etc., y que acepten hacer una pequeña contribución.
Ante la consideración de que sería una contradicción inaceptable que una Cumbre Mundial de este tipo concluya sin ofrecer ninguna salida de financiamiento para cerrar las brechas existentes entre Norte y Sur, las organizaciones de la sociedad civil acordaron pronunciarse al respecto. Así, el caucus latinoamericano expresó a sus colegas de África su acuerdo con el concepto de un fondo de solidaridad digital y con las posibilidades "de colaboración directa entre nuestras regiones y en general por la cooperación sur- sur".
"Una visión de convergencia podría integrar un componente de solidaridad directa (desde los consumidores de productos/servicios) o indirecta (a través de organismos internacionales) a un esquema basado, como es el caso en nuestra región, en un impuesto sobre las facturas de servicios de telecomunicación. El mismo podría permitir la evolución del modo actual de gestión centralizado en el regulador hacia un modelo tripartita que permitiría una gobernancia donde la sociedad es mas participe y entonces mas cercanas del espíritu articulador de la CMSI", señala el mensaje.
Las delegaciones de la sociedad civil del Sur, con apoyo de delegaciones del Norte, también han formulado señalamientos básicos respecto al fondo de solidaridad digital, como es la demanda para que los mecanismos para la distribución e implementación de tal fondo sean plenamente transparentes y auditados, y aseguren que los recursos llegue a quienes más lo necesitan. Asimismo, reclaman que se restablezcan reglas claras basadas en la solidaridad para redistribución de las cargas de la telecomunicación internacional, y que el fondo no debe estar orientado para alentar relaciones comerciales injustas ni privatizaciones.
Respecto a los mecanismos de este fondo de solidaridad digital, señalan que no debe establecerse bajo la noción simplista que la brecha digital puede ser acortada principalmente por medio de cuestiones de infraestructura, sino que debe ser acompañado con recursos para la educación, aplicaciones, contenido y diseminación. De igual manera, el fondo debe orientarse tanto a los medios de comunicación tradicional y comunitaria, no únicamente al Internet; a la vez que debe usarse para promover la diversidad cultural y lingüística. Y además, plantean que corresponde a este fondo apoyar la sustentabilidad tecnológica, incluyendo el uso y producción del software libre; y que los fondos correspondientes al Sur deben ser manejados por el Sur.