Medios y Tecnología
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Las vertientes para la información
Carlos Santiago(*)
Rebelión
"Actualmente, proliferan las mentes débiles, que proliferan justamente porque se
tropiezan con un público que nunca ha sido adiestrado para pensar. Y la culpa de
la televisión en este círculo vicioso es que favorece —en el pensamiento
confuso— a los estrambóticos, a los excitados, a los exagerados y a los
charlatanes. La televisión premia y promueve la extravagancia, el absurdo y la
insensatez. De este modo refuerza y multiplica al homo insipiens.".
Giovanni Sartori
Que el tema de la información está en la mesa de discusión, es más que evidente.
En el mundo se están incentivando los debates que oponen, como los avisados han
detectado, a quienes buscan el camino de la información, sin adjetivos, que le
sirva a la gente, y quienes la han convertido en un elemento más de los
espectáculos de entretenimiento, muchos de ellos globalizados, convirtiéndola en
un negocio – económico o político - con un solo objetivo: dejar las cosas en la
superficie y, además, propender al afianzamiento del statu quo.
Por supuesto, es de una obviedad infinita aclararlo, pero en estas líneas no
estamos criticando al espectáculo como expresión cultural humana, sino a la
infinita tilinguearía con la cual, algunos programas que se tildan de
periodísticos, encaran la información, fundamentando el "gancho" en efectos de
producción, que muestran realidades con una insoportable ligereza que,
obviamente, cuestiona a la información misma. También un subrayado a la
manipulación informativa, sin duda, otro fundamento malsano que se utiliza
abiertamente.
El tema que encaramos hoy es difícil y con perfiles infinitos. Pero es bueno, a
esta altura de los acontecimientos, tratar de desentrañar algunas verdades o,
por lo menos, exponer situaciones que muestren como el tema de la información es
de fundamental importancia para la sociedad humana. Ello lo hacemos cuando el
diario LA REPUBLICA cumple su 16 aniversario, TV libre un primer año de
existencia junto a Bitácora TV y se inaugura en Barcelona el Forum de las
Culturas, un ámbito ecuménico de reflexión, a nivel planetario, lleno de
interrogantes.
En el primero de los grupos, el de la información sin adjetivos, la libertad de
informar está en juego y con ella, un elemento que la apuntala, que es la lucha
por la diversidad.
La objetividad es un elemento de construcción opinable, a la que se puede llegar
en círculos sucesivos, en base a un camino tan diverso como contradictorio. En
esto no hay recetas ni fórmulas mágicas.
Hablamos de diversidad, la que permite a los medios crecer en el marco de
sociedades que tienden a la madurez.
En cambio el camino complaciente y simplista que emprenden muchos
entrevistadores que, en lugar de actuar como "abogados del diablo", lanzan
"centros" que no incomodan al informante. Están trabajando mal, utilizando en el
debate intereses subalternos que llega a los receptores del mensaje, por razones
inherentes al método utilizado, sin la fecundidad imprescindible para que el
milagro de la comunicación se produzca.
El hombre de este tiempo vive – como dijo alguna vez Ernesto Sábato - delante de
lo que acontece en el mundo entero. "Y lo hace a través de los periodistas;
ellos son los testigos, quienes nos narran los acontecimientos. Por supuesto que
cada uno de ellos a través de su cultura, de los medios que tienen en sus manos
para analizar".
De ellos depende el cariz con que interpretamos los hechos, el partido que
asumamos frente a lo que nos pasa como Humanidad.
Para la construcción de una sociedad cada vez más justa y democrática son
necesarias, la libertad de prensa, la libertad de expresión y el derecho a la
información, mediante la promoción de la ética, la investigación, la precisión y
el uso de nuevas tecnologías en el ejercicio periodístico, así como la
protección de los periodistas.
El camino de la diversidad
Es esencial para la construcción de una sociedad cada vez más justa y
democrática, la libertad de prensa, la libertad de expresión y el derecho a la
información, mediante la promoción de la ética, la investigación, la precisión y
el uso de nuevas tecnologías en el ejercicio periodístico, así como la
protección de los periodistas.
Democratizar la información permite que una sociedad que se reconoce en la
diversidad confronte ideas, en contraste con los intentos por imponer la
homogeneidad conceptual, en un camino que de prosperar llevaría a un deleznable
pensamiento único.
"Pocos derechos fundamentales pueden asociarse hoy de manera tan natural al
desarrollo armónico de las sociedades como el derecho a la información, no sólo
recogido implícitamente por los ordenamientos que sobre derechos humanos han
promulgado los principales organismos internacionales, sino vinculados por ellos
mismos a la democracia". (**)
Este ha sido el papel de la prensa independiente en la sociedad industrial y que
se consolidó a lo largo del siglo pasado. Las sociedades terminan por admitir
que los periodistas no sólo pueden sino deben ser los "guardianes" de la
democracia, en el sentido de vigilar a sus propias instituciones; "velar por que
las instituciones democráticas funcionen correctamente y que nadie cometa
excesos en contra de los intereses de los ciudadanos amparándose en los
privilegios que indudablemente otorga el ejercicio de cualquier tipo de poder".
La libertad de expresión ("incluida la crítica a los funcionarios públicos, al
gobierno, al régimen, al sistema socioeconómico y la ideología prevaleciente") y
la variedad de fuentes de información ("que no sólo existen, sino que están
protegidas por la ley") son fundamentos de la democracia moderna.
Hay que enfatizar el compromiso de los comunicadores con el derecho a la
información, que por un lado significa el total y libre acceso a todo tipo de
noticia y por otro la posibilidad de que los medios se hagan eco de la
diversidad de opiniones, sin impedimentos de ninguna clase.
Sin libertad de expresión ni derecho a la información "como derechos,
instituciones y procesos efectivos, no como meramente nominales", no puede haber
una sociedad capaz de gozar de ninguna de las instituciones ni habría manera de
maximizar el debate público.
Y esto implica pluralismo, que sólo es visible cuando la prensa recoge y difunde
tanto el discurso político como la crítica al discurso político y las demandas
sociales.
Al informar, los medios colaboran al necesario tránsito que debe existir entre
los que hacen política y aquellos sobre los que esa política se ejecuta. La
vinculación entre la democratización del ejercicio del poder público (mediante
el acceso de la ciudadanía a la información, como mecanismo de control y
rendición de cuentas) y la articulación de la sociedad civil (mediante la
expansión de una cultura democrática), se complementan con la actuación social
de una prensa democrática que ejerza una constante vigilancia de la legalidad en
la actuación del poder público, lo que de suyo enriquece con información de
calidad el debate público en el que participa la sociedad civil.
A su vez, el grado de democratización de las sociedades es determinante para la
eficacia de la investigación periodística, concebida como elemento que construye
la realidad social a partir de su participación en determinar el marco cognitivo
de la opinión pública.
Creemos que los periodistas, como los militantes políticos y todos los que
participamos en el quehacer social, tienen la obligación de reconceptualizar
permanentemente su papel en el marco de la sociedad.
La prensa no debe ser funcional a determinados proyectos políticos; esa es tarea
de quienes asumen directa y abiertamente ese compromiso. Tampoco es posible
creer en una prensa sin valores. Eso si, en el trabajo riguroso, sin prejuicios,
el que hace el máximo esfuerzo para entender y reflejar cabalmente la realidad.
(*) Secretario de redacción de Bitácora y del diario LA REPUBLICA. Invitado
especial al Forum de las Culturas que se realiza en Barcelona en donde
participará en los paneles "Diversidad cultural y regulación audiovisual" y
"Progreso de las tecnologías de las comunicación".
(**) Extraído de un documento, titulado "La libre información, un derecho humano
y una herramienta para la democracia", del departamento de Información e Imagen
del PS del Uruguay.