Las pericias psicológicas realizadas a los chicos
"Resulta creíble y verosímil"
Por C. R.
Los informes psicológicos y psiquiátricos del menor conocido como "Gabriel" fueron contundentes, tanto en lo que hace a certificar la credibilidad de sus dichos cuando acusa de abusador al cura Julio Grassi, como en lo que respecta a su actitud compatible con la de un menor victimizado. Los informes "hacen hincapié en la angustia del menor ‘Gabriel’, con marcada incontinencia y llanto espontáneo al abordar la temática sexual (...) y sentimientos de culpa por haber estado pasivo ante una situación que rechazaba", dijo la fiscal Rita Bustamante aludiendo a los dos encuentros sexuales que el testigo-víctima denunció haber sido obligado a mantener por el acusado. Del examen clínico se rescató que "es posible sostener que su discurso resulta creíble y verosímil".
Para subrayar la credibilidad del relato de "Gabriel", la fiscal resaltó que "el examen semiológico no revela patología de la imaginación, fabulación y/o sobrecarga imaginativa". El primer informe fue elaborado por el perito médico del Tribunal de Menores número 5 de San Isidro Julio Andusso Marcos y el segundo por la licenciada Albina Luz Nizio. El examen psiquiátrico deja sentado que "Gabriel" se presenta "colaborador, aseado y prolijo; orientado en tiempo y espacio, con conciencia de situación (...) el curso de su pensamiento es normal y en su contenido no se evidencian ideaciones delirantes (...) no presenta alteraciones sensoperceptivas".
En el estudio psicológico, "Gabriel" enfrentó la entrevista "con actitud reticente, sin disposición para hablar de su historia de vida". Aunque se mostró "colaborador" evidenció "una posición negativa frente a la intervención de la experta en aspectos dolorosos de su vida". No obstante hizo referencia a situaciones "de profundo vacío de aporte afectivo, abandono y desprotección frente al medio, al que siente hostil". Desplegó "un discurso con características de tipo reivindicativo, centrado en roles de las figuras de autoridad, vividas como poderosas y a la vez ausentes, evidenciándose a través de sus verbalizaciones, vivencias de despojo".
Los estudios fueron "corroborados y ampliados" por los psiquiatras Humberto Lucero y Nélida Delis Quero. Ellos determinaron que existían elementos indirectos de victimización por abuso sexual infantil: "Aspecto psíquico angustiado; elementos intrusivos ideicos penosos vinculados a las experiencias disvaliosas que relata y afloran en el contenido del pensamiento; timia displacentera, con labilidad e incontinencia traducidos en marcada angustia y llanto espontáneo al abordar la temática sexual mencionada e intensos sentimientos de culpa por haber permanecido pasivo ante situaciones que rechazaba; fuga inmediata del evento traumático" (alude a la fuga de la Fundación Felices los Niños por parte de "Gabriel", en las horas posteriores al segundo abuso, que fue el más grave).