La posición de la Iglesia
Clarín
La Iglesia reaccionó ayer con una mezcla de cautela y determinación
frente a las denuncias contra el padre Julio César Grassi.
Fuentes del obispado de Morón, del cual depende el sacerdote, dijeron
que esperaban ver primero el programa para opinar. Pero dieron prácticamente
como un hecho la suspensión del religioso como sacerdote de la
iglesia Nuestra Señora del Carmen, de Villa Udaondo, partido de Ituzaingó,
donde se desempeña.
"Vamos a ver el programa y mañana (por hoy) el obispado emitirá
una declaración", dijo un informante a Clarín. Con todo,
aclaró que las autoridades eclesiásticas esperaran, respetuosas,
el pronunciamiento de la Justicia. Paralelamente, aclararon, si hay elementos,
se iniciará un proceso eclesiástico, tal como indican las
normas de la Iglesia, que podría acabar en la suspensión definitiva
del ejercicio del sacerdocio de Grassi.
Las fuentes recordaron que a partir de los escándalos en la Iglesia de
los Estados Unidos, el papa Juan Pablo II pidió un tratamiento severo
de los supuestos casos de abusos de menores por parte de sacerdotes. Pero
también acotó que el Pontífice acaba de pedir que los acusados
tengan la oportunidad de defenderse. "Nadie es culpable hasta que se
demuestre lo contrario", puntualizaron.
Por lo demás, desestimaron que la denuncia periodística contra
Grassi sea parte de una campaña de desprestigio hacia la Iglesia.
SERGIO RUBIN