"Carnicería mediática"
La Conferencia Episcopal Argentina se pronunció ayer en relación con la detención de Julio Grassi y responsabilizó a los medios de protagonizar una "verdadera carnicería mediática, despiadada, en la que a partir de un supuesto caso puntual de una persona determinada, se ha dado en discutir desde el celibato a la masturbación, o la actitud de la Iglesia frente al uso del preservativo o la convivencia de muchos hombres en un seminario". El pronunciamiento lleva la firma del presidente y del director de prensa del Secretariado Nacional para la Familia, Rosa y Juan León, y Carlos Camean Ariza, respectivamente.
"El caso del padre Julio César Grassi no hace más que desnudar claramente las imperfecciones de nuestro sistema de vida. Porque si las acusaciones fuesen ciertas, no podría aceptarse de ningún modo que pudiera existir un sistema cuasi mafioso que le habría permitido vivir tan ignominiosamente todos estos años, delinquiendo con la protección de tantos, humildes, como ricos y famosos. No podría aceptarse de ningún modo que tanto la sociedad organizada como Estado, como la sociedad fáctica que rodea tan loables emprendimientos, hubieran estado tan ausentes de ejercer los controles mínimos que aseguraran a los niños albergados (en la Fundación Felices los Niños) no sólo instrucción y comida, sino una vida digna y alejada de la degeneración de un pederasta", señala el comunicado. Tras criticar duramente la cobertura del tema por los medios y pedir que no se "prejuzgue" al religioso, el episcopado consideró que "no se puede acudir a recursos mezquinos para destruir a un sacerdote en su ministerio ni ensañarse con una institución que ha dado tanto a la Patria y a la humanidad".