Alerta Salta
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Mosconi, escenario y símbolo
Maristella Svampa*
Hace unos diez días se realizó en General Mosconi, Salta, un foro que contó con
la presencia de militantes sociales, periodistas y académicos. Claro que no fue
una multitud la que se desplazó hasta la lejana localidad petrolera ni tampoco
el foro contó con grandes soportes organizativos. Además, el diálogo con la
prensa tuvo sus momentos de extrañamiento, como si los periodistas, aun aquellos
no oficialistas, se sorprendieran y hasta se escandalizaran frente a la sola
enunciación de una visión diferente sobre los conflictos sociales de aquella que
ha logrado imponer el gobernador Romero, a través de un dictatorial manejo del
poder político y los medios de comunicación.
Pese a todos los inconvenientes, me atrevo a afirmar que el encuentro fue muy
importante, y eso por dos razones fundamentales. La primera, porque las
discusiones estuvieron recorridas por la creciente preocupación frente al
agravamiento de la tendencia a la criminalización de la protesta social.
Recordemos que, desde los primeros piquetes, allá por 1996, hasta el reciente
fallo de la Cámara de Casación penal, la Justicia ha respondido con una
hostilidad militante hacia las nuevas formas de protesta, como lo prueban los
más de 3000 procesamientos que hay por "entorpecimiento de las vías de
tránsito". Por eso el foro se realizó en Mosconi, allí donde está una de las
organizaciones piqueteras que más sufre el hostigamiento y acoso del poder
político y judicial (60 procesados), y tomó como caso testigo el de Pepino
Fernández, referente de la UTD, que cuenta con 56 causas penales y que durante
el último año sufrió varias detenciones y encarcelamientos.
Sin embargo, para entender el nivel de persecución y ensañamiento hay que
explicar el carácter estratégico que la UTD de Mosconi tiene en el espacio de
los conflictos sociales en nuestro país. La UTD expresa la convergencia entre
una intensa acción comunitaria y una doble acción confrontativa, capaz de
interpelar no sólo al Estado sino a las grandes transnacionales, ligadas a la
explotación de los recursos naturales (petróleo y gas). Su fuerza reside
entonces en esta múltiple interpelación, cuyo vocación general se fue revelando
a partir de la elaboración de un programa de recuperación de los recursos
naturales en beneficio de la sociedad y de la búsqueda de articulaciones a nivel
nacional.
La segunda razón que otorga importancia al encuentro es que, siguiendo esa
línea, el foro planteó en su declaración la necesidad de recuperar los recursos
naturales, así como denunció la acción depredadora de las multinacionales y el
Estado, responsables no sólo del aumento del desempleo (60 por ciento en la
zona), sino de la multiplicación de enfermedades dentro de la población del
departamento y de la contaminación del medio ambiente.
Mosconi resulta ser así el escenario privilegiado de la globalización neoliberal
en su versión argentina, al ilustrar con nitidez esa combinación perversa entre
baja calidad institucional, represión y despojo de los derechos sociales y
acción incontrolada de las grandes multinacionales. Por eso la defensa de la
experiencia de la UTD de Mosconi nos involucra a todos, pues es un símbolo que
contiene en sí los dilemas y desafíos que la Argentina debe resolver, si de
verdad apuntamos a construir una sociedad justa y solidaria, que brinde
oportunidades de vida y ciudadanía para todos.
* Doctora en Sociología, Universidad de General Sarmiento-Conicet