VOLVER A LA PAGINA  PRINCIPAL
COMO A LOS NAZIS...

 

¿PECADO DE OMISION?

DEUTSCHE WELLE

Familiares de las víctimas de la dictadura militar argentina, insisten en la responsabilidad por omisión del entonces gobierno alemán, en las desapariciones de ciudadanos alemanes.
'Alemania es co-responsable de lo que sucedió durante los años de la junta militar argentina, entre 1976 y 1983', afirma Luisa Wettengel, cuyo hermano fue detenido en 1976 y nunca se le volvió a ver. Alrededor de 95 personas de origen alemán fueron víctimas de la represión de la dictadura, según la organización 'Coalición contra la Impunidad'. Wettengel acusa al embajador alemán de aquel entonces, Jörg Kastl, de no haber hecho nada para aclarar la situación, para no afectar con ello las relaciones económicas bilaterales. Wettengel exige que el entonces Ministro del Exterior, Hans Dietrich Genscher, comparezca ante el Tribunal de Nuremberg que investiga el caso. Sin embargo, el Tribunal no citará al ex-Ministro.
'Lo que investigamos no es el papel de la embajada alemana, ni del Gobierno alemán durante la dictadura militar, pues no es nuestro deber aclarar las condiciones históricas imperantes. Lo que investigamos es que militares concretamente son responsables de asesinato de ciudadanos alemanes', dijo a DW-WORLD, Bernhard Wankel, portavoz de la fiscalía de Nuremberg. La fiscalía interrogó al entonces embajador alemán en Buenos Aires, Jörg Kastl, pero sus declaraciones son en calidad de testigo y nunca fueron dadas a conocer a la prensa.
'Militares bien informados'
Klaus Zieschank, hermano de Luisa Wettengel, viajó a Buenos Aires en 1976 para realizar en la capital argentina una práctica estudiantil. Pocos días después del golpe militar fue secuestrado. Su madre, que vivía entonces en Buenos Aires y que entretanto ha fallecido, pidió ayuda a la representación diplomática alemana. Pero las súplicas no obtuvieron respuesta. 'A la Embajada le eran más importantes las relaciones económicas con Argentina, que el destino de los alemanes detenidos', afirma Luisa Wettengel.
Ellen Marx, alemana de 83 años de edad, también se dirigió en vano a la embajada cuando su hija Nora desapareció, detenida por los militares. El personal de la embajada remitió a todos aquellos alemanes con familiares desaparecidos a altos militares argentinos 'bien informados'. Entre ellos figura el nombre del Mayor Peirano, quien, como se averiguó después, pertenecía al temible 'Batallón del Ejército 601'. 'Estoy segura de que el ministro Genscher estaba informado sobre el caso Zieschank', afirma Marx.
'..sabemos que está muerto'
La madre de Zieschank viajó a Bonn, donde se encontraba la sede del Ministerio alemán del Exterior, y se encontró con que en su caso la consigna era silencio rotundo. En ese momento su hijo muy probablemente ya había muerto y, al parecer, Genscher tenía conocimiento de ello. Esto se supo por las declaraciones de Jörg Kastl durante una entrevista con el cineasta alemán Frieder Wagner. 'Entonces recibí un documento secreto firmado por Genscher, dijo, que rezaba: 'sabemos que Klaus Zieschank está muerto y esta información deberá guardársela, incluso bajo amenaza de que sea revocado del cargo de inmediato', Las declaraciones de Kastl fueron recogidas en la película documental 'Todesursache Schweigen' -callarse las causas de la muerte.
En Nuremberg existen 40 demandas contra 74 militares miembros de la Junta. En el caso de Elizabeth Käsemann, hija de un teólogo alemán, la Justicia alemana pidió al gobierno argentino la extradición de tres militares acusados de asesinato. Se trata de Carlos Guillermo Suárez Mason, Jefe del cuerpo del Ejército de la zona 1, responsable de Buenos Aires, Juan Bautista Sasiaín, Comandante de la subzona 11, y Pedro Alberto Durán Sáenz, Jefe del centro de tortura 'El Vesuvio'. La Suprema Corte de Justicia argentina declinó la extradición, a lo que la Justicia alemana ha respondido interponiendo protesta. La fiscalía sigue investigando la cadena jerárquica bajo la cual se produjeron las órdenes de 'liquidar a todos los elementos subversivos'.