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Reportajes

20 de enero del 2004

Entrevista al lider opositor de Haití Gerard PIerre Charles

"En Haití hay un proceso de sublevación pacífica"


Hugo Guzmán (ANCHI)

Haití es de las naciones olvidadas. O que quieren olvidarla. Iniciado el año 2004 se cumplieron 200 años de la proclamación de su Independencia, la primera en toda América. Un hito que se pasó por alto. El primer pueblo que dejó de ser esclavo, que fue soberano.

Hoy, en medio de multitudinarias protestas -con su secuela ya de muchos muertos, gente asesinada- los haitianos piden el fin de un gobierno -otro más- corrupto, ineficaz, antipopular, violador de la Constitución y los derechos humanos. Vuelven a reclamar para poder construir un país más justo. Quieren sacar al gobierno encabezado por el otrora sacerdote progresista, Jean Bertrand Aristide que le vendió su alma y algo más al diablo.

En entrevista, el destacado académico haitiano y Coordinador del partido Organización del Pueblo en Lucha (OPL), Gerard Pierre Charles, enfatiza que la crisis en Haití está instalada, se puede desatar una ola represiva y violenta y es necesario, entonces, avanzar hacia un gobierno de transición. Todos, explica, están en eso: la izquierda, las fuerzas sociales, el empresariado, las iglesias, todos; menos Aristide.

Pierre Charles pide que en la Cumbre Extraordinaria de las Américas se aborde el colapso haitiano y se contribuya a una solución pero, aclara, "sin intervenciones armadas". El también miembro del directorio de la alianza opositora Convergencia Democrática precisa que en su país, en estas semanas de diciembre y enero hay "una sublevación pacífica". Hay también una Plataforma Democrática que une al país para arribar a un gobierno mejor.

Gerard Pierre Charles es un histórico demócrata haitiano, fue candidato a Premio Nóbel de la Paz, académico en universidades del continente, dirigente de organizaciones populares, víctima de varios atentados criminales en su contra, activo participante del Frente en Defensa de la Humanidad y vinculado a diversas instituciones latinoamericanas y caribeñas.

- ¿Qué está ocurriendo en estos días en Haití?

- Es un proceso de sublevación pacífica que se extiende por todo el país pidiendo la renuncia de Jean Bertrand Aristide. Es un proceso que viene cundiendo. Es una sublevación producto de la acumulación de fuerza de grupos sociales y políticos que se vino dando frente a lo que se ha caracterizado como el abandono de cualquier tipo de respeto de la Constitución por parte del gobierno haitiano. Frente a ello empezaron a darse multitudinarias manifestaciones en las calles que el gobierno trata de minimizar. Detrás de las fuerzas políticas estamos involucrados la Convergencia Democrática desde hace tres años en que hemos cuestionado la elección de Aristide. La sociedad civil ha entrado en el escenario de la movilización, que vino a reforzar el conjunto de fuerzas que representa a la mayoría del país y que últimamente ha realizado grandes manifestaciones que han llegado a agrupar a más de 100 mil personas.

- ¿Cuáles son los principales cuestionamientos al gobierno de Aristide?

- La represión. Se había constituido una nueva policía en Haití, para sustituir a fuerzas del ejército. Aristide corrompió a la policía y creó un tipo de policía paralela con gente a su entera devoción, gente sin formación, gente desclasada que se ha caracterizado por su violencia extrema. Segundo, la violación global a los derechos humanos, con una sucesión de casos de asesinatos políticos, el asesinato de dos periodistas famosos en Haití, y persecución a otros periodistas que ha sido una constante. También persecución a los líderes políticos, no hay que olvidar que quemaron locales de sedes políticas y casas de dirigentes, incluso mi casa fue incendiada. Lo tercero es la gran corrupción en el gobierno. Y por último la ineptitud del gobierno. Es un gobierno inepto que había suscitado esperanza, muchas ilusiones, por eso el pueblo ahora está muy desilusionado.

- ¿Aristide traicionó y dio la espalda a su proyecto democrático inicial?

- Tal vez en cuanto a su proyecto inicial pasó que mucha gente trató de arroparlo para hacerlo presentable, pero siempre fue un proyecto inconsistente. Aprovechó su condición de sacerdote adicto a la teología de la liberación pero al final se convirtió en un gran falsificador y de ahí la desilusión muy grande del pueblo haitiano. Por eso la movilización de ahora agrupa a los sectores populares y a todas las capas sociales del país. También se ha dado un renacimiento de la sociedad civil y el renacimiento del espíritu ciudadano porque Aristide había impuesto el miedo en el país y ahora se moviliza la sociedad.

- ¿En qué se apoya interna y externamente el gobierno de Aristide?

- Internamente su base social se ha reducido, se supone que tenía apoyo de las poblaciones de las zonas marginadas pero ese apoyo se fue erosionando al punto que hoy está utilizando a esbirros y personas pagadas. No se ve cuál puede ser su apoyo, aunque los "capos" de la droga lo están apoyando. En cuanto al apoyo internacional no hay que olvidar el proceso de negociación que empezó el año 2001 cuando la Convergencia Democrática cuestionó las elecciones legislativas y las presidenciales del 2000. En ese momento la comunidad internacional reconoció la legitimidad de Aristide, lo cual nosotros seguimos cuestionando. El proceso de negociación duró dos años, vino César Gaviria de la Organización de Estados Americanos (OEA), vinieron altos personeros extranjeros a estar en el proceso de negociación pero Aristide es un hombre terco que nunca quiso ceder un ápice de poder, no quiso reconocer nuestra mayoría electoral en el legislativo, agarró el cien por ciento del parlamento, personalizó la policía y domesticó el aparato de Justicia del país. Entonces la negociación se tornó imposible. En medio de la negociación mandó a incendiar nuestras casas y los locales de los partidos. Ante eso, la OEA tuvo una postura de complacencia, una postura de mucho formalismo e incluso de cierta indiferencia ante una situación que se venía descomponiendo en Haití. La OEA no logró crear condiciones para que esto se resolviera y quedó muy mal parada aquí.

- ¿Qué pasos va a seguir la oposición y la movilización en las próximas semanas?

- El pueblo está movilizado, en estos días habrá más movilizaciones, va a seguir hasta que Aristide dimita. Mucha gente levanta el espectro de violencia, pero la violencia viene de parte del gobierno que es minoritario. Nosotros nunca hemos preconizado la violencia ni la hemos usado. Así que en esta lucha democrática vamos adelante. El 5 de diciembre no sólo entraron al recinto de la Universidad quebrando, rompiendo muebles, destrozando las facultades, el Rector de la Universidad fue agredido, le rompieron las dos rodillas, él iba a la negociación entre los estudiantes y el gobierno, y hombres armados del gobierno irrumpieron en el recinto y agredieron al Rector y le quebraron las rodillas. En este marco el estudiantado se ha movilizado y pensamos que toda esa movilización pacífica va a seguir hasta que Aristide lo entienda, que se tiene que ir, o que la comunidad internacional se lo haga entender.

- ¿Se prevé una profunda crisis social en Haití, una situación crítica en el país?

- La crisis está instalada en el país. Hay un presidente que se compró una casa de más de un millón de dólares, se ha transformado en el hombre más rico del país, mientras que no se intentó hacer un plan de lucha contra la pobreza en el país que tiene los índices de pobreza más infernales de América Latina. El movimiento opositor tiene muchas reivindicaciones y va creciendo. No se prevé otra cosa porque la negociación ya se hizo y no resultó. Y no se prevé otra cosa que un gobierno de transición que pueda crear condiciones para que haya verdaderas elecciones en el país.

- ¿No tiene temor que se llegue a eso a costa de muchos muertos, de mucha represión, de mucha violencia?

- Ese es un peligro que existe. Por eso el gobierno levanta el espectro de la violencia. La verdad es que Aristide ha destruido las instituciones republicanas. Cuando destruyó al ejército pensamos que era una medida democrática, pero en realidad él así allanaba la vía para su poder personal. Hoy la policía está dispuesta a la orden del dictador. Hay entonces el peligro de la violencia en la medida que las hordas de Lavalas -la organización ahora en manos de Aristide- se desaten en contra del pueblo. Es el escenario más pesimista pero no se puede descartar. Ahora, el contexto global parece indicar que se puede lograr resolver esto, sin ser demasiado optimista, porque incluso el sistema de adhesión a Lavalas no es un sistema basado en el fanatismo, sino está basado en la pequeña "chamba" (trabajo), en el dinero. Estamos avanzando en este proceso democratizador, teniendo en cuenta el peligro que representa y cómo lograr superar estas situaciones. También la comunidad internacional tiene formas de ayudar sin que haga falta intervenciones armadas.

- Se realiza en México la Cumbre de las Américas, con todos los jefes de Estado de la región. ¿Podría ser la ocasión de tomar la decisión de apoyar una transición en Haití?

- A mi se me hace que la Cumbre debe tratar esto en el sentido de que es el caso típico de un hombre que ha aprovechado los instrumentos y los mecanismos de la democracia para sentar un régimen personalista y autoritario. Hoy día Haití está sometido a la más tremenda dictadura. El gobierno mató gente, el gobierno violó las reglas de los derechos humanos, violó los acuerdos que hizo con la OEA en el marco de la negociación. Creo que la Cumbre de las Américas debe tener en cuenta la situación de Haití. Es una vergüenza que en las Américas haya un gobierno que maneja el país como si fuera una finca, y que lo hace con métodos arcaicos. Es increíble ver cómo Aristide piensa que el país es su finca. El pueblo está tan enojado. La Cumbre debe rendir tributo al pueblo de Haití fustigando al gobierno irresponsable que ha traicionado el ideal y el sueño de democracia que había motivado un gran entusiasmo popular. Aristide ha sido la vergüenza, ha sido la decepción, así que en la Cumbre América Latina debe tener presente la necesidad de que en el país llegue un régimen democrático.

- ¿Quiénes encabezan las movilizaciones?

- Se creó en los últimos días la Plataforma Democrática que agrupa a los partidos políticos y a la sociedad civil. La Plataforma Democrática es el máximo organismo representativo en este momento histórico. De la sociedad civil están las organizaciones estudiantiles, la federación de maestros, federación de campesinos, el sector privado que desempeña un papel bastante dinámico, también las agrupaciones de mujeres, todo lo que son las formas no partidistas de organización. Entre los partidos está la Organización del Pueblo en Lucha (OPL) que fue la principal fuerza en el Parlamento; el Espacio de Concertación que agrupa a seis partidos de tendencia democrática y socialdemócrata; el Movimiento Cristiano; el Movimiento de la Salvaguardia Nacional que agrupa a fuerzas más tradicionales, incluso sectores neoduvalieristas. Hay una alianza de Convergencia Democrática con el Grupo de los 184 que aglutina a sectores de la sociedad civil, se ha creado una interlocución única y una fuerza única que conduce este proceso.

Todo esto será muy importante en la transición y en el futuro.

- ¿Y la Iglesia?

- Sí, las iglesias son parte de este movimiento. Las iglesias católica, protestante, e incluso la iglesia vudú.

- Se vienen días difíciles.

- Son días difíciles, pero esperamos también que sean días muy esperanzadores.