"Ningún país tiene bases militares en Estados Unidos, pero el imperio tiene bases militares en todo el mundo"
Carla Maldonado. Tierramérica.
El espíritu antibelicista del escritor portugués José Saramago, Premio Nobel de Literatura 1998, ha escandalizado a más de una audiencia. Lo mismo ha llamado a silenciar los tambores de guerra en el estado mexicano de Chiapas que en Palestina, a la que comparó con Auschwitz (el campo de concentración nazi durante el holocausto judío).
En torno a la inminente guerra en Iraq, Saramago, 80 años, no ha bajado la guardia. En una carta colectiva al presidente de Estados Unidos a inicios de febrero, escribió: "llegar a cualquier guerra es siempre un paso atrás. Es un fracaso de la democracia, del desarrollo, del entendimiento: una derrota para la humanidad entera".
El autor de "Ensayo sobre la ceguera" y " El Evangelio según Jesucristo" muestra inquietud por la catástrofe humanitaria y ambiental que se avecina, pero advierte: "los árboles pueden resucitar, los muertos no".
Saramago dialogó en exclusiva con Tierramérica durante su visita esta semana a Milán, Italia, donde presentó su más reciente obra "El hombre duplicado".
P-¿Cuál es su postura en torno a la inminente guerra en Iraq?
R- Este ataque está preparado por el imperio de Estados Unidos. En el siglo XIX los imperios alcanzaron su apogeo, en el siglo XX se desmoronaron y ahora en el XXI resucitan. Pero la diferencia es que hoy hay un solo y único imperio colonial en el mundo, que es Estados Unidos. Antes hubo el de los portugueses, españoles, franceses y británicos, ahora no hay más que uno.
P-¿Los intereses armamentistas y petroleros están detrás de esta acción bélica?
R- Sí, son parte de los motivos de esta guerra, pero hay muchísimos más. Para que esto quede claro, si es que algo puede quedar suficientemente claro en este mundo: ningún país tiene bases militares en Estados Unidos, pero el imperio tiene bases militares en todo el mundo. Esto, que parece que no perturbara a las personas, sólo puede tener un significado: tengo bases militares en casi todo el mundo, es decir, tengo una idea de dominio. Porque no son bases con universidades y hospitales, son bases con soldados y armas. Eso esta ahí con un fin determinado: controlar el mundo. Lo mejor sería empezarnos a decir unos a los otros qué es lo que está detrás de esto y no quedarnos sólo en la primera parte.
P- Especialistas vaticinan que el ataque no sólo cobrará miles de vidas humanas, sino que destruirá el medio ambiente en la región. Se anuncia una tragedia ecológica. ¿ Qué opina?
R- Las tragedias ecológicas son importantísimas, pero las humanas son quizás más. Un árbol puede más o menos resucitar, una foresta, un bosque, si lo cuidamos y nos ocupamos de ellos. Pero los muertos no resucitan, no hay manera de volverlos a la vida. Si es verdad que debemos preocuparnos de la catástrofe ecológica, no es menos cierto que hay que pensar sobre todo en la catástrofe que será la muerte de una cantidad de seres humanos, que en estos momentos no podemos ni siquiera imaginar.
P- En su obra "La Caverna" usted habla del mundo que se nos va, perdemos las especies, como perdemos las tradiciones.
R- Un día vamos a caer todos en el agujero negro de la galaxia y ahí se acaba todo. Pero mientras no se acabe, hay que ver que cada cuatro segundos alguien se muere de hambre en el mundo. Y el medio ambiente tiene que ver con eso.
P- ¿Cuán importante es para usted la reflexión ambiental?
R- El medio ambiente es muy importante, pero vamos a preocuparnos de algo más. Yo tengo un jardín y cuido muchísimo de mis árboles, pero estoy más preocupado por las personas que viven dentro de mi casa.
La autora es colaboradora de Tierramérica