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Reportajes

12 de febrero del 2003

El premio Nóbel de la Paz llama a una movilización mundial contra la guerra el 15 de febrero
Entrevista con Adolfo Pérez Esquivel

Ricardo Martínez Martínez
Rebelión

La eventual guerra de Estados Unidos contra Irak traerá daños irreversibles para la humanidad, aseguró en entrevista vía telefónica desde Argentina, el premio Nóbel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel.

El defensor de los derechos humanos desde la época de las dictaduras militares en el Cono Sur, calificó como "una locura del poder" la determinación del gobierno de George W. Bush de realizar acciones bélicas en la zona del golfo Pérsico.

Adolfo Pérez Esquivel fundó en 1974 la organización civil Servicio Paz y Justicia (SERPAJ) para denunciar la violación sistemática a los preceptos humanos por parte de los regímenes totalitarios de las décadas de los 70 y 80 en América Latina; inició en 1976, junto a otros activistas civiles, una campaña para que las Naciones Unidas aprobaran una comisión especial sobre los derechos humanos en plena dictadura en Argentina; En 1980 recibió el premio Nóbel de la Paz.

-Ante las amenazas de guerra por parte del gobierno estadunidense contra Irak ¿Qué compromiso adquieren los pueblos del mundo para afrontar una eventual conflagración?

Bueno, nosotros hemos publicado una carta llamando a la movilización internacional para el día 15 de febrero, tal como acordaron las organizaciones que participamos en el Foro Social Mundial de Porto Alegre, Brasil.

Eso va a ser una movilización mundial de rechazo a la guerra contra Irak, fundamentalmente porque todos sabemos como comienzan las guerras, pero nadie sabe cómo terminan. De lo que sí estamos seguros es que las consecuencias la sufrirán los pueblos.

La otra cosa que planteamos es que Estados Unidos busca a toda costa la guerra. Primero, para reactivar su economía y el Complejo Industrial Militar y, segundo, para apropiarse de los recursos energéticos en el mundo. Esto tiene un hilo conductor en lo que está pasando también en Venezuela, donde EU se provee alrededor del 30 por ciento del petróleo de ese país latinoamericano y, por ello, tiene mucho interés en la efectividad de un golpe de Estado por las fuerzas opositoras al gobierno de Hugo Chávez.

Controlando Irak, Estados Unidos tiene la hegemonía mundial. El control sobre los hidrocarburos en el mundo se extiende y, no contento con esto, está preparando otra posible guerra contra Corea del Norte. Entonces estamos frente a un imperio belicista que lo único que va a acarrear a la humanidad es un daño irreversible.

Por ello es de vital importancia que los pueblos se movilicen y rechacen la guerra contra Irak. Las acciones serán diversas desde lo individual, en las propias organizaciones sociales y los gobiernos del mundo; tratando de preservar la paz, reclamando preservar la paz y no a la guerra.

- Arquitecto Adolfo Pérez Esquivel ¿Cuáles son las consecuencias para la humanidad de la guerra en el golfo Pérsico?

Ustedes saben que EU aumentó su presupuesto militar hasta 175 mil millones de dólares y está instalando bases militares en todo el mundo, en América Latina visiblemente. Está el Plan Colombia, el Plan Andino y el Plan Puebla Panamá. Cuáles son las consecuencias de toda la escalada militarista, a dónde quieren llevar a la humanidad. En una carta que yo le mando al presidente George W. Bush, le digo no desafíe a Dios, que no intente construir la torre de babel de la inmisericordia y el odio. Hay que terminar con esto de una vez por todas porque si no se toma a tiempo, puede ser demasiado tarde, ya que estamos hablando de una guerra de alcances globales.

-La estrategia de Washington se enmarca en la tipología de la guerra permanente ¿Cómo caracterizas las decisiones que ha ido tomando el gobierno de George W. Bush desde su llegada al poder?

-Lo ubicamos dentro de lo que es el imperio. Desde el 11 de septiembre EU aceleró el proyecto que ya tenía por la dominación hegemónica mundial. Esto no es nuevo. Primordialmente busca ganar terreno en América Latina y en Oriente Medio para apoderarse del petróleo.

Lo que vemos en George W. Bush es una locura del poder que está llevando a situaciones gravísimas a la humanidad. Prácticamente ha hecho a un lado a las Naciones Unidas, no respeta los acuerdos nacionales e internacionales, ha rechazado los acuerdos del Tribunal Penal Internacional (TPI) y hasta desconoció los acuerdos de Kyoto sobre cambio climático. Todo esto está mostrando un panorama realmente como es: un gobierno totalitario. Y no contento con ello restringe las libertades públicas en su propio país.

-¿En qué sentido debe orientarse la exigencia por parte de la comunidad mundial para evitar la guerra?

Poner fin a esta locura bélica, revertirla hacia el uso económico para la vida. Impulsar los proyectos de desarrollo para los países más necesitados y buscar también una distribución de la riqueza en el mundo.

Cuando todos vemos este afán del poder hay cada día más pobres y más excluidos. Yo digo que la gran lucha es también contra la bomba silenciosa del hambre que mata más personas que las guerras.

Entonces lo que le estamos exigiendo al presidente Bush es detener esta locura de consecuencias graves para la humanidad...

La eventual guerra de Estados Unidos contra Irak viola los principios humanitarios y pasa sobre la voluntad de la comunidad internacional que ha expresado sus negativa a la ofensiva estadunidense, puntualizó el premio Nóbel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel.