George W. Bush se apresta a invadir Irak
El Vaticano y otros líderes religiosos apuestan por la paz.
por Emilio Marin.
El plan de los Estados Unidos sigue siendo cada vez más bélico, habiendo fijado un ultimátum al gobierno iraquí para el 17 de marzo. Cruzada esa raya, los misiles caerán de punta sobre Bagdad, objetivo al que apuntan 310 mil marines norteamericanos y británicos, y en cuyos mares adyacentes patrullan siete portaaviones (seis mandados por George W. Bush y otro por el obsecuente Anthony Blair). Entre los factores que aún siguen jugando a favor de la paz cabe mencionar al amplio espectro religioso, incluido Juan Pablo II. El enviado de éste se entrevistó con el jefe de la Casa Blanca y en vano trató de disuadirlo de la vía militar. Hay un notable aporte de varias religiones al esfuerzo por impedir la guerra..
PAPA POR LA PAZ.
Se dirá que el Vaticano siguió en su pacifismo la línea de las cancillerías europeas adversas a la campaña del lobby petrolero y de las contratistas del Pentágono. Como sea, lo cierto es que Juan Pablo II y sus cardenales metieron presión contra los designios de George W. Bush desde antes de la gigantesca movilización del 15 de febrero último..
Por caso, dos días antes que finalizara enero, el secretario de Estado o "primer ministro" de la Santa Sede, Angelo Sodano, llamó a una rueda de prensa y allí despotricó públicamente contra lo que se cocinaba en Washington. El cardenal se interrogó, en relación a la guerra en preparación, "si después de Vietnam los norteamericanos no han aprendido nada". En otro comentario al que formalmente encerró entre signos de pregunta, Sodano deslizó que la campaña bélica iba a "herir a mil millones de musulmanes"..
Simultáneamente, mientras Sodano operaba sobre los medios de comunicación, revistas católicas de la península como Familia Cristiana, la más difundida en las iglesias y parroquias, realizaba un referendo con la pregunta de "¿está usted con el Papa o con Bush?". El mandatario norteamericano habrá dicho que esa publicación era parte del "eje del mal". Es que la revista se permitió recordar la historia de intervenciones militares de EE.UU. después de la Segunda Guerra Mundial, en Corea e Indochina y concluyendo en las "numerosas intervenciones en América Latina"..
Después de la extraordinaria convocatoria pacificista del 15 de febrero, el papa polaco -o sus cardenales más jóvenes que ejercen de hecho el poder terrenal del Vaticano-, intensificaron su prédica adversa a la utilización de armas en las cercanías del golfo Pérsico. El diario L´Osservatore Romano y la radio del Vaticano marcaron más diferencias con la Casa Blanca y se expusieron a su furia..
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DOS ENVIADOS DOS
En la segunda semana de febrero, cuando sintió que los tambores de la guerra sonaban con mucha fuerza, Karol Wojtyla mandó uno de sus cardenales de mayor confianza, Roger Echegaray, en misión a Bagdad. .
El enviado papal tuvo una recepción magnífica pues pudo departir con las máximas autoridades gubernamentales, incluido Saddam Hussein. Echegaray portaba un mensaje de su jefe donde en medio de plegarias por la paz se imploraba al estado árabe que se desarmara, en sintonía con la misión de Unmovic encabezada por el sueco Hans Blix..
Lejos de rechazar la solicitud, el Saddam de la triste fama dijo que tomaba muy en cuenta el pedido de Roma. Y de hecho, será por ese factor o por otros, comenzó a destruir sus misiles Al Samoud II, sospechados por los expertos de Unmovic de tener una autonomía de vuelo superior a los 150 kilómetros permitidos..
En cambio no tuvo esa misma suerte el enviado a Washington, cardenal Pío Laghi. Días antes de concretarse la entrevista con Bush, el vocero de éste Ari Fleischer, declaró que no estaba previsto que se recibiera al diplomático vaticano. "No figura en la agenda semanal", manifestó el vocero del texano. Sin embargo se le hizo un hueco en esa agenda, el miércoles 5 de marzo, justo el día que el Papa lanzaba una jornada mundial a favor de la paz con ayunos y oraciones, en el inicio de la cuaresma..
El mensajero papal supo desempeñarse en EE.UU. como nuncio papal, rol que también tuvo en Argentina durante la dictadura militar. Aquí fue acusado de relaciones políticas con la Junta de comandantes, en particular de jugar al tenis todas las semanas con Emilio E. Massera..
A diferencia de lo bien que le fue a su colega en Irak, a Laghi le fue mal en Washington. El Papa había manifestado que el conflicto no sería "ni moral ni éticamente justificable". El vocero de Bush replicó: "el acto más inmoral de todos sería si Hussein transfiere sus armas a terroristas que las usarían contra nosotros; entonces el presidente considera el uso de la fuerza como una cuestión de moralidad"..
Esta controversia sobre la guerra y la paz parece haber infundido ánimos en el decadente estado de salud de Juan Pablo II. El anciano de 82 años tomó resuello y el domingo 9 salió al balcón de su Palacio Apostólico, de cara a la plaza de San Pedro. Con voz temblorosa pero audible leyó un mensaje pacifista. Allí exhortó a los cristianos a "elegir entre el bien y el mal" y sostuvo que la guerra debe ser rechazada "como hizo Jesús en el desierto con las tentaciones de Satanás". El mal que señaló no fue el mismo "eje del mal" estigmatizado por Bush en enero 2002..
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DE VARIAS CONFESIONES
El 15 de febrero unos 350 mil manifestantes desairaron en Nueva York la prohibición de manifestar dictada por su alcalde, el multimillonario Michael Bloomberg. En el palco del acto estaba el arzobispo sudafricano y premio Nobel de la Paz, Desmond Tutu. Viejo adversario del apartheid en su país, dijo: "escuchen la voz del pueblo, porque frecuentemente la voz del pueblo es la voz de Dios y estas voces están gritando paz"..
En ese mismo instante, pero en Londres, el reverendo norteamericano Jesse Jackson -confesor del ex presidente William Clinton- compartía tribuna pacificista con el alcalde Ken Livinstone, el actor Tim Robbins y el dramaturgo Harold Pinter. Jackson pidió a Bush y Blair que "escuchen nuestras voces. No queremos sangre a cambio de petróleo"..
La oposición no fue cuestión de una sola confesión. El Consejo de Iglesias Metodistas de Latinoamérica y el Caribe (Ciemal), había convocado a los fieles a unirse activamente a las manifestaciones a favor de la paz. Su informe consideró que los altos gastos producidos por la movilización de centenares de miles de soldados y en armamento "eran una ofensa ética a los millones de pobres del mundo"..
Otro evangelista que predicó desde un lugar inusual fue el cubano Raúl Suárez, quien leyó pasajes bíblicos desde la Tribuna de la Revolución en La Habana. El predicador fue reelecto como diputado a la Asamblea Nacional del Poder Popular (Parlamento de Cuba) y cuestionó las invocaciones de Bush al nombre de Dios para empezar una guerra como "un verdadero sacrilegio y una cruel violación de las mismas esencias del Evangelio, el amor al prójimo"..
En la marcha de Buenos Aires sobre la embajada de James D. Walsh participaron creyentes islámicos. En la cabecera de la columna estaba Abul Karim Paz con el atuendo musulmán, haciendo declaraciones a la prensa. "Si el mundo tolera la guerra, no merece la paz; hay que parar esta locura", sostenía el clérigo que en más de un programa de televisión debió vérselas solo contra una jauría de perros rabiosos antiislámicos integrada por Carlos Escudé y otros amigos de las "relaciones carnales" con la Casa Blanca..
En la ciudad de Panamá la iglesia también impulsó la protesta antibélica. "Nada que quite la paz vale tanto como la paz", decían los manifestantes organizados por la Pastoral Social-Caritas de ese país..
Visto ese panorama continental y mundial, la iglesia católica argentina puede ser evaluada como timorata o algo peor. Es que con la excepción del obispo Carmelo Giachinta, que tuvo claras expresiones en contra de la invasión al país árabe, la mayoría de los monseñores guardó un silencio apenas interrumpido por algún comunicado de prensa de la Mesa de Diálogo. ¿Otro aplazo para esta iglesia?..
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LE PIDEN QUE VAYA
Diversos organismos humanitarios han advertido contra la matanza en serie que se avecina en Irak. Las denuncias de Unicef, IAC (International Action Center), ACNUR (Alto Comisionado de la ONU para Refugiados), etc, sostuvieron que los misiles de EE.UU. podrían dejar millón de muertos y heridos, dos millones de refugiados, un número de niños necesitados de asistencia que desbordará ampliamente la capacidad de los organismos encargados, etc..
Esos cálculos devinieron en parte de las informaciones de guerra que dejaron trascender el Pentágono y la junta de estado mayor presidida por el general Richard Myers. Este último tiene en Kuwait al general Tommy Franks como encargado directo de ejecutar esa matanza y ser investido luego como el presidente de un Irak "democrático"..
Esa situación de peligro ha puesto en acción muchas reservas humanistas de hombres y mujeres de las diversas iglesias, volcándolas tanto a decir lo suyo en los púlpitos y en el lenguaje más elocuente de la política: en la calle. Allí están confluyendo, con otros creyentes y no creyentes igualmente defensores de la vida. Incluso ellos miran con cierto recelo al Vaticano, vistos sus antecedentes de no haber parado las guerras contra Irak en 1991, Kosovo-Yugoslavia en 1999 y Afganistán en 2001. .
Hasta ahora el Papa se ha mantenido en una línea adversa a la guerra. Pero le han comenzado a pedir más, que vaya personalmente a Irak, lo cual es muy improbable ya que ni siquiera aceptó ir al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas donde se está jugando una partida clave para la paz..
Días atrás, el director del L´Osservatore Romano recibió una carta de un argentino, Héctor Rodríguez, quien le transmitía como propuesta lo planteado por el doctor (Conicet) Guillermo Madrazo en una carta de lectores a Página/12: "en el año 452 de nuestra era, el papa León I salió a las puertas de Roma para impedir la invasión y destrucción de la ciudad por parte de los Hunos comandados por Atila, ´el azote de Dios´. Su diálogo cara a cara con el gran jefe asiático logró que el enorme ejército invasor se retirara sin consumar su propósito de conquista y saqueo. No sabemos si León I rogó o amenazó con la ira de Dios, pero sí sabemos que puso el cuerpo en un acto de arrojo de una temeridad extraordinaria y, por supuesto, de enormes consecuencias. Hoy que un nuevo Atila, igualmente sanguinario pero mucho más estúpido compromete el destino del mundo con sus preparativos de rapiña, lo único que lo puede detener es la presencia física del Papa en el lugar que va a saer arrasado. No bastan las exhortaciones sino que el máximo referente de la religión que nuclea a millones de europeos y americanos debería poner el cuerpo. En este momento el Papa no tendría que estar en Roma sino en Irak y de ese modo nadie se atrevería a bombardear, ni siquiera Bush". ¿Habrá valor?, se preguntaban Rodríguez y muchos más..
EMILIO MARÍN