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No a la Guerra

3 de febrero del 2003

Frente a la guerra, rebelión

Pascual Serrano

Lo que convierte en legítimas las decisiones de un gobierno democrático es que, se supone, representan la voluntad de los ciudadanos. Según la encuesta de Sigma Dos realizada entre el 13 y el 16 de enero, el 80'9 % de los españoles no está de acuerdo con el ataque preventivo que preparan EEUU y algunos países aliados. El porcentaje de quienes estarían dispuestos a mandar soldados españoles es tan sólo del 2'8 %..
Prestar las bases militares para el ataque, algo que ya ha anunciado el gobierno español, es una propuesta compartida sólo por 4'9 % de los ciudadanos..
En cuanto a Europa, el estudio de la empresa de sondeos Gallup revela que el 61 % de los ciudadanos europeos no apoya la intervención militar frente a un 29 % que lo hace..
De hecho, el pasado 29 de enero, el Parlamento Europeo, el único órgano europeo que tiene alguna legitimidad democrática puesto que ha sido elegido por voto director de la ciudadanía, aprobó por mayoría absoluta una resolución en la que se rechaza cualquier "acción militar unilateral" en Irak..
En uno de sus ocho apartados, la resolución dice que "las violaciones de la resolución 1441 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas señaladas por los inspectores respecto a las armas de destrucción masiva no justifican el recurso a la acción militar"..
Este párrafo fue aprobado por 299 votos a favor, 199 en contra y 18 abstenciones..
Otra de las enmiendas aprobadas, la número 6, expresa su "oposición a cualquier acción militar unilateral" y "considera que un ataque preventivo no sería conforme al Derecho internacional ni a la Carta de las Naciones Unidas, y daría lugar a una crisis más profunda que implicaría a otros países de la zona". Además de apoyar la labor de los inspectores, pide que se "exploren todas las vías políticas y diplomáticas para garantizar una solución pacífica del conflicto"..
A todo ello hay que añadir otros elementos, como la existencia de bases norteamericanas en España o la pertenencia de nuestro país en la estructura militar de la OTAN, circunstancias ambas expresamente rechazadas por el referéndum de la OTAN..
Con todo este panorama que deja bien clara cuál es la posición de los españoles, el gobierno ya ha tomado la decisión de implicar a España en un ataque a Irak, tal y como ya han confirmado tanto el presidente José María Aznar como la ministra de Asuntos Exteriores. Se trata, por tanto, de una decisión tan poco democrática y tan criminal, como la de Sadam Hussein, de masacrar kurdos o invadir Kuwait. Ambas decisiones provocan miles de muertos inocentes y no cuentan con el respaldo de sus correspondientes pueblos. Nuestro presidente se convierte así en un criminal de guerra, en un genocida que pone al servicio de una agresión militar ordenada por un país extranjero para ocupar una nación soberana, bases militares, soldados, armas, espacio aéreo y marítimo. En una palabra, nuestra soberanía al servicio del genocidio del pueblo iraquí..
Estas líneas sólo pueden tener un objetivo. Llamar a los soldados a la deserción, a los civiles que desarrollan su trabajo en empresas o entidades ligadas a los operativos militares al sabotaje y a la huelga, a los ciudadanos a la rebelión. Es el único modo de no convertirnos todos en criminales que intentarán justificarse ante sus nietos con argumentos y leyes de obediencia debida, igual que las utilizadas por los militares de las dictaduras del Cono Sur para eximirse de responsabilidades sobre las masacres que cometieron..
www.pascualserrano.net