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¿Por qué Afganistán?
Surgimiento de una nueva región estratégica:
Petróleo y gas natural del Mar Caspio y Asia Central
Lester W. Grau, Nueva Radio
27 de septiembre del 2001
La importancia vital que reviste el petróleo es una realidad incuestionable
y motivo de muchos de los acontecimientos de mayor trascendencia del presente
siglo, y tal parece que en el siglo venidero el control de los campos petrolíferos
seguirá siendo una fuente indiscutible de poder estratégico.
En artículo presentado a continuación, el autor analiza el posible
predominio de la región del mar Caspio y de Asia Central como fuente
de este recurso valioso, y explica las ventajas y desventajas que presentan
las diversas rutas que se han propuesto para llevar este producto al mercado
global. Las opiniones expresadas en el presente artículo son las del
autor y no reflejan la política ni posición del Ejército
de EE.UU., del Departamento de Defensa ni del Gobierno de Estados Unidos [Este
artículo apareció en el número 72, marzo-abril de 1998,
de la revista militar del Ejército de los EE.UU].
Los días de petróleo barato aún continúan ...
posiblemente. En la actualidad gran parte del petróleo usado en Estados
Unidos proviene de Venezuela y del Golfo Pérsico, en tanto que Europa
compra el petróleo producido en el Golfo Pérsico y el mar del
Norte. Aunque hace ya muchos años que los países europeos compran
el gas natural de la ex Unión Soviética y de Rusia, el petróleo
proveniente de la región euro-asiática se ha vendido en cantidades
limitadas en Europa. Esta situación bien puede cambiar, pues existe
una región euro-asiática dotada de mayores reservas de petróleo
y gas natural que las de Irán e Irak. El mar Caspio parece encontrarse
situado encima de otro mar: el de los hidrocarburos. Muchos de los grandes
petroleros de occidente han acudido a la zona y han negociado contratos que
valen miles de millones de dólares. Las firmas petroleras de Estados
Unidos están muy bien representadas en estas negociaciones y dondequiera
que se conduzca el comercio estadounidense, allí también se
encuentran en juego los intereses nacionales.
La bahía del mar Caspio viene siendo una fuente de petróleo
y gas natural desde hace mucho tiempo. La religión zoroástrica
con culto al fuego se instituyó en las orillas occidentales del Caspio,
donde los seguidores de Zoroastro construían templos alrededor de pilares
de fuego alimentado con el gas natural de la zona. Antes de la I Guerra Mundial,
los grandes campos petrolíferos se encontraban en el Estado de Texas
y en la región del Imperio Ruso con litoral en el mar Caspio. Después
de la guerra, cuando irrumpió la guerra entre los Blancos y los Rojos
en Rusia, las fuerzas británicas desembarcaron en Bakú, en un
intento fracasado por influir en el futuro del petróleo del mar Caspio.
Durante la II Guerra Mundial, Hitler lanzó la Operación Blau
en un esfuerzo por controlar la riqueza de los campos petrolíferos
del mar Caspio. En la actualidad, producto de la disolución de la Unión
Soviética, el petróleo de esta región de nuevo está
llamando la atención del mundo. Las compañías petroleras
de occidente, deseosas de descubrir nuevas reservas a un costo razonable,
están entablando negociaciones con Azerbaiyán, Kazajstán,
Turkmenistán y Rusia. Es posible que en cuestión de 15 a 20
años, las reservas petroleras de la región del Caspio puedan
ser las terceras más grandes del mundo (después de las de Siberia
Occidental y del Golfo Pérsico), y tal vez sean suficientes para contrapesar
el petróleo del Golfo Pérsico. Otros campos petrolíferos
en los países adyacentes de Uzbekistán, Tayikistán y
Kirguistán, aumentan las reservas potenciales de energía barata
a disposición de los países carentes de petróleo al mismo
tiempo que atraen a inversionistas desde el exterior.
La presencia de estas reservas de petróleo y la posibilidad de su exportación
plantean nuevas inquietudes estratégicas para Estados Unidos y otras
potencias industriales de occidente. A medida que las compañías
petroleras construyen oleoductos para llevar el petróleo del Oriente
Cercano y Asia Central a Japón y al occidente, estas inquietudes estratégicas
asumen implicancias militares. El rol preponderante del Medio Oriente en la
exportación de petróleo puede ser contrapesado por nuevas fuentes
de dicho recurso, operando desde ambientes menos establecidos y menos estables.
Un factor clave en la estabilidad mundial continuará siendo el suministro
ininterrumpido de petróleo a los mercados internacionales, lo cual
puede verse amenazado por una variedad de problemas políticos, económicos,
militares, culturales y relacionados con la soberanía que actualmente
afligen esta región. Si la estrategia de Estados Unidos continúa
jugando un rol de apoyo vigoroso a la estabilidad regional, las Fuerzas Armadas
estadounidenses tendrán que entender la dinámica política,
económica y cultural de los países involucrados, además
de la diversidad de intereses estadounidenses en esta región donde
las compañías petroleras occidentales ya han firmado contratos
que valen más de cien mil millones de dólares. Es de esperar
que las Fuerzas Armadas estadounidenses circunscriban su accionar futuro en
este ambiente al cumplimiento de funciones de asesoría y asistencia,
pues una presencia más contundente en la región exigirá
la obtención del derecho de establecer bases y una inversión
considerable en el desarrollo del teatro y el establecimiento de zonas adelantadas
de abastecimiento y bases de escala.
El Golfo Pérsico, El Mar Caspio, Rusia y Asia Central
Los geólogos especializados en temas relacionados con el petróleo
reclaman haber descubierto 17 mil millones de barriles de petróleo
crudo en el mar Caspio. Esto equivale al petróleo de los campos del
mar del Norte1 y menos de la tercera parte del petróleo de Venezuela.2
Las estimaciones actuales indican que, además de los inmensos depósitos
de gas natural, la bahía del Caspio también tiene hasta 200
mil millones barriles de petróleo, con un valor de aproximadamente
US$4 billones, basado en su valor en el mercado actual.3 Lo anterior representa
33 veces más que el valor calculado del petróleo en la Vertiente
Septentrional de Alaska.4 También es suficiente para satisfacer la
demanda de energía en Estados Unidos durante un período de al
menos 30 años.5 Si bien es cierto que lo anterior es una estimación
substancial, aún no iguala las reservas estimadas en los países
del Golfo Pérsico. Dicha región sigue siendo el centro mundial
de petróleo. Sin embargo, ante el colapso de la Unión Soviética,
la región del Caspio ha asumido una importancia global totalmente nueva.
Se proyecta que la totalidad de reservas de petróleo existentes en
el litoral caspiano de los países de Irán, Kazajstán,
Azerbaiyán, Turkemenistán y Rusia, es de 25 mil millones de
toneladas métricas; es decir, casi el 15 por ciento del total de las
reservas petroleras del mundo (y un 50 por ciento de las reservas de gas natural).6
El petróleo y gas del mar Caspio no son los únicos depósitos
de hidrocarburos en esta región. En el desierto de Karakum en Turkmenistán
se encuentra la tercera reserva de gas más grande del mundo, de aproximadamente
3 billones de metros cúbicos y seis mil millones de barriles en reservas
de petróleo.7 Otros campos de gas y petróleo en los países
adyacentes de Uzbekistán, Kazajstán, Tayikistán y Kirguistán,
aumentan las potenciales reservas de energía barata a disposición
de los países carentes de petróleo y también están
atrayendo a inversionistas del exterior.
Durante la época soviética, petroleros soviéticos sacaban
el petróleo del mar Caspio principalmente para uso dentro de la Unión
Soviética y los países signatarios del Pacto de Varsovia. Hacía
ya un siglo que se explotaban los depósitos de petróleo conocidos
en dicha región, por lo cual para esa época se agotaban las
reservas. Producto de lo anterior, los soviéticos optaron por concentrar
sus esfuerzos de exploración y explotación en otros sitios que
les quedaban más accesibles geográficamente, y más viables
desde el punto de vista tecnológico. Sin embargo, investigaciones recientes
indican la existencia de reservas de petróleo en el mar Caspio que
bien podrían traducirse en bienestar e independencia económica
para los cinco estados lindantes, incluyendo Rusia, Azerbaiyán, Irán,
Turkmenistán y Kazajstán. Pero tales beneficios acarrean un
alto precio: en este caso, se requiere del dinero suficiente para explotar
los depósitos en lugares remotos y por ende difíciles de alcanzar;
dinero para sacar los agentes contaminantes de hidrosulfuro y mercaptán
del petróleo en la orilla oriental; dinero para lidiar con las altas
presiones geográficas de la región; dinero para restaurar la
presión necesaria para sacar el petróleo de los campos abandonados
en forma prematura; y dinero para hacerle llegar el petróleo al consumidor.
Puesto que la Unión Soviética dejó de desarrollar las
soluciones tecnológicas adecuadas de estos problemas, son los fondos
y tecnologías de occidente que actualmente son claves en esta región.
Muchas son las predicciones que se han postulado, la mayor parte de las cuales
probablemente son exageradas. Así todo, de acuerdo con algunos analistas,
si las compañías petroleras occidentales logran firmar los acuerdos
necesarios para dar inicio a la producción del petróleo de los
campos en el mar Caspio, Asia Central y Rusia, ya para el año 2010
podrán sacar de ellos casi cinco millones de barriles de petróleo
por día para su venta en el mercado libre.8
Los Problemas del Oleoducto
Resulta difícil transportar el petróleo y el gas del mar Caspio
y de Asia Central al mercado. La única forma viable de transportar
cantidades suficientes de estos recursos para su uso comercial fuera de esta
región, es a través de oleoductos. Actualmente se están
estudiando varias potenciales rutas de oleoductos. Hoy en día, el único
oleoducto existente es aquél que atraviesa Chechenia, pasando por Bakú-Grozny-Novorossisk.
La Ruta Rusa
En la actualidad, todo el petróleo y gas del mar Caspio se saca a través
de Rusia. El petróleo entonces puede transportarse hacia el noroeste,
llegando finalmente a los mercados europeos a través de un sistema
bien desarrollado de oleoductos; o bien atraviesa Chechenia -país éste
que sigue azotado por la guerra- hasta el mar Negro donde buques aljibes lo
llevan a través de los estrechos de los Dardanelos hasta el mar Mediterráneo.
La industria petrolera es de suma importancia para Rusia en su permanente
lucha para avanzar; de hecho, el petróleo y el gas natural representaron
entre el 40 y el 45 por ciento de la totalidad de exportaciones rusas en el
período de 1993-1994. El Gobierno ruso recibió aproximadamente
US$1,5 mil millones de la venta directa de petróleo a países
extranjeros, ganando además el 21 por ciento de sus ingresos presupuestarios
de las tarifas impuestas en el comercio extranjero, la mayor parte de las
cuales se derivan de la venta de petróleo y gas.9 Los vecinos de Rusia
se quejan de que dicho país mantiene el interés propietario
sobre todo el petróleo en la región del mar Caspio y está
utilizando los oleoductos para poder imponer su voluntad en las negociaciones.
Los rusos, en fin, descubrieron los campos petrolíferos, los desarrollaron
y construyeron los medios de transporte y la infraestructura de refinamiento,
por lo cual hace 100 años que controlan el petróleo del mar
Caspio. Ahora sostienen que las demás naciones les deben su parte justa
(según su propia definición) del petróleo en sus respectivos
territorios, y se han esmerado en obtenerla al controlar el flujo del petróleo
perteneciente a otros países a través de territorio ruso.
De ahí que, en la primavera de 1996, Rusia disminuyera la cantidad
de petróleo que aceptaba transportar desde el inmenso campo petrolífero
de Tengiz en la costa noreste del Caspio. La corporación Chevron y
el Gobierno de Kazajstán son socios por partes iguales en la explotación
de dicho campo. La razón dada por los rusos por su decisión
de reducir el flujo fue que el contenido de azufre era tanto que estaba dañando
el oleoducto. Si bien es cierto que este petróleo efectivamente contiene
mucho azufre, cabe señalar que éste se transportaba en el mismo
oleoducto durante muchos años cuando el referido campo le pertenecía
a la Unión Soviética (desde luego, durante la época soviética
a nadie le importaba el costo). Algunos reclaman que Rusia pretende controlar
la industria petrolera de Kazajstán, y con ello perjudicar su viabilidad
económica. En el año 1997, el Consorcio del Mar Caspio, incluyendo
las corporaciones Chevron, Mobil, Lukoil de Rusia, y las compañías
estatales de Omán y Kazajstán, coincidieron en invertir US$2
mil millones en la construcción de un oleoducto desde Kazajstán,
atravesando Rusia, hasta alcanzar Novorossisk.10 Dicha ruta le permite a Rusia
mantener su control sobre el transporte de petróleo en la región.
La línea rusa desde Bakú, a través de Chechenia, hasta
Novorossisk se encuentra en malas condiciones debido a los dos años
de guerra entre los chechenos y los rusos. Según los informes difundidos
al respecto, ambas partes alcanzaron el oleoducto durante la guerra y los
chechenos lo han explotado como fuente de petróleo "gratis". También
existen informes regionales que indican que los chechenos han puesto más
de 100 grifos en la línea, empleándolas para desviar el petróleo
hacia sus propias refinerías clandestinas para luego vender gasolina
barata en la ciudad capital de Grozny. Al presente, éste es el único
oleoducto regional totalmente operacional.
Rusia ha propuesto la exportación del petróleo hacia el norte,
para así utilizar su sistema de oleoductos existente con el objetivo
final de llegar a Novorossisk y diversos destinos en Europa. De adoptarse
este plan, el oleoducto se removerá de Chechenia, con el resultado
de que Rusia obtendrá el control total del petróleo producido
en la región del mar Caspio y Kazajstán.
La Ruta Transcaucásica
La Compañía de Operaciones Internacionales de Azerbaiyán
es el primer consorcio internacional establecido en Azerbaiyán. Las
compañías estadounidenses participantes controlan el 39 por
ciento del consorcio (a saber, la Amoco posee el 17,0%; la Unocal, el 10,0%;
la Exxon, el 8,0%; y la Pennzoil, el 4,8%). Otros países miembros del
consorcio son Gran Bretaña, con el 19,0%; Azerbaiyán, con el
10,0%; Rusia, cuya compañía Lukoil controla el 10,0%; Noruega,
con el 8,6%; Japón, con el 3;9%; Turquía con el 6,8%; y Arabia
Saudita con el 1,7%.11 Este consorcio planifica dar inicio a la exportación
del petróleo en el mes de agosto de 1997 a través del oleoducto
Bakú-Grozny-Novorossisk, y construir una línea adicional desde
Bakú, atravesando Georgia hasta llegar al puerto de Supsa en el mar
Negro. Es posible que este oleoducto esté completo en el año
1998. Lo anterior constituye una alternativa relativamente poco costosa, pero
el petróleo habría de transportarse desde Supsa en buques petroleros
a través del mar Nego y el Bósforo.12 Turquía controla
el tráfico entre los mares Negro y Mediterráneo, y las autoridades
turcas están renuentes a aumentar el tránsito de buques tanques
a través de los estrechos debido a sus inquietudes ambientales. Rusia
también protesta esta ruta porque el oleoducto evita todo territorio
ruso. Es más, el oleoducto atraviesa los dominios de muchas tribus
rebeldes en las montañas.
La Compañía de Operaciones Internacionales de Azerbaiyán
también está considerando establecer una línea al puerto
turco de Ceyhan, en el mar Mediterráneo. Tal ruta le brindaría
primacía a dicho país en la exportación de gas y petróleo
del mar Caspio, negándole a Rusia toda posibilidad de ganar ingresos
de los derechos de uso del oleoducto y del puerto de Novorossisk. La construcción
de un oleoducto hasta Ceyhan presenta ciertos problemas, pues la ruta tendría
que atravesar Azerbaiyán y Armenia cuya guerra sobre Nagorno-Karabakh
ha llegado a un estado de empate. Aunque este conflicto se resuelva, la ruta
también atraviesa la parte de Turquía poblada por los kurdos,
donde sigue librándose una insurrección. Finalmente, esta ruta
conlleva el costo muy alto de US$2,9 mil millones.13
Las Rutas Iraníes
Otra ruta, la de Bakú-Irán-Ceyhan, enfrenta la rígida
oposición del Gobierno de Estados Unidos debido al supuesto apoyo del
estado iraní al terrorismo internacional. A las compañías
petroleras de Estados Unidos se les ha prohibido transportar su petróleo
a través de Irán, pese a que ésta es la ruta más
directa y ofrece el acceso más fácil a un puerto abierto.
La ruta preferida por Irán es una que corre hacia del sur desde el
mar Caspio hasta el Golfo Pérsico. Irán ya tiene un extenso
sistema de oleoductos y Turkmenistán abrió una línea
para el transporte de gas natural en el mes de diciembre de 1997.14 Ésta
es una opción relativamente barata, pero significaría que todo
el petróleo y gas habría de pasar por el tumultuoso Golfo Pérsico,
atravesando los vulnerables estrechos de Ormuz. Estados Unidos se opone a
esta ruta y pretende imponer las sanciones en vigencia, pero las compañías
petroleras de otros países ya están haciendo caso omiso a las
sanciones y entablando negociaciones con Irán para la compra de petróleo.
Las principales compañías petroleras de varios países,
incluyendo Francia (la Elf Aquitaine y Total SA), Italia (la Agip), Holanda
(la Royal Dutch/Shell y Lmaj), España (la Repsol), India (la BHP),
Rusia (la Lukoil, la Zarubesneft, y la Mashinoimport) y China (la Nacional
de China), o bien han completado o están negociando importantes acuerdos
con Irán.15 Las firmas estadounidenses también están
interesadas en tal ruta y están ejerciendo presiones en Washington
por que se mejoren las relaciones con Irán.
La Ruta Afgana
Varias compañías petroleras importantes están investigando
la posible construcción de oleoductos desde Asia Central a través
de Herat y Kandahar, en Afganistán, hasta Quetta y Karachi, en Paquistán.
La distancia es relativamente corta y lleva el petróleo al mercado
del subcontinente de India. El costo estimado del oleoducto es de US$1,9 mil
millones; sin embargo, Afganistán aún se encuentra inmerso en
una guerra civil.16 Muchos habitantes de esta región se han convencido
de que la Unocal les brinda apoyo económico a las fuerzas del Talibán,
a cambio de los derechos de control de futuros oleoductos en Afganistán.17
La Ruta China
China y los países con litoral en el Pacífico constituyen un
enorme mercado potencial para el petróleo proveniente del mar Caspio
y Asia Central. Las compañías petroleras están considerando
la construcción de un oleoducto desde la parte occidental de Kazajstán
a través de China hasta el Pacífico, para servir a los mercados
en China, Japón y Corea. La eliminación de los gastos incurridos
en los actuales envíos mediante buque tanque tendrían que permitir
economizar los fondos suficientes para contrapesar el gasto de unos US$8 a
10 mil millones necesarios para construir el oleoducto. Los chinos han firmado
un memorándum de intención para la construcción de un
oleoducto más corto, con término dentro del territorio propiamente
chino.18
Ingerencia de Occidente e Intereses en la Energía del Mar Caspio
y Asia Central
Actualmente más de 40 proyectos están en desarrollo en Kazajstán
y Azerbaiyán, en los cuales están involucradas 11 compañías
estadounidenses, unas 24 compañías de otros países occidentales
y dos compañías rusas. El valor total de dichos proyectos excede
de los US$100 mil millones. Algunas compañías, incluyendo la
Exxon, la Amoco, la Mobil y la Chevron, están negociando contratos
adicionales en la región y están comprometidas en proyectos
de exploración y producción, además de su participación
en tales actividades como la construcción de oleoductos, desarrollo
de infraestructura y restauración ambiental. Los gastos costeados por
estas compañías representan una probable fuente de ingresos
substanciales para los países del Transcáucaso y Asia Central
durante los próximos 15 a 20 años. Por otra parte, los ingresos
del petróleo probablemente atraerán a otras empresas occidentales
a estos países. Las compañías petroleras de Estados Unidos
y las compañías de apoyo y servicio de tal industria, son las
que se beneficiarán inicialmente, pero cabe destacar que también
pueden beneficiarse industrias secundarias, atraídas por la potencialidad
económica de la región.
La Corte Suprema de Estados Unidos ha determinado que una corporación
estadounidense tiene los mismos derechos que un ciudadano particular, de acuerdo
con las disposiciones de la 14ª Enmienda a la Constitución. De ahí
que el Gobierno de Estados Unidos tenga intereses en cualquier región
del mundo donde se encuentren empresas estadounidenses.19 Pero en la presente
época de firmas multinacionales y empresas conjuntas, la determinación
de lo que es y no es una corporación estadounidense es cuestión
de interpretación. En todo caso, muchos intereses comerciales resultan
ser intereses gubernamentales y, por extensión, intereses militares.
Los intereses de las compañías petroleras en esta región
incluyen la amenaza de ser nacionalizadas; el papel desempeñado por
Rusia en los asuntos de sus antiguas colonias; la división definitiva
de los recursos del mar Caspio entre Rusia, Irán, Azerbaiyán,
Kazajstán y Turkmenistán; el futuro de la relación entre
Irán y Estados Unidos y el impacto de la misma en la producción
y distribución de energía; el impacto de las negociaciones trabadas
por los países occidentales y Japón con Irán, independiente
de los intereses de las compañías petroleras estadounidenses;
y la seguridad de los oleoductos.
Un factor principal en el desarrollo de los hidrocarburos de Asia y en la
decisión de apoyar el desarrollo de oleoductos para el transporte de
petróleo y gas natural, es el precio del petróleo. Hoy en día,
el petróleo se consigue a buen precio y parece ser poco probable que
se realicen muchos de los proyectos propuestos para el desarrollo de oleoductos,
si los precios se mantienen en los bajos niveles actuales. Sin embargo, en
el mes de marzo de 1998, tres países productores de importantes cantidades
de petróleo decidieron provocar una subida artificial del precio de
petróleo, al retirar del mercado unos 1,6 a 2,0 millones de barriles
de petróleo por día. La diseminación de esta decisión
produjo un aumento de casi el 20% del precio de petróleo en un sólo
día.20 Estos precios más altos abren las puertas para el desarrollo
de la energía del mar Caspio, pero al mismo tiempo fomentan la reapertura
de producción de algunos campos marginales anteriormente desarrollados
y abandonados. Sin embargo, resulta poco probable que estos productores, o
incluso la OPEP (Organización de Países Exportadores de Petróleo),
sean capaces de mantener la reducción voluntaria de producción.
Seguridad de los Oleoductos
La seguridad de los oleoductos constituye la inquietud más práctica
en el futuro inmediato en lo concerniente a la exportación de petróleo
de Asia Central. La región es políticamente inestable y la mayor
parte de las rutas propuestas exigen que los oleoductos atraviesen zonas plagadas
por conflictos recientes o actualmente en desarrollo. ¿Quién podrá
asegurar los oleoductos, y a cuál precio? En reuniones de la Compañía
de Operaciones Internacionales de Azerbaiyán con los líderes
de Chechenia, éstos han afirmado que no permitirán el flujo
de petróleo por cualquier oleoducto ubicado en el Transcáucaso,
Chechenia o Georgia a menos que se les conceda una parte del consorcio. Existen
dificultades semejantes a lo largo de las demás rutas propuestas. Actualmente,
Rusia está perdiendo cantidades importantes de petróleo y gas
en el oleoducto que atraviesa el territorio ucranio con rumbo hacia Europa.
No obstante sus aunados esfuerzos, los rusos no han logrado negociar el tránsito
seguro de energía en esta región relativamente estable.21
Durante la guerra soviético-afgana, los soviéticos construyeron
oleoductos tácticos a lo largo de los corredores oriental (de Termez
a Bagram) y occidental (de Kushka a Shindland). Aunque los mujahideen preferían
realizar ataques más heroicos contra fuerzas y convoyes rusos en lugar
de asaltos mundanos contra los oleoductos soviéticos, condujeron una
cantidad suficiente de estos ataques para lograr detener a un número
significativo de fuerzas soviéticas. A modo de respuesta a tales ataques,
los soviéticos realizaban patrullajes de los oleoductos y establecían
puestos de seguridad remotos en las zonas de más alto riesgo. Es más,
negociaron con los caciques rebeldes para cambiar prisioneros por seguridad
del oleoducto. A pesar de todo lo anterior, la fuerza mecanizada soviética
dotada de medios de la tecnología de punta, nunca pudo garantizar la
seguridad de sus oleoductos.22
Resumen
Las exportaciones de petróleo y gas natural del mar Caspio y de Asia
Central posiblemente podrán igualar las del Golfo Pérsico al
cabo de los próximos 10 a 15 años, aunque tal predicción
quizás esté fundamentada en cálculos extremadamente optimistas.
En el presente, Estados Unidos considera que la región del Golfo Pérsico
es de vital interés nacional. ¿Será que la región del
mar Caspio también llegue a constituir una región de vital interés?
La aumentada actividad comercial de occidente, los intereses estratégicos
de EE.UU., y la leyes estadounidenses son todos elementos que parecen indicar
precisamente eso. De ser así, Estados Unidos debería analizar
su relación con Rusia, Irán, Turquía y los demás
países de la región. El desarrollo de una nueva fuente de energía
a buen precio sirve como alternativa en momentos de tensión y crisis.
Si se produce una situación en que una potencia "delincuente" cierre
los estrechos de Ormuz o bien organiza una reducción de la producción
petrolera a nivel global, esta nueva región ofrece alternativas a las
tradicionales opciones de confrontación armada y rendición diplomática.
Pero los países occidentales no tendrán acceso fácil
a esta nueva región, y tendrán que enfrentar una diversidad
de nuevas inquietudes en el ámbito de seguridad; inquietudes éstas
que, en fin, afectarán al planificador militar.
Su presencia en esta región podría resultar ser beneficiosa
para Estados Unidos. Hasta la fecha, los esfuerzos realizados por Estados
Unidos por hacer acto de presencia han sido espectaculares, pero difíciles
de mantener. En el mes de septiembre de 1997, 500 soldados de la 82ª División
Paracaidista volaron una distancia de 12.500 kilómetros en cuestión
de 19 horas, para conducir un lanzamiento paracaidista en Kazajstán.
El general John J. Sheehan, del Cuerpo de Infantería de Marina y entonces
comandante en jefe del Comando Atlántico, dirigió el lanzamiento.
Aunque los paracaidistas estaban participando en un ejercicio regional de
mantenimiento de la paz, en el cual también participaron elementos
de Kazajstán, Uzbekistán, Kirguistán, Georgia, Letonia,
Turquía y Rusia, muchos observadores regionales interpretaban la participación
estadounidense como nada más que publicidad para la capacidad de proyección
de la potencia norteamericana. Así como comentara el general Sheehan,
"Supongo que el mensaje es que no existe ningún país en el globo
terráqueo al que no podamos llegar".23 La pregunta fundamental es ésta:
¿puede Estados Unidos mantener una presencia significativa en aquella región
en situaciones de crisis o incluso de conflicto real?
Una cabeza aérea en un teatro poco desarrollado, a una distancia de
miles de kilómetros de las existencias de logística del teatro,
no constituye "proyección de potencia", ni tampoco es posible afirmar
que unos 500 paracaidistas comprenden una fuerza operacional. En el caso eventual
de que Estados Unidos resuelva la necesidad de involucrarse más en
esta región, debería iniciar su comprometimiento con esfuerzos
de asesoría y asistencia tendientes a promover la estabilidad regional.
Existen naciones y grupos adinerados en la región, al igual como naciones
y grupos necesitados; éstos últimos inevitablemente desearán
apoderarse de la riqueza potencial de los adinerados. Es de esperar que el
éxito comercial se traducirá en bienestar nacional y regional
(aunque en raras ocasiones la riqueza obtenida del petróleo ha redundado
en tales beneficios) y la región podrá asegurar el tránsito
seguro de petróleo y gas natural sin interferencia externa. Si Estados
Unidos decide establecer una presencia contundente en la región, tendrá
que ejecutar las medidas necesarias para crear una infraestructura logística
adecuada con antelación. Lo anterior constituye un paso costoso, que
exige la inversión de capital político doméstico e internacional;
la aprobación de las naciones anfitrionas locales; una clara visión
de los futuros intereses estratégicos de Estados Unidos; y la construcción,
abastecimiento y mantenimiento de una nueva base en ultramar.24
Notas
1. Tyler Marshall, "Caspian Sea: Oil on a Tinderbox", The Kansas City Star
(8 de marzo de 1998), pág. K-6.
2. Venezuela posee unos 63,3 mil millones de barriles de reservas de petróleo.
"Venezuela", Jane's Sentinel (Jane's Information Group, 1995), pág.
26.
3. Ruth Daniloff, "Waiting for the Oil Boom", Smithsonian (enero de 1998),
pág. 26.
4. Extrapolada de Marshall.
5. Stephen Kinzer, "Pipe Dreams: A Perilous New Contest for the Next Oil Prize",
The New York Times (24 de septiembre de 1997), pág. IV-1.
6. Discusiones con Garrett Fonda y Tom Banks del Centro de Investigaciones
de Sistemas Extranjeros en Greenwood Village, Colorado.
7. Ahmed Rashid, "Power Play", Far Eastern Economic Review (10 de abril de
1997), pág. 22.
8. Fonda y Banks.
9. Leslie Dienes, "The Russian Oil and Gas Sector: Implications of the New
Property System", The National Bureau of Asian Research (marzo de 1996), pág.
22.
10. "Pipeline Poker", The Economist (7 de febrero de 1998), pág. 8
de un anexo especial relacionado con la Encuesta de Asia Central.
11. Carol J. Williams, "Caspian Sea Change: Moscow, Through Oil Giant Lukoil,
Is Taking a More Pragmatic Approach in the Quest for its Former Colonies'
Natural Bounty", Los Angeles Times (8 de diciembre de 1996, sacado de la Internet.
Las cifras se han redondeado).
12. "Pipeline Poker".
13. Ibíd. Sale más barato transportar petróleo por buque
petrolero que por oleoducto, pero aquéllos no sirven en los Dardanelos.
Es por eso que la ruta a través de Ceyhan parece tan atractiva.
14. Ibíd.
15. Bhushan Bahree, "Demands for Oil Influence Policy in Gulf", The Wall Street
Journal (23 de febrero de 1998), pág. A17.
16. "Pipeline Poker", pág. 11.
17. Comentarios hechos al autor durante una estadía prolongada en Paquistán
durante el otoño del año 1996.
18. "Pipeline Poker", pág. 11.
19. Durante la década de los años 50, la administración
del presidente Eisenhower resolvió que el acceso al petróleo
internacional era cuestión de interés estratégico para
Estados Unidos y que las leyes antitrust no se aplicaban a las corporaciones
petroleras internacionales. Ver Burtan Ira Kaufman, The Oil Cartel Case: A
Documentary Study of Antitrust Activity in the Cold War Era y Trade and Aid:
Eisenhower's Foreign Economic Policy, 1953-1961.
20. "OPEC Promises to Pump Less Oil", The Kansas City Star (24 de marzo de
1998), págs. D-1 y D-14.
21. Discusiones que tuvo el autor con conocidos en Moscú, en el mes
de diciembre de 1997.
22. Boris V. Gromov, Ogranichennyy kontingent (Moscú: Progress, 1994),
págs. 289-290.
23. Hugh Pope, "U.S. Plays High-Stakes War Games in Kazakstan", The Wall Street
Journal (16 de septiembre de 1997), pág. A16.
24. Para otros antecedentes, se recomienda que el lector consulte los siguientes
estudios producidos por el Centro de Investigaciones de Estudios de Conflictos:
Charles Blandy, "The Caspian: A Sea of Troubles" (1997), "Oil is Not the Only
Stake" (1997), "The Impact of Baku Oil on Nagorno Karabakh" (1997) y "The
Caspian: A Catastrophe in the Making" (1997); Michael Orr, "The Regional Military
Balance: Conventional and Unconventional Military Forces Around the Caspian"
(1955). Una excelente historia del petróleo se encuentra en Daniel
Yergin, The Prize: The Epic Quest for Oil, Money and Power (Nueva York: Simon
and Schuster, 1991).
El teniente coronel (R) Lester W. Grau es un analista militar en la Oficina
de Estudios Militares Extranjeros, en el Fuerte Leavenworth, Kansas. Recibió
el grado de Bachiller en Artes de la Universidad de Texas en El Paso y la
Maestría en la Universidad de Kent State. Es graduado de la Escuela
de Comando y Estado Mayor del Ejército de EE.UU., el Instituto Ruso
del Ejército de EE.UU., el Instituto de Idiomas del Departamento de
Defensa, y la Escuela Superior de Guerra de la Fuerza Aérea de EE.UU.
Ha cumplido funciones en diversas posiciones de mando y estado mayor en el
territorio continental de Estados Unidos, Europa y Vietnam, incluyendo su
servicio como Subdirector del Centro de Táctica del Ejército,
y Jefe de la Sección de Instrucción sobre Táctica Soviética
en la Escuela de Comando y Estado Mayor del Ejército de EE.UU.; asesor
político y económico en el Cuartel General de las Fuerzas Aliadas,
Europa Central, en Brunssum, Holanda; y mensajero diplomático en Moscú.
Su artículo, "Destruyendo el Telémetro Láser con una
Piedra", apareció en el número de julio-agosto de 1997 de Military
Review, edición hispanoamericana.