No a la Guerra
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CONTRA LA GUERRA IMPERIALISTA
Resumen Latinoamericano
22/03/03
Pájaros y bombas: una mañana
de primavera en Bagdad.
Laurie King-Irani.
Electronic Iraq.
Traducido para Rebelión por Germán Leyens.
"¿Cuándo piensa que va a comenzar la guerra?" me preguntó un amigo
iranio en un correo electrónico hace una quincena.
"Probablemente cerca del 20," respondí.
"¡No va a suceder!" me escribió rápidamente. "Primero, sería
durante luna llena, y segundo ¡es Now Ruz! EE.UU. no mostraría tan supina
ignorancia, ¿no es cierto? Anoche, nos dieron la respuesta.
Volví a casa y encontré a un equipo de la televisión local,
media docena de mensajes telefónicos relacionados con los medios noticiosos,
y dos gatos muy hambrientos que exigían mi inmediata atención.
Todo lo que deseaba era tomarme un buen vaso de Merlot y descansar después
de tres noches de trabajo hasta tarde en los sitios de la red, estudiando los
rumores de guerra y el asesinato por el ejército de Israel de una estudiante
estadounidense. Muerte por aplanadora.
El equipo de la televisión local ya está en la casa, no obstante,
montando su equipo, cuando queda en claro que Bagdad está siendo bombardeada.
"Hagamos algunas secuencias en las que usted utiliza el control remoto para
cambiar de un canal a otro", dice la joven reportera chino-canadiense, mientras
se arrodilla en el suelo junto al sofá, estudiando el nivel de luminosidad
de mi oscura sala de estar.
"Sintonice la Fox", sugiere en voz baja, cuando comienzo a escuchar a Ragui
Omaar de la BBC que informa desde Bagdad.
"Okay, ponga NBC... Veamos de nuevo CNN. Bueno, ¿Podría ver CBC un poco?"
Cada canal muestra una imagen diferente del horizonte verdoso de Bagdad, con
la hora y la fecha en la base de la pantalla: 20 de marzo, 6.05 a.m.
Ahora es Now Ruz, Año Nuevo Persa Es el primer día de la primavera
en todo el Hemisferio Norte.
Es el Día de la Madre en el mundo árabe.
Es hora de "cruzar la línea de partida" para las tropas de EE.UU. y EE.UU.
Es el noveno cumpleaños de mi hermosa sobrina.
Es guerra de nuevo en Irak.
Es el comienzo del fin de una estructura legal internacional que existió
55 años.
Es una inquietante nueva época.
"Ya tenemos que hacer la entrevista, pero primero, ¿podemos ir a la habitación
en la que usted trabaja en el sitio en la red, y hacer algunas tomas que la
muestren con su ordenador?" pregunta la reportera.
Estamos a punto de salir de la sala de estar y dirigirnos a mi oficina.
Mientras el camarógrafo recoge sus cosas, la pieza permanece en silencio,
fuera de un delicioso sonido que proviene de la televisión.
Asustadizos equipos informativos de CNN, temerosos de que las bombas de EE.UU.,
que sus presentadores ponderan desde la seguridad de los estudios de noticias
en Atlanta, han colocado cámaras estacionarias con micrófonos
en los techos por toda Bagdad, antes de irse a un sitio más seguro.
Esos artefactos de grabación están registrando los sonidos de
los pájaros de Bagdad, que pían y cantan saludando el nuevo año,
el primer día de primavera, el primer día de una guerra más,
la madrugada de nuestro aterrador nuevo orden mundial, en vivo, en tiempo real,
desde la Cuna de la Civilización, que ahora es la tumba de Naciones Unidas.
El canto de los pájaros es un sonido hermoso y conmovedor que me tranquiliza.
Quiero quedarme aquí, con mi vaso de vino, gozando del coro de los gorriones
iraquíes, arrullando su despertar en sus nidos sobre los techos que dominan
el río Tigris. Quiero contemplar la luz de la madrugada que baña
en oro las nubes púrpura. Quiero pensar en Now Ruz y en sus hermosos
símbolos y costumbres, anteriores a la locura monoteísta y a los
sueños imperiales en este antiguo país.
Mi ensueño no dura mucho. El seco staccato del fuego de artillería,
que escuché por última vez en vivo y en persona en Beirut, ahoga
definitivamente los cantos de los pájaros.
Me pregunto si hay alguien que celebre Now Ruz o el Día de la Madre hoy
en Irak. Las celebraciones de Now Ruz incluyen una mesa hermosamente decorada
cubierta con objetos caracterizados por haft-siin: siete objetos que comienzan
con la letra "S".
¿Qué hay hoy sobre la mesa de los iraquíes? ¿Sufrimiento? ¿Separación?
¿Silencio? ¿ Supervivencia? ¿Salvación? ¿Sedición? ¿Sumisión?
Desde British Columbia, deseo a todos los iraquíes sanidad y serenidad
ante lo que viene. Les deseo mañanas tranquilas llenas de cantos de pájaros
y de la fragancia de arbustos de bazringosh a lo largo de las riberas de un
río antiguo, creador de vida y de civilización.
Deseo a los iraquíes libertad de la tiranía de su insano y egoísta
líder y del mío, George W. Bush. Les deseo que se liberen rápidamente
del infierno al que mi país ha contribuido a someter a un pueblo tan
valiente y brillante durante más de una década.
Irak, te deseo un año verdaderamente nuevo. Basado en tus condiciones,
según tus sueños, bajo tus propios cielos púrpura, dorados,
y sin bombas.
20 de marzo de 2003
Bombas por la
madrugada.
Bettejo Passalaqua.
Iraq Peace Team-Electronic Iraq.
Pensábamos que los bombardeos comenzarían el jueves cerca de las
4 de la mañana. Estuvimos todos juntos hasta cerca de medianoche cuando
comenzamos a oír que una tormenta de arena había impedido el despegue
de los aviones militares y que postergarían la invasión. Luego,
a las 3 de la mañana, se nos informó desde EE.UU. que los aviones
venían en camino. Algunos se fueron al refugio y otros permanecieron
juntos en las habitaciones. A las 5.30 se opìnaba que si no venían
de madrugada, ya no vendrían esta noche. La primera explosión
ocurrió justo cuando Cathy Breen dijo, "Bueno, ya es de madrugada, así
que supongo que podemos volver a acostarnos". El ataque duró como una
hora y media. Dos explosiones estremecieron nuestro edificio, pero ocurrieron
bastante lejos, pienso.
No ha habido bombardeos desde entonces, así que Cathy y yo fuimos a la
sala del hospital en el que he estado trabajando. Estaba enteramente vacía.
Incluso el ruido de los niños llorando cuando les daban infusiones intravenosas
hubiera sido un sonido agradable en comparación con el espantoso silencio.
Pero incluso el silencio fue eclipsado por la escena que encontré cuando
entré al hospital. El pasillo estaba repleto de camas vacías (por
lo menos 20 camas a cada lado) esperando a víctimas de la guerra.
Hablé con una enfermera en la sala vacía y me dijo que había
trabajado toda la noche en la sección de emergencia de un hospital corriente.
Había muchos ancianos que llegaban con problemas cardíacos, la
mayoría como reacción a la angustia por la situación.
Gracias a todos ustedes por lo que están haciendo por detener la atrocidad
de esta guerra antes de que cueste más vidas. No sé cuántas
personas murieron en el bombardeo de hoy. Pero es demasiado tarde para salvarlos.
No sé cuántas personas han muerto en guerras pretéritas.
Pero sé que es demasiado tarde para salvarlas. No sé cuántas
personas morirán en los días venideros como resultado de esta
guerra, pero sé que no es demasiado tarde para salvarlas.
20 de marzo de 2003.
Revelaciones
sobre la guerra en Irak.
Joao Pedro Stedile.
Movimiento Sem Terra, Brasil.
Compañeros/as: Quien les escribe es Joao Pedro Stedille, del MST (Movimiento
de los Sin Tierra). Me gustaría compartir con todos Uds. una información
muy importante relacionada con la guerra que el gobierno de Bush quiere imponer
al Irak.
En esta semana que pasó [la comunicación está fechada 28/2/2003],
tuvimos la oportunidad de oír la exposición de la Hermana Sharine,
monja Dominica, iraquí, que vive en Bagdad y vino al FSM (Foro Social
Mundial) de Porto Alegre. Aprovechamos su presencia para reunir militantes sociales
en San Pablo, y escucharla.
Ella hizo muchas revelaciones, que serán ampliadas con más detalles
en largas entrevistas para la revista "Caros Amigos", y para el periódico
"Brasil de Fato". Pero lo que más me llamó la atención,
y que quisiera compartir con Uds., respecto de las revelaciones de la Hermana
Sharina, es: 1) Una de las causas del hambre que padece el pueblo iraquí,
es que hace más de 8 años que los Estados Unidos continúan
bombardeando diariamente a Irak.
Y una de las técnicas utilizadas, fue bombardear la agricultura,los campos
iraquíes, con todo tipo de microorganismos. Lanzaron virus y gérmenes
de todo tipo, que acabaron con la agricultura nacional. Hasta ratas lanzaron,
en bolsas, por paracaídas...! 2) Los Estados Unidos utilizaron armas
químicas en sus bombardeos sistemáticos, que vienen haciendo desde
entonces. Prácticamente, no existe más el agua potable en todo
Irak , y sobre todo, en Bagdad, como consecuencia de esos bombardeos químicos
que contaminan el agua.
3) Hasta la actualidad, la población iraquí sufre las consecuencias
de la guerra de 1990, por el uso que hicieron los Estados Unidos de munición
con uranio empobrecido, que produce cáncer en los sobrevivientes.
4) Las Naciones Unidas, con toda su prepotencia, no han liberado hasta hoy el
ingreso de medicamentos para aprovisionar los Hospitales. Miles de niños
mueren por la carencia absoluta de medicamentos esenciales.
5) El pueblo iraquí está deprimido, como aceptando la condenación,
su "sino", su destino, de ser un pueblo que duerme sobre un colchón de
petróleo, y por ello, atrae tanta ganancia de las empresas estadounidenses,
y por estar asentado sobre tanta riqueza, está condenado a la pobreza,
y muchos, a la muerte.
6) No habrá ninguna reacción del pueblo. El Pueblo no está
armado. Es una mentira de la televisión. Y lo peor, todos saben que será
una verdadera masacre. Un genocidio. Desde la guerra de 1990, Bagdad aumentó
8 veces su población, y hoy tiene 8 millones de habitantes. De ellos,
un 70% vino del interior, sin trabajo, recibiendo del gobierno una canasta básica,
para no morir de hambre. Uds. pueden imaginar como estará esta población
con bombardeos aéreos sobre la capital? (nos preguntaba la Hermana).
7) La certeza de la tragedia es tan grande, que su Madre Superiora, al despedirla
en Bagdad para venir a Porto Alegre, recomendó que ella se quedara en
Brasil, por 6 meses, así, después de la guerra, ella podría
regresar y recomenzar todo de nuevo en la Congregación de las Dominicas,
pues ellas tienen la certeza de que morirán todas.
Este sábado ella partió para Madrid, de allí, para Amman,
en Jordania, de allá, hasta la frontera con Irak, y luego, 17 horas en
automóvil, por el desierto, hasta Bagdad. Partió confortada con
la solidaridad brasileña, mas impotente frente a la estúpida ofensiva
del señor Bush-Hitler..... ¿Y nosotros nos quedaremos callados?
James Petras:
"El inicio de los ataques estadunidenses contra Irak confirman la unilateralidad
de Washington".
Ricardo Martínez Martínez.
³Con las operaciones militares sobre Irak, Estados Unidos busca sentar un precedente
para que cualquier otro país que plantee cierta disidencia o antagonismo,
sea señalado como blanco de ataque², sostuvo en entrevista vía
telefónica el sociólogo estadunidense James Petras.
Al tiempo de que Estados Unidos lanzó misiles por quince minutos luego
de una hora y media de haberse agotado el tiempo que dio al gobierno de Sadam
Hussein para deponer el poder en Irak, el movimiento civil internacional contra
la guerra volvió a salir a las calles para manifestar su rechazo al genocidio.
El especialista en temas geopolíticos de la Universidad de Binghamton
de Nueva York, James Petras, señaló en una breve plática
con este periodista que todavía hay muchas cosas por hacer para enfrentar
las agresiones del imperio.
Con su característica forma aguda de abordar los temas actuales mundiales,
James Petras apuntóque frente al factor de la ley de la selva, la solidaridad
y la movilización harán fracasar los intentos de Washington de
imponerse en el mundo como la nación hegemónica.
-En el ultimátum de 48 horas que lanzó el presidente George Bush
a las autoridades iraquíes se señala ³el fracaso de la Organización
de las Naciones Unidas y la necesidad de la acción militar contra Irak²
¿Qué futuro le depara al multilateralismo y al equilibrio entre las naciones?.
-Lo que realmente pasó es que Washington siempre quiso actuar de manera
unilateral e independiente de las decisiones de las Naciones Unidas y contra
toda ley internacional. Al declarar que la ONU fracasó significa que
no siguió la directriz de Estados Unidos. Los diferendos son calificados
como un fracaso y, en ese sentido, los países que no aceptaron la guerra
también son un fracaso para Bush puesto que no la apoyaron. Esta forma
de actuar por parte de los jefes de la Casa Blanca debilita la ley internacional
e introduce el factor de la ley de la selva.
Washington busca establecer un precedente para que cualquier otro país
que plantee cierta disidencia o antagonismo sea señalado como blanco
de ataque.
Es claro que las operaciones bélicas contra Irak están basadas
en una guerra preventiva, dirá Bush, para que después pueda lanzar
una serie de guerras ofensivas poniendo en cuestión toda relación
internacional. Creo que la gran amenaza actual es que con esta guerra el régimen
de Bush tiene planificado hacer otras guerras. Ya empieza a apuntar, por ejemplo,
a Irán.
Washington ha planificado estratégicamente esta guerra para presentarla
como un ejemplo de sometimiento a todo aquel país que se oponga a sus
planes de dominación económica o política, en este sentido,
creo que es una medida que muestra que este gobierno está fuera de control
y no consulta a nadie, no reconoce fronteras o límites en su ejercicio
de poder. Hay otro gobierno que actúa exactamente de la misma forma,
es el caso de Israel que está siempre violando las normas de la ONU,
la legislación de Ginebra y toda ley internacional de autodeterminación.
Tenemos así dos Estados que actualmente actúan fuera de toda legalidad
internacional: Estados Unidos e Israel.
-Profesor James Petras ¿En qué sentido se interpreta la frase de George
Bush, ³Estados Unidos tiene la autoridad soberana para aplicar la fuerza a fin
asegurar su propia seguridad nacional²?.
-Es una declaración que se refiere a la soberanía del imperio
y no de una nación. Cuando un gobierno declara sus leyes por arriba de
las leyes internacionales, cuando un país asume que su soberanía
incluye todos los territorios del globo, estamos ante la presencia de un tipo
de imperialismo extremo que no reconoce ninguna soberanía de otros países,
no reconoce a ningún pueblo, ni siquiera al suyo propio. Actúa
en función de sus intereses particulares, en este caso económicos
y políticos.
-¿Cómo defines la estrategia de Washington en términos de alianzas
y discursos para determinar la guerra en territorio iraquí?.
-Lo que es obvio es que EU consiguió algunos apoyos tales como el gobierno
de Colombia, vinculado con los paramilitares; los gobiernos de Centroamérica
que Washington conquistó a partir de los escuadrones de la muerte en
el Salvador o de los Contras en Nicaragua.
En Europa el caso es que Aznar y Blair actúan contra el 80 por ciento
de sus propios ciudadanos. La principal oposición, Rusia, China, Alemania
y Francia son los países que realmente son influyentes tanto en Asia
como en Europa y creo que junto con ellos está una amplia gama de países,
Suecia, Finlandia, Noruega. De tal forma que sólo la derecha mundial
está apoyando a Washington y algunos otros Estados que buscan donaciones
económicas y, por ello, prestan sus apoyos militares y logísticos
para realizar el genocidio.
-¿Qué intereses defiende EU al acusar directamente a Francia de ³falta
de determinación para enfrentar a Hussein²?.
-Porque Fracia todavía cree en las normas de las Naciones Unidas y no
quiere ciegamente seguir los mandos de EU. Este país europeo cree que
la forma de solucionar los problemas en Medio Oriente es a partir de la diplomacia,
y ello representa una afrenta para George Bush y los intereses detrás
de él.
La política estadunidense no respeta el principio de autodeterminación.
Washington quiere proyectar su política militar para definir la que según
debe ser la política internacional y creo que, en este caso, Francia
con todas sus limitaciones defiende un principio fundamental para todo el mundo:
el derecho a la autodeterminación. En este caso, debemos decirlo con
toda franqueza, Francia tiene la razón y Washington está en un
camino hacia la política de destrucción masiva.
-El presidente Bush enfrenta una amplia oposición civil dentro y fuera
de sus fronteras de la Unión Americana, sin embargo, no se logró
detener esta guerra ¿Qué mecanismos necesita la sociedad civil internacional
que opta por la paz para hacerla efectiva?.
-Yo creo que hay muchas cosas que uno puede hacer todavía. Si el movimiento
pacifista no paró la guerra, sí generó enormes presiones
contra el imperio.
Estoy seguro que la movilización civil mundial va a derrotar a algunos
de los aliados de Washington en próximas elecciones o en la arena política.
La imagen de Bush mismo en la opinión pública de Estados Unidos
está cada vez más debilitada. Se va a repetir lo que pasó
con su padre, perder las elecciones del 2004, es decir,no tanto por hacer una
guerra genocida pero sí tras proseguir la guerra destruyendo la economía
doméstica y afectando el bolsillo estadunidense; creo que resulta muy
probable que vaya a perder las próximas elecciones.
La movilización social mundial es poderosa y creo que con un boicot económico
a los productos estadunidenses se puede afectar al gobierno de Bush. Se debe
buscar, creo, limitar la afluencia de petróleo hacia los centros de poder
que hoy hacen la guerra por diversos mecanismos y acciones; también creo
que a partir de la movilización contra la guerra podremos ver algunos
cambios de gobierno en ciertas regiones del mundo que podrían tener un
efecto bumerang contra el gobierno de Bush, principalmente en los países
árabes...
-El catedrático y analista en geopolítica, James Petras, subrayó
que Estados Unidos prepara una serie de guerras agresivas en el globo con el
pretexto del antiterrorismo y las acciones preventivas. Indicó que la
gama de movimientos sociales y antiimperialistas crece con la esperanza de desnudar
y derrotar las verdaderas intenciones de Washington en el planeta, puntualizó.
El asalto a
la razón:Desafío a la humanidad.
Miguel Urbano Rodrigues.
(para Resumen Latinoamericano).
El presidente George Bush informó al mundo después del 11 de septiembre
que los EEUU en breve darían inicio a una guerra larga, diferente de
todas las anteriores.
Esta vez no mintió. El genocidio afgano fue el prólogo de una
tragedia moderna. Los misiles que explotaron sobre Bagdad en la madrugada del
20 de marzo le han dado continuidad. Serán recordados como instrumento
de una estrategia de poder demencial sin precedentes por la ambición
planetaria y el espíritu de barbarie.
Regresaba de México cuando, en La Habana, la noticia, esperada, me angustió.
Traía aún conmigo las imágenes y las emociones del combate
por la paz del pueblo mejicano. En la mayor ciudad del mundo había participado
de las manifestaciones contra la guerra del pueblo de Cuauhtémoc y Cárdenas.
Aquí, en Cuba, no me era posible acompañar como allí, por
inumerables canales de TV, la evolución de la crisis mundial. Pasé
la noche escuchando emisoras europeas que transmitían programas especiales
en onda corta. Me indignó el discurso arrogante de George Bush. Los nombres
contradictorios de los operativos genocidas -«Decapitación» y «Libertad
para Iraq»- tenían algo de humor negro que me hizo recordar el discurso
oficial de la Alemania nazi el 1ro. de septiembre de 1939 cuando las bombas
de la Luftwaffe comenzaron a destruir Varsovia. También entonces los
agresores -no lo he olvidado- intentaban justificar el crimen afirmando que
actuaban en defensa de un nuevo orden civilizatorio, prometiendo una era de
felicidad y bienestar para el pueblo alemán.
La historia, lo sabemos, nunca se repite de la misma manera. Pero la amenaza
a la humanidad, esa sí, es otra vez global, aunque el peligro, hoy, sea
infinitamente mayor, porque en este año 2003 la guerra iraquí,
por sus consecuencias a largo plazo, cuestiona la propia sobrevivencia del ser
humano.
Transcurridas más de cuatro décadas, un sistema de poder con raíces
en el irracionalismo opta también por la guerra para imponer un proyecto
monstruoso de dominación que aspira a la perpetuidad.
El portavoz del desafío a la humanidad no es ahora un líder mesiánico
trastocado. Quien aparece en el vértice del sistema de poder imperial,
desafiando, es un hombrecito agresivo pero ignorante, casi un analfabeto funcional,
que sostiene contar con el apoyo de Dios para la cruzada genocida.
El paralelo no debe ir más lejos. En el III Reich de Hitler, un régimen
ferozmente represivo elevaba el racismo al nivel de política de estado
y proclamaba la primacía de la fuerza sobre los derechos del hombre,
suprimiendo las libertades y ridiculizando la democracia.
En los EE UU las instituciones son todavía formalmente democráticas,
pero el sistema desarrolla ya una estrategia planetaria de contornos neofascistas,
pasando por encima del derecho internacional y la Organización de las
Naciones Unidas. Esa contradicción dificulta extraordinariamente la comprensión
extensiva del peligro que amenaza al planeta.
En Europa avanza la conciencia de que sus pueblos, o crean rápidamente
condiciones para la formación de un contrapoder, o el continente, del
Atlántico a los Urales, será rápidamente transformado en
protectorado. La Comunidad de los 15, gigante económico, es un enano
político. Sin embargo, la derrota infligida en el Consejo de Seguridad
a EEUU y su sumiso aliado, el Reino Unido (Aznar es un lacayo de tercera categoría)
alertó a centenares de millones de ciudadanos sobre una realidad que
no era tan transparente: el nuevo imperialismo no es invulnerable. La opción
por la guerra -más exactamente por una cadena ininterrumpida de guerras
llamadas «preventivas»- surge como consecuencia de una crisis estructural del
capitalismo. El sistema -como demuestran István Mészaros y Samir
Amin con discursos diferenciados pero convergentes- no encuentra ya soluciones
para los problemas que enfrenta. Ha entrado en un proceso irreversible de decadencia
y se aproxima al agotamiento en el ámbito de su propia lógica.
Para sobrevivir recurre por lo tanto a la violencia como instrumento de acción
permanente e imprescindible; la irracionalidad asume en él un papel primordial.
Por eso mismo la tragedia y la farsa aparecen en la política de escalada
tan íntimamente asociadas. Goebbels, el ministro de propaganda del Reich
nazi, no fue tan lejos en defensa del absurdo como los epígonos bushianos
de las guerras preventivas. En Washington, la apología de la irracionalidad
nos transporta a una ópera trágica. La captura o muerte de dos
hombres -el saudita Osama Bem Laden y el afgano Muhamad Omar- fue transformada
en objetivo prioritario de una guerra repugnante que devastó y recolonizó
Afganistán. La meta, sin embargo, no fue alcanzada y se desconoce el
paradero de ambos.
En el caso de Iraq, el presidente Bush no solamente hizo de Sadam Hussein y
sus hijos el tema de un ultimato como blanco del primer bombardeo de Bagdad.
Pero el operativo «Decapitación», concebido por la CIA, también
fracasó.
Las imagenes que nos llegan del bombardeo de Bagdad son apocalipticas. La tentativa
asesina de aniquilación de la gran megalopolis 85 millones de habitantes)
es una demostración practica de lo que saignifica para Washington «desarmar
Iraq».
En estos días de angustia, la resistencia de los pueblos, como sujetos
de la historia, fortalece la esperanza. El ejemplo de Francia apunta el camino
que debe ser seguido. Lo que ocurrió parecía imposible. La presión
firme del pueblo francés, en línea con su gran tradición
humanista, fue decisiva para que un gobierno de derecha, alineado con el neoliberalismo,
miembro del Club de los 7, superase la barrera del gran miedo universal. Las
contradicciones de intereses económicos mucho han contribuído,es
cierto,a la oposición frontal de París a la capitulación
que Washington exigía del Consejo de Seguridad. El apoyo a la actitud
francesa de aliados de ocasión tan diferentes como Alemania, Rusia y
China abrió paso a una situación inédita que cambió
la correlación de fuerzas, aislando primero a EEUU, para, en una segunda
fase, obligar Bush a montar la gran farsa de Azores, cuando el lobo se quitó
la máscara. El ultimato permitió al mundo contemplar el rostro
neofascista del sistema de poder planetario.
Ahora, cuando para «desarmar» a un estado que se había sometido a todas
las exigencias de las Naciones Unidas, una tempestad de metralla devasta Iraq,
las Fuerzas Armadas de los EE UU surgen ante el mundo a plena luz como cómplices
directos de una estrategia monstruosa. Por actos comparables los feld mariscales
de Hitler respondieron en Nurenberg (y fueron condenados a muerte) como co-responsables
de la práctica de crímenes contra la humanidad.
Bush es simplemente una pieza del engranaje. Pero se apresura a identificar
en las tropas a las que cabía la tarea de consumar el genocidio iraquí
una vanguardia de la civilización que cumple, con disciplina, una tarea
heroica.
No hay como negar que una mentalidad neofascista, por la misma naturaleza del
crimen, contamina más y mas, día a día, el cuerpo de oficiales
del ejército, de la Fuerza aérea y de la Marina de los EE UU.
En este contexto, la lucha contra la barbarie imperial se presenta como deber
colectivo a las generaciones del inicio del siglo, protagonistas y no simples
espectadoras, de una época simultáneamente trágica y maravillosa.
Parece improbable que un hombre primario como el presidente Bush tenga siquiera
la noción, aunque superficial, de que la ciudad ahora bombardeada por
sus misiles Tomahwac ha sido por largo tiempo el polo más brillante de
la cultura islámica durante el Califado Abássida. Probablemente
nunca haya oído siquiera hablar de Seleucia, la gran ciudad fundada en
el Tigris por los greco-macedonios (1). Y seguramente ignora que las ruinas
de Ctesifon, vecinas de Bagdad, transmiten la memoria eterna de los esplendores
de la Persia Sasánida que puso término a la expansión del
Imperio romano hacia el Oriente y sintetizó lo mejor de la herencia civilizatoria
de la Babilonia de Nabucodonosor y del helenismo, ofreciendo una contribución
fabulosa al progreso de la humanidad (2).
El aplastante poder desinformativo de un sistema mediático controlado
hegemónicamente por transnacionales al servicio del sistema de poder
responsable del crimen de lesa humanidad en desarrollo retrasa, y en muchos
países impide, la movilización de los pueblos contra esta guerra
abyecta. El solo hecho de que unos cuantos gobiernos, tanto en Europa como en
América Latina, Asia y Africa se doblen ante la exigencia de Washington
apoyando esta guerra con olor a petróleo, desconociendo el rechazo de
los respectivos pueblos a la escalada bélica, es definidor de la extrema
complejidad de la situación creada.
Incluso estadistas que participaron de campañas anticomunistas en la
época de la guerra fría reconocen hoy que la desaparición
de la Unión Soviética fue un desastre para la humanidad. Mientras
ella existió, EEUU, consciente del equilibrio de poderes existente, no
intentó desarrollar la estrategia de dominación universal generadora
de las agresiones y crímenes contra los cuales la humanidad se levanta.
Quizá nunca el discurso sobre la libertad y la democracia haya sido tan
perverso y farisaico como el que pronuncian hoy dirigentes como Bush, Blair
y Aznar cuando pisotean la democracia y la Carta de la ONU.
No son los pueblos estadounidense, británico y español los que
están cuestionados, como desde luego quedó claro en las manifestaciones
del 15 de febrero y en las posteriores. Ellos se sitúan en la primera
línea de combate al engranaje de terror que amenaza a la humanidad.
La marea de resistencia sube en todo el mundo, incluso en los EE UU. Los ejemplos
bellísimos del pueblo de Francia, del pueblo de Alemania, del pueblo
de Turquía, entre otros, son una exhortación a la lucha. Con su
firmeza confirman que es posible asumir la defensa de la humanidad en un momento
decisivo de la historia, que es posible y necesario resistir, incluso sin armas,
que un gran viraje está a nuestro alcance.
Es posible e indispensable derrotar el asalto a la razón, el proyecto
irracional del nuevo imperialismo estadounidense.
Una palabra de orden que incita al combate adquiere actualidad. La guerra de
genocidio contra Iraq justifica un punzante llamamiento internacionalista, humanista,
solidario: !Pueblos de todo el mundo, uníos contra la barbarie neofascista!.
(1) Seleucia del Tigris, fundada por el general macedonio Seleuco, uno de los
herederos de Alejandro, llegó a rebasar los 600 000 habitantes a comienzos
del siglo III de nuestra era. Era entonces, con Alejandría y Babilonia,
una de las mayores ciudades del mundo.
(2) Un enorme ejército romano, comandado por el emperador Valeriano (253-260),
fue aplastado en Edessa, por el ejército persa, dirigido por el emperador
Chapur. Sesenta mil legionarios se rindieron y murieron en cautiverio, tal como
Valeriano.
La Habana, 21 de marzo 2003.
Traducción de Marla Muñoz.
Palestina: Cuerpos
destrozados y leyes inquebrantables.
Laurie King-Irani.
The Electronic Intifada.
Las muertes de civiles en los territorios palestinos ocupados ya no son noticia.
Son pan de cada día -a centavo la docena. Por disparos, ataques de helicópteros
Apache, obstáculos para el acceso al cuidado médico, o con aplanadoras,
cientos de inocentes hombres, mujeres y niños palestinos han muerto a
manos del ejército de Israel o de colonos israelíes desde el comienzo
de la Segunda (Al-Aqsa) Intifada en septiembre de 2000.
Considerando la falta de cualesquiera esfuerzos internacionales concertados,
efectivos y oportunos para detener los cotidianos asesinatos, evidentes violaciones
del Derecho Humanitario Internacional (DHI), el coste en vidas de civiles sólo
puede seguir aumentando.
El fin de semana pasado, sin embargo, el asesinato de una civil por el ejército
de Israel en la Franja de Gaza ocupada, dominó los titulares en las noticias
internacionales, provocando pesar e indignación en todo el mundo.
En este caso la víctima fue una brillante, elocuente y valerosa activista
estadounidense de 23 años, Rachel Corrie, estudiante del Evergreen State
College en Olympia, Washington, que había estado actuando como observadora
del Movimiento Internacional de Solidaridad (ISM, en inglés) en Gaza
desde enero. Rachel, como miles de otros activistas de los derechos humanos
preocupados y comprometidos de EE.UU., Canadá, Europa, Australia y Japón,
abandonó la comodidad y la seguridad de su hogar para enfrentar los considerables
riesgos de controlar y disminuir un conflicto crecientemente letal y desmandado.
Rachel fue a Palestina ocupada para testimoniar e impedir las diarias infracciones
del derecho internacional por Israel. Al leer sus informes en el sitio web del
Movimiento Internacional de Solidaridad, se hace evidente que tenía agallas
y madurez superiores a su edad. Día tras día, ella y sus compañeros
confrontaron peligros, no cedieron, y jamás dudaron en su compromiso
con la protección de los derechos e incluso de las vidas de civiles palestinos
vulnerables.
El asesinato de Rachel el domingo pasado no fue la primera vez que sufrió
la hostilidad del ejército de Israel. A pesar de los constantes peligros
y de la repetida pesadilla de la amenaza por tanques y aplanadoras, que mencionó
en escalofriantes relatos en sus correos electrónicos a su madre, Rachel
nunca se acobardó o escapó.
Al ser una profesora a la que frecuentemente sus colegas le preguntan, "¿No
le da miedo al escribir y hablar tan abiertamente sobre los derechos palestinos?
¿No es insensato meterse con Ariel Sharon?", el coraje de Rachel me da una lección
de humildad, y me siento avergonzada por mis colegas estadounidenses que no
son capaces reunir la entereza necesaria para ponerse de pie en la relativa
seguridad de una sala de clases para decirle la verdad al poder. Evidentemente,
no otorgan Ph.D.s por coraje o integridad.
La valentía de Rachel no provenía sólo de su intelecto,
sino de algo más profundo: una convicción inconmovible de que
todos los seres humanos merecen libertad, seguridad y dignidad. Rachel creía
que el Derecho Internacional Humanitario debería ser defendido y respetado
en los territorios ocupados, escenario de un modelo bien documentado de abusos
de los derechos humanos durante casi 40 años. Una y otra vez Rachel,
como otros activistas del ISM, puso su cuerpo en el camino de los instrumentos
de una brutal ocupación militar para defender y proteger esos derechos
y a los que deberían ser amparados por ellos: los hombres, mujeres y
niños palestinos, que carecen todos hasta de la más básica
protección de una ciudadanía, ya que también carecen de
un estado.
¿De dónde sacó Rachel, que creció en una ciudad pacífica
e idílica del Estado de Washington, el coraje para enfrentar a tanques,
a los disparos de soldados coléricos y, en el último día
de su vida, a una aplanadora blindada Caterpillar D-9 suministrada por EE.UU.,
que se le acercó, amenazante, más de una vez, antes de atropellarla,
aplastando su cuerpo y dejándola mortalmente herida sobre el suelo arenoso
de Gaza? ¿Cómo esta joven mujer, que en sus fotos se ve tan delicada
y tímida, reunió el valor para desafiar a una máquina militar
masiva y bien financiada, con su megáfono en la mano, ordenando a una
descomunal aplanadora que abandonara y desistiera de su tarea de demoler ilegalmente
otra casa palestina más? ¿Quién le dio a Rachel esa autoridad,
ese sentido de que no sólo tenía el derecho, sino también
el deber, de decir "no" a las violaciones israelíes de los derechos humanos
palestinos? El espíritu y los textos del Derecho Humanitario Internacional
seguramente motivaron e inspiraron considerablemente a Rachel. Sus propias creencias
políticas y espirituales se reflejan en las emocionantes cartas que escribió
a su familia y a sus amigos, pero los derechos que estaba tratando de defender,
y las bases de su defensa, están claramente codificados en la Declaración
Universal de los Derechos Humanos y las Convenciones de Ginebra.
La Cuarta Convención de Ginebra establece claramente reglas para salvaguardar
la dignidad y la integridad física de las personas que viven bajo ocupación
militar, incluyendo a detenidos y prisioneros. Prohíbe todas las formas
de tortura y coerción física y mental, el castigo colectivo, y
las represalias contra personas o la propiedad protegidas. También prohíbe
la transferencia de partes de la población civil de la Potencia Ocupante
al territorio ocupado (como sucede con la política ya afianzada de asentamientos
de Israel), la transferencia forzada o la deportación de personas protegidas
del territorio ocupado, y la destrucción de la infraestructura pública
o de propiedad privada, con la excepción de cuando esa destrucción
se hace absolutamente necesaria por operaciones militares.
Aunque el Derecho Humanitario Internacional es violado a diario en todo el mundo,
tal como cuerpos de civiles aplastados por tanques y aplanadoras, su espíritu
y su visión siguen existiendo, y siguen siendo sorprendentemente inquebrantables
y convincentes. Tal vez porque sigue siendo tan necesario, o puede ser porque
sus directivas e implicaciones son tan inequívocas: Todos los que han
ratificado la Convención de Ginebra saben que tienen no sólo el
derecho, sino que, por cierto, el deber, de llevar ante la justifica a los que
violan el Derecho Humanitario Internacional, de asegurar la responsabilidad,
impedir la impunidad, y defender así por doquier los derechos de los
civiles.
Evidentemente, la tarea de respetar y defender el Derecho Humanitario Internacional
(DHI) la tienen los firmantes de las convenciones y de los tratados que comprenden
este cuerpo legal. En lenguaje legal, son conocidos como "Las Altas Partes Contrayentes".
Son estados-nación, no jóvenes mujeres que alzan megáfonos.
Es su deber, no el de estudiantes universitarias de Olympia, asistentes sociales
de Londres, contadores jubilados de Ann Arbor, o fotógrafos de Madison
y de Tokio, asegurar que Israel cumpla con el DHI, y así salvaguardar
los derechos y la integridad física de los civiles palestinos que viven
bajo una ocupación militar cada vez más dura y despiadada.
Durante los últimos cuatro años, se hicieron dos intentos de convocar
a reuniones de las Altas Partes Contrayentes de la Cuarta Convención
de Ginebra, con la intención expresa de impedir las violaciones israelíes
de las Convenciones, una en julio de 1999 y la más reciente en diciembre
de 2001. Además, la Asamblea General y el Consejo de Seguridad de la
ONU han llamado a Israel, en numerosas ocasiones, a respetar las Convenciones
de Ginebra en su trato de la gente y de las tierras que ocupa en Cisjordania
y en la Franja de Gaza. Fuera de algunos comunicados de prensa informativos,
de discursos elocuentes, y de una amplia documentación burocrática,
sin embargo, nada ha resultado de estos esfuerzos.
En una declaración oficial entregada a la Conferencia de las Altas Partes
Contrayentes de la Cuarta Convención de Ginebra el 5 de diciembre de
2001 en Ginebra, la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos
Humanos, de aquel entonces, Mary Robinson, subrayó que: "La protección
de la víctima debería ser la preocupación prioritaria de
la ONU y de sus agencias y programas. Sin embargo, el que no se resuelva el
problema fundamental de la ocupación -una ocupación que ha continuado
durante más de 34 años- junto con el hecho de que sucesivos gobiernos
israelíes no han cumplido con las provisiones de la Cuarta Convención
de Ginebra y las normas internacionales de derechos humanos, ha dejado a la
población de los territorios palestinos ocupados en una situación
de vulnerabilidad, careciendo de protección y expuestos a una amplia
gama de violaciones.
"Hay que asegurar la protección a la gente de los territorios ocupados
en estricto cumplimiento con la Cuarta Convención de Ginebra... El Artículo
1 de la Convención especifica el deber de las Altas Partes Contrayente
de 'respetar y asegurar el respeto de las provisiones de la Convención
en toda circunstancia'. Para cumplir con esta tarea, existen mecanismos legales
y diplomáticos bajo la Carta de las Naciones Unidas, además de
aquellos creados por la propia Convención.
"Quisiera reiterar mi llamado al establecimiento de una presencia internacional
de control en los territorios palestinos ocupados. Exhorto tanto a israelíes
como a palestinos a trabajar por el fin del ciclo mutualmente destructivo de
la violencia y a buscar un retorno a las negociaciones, cuyo objetivo debería
ser el logro de la paz mediante una solución justa y durable, conforme
a las normas fundamentales de los derechos humanos y del derecho humanitario.
En ausencia del respaldo de EE.UU., y de la aceptación israelí,
para las proposiciones de Robinson, la defensa y la protección de la
Cuarta Convención de Ginebra y de la Declaración Universal de
los Derechos Humanos ha caído sobre los frágiles hombros de jóvenes
mujeres como Rachel Corrie en la Franja de Gaza y en Cisjordania ocupadas por
Israel. Sin el respaldo, el apoyo, y la afiliación de las Altas Partes
Contrayentes a esa Convención, Rachel y otros observadores del ISM carecen
de los poderes y de la protección necesarios que poseen los ministros
de exteriores, los pacificadores de la ONU y los representantes diplomáticos
para emprender esa urgente tarea. Pero es gente valerosa como Rachel la que
mantiene vivo el espíritu del Derecho Humanitario Internacional, protegiendo
su vacilante llama durante tiempos tan tenebrosos como el nuestro.
Rachel Corrie murió por los pecados de todas las Altas Partes Contrayentes
de las Convenciones de Ginebra que no han cumplido con sus obligaciones legales
de proteger los derechos humanos e impedir la impunidad de los violadores confirmados
de los derechos. No debería recaer sobre los hombros de estudiantes de
Olympia, Washington, la rectificación de los desastres y tragedias que
los estados-nación ayudaron a crear y que tienen la obligación
de impedir.
El indomable coraje y la fuerza de voluntad que mostró Rachel al confrontar
no sólo a la aplanadora que la asesinó, sino las políticas
arraigadas en la impunidad que ésta representaba, son elogiables -más
bien, imponentes. Pero sin muestras similares de resolución y coraje
de Estados Unidos y de otras Altas Partes Contrayentes de las Convenciones de
Ginebra, más civiles palestinos, e, indudablemente, más observadores
del ISM, serán asesinados por el ejército de Israel en los días
y semanas por venir, ya que se espera que Ariel Sharon aprovechará al
máximo las ventajas que le ofrece una guerra de EE.UU. contra Irak, para
emprender más operaciones de limpieza étnica en Palestina ocupada.
Ante el rostro de la impunidad La última cara que Rachel vio, al mirar
al conductor en la cabina de la aplanadora que extinguió su tan breve
existencia, no fue la de Israel o del pueblo judío. No, fue la cara banal
y horrible de la impunidad, la cara del desdén total por el derecho internacional,
por la justicia, y la moralidad, una imagen del triunfo del poder sobre el derecho.
Una cara inhumana.
Irónicamente, el asesino de Rachel recibió un honor y un privilegio
que pocos de nosotros conoceremos en nuestras vidas. Pudo mirar directamente
a los ojos de una joven mujer humanitaria de extrema valentía, profundas
convicciones, y coraje desinteresado, una persona que, al verse confrontada
con la violencia y el odio, se negó a devolver el golpe para salvarse
ella o a aquellos a quienes había prometido proteger, sino que se basó,
en lugar de hacerlo, en la fuerza pura de su espíritu y de su firme creencia
en los sagrados principios del Derecho Humanitario Internacional. Vio la humanidad
en su mejor expresión. Ella fue una víctima de la humanidad en
su peor momento.
A Rachel no la lloran como a una víctima en Gaza, sino más bien,
la celebran y la honran como a una mártir, una shahida, lo que también
significa "testigo" en árabe. Aunque Rachel fue a Gaza como una testigo
en el sentido convencional, legal, de la palabra, y no tenía la idea
o el deseo de morir, ella, como todos los participantes del ISM, sabía
que morir o ser herida era una posibilidad concreta. Al dar su vida, sin embargo,
se convirtió en una testigo de verdades, principios e imperativos superiores,
de la misma manera como los que murieron durante el movimiento por los Derechos
Cívicos de EE.UU. en los años 60 dieron testimonio de su fe en
la lucha por el triunfo final de la justicia y la democracia.
El cuerpo de Rachel era frágil, no pudo nada contra la aplanadora blindada
Caterpillar suministrada por EE.UU.; ha sido quebrantado ahora, su vida extinguida.
Los objetivos y visiones por los que sacrificó su vida, sin embargo,
son tan fuertes y resistentes como su espíritu, y no son tan fáciles
de eliminar. Ojalá que la tragedia de su muerte, y la nobleza y el coraje
de su vida, inspiren a las Altas Partes Contrayentes de las Convenciones de
Ginebra a cumplir con su sagrado deber y que detengan la impunidad israelí.
19 de marzo de, 2003.
*Dr. Laurie King-Irani, uno de los cuatro fundadores de Electronic Intifada,
es Coordinadora Norteamericana de la Campaña Internacional por la Justicia
para las Víctimas de Sabra y Chatila (www.indictsharon.net). Enseña
antropología social en Victoria, British Columbia.
¿Posmoderna?.
Juan Gelman.
Caen las bombas sobre Irak y uno se pregunta qué clase de civilización
es ésta. ¿Realmente posmoderna? Bush hijo anunció que reescribirá
la historia del mundo y los que fabrican el pensamiento halcón ya están
prescribiendo los nuevos pasos. "Aunque Hussein se vaya, otras tiranías,
como las de Irán y Corea del Norte, seguirán amenazando la paz
del mundo", afirma Max Boot, del Consejo de Relaciones Exteriores de Nueva York.
"No requiere mucha imaginación pensar en otros escenarios que podrían
demandar una acción militar preventiva, por ejemplo, Pakistán",
aporta Thomas Donelly, del muy pro-Likud Instituto Empresarial Estadounidense.
Cabe reconocer que el británico Robert Cooper, gurú de Tony Blair
en materia de política exterior, es mucho más claro. "El mundo
posmoderno debe acostumbrarse a aplicar dos pesos y dos medidas", sostiene en
un texto recopilado en el volumen Reordering the World: the long-term implications
of September 11 que el Foreign Policy Centre de Londres publicó el año
pasado.
Y no se anda con chiquitas.
"Entre nosotros (el Norte que se considera el único Occidente, desde
luego) debemos actuar de acuerdo con las leyes y en el contexto de un sistema
de seguridad abierto y cooperativo. Pero cuando se trata de Estados anticuados
que están fuera del continente europeo posmoderno, debemos volver a utilizar
los métodos más duros de una época anterior: la fuerza,
el ataque preventivo, el engaño, todo lo necesario para tratar con quienes
siguen inmersos en el mundo de cada Estado para sí, propio del siglo
XIX", declara Mr. Cooper sin ambages. "La manera más lógica para
enfrentar el caos (el nuestro, el tercermundista, el de los países que
ahora llaman "fracasados", desde luego), y la que se empleó con más
frecuencia en el pasado, es la colonización... Se necesita una nueva
forma de imperialismo... un imperialismo cuya finalidad, como la de todo imperialismo,
es imponer el orden y la organización." No otra cosa proclamó
en el 2000, bastante antes de los atentados del 11/9, el "Proyecto para el nuevo
siglo estadounidense" (véase Página/12 del 3/10/02): que "el liderazgo
de EE.UU. es bueno tanto para EE.UU. como para el mundo", que sus fuerzas armadas
deben realizar "tareas policiales" en todo el planeta y que esto "exige el liderazgo
de EE.UU. más que el de las Naciones Unidas". Más claro, échele
sangre iraquí, mañana qué otra se verá.
¿A dónde fue a parar el viejo humanismo de Occidente" ¿O la deshumanidad
se origina en el centro mismo de la civilización occidental, como sospecha
George Steiner? ¿El pensamiento deshumano no estuvo presente acaso en el nacimiento
mismo de la modernidad? ¿Los teólogos españoles no discutían
si los indígenas de las Américas colonizadas y saqueadas tenían
alma o no la tenían? ¿Voltaire no aseguró que los negros están
más cerca del mono que del ser humano? Y como recuerda Carl Amery, ¿no
existió en el siglo XVIII un entomólogo danés llamado Johann
Christian Fabricius que "probó" la inferioridad de la raza negra porque
uno de sus parásitos, la pulga pediculus nigritarius, era menos desarrollada
?según él? que la padecida por la raza blanca, la pediculus humanus?
Nótese el racismo de la ilustrada Ilustración: las pulgas del
blanco son humanas, las otras no. La globalización posmoderna entraña
la vuelta al peor proyecto civilizatorio de Occidente, el que acentúa
el genocidio por hambre, el que fomenta el peor individualismo, el del ?sálvese
quien pueda?, el que empobrece espiritualmente, divide y fragmenta a la humanidad,
crea una temperatura inédita en la lucha por la supervivencia acelerando
el incremento de la pobreza, la indigencia, la desocupación, y ahora
impone nuevamente la guerra, las guerras que vendrán. Esta clase de globalización
pretende la gestión del mundo, destruye sin miramientos los recursos
naturales y es administrada por gobiernos que convierten a la democracia en
un cascarón hueco. El poder que globaliza considera que el planeta es
una gran empresa en la que sobran millones de empleados que hay que despedir.
Es una ilusión creer que vivimos el después de Auschwitz. Seguimos
en Auschwitz.
Para enfrentar el nuevo desorden mundial que la Casa Blanca y sus aliados empujan
tal vez no haya otro camino que insistir, es decir, resistir. Las manifestaciones
por la paz que tuvieron lugar en todo el mundo, esos millones de seres humanos
de diferente nacionalidad, religión, sexo, edad, color de piel, que ocuparon
y seguirán ocupando las calles del mundo para decir No a la guerra construyen
el comienzo de una defragmentación de la humanidad. La paz se ha convertido
en una causa de humanidad por primera vez en la historia. Es un momento de resistencia
contra, de resistencia negativa, pero puede preparar la materialización
de un núcleo utópico, un motor de futuro. ?No valdría la
pena mirar un mapamundi en el que no figurase la utopía, porque le faltaría
el único país donde la Humanidad se posa a diario?, dijo Oscar
Wilde. El siglo que pasó demuestra que ningún régimen,
por totalitario que fuere, logró impedir que por sus grietas y resquicios
respiraran los pulmones del sueño y el deseo.
El apoyo a los
musulmanes iraquíes.
Mufti: Shayj Ahmad Kutty.
(Respuesta del Mufti Shayj Ahmas Kutty a la consulta de un musulmán austríaco
que preguntaba lo siguiente: ¿Cómo puede un musulmán canadiense,
británico, americano y europeo ayudar a sus oprimidos hermanos musulmanes
en Iraq? ).
Querido interlocutor, gracias por ponerse en contacto con nosotros, rogamos
de todo corazón a Allah, nuestro Señor, que guíe a la humanidad
por el sendero recto y elimine la opresión de todos los pueblos oprimidos
de la tierra.
No solamente se supone que deben ser los musulmanes quienes apoyen a sus hermanos
iraquíes oprimidos así como a todos los pueblos sometidos en todo
el mundo, sino que toda la humanidad debería jugar un papel activo que
urge ponerlo en práctica para rechazar la injusticia, la opresión
y las atrocidades cometidas en cada rincón del mundo hoy en día.
Es la conciencia innata, el latido de un corazón pacífico cuyas
llamadas son desatendidas. Aquí y allí, hay millones de seres
amantes de la paz, musulmanes y no musulmanes, que han protagonizado manifestaciones
a favor de la paz, haciéndose ellos mismos ³escudos humanos² para impedir
la acción militar del agresor que es indiferente al sufrimiento humano
en Iraq, Palestina, Cachemira, Afganistán y muchos otros países.
Por tanto, cuando nosotros (musulmanes y no musulmanes) unimos nuestras manos,
cuando decimos un rotundo NO al agresor, cuando expresamos claramente hasta
que punto nuestras religiones condenan la agresión y hasta que punto
ellos violan de forma criminal los derechos humanos, entonces nuestras demandas,
nuestras llamadas y esfuerzos tendrán su fruto algún día.
Centrándonos más en el papel de los musulmanes en esta crisis,
hay que subrayar que uno de los principales deberes de los musulmanes es ayudar
a sus hermanos y hermanas musulmanes en todas las partes del mundo, darles los
medios necesarios para fortalecerlos, y ayudarles hasta que Allah le otorgue
la victoria sobre el enemigo agresor. An-Un¹man Ibn Bashir (que Allah esté
complacido con él) narró del Profeta (s.a.s.) quien dijo: ³Veis
como los musulmanes se muestran misericordiosos entre ellos, y se muestran amor
y delicadeza entre ellos, asemejándose a un cuerpo, de tal forma que,
si una parte de este cuerpo sufre entonces todo el cuerpo comparte su dolor
y su fiebre.² (Transmitido por Al-Bujari).
Sin duda alguna, los musulmanes pueden aliviar el sufrimiento de sus hermanos
musulmanes en Iraq a través del pago de su Zakat, de sus donaciones,
e incluso de su dinero obtenido ilícitamente purificándolo de
este modo. Allah el Todopoderoso dice, ³...Y todo aquello que gastéis
en el bien Él os lo devolverá. Pues Él es el Mejor de los
Proveedores.² .
Los musulmanes fuera de los Estados Unidos y Gran Bretaña deben boicotear
los productos de aquellos países que perpetran ataques contra el islam
y los musulmanes. Esto es lo menos que podemos hacer para disuadir al enemigo
y aliviar la difícil situación a la que hacen frente los musulmanes.
El Shayj Ahmad Kutty profesor del Instituto Islámico de Toronto, Ontario,
Canadá, afirma lo siguiente:.
³He aquí algunas de las cosas que podemos de forma realista llevar a
cabo:.
1) Debemos unir nuestras manos y voces con aquellos ciudadanos amantes de la
paz que se oponen a la guerra.
2) Debemos sacar a la luz la verdad y los hechos de la situación a través
de cualquiera de los medios de comunicación a nuestro alcance. Los medios
de comunicación, en general, sistemáticamente distorsionan y proyectan
una falsa imagen para vender la falsedad. Como musulmanes, debemos tomar la
iniciativa para movilizar nuestros recursos paraexpresar la verdad de forma
objetiva.
3) Debemos ayudar a todos los oprimidos contribuyendo con toda la ayuda humanitaria
que nos sea posible.
4) Debemos participar activamente en la política y asegurarnos de contactar
con nuestros representantes electorales para defender la verdad y la justicia.
5) Por último, y no lo menos importante, debemos pedir de todo corazón
a Allah el Todopoderoso que le de la victoria a los oprimidos. Debemos recitar
qunut an-nazilah, una especie de súplica especial recomendada en tiempos
de calamidades y tragedias. Normalmente, qunut an-nazilah se hace cuando estamos
incorporados después de haber hecho el ruku¹a del salat. Como musulmanes,
debemos cerrar filas y suplicar con nuestros corazones por los hermanos y hermanas
que están sufriendo terriblemente; es nuestro deber pedir a Allah que
les otorgue la victoria y el descanso. Qunut an-nazilah puede ser recitado tanto
individualmente como colectivamente. Si se hace colectivamente, es preferible
hacerlo durante el salat del Fayr, ŒIsha y el Yumu¹a.
Fuente: Islam Online.
Traducción: LamAlif.
Los musulmanes
se expiden.
LLAMAMIENTO AL YIHAD PARA RESPALDAR A IRAQ.
El Yihad es la movilización urgente, eficaz y comprometida de todas las
capacidades del Islam en favor de los inocentes y en contra de los criminales.
Ahora, es la obligación que pesa sobre todo musulmán y toda musulmana
de auxiliar a los irakíes y oponerse a los yanquis, poniendo en el asunto
sus fuerzas, su inteligencia y los medios de los que disponga. El Yihad, que
nace de la íntima convicción de que hay que oponerse de forma
activa a la mentira, la injusticia y el crimen es la poderosa arma del Islam
para la resistencia y la victoria sobre el mal. El Yihad se ha convertido en
un wây–ib, en una obligación, en una prescripción que afecta
a cada miembro de la Umma (ha pasado a ser, por la gravedad de la situación
actual, un fard Œáin, como lo son el Salât, el Zakât o el
ayuno en Ramadán).
Además de las grandes y numerosas desgracias que afectan al Islam, calamidades
a cuya cabeza está la ocupación sionista de Palestina, otra viene
a sumarse a las tragedias que viven los musulmanes, y es la agresión
imperialista contra el pueblo de Irak. Todas esas sumas hacen del Yihad una
necesidad ineludible.
Los Estados Unidos de Norteamérica han puesto al servicio de sus mezquinos
intereses una fuerza descomunal que han dirigido contra un pueblo indefenso,
y ello es suficiente para que todos seamos concientes de la urgencia de una
amplia movilización contra esa agresión cobarde. Desde el aire,
y por mar y tierra, un ejército inmenso ataca para desbastar una tierra
noble, para después ocuparla y saquearla como hacen los asesinos y ladrones,
a la vez que todo ello se ofrece como un espectáculo a la humanidad,
que la denigra en su totalidad.
El Yihad es obligatorio y urgente, y todos los musulmanes estamos comprometidos
a ello, cada uno según sus capacidades y utilizando los medios de los
que disponga. El carácter obligatorio de combatir a los criminales y
sus aliados está claramente expresado en el Corán y en la Sunna.
Con el Yihad respondemos a un imperativo que no nace simplemente de nosotros
mismos en tanto que seres humanos, sino que nos viene de lo más profundo
de la existencia. Realizar el Yihad en las condiciones actuales es lo que exige
la Verdad que está en la raíz de todas las cosas.
Allah nos dice en su Libro: ³Luchad por Allah combatiendo a los que os combatan.
No seáis vosotros los agresores. Allah no ama a los agresores². En este
noble versículo se nos dice claramente que debemos luchar contra los
que nos han declarado la guerra, que no tenemos derecho a dejarnos aplastar.
La agresión contra Irak es una guerra declarada a nuestros hermanos ³que
somos nosotros mismos². Ellos, los kuffâr, los yanquis, han venido a nuestras
casas para destruirlas, matar a nuestra gente y robarles. Allah, en el Corán,
nos dice ³luchad², que es una orden. No es un consejo, no es una recomendación,
no nos deja elegir. Luchar contra los agresores es una obligación, un
wây–ib inapelable, un fard Œáin que incumbe a cada musulmán
y musulmana en concreto. Y musulmanes son los que responden al imperativo de
Allah, son los que responden a lo que hace ser las cosas, por tanto, en el Yihad
está la vida, mientras que echarse atrás es humillación,
vileza y muerte...
Allah dice en su Libro: ³Vosotros, los que asentís y me abrís
vuestros corazones, no toméis como aliados a mis enemigos y vuestros
enemigos, no vayáis a su encuentro presentándoles vuestro amor².
En este versículo, Allah nos prohíbe categóricamente considerar
amigos o aliados a sus enemigos y a nuestros enemigos. Los que agreden a los
musulmanes son enemigos de Allah y enemigos de los musulmanes. Por tanto, los
yanquis son nuestros enemigos, los agresores que nos han atacada en nuestras
casas, y estamos en guerra con ellos. No es legítima ninguna alianza
con ellos, ni el Islam nos permite ninguna relación amistosa hasta que
no depongan las armas.
Allah también dice en el Corán: ³Que los musulmanes no hagan de
los kuffâr sus aliados al margen de otros musulmanes. Quien lo haga, nada
tiene que ver con Allah...². Según esto, ningún musulmán
está autorizado a prestar ayuda a los yanquis, al contrario, debe ponerse
inmediatamente del lado de sus hermanos irakíes contra los kuffâr,
es decir, contra los enemigos, los yanquis.
En su Sunna, Sidnâ Muhammad (s.a.s.) nos dice:.
³El musulmán es hermano del musulmán, y ni lo maltrata ni lo vende²,
es decir, Rasûlullâh (s.a.s.) nos prohíbe traicionar o abandonar
a su suerte a todo musulmán que se encuentre en apuros. ¿Qué mayor
apuro que el que está sufriendo desde hace muchos años todo el
pueblo irakí a causa de Estados Unidos, que es el mayor cáncer
del mundo? Obligación de todo musulmán es ayudar a los irakíes,
socorrerles en su lucha, defenderlos contra los agresores, luchar por ellos
en todos los frentes hasta derrotar tarde o temprano a sus enemigos, los enemigos
de toda la humanidad.
Sidnâ Muhammad (s.a.s.) también dijo: ³Ayuda a tu hermano musulmán,
ya sea un oprimido o un opresor², y se le preguntó al Profeta (s.a.s.):
³¿Cómo vamos a ayudar al opresor?², y respondió: ³Impidiéndole
ser opresor².
Es obligación de los musulmanes socorrer a los oprimidos, y luchar contra
los opresores, aunque sean musulmanes (y con ello se les hace un bien).
Según esto, es absolutamente obligatorio socorrer a los irakíes
en la agresión que están sufriendo a manos de los opresores yanquis,
utilizando en su favor y contra sus enemigos todos los medios posibles, empezando
con una ruptura total con los criminales, boicoteándolos, denunciándolos,
manifestándonos contra ellos, avergonzándoles ante el mundo, y
todo lo que los medios permitan.
Nuestros alfaquíes han dicho: ³El Yihad es la lucha contra los kuffâr
agresores cuando ocupen cualquier país del Islam, o lo pretenden y hacen
avanzar sus vanguardias. En ese caso, el Yihad es obligatorio para todo musulmán
con fuerzas para combatir. En esas condiciones, el Yihad es un fard ·in,
una obligación personal ineludible². Los alfaquíes añaden:
³Incluso la mujer está obligada a salir a luchar, aunque su marido se
oponga a ello, y hasta los hijos deben prescindir en ese caso de la autorización
de sus padres, y hasta el esclavo tiene la obligación de luchar abandonando
a su dueño². Puesto que los yanquis están decididos a ocupar Irak
y han puesto en marcha sus ejércitos y han lanzado contra el país
sus vanguardias, es obligación de todos los irakíes luchar contra
esa agresión. Esa guerra impuesta al pueblo irakí no puede ser
eludida por ningún miembro del pueblo.
Nuestros alfaquíes han dicho: ³Si el país musulmán invadido
no tiene capacidad para repeler por sí mismo la agresión de los
kuffâr, sus vecinos musulmanes están obligados a entrar en esa
lucha, y si juntos aún no son capaces, la obligación se traslada
a todos los musulmanes del mundo². Es evidente que los irakíes por sí
solos no pueden oponerse a la agresión yanqui si tenemos en cuenta el
poderoso ejército que los criminales y sus miserables aliados han puesto
en movimiento. Por tanto, es nuestra obligación participar en esa lucha
al lado de los inocentes hasta que Allah decida quién tenga que vencer.
Además, todas estas consideraciones denuncian el papel rastrero que están
jugando los Estados vecinos de Irak.
Por último, nuestros alfaquíes han dicho: ³Ayudar a los kuffâr
contra los musulmanes es kufr². En esto hay una terrible advertencia: ponernos
del lado de los yanquis nos excluiría del Islam.
En resumen, el musulmán que desee en su corazón que los yanquis
ocupen Irak, como quiera que justifique en sus adentros esa ocupación,
por aparentemente noble que sea el objetivo que crea que hay en esa ocupación,
es vil y miserable. Al contrario, hay que desear que triunfe el pueblo de Irak
y que los yanquis vuelvan a su país derrotados y humillados, y hacer
todo lo posible para que ello sea así. Y junto a ello, luchar contra
todas las tiranías, esforzarnos por liberar a los musulmanes de todas
las opresiones, ya sean los dictadores musulmanes o no lo sean.
Especialmente, los musulmanes debemos dirigir críticas severas a los
gobernadores musulmanes que intentan complacer a los yanquis y se justifican
detrás de las resoluciones de las Naciones Unidas para seguir siendo
perros al servicio de los yanquis y de los sionistas.
Por último, nos dirigimos a los Œulamâ de toda la Umma recordándole
sus obligaciones para con los musulmanes. No pueden ser tibios en estos momentos,
ni abstenerse de expresar y hacer público con un acento rotundo todo
lo que hemos dicho en este llamamiento, que forma parte de las enseñanzas
más básicas del Islam. Es obligación de los Œulamâ
animar a los musulmanes en el Yihad contra los yanquis. Allah dice en el Corán:
³La obligación de un trasmisor es la de comunicar², y los Œulamâ
son los que cumplen con esa función, que han heredado de Sidnâ
Muhammad (s.a.s.).
Al final de este llamamiento, pedimos a Allah que nos guía a todos, que
de fuerzas a los Œulamâ e ilumine a los gobernantes, que de la victoria
a los oprimidos y destruya a los asesinos y a sus aliados.
Musulmanes convocan
al Boicot como Yihad.
El boicot a los productos yanquis y sionistas es un arma en manos de los musulmanes
en su lucha contra el imperialismo. Preguntado sobre ello, el Sháij Yusuf
al-Qaradawi respondió:.
En cuanto al boicot a los productos fabricados por el Estado sionista, entra
dentro del capítulo de lo indiscutible. Está prohibida por el
Islam cualquier transacción comercial con ese Estado y toda transacción
comercial que lo favorezca de cualquiera manera. Este juicio deriva de una evidencia:
todos los israelíes son militares en constante situación de guerra
contra nosotros, han ocupado nuestra tierra, han pisoteado nuestras mezquitas,
han violado todo lo que estimamos, y siguen agrediéndonos constantemente.
Allah nos ha dicho en el Corán: ³Allah os ordena cortar relaciones con
los que os combaten porque seáis musulmanes, los que os han expulsado
de vuestras casas y los que se esfuerzan en expulsaros; Allah os prohíbe
considerarlos vuestros amigos. De entre vosotros, sólo los opresores
se alían a ellos². Es más, refiriéndose a ellos, Sidnâ
Muhammad (s.a.s.) nos ha dicho: ³Combatidlos con vuestras manos, con vuestros
bienes y con vuestras lenguas², y si ahora no estamos en disposición
de combatirlos con armas, tenemos en nuestras manos la herramienta del boicot.
Es obligación de los musulmanes boicotear los productos sionistas, y
luchar contra ellos con los medios de los que se disponga.
Otro tanto cabe decir de las demás naciones en guerra con los musulmanes,
como Serbia, los Estados Unidos o la India. A sus productos se les debe aplicar
la misma medida que a los fabricados en o por el Estado sionista.
En cuanto a los países que no están en guerra contra los musulmanes,
no hay inconveniente alguno en que se comercie con ellos y se consuman sus productos,
exportando o importando, pues el comercio de lo lícito es lícito.
Allah nos dice en el Corán: ³Allah no os prohíbe mantener relaciones
con los que no os combaten ni os expulsan de vuestras casas. Sed amables y justos
con ellos. Allah ama a los ecuánimes². En la Sunna hay testimonios de que
el Profeta (s.a.s.) no dudaba en comerciar con los kuffâr siempre que no
fueran combatientes contra el Islam