Mi nombre es Angel Porcu
Por Luis O. Saavedra
elidaluis@ciudad.com.ar
Quienes tienen alguna vinculación con la UOM de Villa Constitución, habrán
oído a sus dirigentes históricos, particularmente Alberto Picccinini, contar
cómo tres obreros de Acindar y un compañero despedido iniciaron, en 1970, la
formación de una agrupación. Por entonces clandestina, ya que eran tiempos de
dictadura. Con el tiempo, sería la Agrupación 7 de Setiembre, Lista Marrón,
luego transformada en dirección del Sindicato por prepotencia de Villazo,
encarcelada, perseguida y vuelta a ganar la conducción del gremio, hasta el día
de hoy.
Uno de esos tres pioneros era Angel Porcu, el Gringo, quien en los últimos
tiempos era trabajador de la cocina en una escuela de Capitán Bermúdez.
El miércoles 2, alrededor de las 18, falleció, después de una larga y dolorosa
enfermedad, con la que luchó con la misma tenacidad que luchó toda su vida
contra la injusticia. Fue velado en la Seccional Rosario de ATE, gremio en el
que militaba.
Esta semana hemos recibido un boletín electrónico, con material sobre el Gringo,
que reproduciremos parcialmente. Se llama
Mi nombre es Ángel Porcu
Por Ángel Porcu.
Y ya veremos en que circunstancias fue redactada esta humilde autobiografía
Nací en Villaputzu, provincia de Cagliari – Italia – el día 30 de septiembre de
1941. Mis padres: Pietro Porcu y Elvira Zucca.
En el año 1948, teniendo yo 7 años, emigré a la Argentina junto a mis padres y
hermanos (...) llegando allá el 13 de octubre de 1948. En Argentina, como mi
padre siempre se dedicó a las labores del campo, consiguió trabajo como
jornalero rural en una colonia agrícola de la provincia de Santa Fe. En esa
colonia agrícola estuvimos desde 1954-55 mas o menos.
(...) En el mes de agosto de 1961, ya próximo a cumplir 20 años, motivado por
mejores condiciones laborales y salariales, dejé el trabajo en la Compañía
Constructora y entré a trabajar en Acindar S.A. de la ciudad de Villa
Constitución.
Allí fui designado a la sección de Trefilación, donde aprendí el oficio y pasé a
ser oficial trefilador. Allí trabajé durante 14 años.(...) A fines de 1971, 10
años después de estar trabajando como trefilador en Acindar, fui elegido como
Delegado Gremial en representación de mi sección.
(...) En enero de 1973 fui designado como miembro de la Comisión Interna de
Acindar. (...)La lucha por la democratización de nuestro sindicato fue larga y
dura (...) Finalmente las elecciones gremiales se realizaron a fines de
noviembre de 1974. Nuestro Movimiento conocido bajo la sigla de la "Lista
Marrón" triunfó con el 64% de los votos y la burocracia sindical tuvo que
entregar el sindicato a la nueva Comisión Directiva cuyo Secretario General era
el compañero Alberto Piccinini.
(...) En este marco es que se llega a marzo de 1975.
(...) El sindicato fue tomado militarmente e intervenido nuevamente por la
burocracia sindical: la Comisión Directiva, Comisiones Internas, Delegados y
activistas fuimos detenidos, torturados y encarcelados. En total fuimos
detenidos unos 180 compañeros. No obstante estar detenidos los dirigentes
gremiales y los principales activistas, los 7000 metalúrgicos de inmediato se
organizaron y declararon la huelga en demanda de nuestra libertad y la
devolución del sindicato a la Comisión Directiva legítimamente constituida. Todo
el pueblo de Villa Constitución apoyaba la huelga y a nivel nacional se contaba
con la solidaridad de diversos sectores obreros, políticos y sociales.
(...)La huelga fue derrotada luego de 60 días de salvajes luchas: con un saldo
de unos 15 compañeros vilmente asesinados en las marchas o en las cámaras de
torturas. El Sindicato quedo intervenido, al reingresar los trabajadores a sus
labores mas de 1000 compañeros fueron despedidos y nosotros – los legítimos
dirigentes- quedamos presos a disposición del PEN en condiciones carcelarias
infrahumanas durante largos años. En el aspecto político nunca había participado
en ninguna actividad, era apolítico y no me interesaba ninguna fuerza política
en particular. Desde el momento en que fui elegido Delegado en cierto modo mi
vida y mi forma de ver y encarar los problemas sociales fue pasando por
distintas etapas y cambios.
(...) En estos marcos es que personalmente fui conociendo a diversos dirigentes
y militantes políticos, escuchaba sus exposiciones políticas, ideológicas, pero
siempre manteniendo una correspondiente distancia e independencia, pues mis
ideales eran dedicarme a la actividad gremial sin mezclarme con la política.
Estando ya detenido, a partir del 20 de marzo de 1975, en primer instancia
estuve 45 días en una cárcel de la ciudad de San Nicolás, luego fui trasladado a
la cárcel de Sierra Chica. Allí conviví con todos los demás presos políticos.
(...) Lo cual me llevo a interesarme más en las cuestiones políticas y terminé
por integrarme a una de las fuerzas revolucionarias: El Partido Revolucionario
de los Trabajadores (PRT).
(...) finalmente el 27 de diciembre de 1977 logré mi libertad y llegué a Italia
repatriado el día 28 de diciembre del mismo año.
Después de narrar sus años en Europa, Porcu sigue: la organización nos
proveyó de documentación falsa y al día siguiente tomamos un vuelo para México,
ciudad designada para radicar temporalmente hasta completar la segunda parte del
plan, que seria el ingreso clandestino a la Argentina. En el mes de setiembre de
1980 se dio un acontecimiento que indirectamente repercutió en nuestra
Organización: un comando integrado por internacionalistas revolucionarios
ajustició en Paraguay al ex dictador de Nicaragua, Anastasio Somoza.
Al día siguiente uno de los integrantes del comando fue muerto por las fuerzas
policiales paraguayas, quien resultó ser un ex compañero de nuestra
Organización, integrante del grupo de compañeros que se habían separado del
partido en 1979, e incorporado a la Revolución Sandinista. (...) El integrante
del comando que mataron en Paraguay fue reconocido como el Capitán Santiago
(...) El capitán Santiago había estado preso en 1971 en Argentina junto a otros
revolucionarios, entre ellos Silvia Hodgers.
Difundiendo sus fotografías y antecedentes en todos los periódicos, con el
correspondiente pedido de captura a través de INTERPOL de Silvia Hodgers, con
quien yo había formalizado pareja desde unos años antes y en esos momentos
llevábamos unos 3 o 4 meses viviendo juntos en México.
(En realidad los servicios cayeron en una confusión de personas, ya que
Silvia Hodgers y Hugo Irurzún, conocido como capitán Santiago, estaban entonces
en distintas fracciones del ex PRT. Posteriormente Porcu narra su captura y como
estando con los ojos vendados en la tortura, escuchaba voces con acento mexicano
y argentino. Firma esta nota en la que reclama su libertad, el 25 de agosto de
1987.
Llevaba entonces 5 años y 10 meses preso. Totalizó ocho años en la cárcel de
aquel país, volvió a Argentina, con una nueva compañera, mexicana, con la que
tuvo otra hija y trabajó, primero como albañil y luego en comedores escolares,
militando siempre en ATE).
Y desde Suiza nos llega esta despedida:
CARTA PARA ANGEL PORCU (el Gringo)
de Silvia Hodgers, compañera de militancia y de vida en los años de fuego
La esperada y temida noticia nos llegaron a la media noche de Europa. Hacia una
hora que te habías ido, querido Gringo.
Los años pasados desde aquella primavera de 1978, cuando te conocí; los miles de
kilómetros que separan Rosario de Ginebra y las circunstancias de vida tan
distintas de cada uno, perdieron cuerpo. Traté con mucha dificultad de imaginar
tu muerte, pero solo pude visualizar tu pelea larga y empecinada contra ella.
Peleaste siempre. La indignación frente a las desigualdades sociales te acompañó
desde aquellos primeros años, en que sin saber "como hacer", decidistes "hacer",
dedicar tu vida a combatir las injusticias.
Te veo Gringo, sonriendo, convencido a fondo que era posible un mundo diferente.
Veo tus manos, sólidas, infatigables en el trabajo y la militancia, tu humor
tierno e inteligente, la coherencia entre tus ideas y tu vida y por sobre todo
tu generosidad humana.
Tu hija Violeta, Antonio, con el corazón apretado, te dice conmigo: Hasta
siempre, querido Angel!!.
Ginebra, 5 de junio de 2004
Note: "Momentos de memoria", columna de opinión emitida el sábado 12 de junio
de 2004, en el programa "Hipótesis", LT8 Radio Rosario, Argentina.