Sin olvido para el genocidio Turco
Prof. Juan Carlos Sánchez
Hace exactamente 90 años, Turquía arrasaba con la Nación Armenia en un acto tan genocida, como la que realizaran Hitler, en la Alemania Nazi y nuestros genocidas, durante el Proceso de "Reorganización Nacional". Sin embargo, todavía sigue siendo soslayada por el pensamiento histórico en detrimento de su verdadera significación.
En un siglo XXI, tan volátil como febril, el Estado Turco confía en ingresar a la Unión Europea sin tener que reconocer la crueldad cometida contra los integrantes de una nación, cuyo único delito consistió en no ser de la misma etnia. Es, precisamente, esta cuestión la que nos debe llevar a insistir en la necesidad de la resignificación de la Historia del Siglo XX para que esta acción aberrante sea inscripta definitivamente en sus anales.
Poco se puede agregar a la consideración de esta masacre, la cual se produjo en medio de la Primera Guerra Mundial y que permitió, de alguna manera, la justificación de este accionar cuya condena solamente se circunscribe a quienes sostenemos la necesidad de la verdad histórica con respecto a los hechos del pasado.
Sin embargo, este olvido sigue siendo inducido por su aliado estratégico: el Imperio. Mientras se sustanciaba el juicio a los jerarcas nazis en Nurürbring; a la vez, se procuraba acallar la voz de los sobrevivientes que habían emigrado a América Latina y a otras partes del mundo, incluída la misma Europa.
Solamente compartir, con esas voces, la dramática experiencia sufrida por sus ancestros nos permitió saber y comprobar la realidad que se ocultó al mundo y que necesita de una reparación histórica en forma indubitable, porque solamente la verdad y la justicia permite cerrar las profundas heridas ocasionadas por este verdadero genocidio.
En este nuevo aniversario, es importante comenzar a construir la memoria para que este tipo de hechos NUNCA MÁS se repitan, para que los Estados y sus gobiernos, cualquiera sea su origen étnico e histórico, comiencen a tomar conciencia y procedan a evitar la consumación de hechos que constituyan la violación de los derechos fundamentales de las personas, como también reparar los errores cometidos en el pasado y evitarlos en el presente y en el futuro.
Armenia y Argentina están unidas precisamente por el genocidio, lo cual nos debe llevar a pensar en sus causas y en sus consecuencias, pero indudablemente también en la exigencia de memoria, verdad y justicia, largo anhelo de armenios y de argentinos con respecto al pasado oscuro que tuvieron que atravesar, gracias a mentes afiebradas por los mitos raciales o por la locura delirante en aras de sustentar un modelo antinacional.
Ni olvido ni perdón, es el emblema que debemos ensalzar en cada aniversario para renovar nuestro homenaje y para seguir exigiendo justicia para ese millón y medio de armenios caídos por la locura de la limpieza étnica.
Por eso, hoy más que nunca, 1.500.000 armenios presentes !
Ahora y siempre !!
Aunque el Imperio y sus secuaces pretendan hacernos ingresar en el océano del olvido...
Prof. Juan Carlos Sánchez
Cs. Jurídicas, Políticas y Sociales
(I. S. P. "Dr. Joaquín V. González")