Un relato de la noche de los lápices con el tono de un diario de época
Carta para ser quemada
Carlos Ventura está desaparecido desde 1977.
Antes escribió las dos partes de una carta que relata el secuestro de adolescentes
en La Plata que muchos años después recibió un nombre imborrable:
La Noche de los Lápices. Aquí se publica el texto, tomado del libro
Montoneros, la resistencia después del final, que escribió Marisa
Sadi y está próximo a aparecer.
La Plata, 7 de octubre de 1976
Queridos padres:
Tienen que disculparnos el tiempo transcurrido sin que les hayamos escrito, pero
la cosa aquí está bastante "pesada". Trataré de
contarles las cosas en "orden de aparición". Hace aproximadamente
tres semanas se llevaron del departamento donde estaba viviendo a la hija del
Dr. Falcone. Estaba cuidando a una tía que estuvo internada en el Instituto
del Tórax. Hasta el día de hoy no saben absolutamente nada. Han
realizado gestiones ante la curia y otros personajes, pero ninguno ha resultado
fructífero. Se imaginarán cómo están ellos. La hija,
me olvidaba decirles, tiene 16 años.
A las 26 hs. (sic) cayeron a la casa del "viejo" (Dr. Falcone). Como
no estaban, tiraron la puerta de entrada con un Torino y rapiñaron lo que
les resultó de su agrado. Esa misma madrugada fueron a la casa del hijo
y allí (como tampoco había nadie) rapiñaron más cosas,
algunas de valor.
Por supuesto que todos estos acontecimientos alteraron nuestro "ritmo de
vida". En el Instituto se comentó bastante y tras los primeros días
de asombro y congoja aparecieron las "conjeturas y versiones que tenían
la precisa", con toda la carga de maledicencia y estupidez, propias del ambiente
de mediocridad y chatura mental que allí se respira.
Bueno, y aquí viene la parte más "pesada" para nosotros.
Hace exactamente hoy ocho días, a eso de las trece horas, llegó
la patota (policía o Ejército, o qué sé yo de dónde
vienen) y se llevó a un muchacho empleado del Ministerio de Asuntos Agrarios,
que está al lado del Instituto. Eran cuatro automóviles, con más
de quince monos algunos de ellos encapuchados o con el rostro desfigurado con
pasamontañas, anteojos, etc. Le preguntaron a un viejito dónde estaba
el PAMI. El viejito, que iba para el Instituto, lo comentó en Atención
al Público, pero el boludo que lo atendió aconsejó no decir
nada para que la gente no se alarme.
A eso de las 17 hs. cayeron a la Delegación y pidieron hablar con el interventor.
Este pidió que se identificaran, porque se habían presentado como
amigos de él. Le contestaron que eran del Ejército. El interventor
llamó por teléfono al Comando Radioeléctrico y al Ejército.
Como los minutos transcurrían y no se hacían presentes, este infeliz
no tuvo mejor idea que rajar por los techos.
Los "puntos" cuando vieron que el tiempo pasaba y el interventor no
los recibía encararon directamente para su despacho encontrándose
con la novedad del raje. Bueno, allí fue cuando sacaron a relucir todo
el fierrerío y comenzaron las órdenes a los empleados. Nos habían
reunido en el patio del fondo y comenzaron a pedir documentos a cada uno. La gente
se los alcanzó a ver (un poco distorsionadamente en algunos casos). Yo
había tenido que volver a la oficina porque allí tenía la
campera con el documento. Cuando volví al patio ya la ronda había
terminado, por lo que a mí no me lo pidieron. Sí se lo pidieron
a Gladis y no pasó nada.
Nos ordenan en ese momento reintegrarnos a las oficinas, y comienzan a decirnos
los demás compañeros que habían visto en la lista el nombre
de Gladis con mi apellido, o sea no tenían el apellido de soltera.
Los tipos se fueron llevándose a un empleado de Nivel Central que había
sido comisionado junto con la Intervención a la Delegación en el
área de farmacia. Recién el sábado pasado lo largaron en
el camino a Magdalena. Por supuesto lo habían molido a palos. No sabemos
más nada porque no vino más a La Plata.
Por otra parte les cuento que al día siguiente del allanamiento a la Delegación,
cayó la Policía Federal a pedir datos sobre Gladis exclusivamente.
Un abogado se había hecho cargo de la Delegación. Por télex
pidió a Nivel Central los datos que pedía la Federal porque dijo
que de allí no iban a salir. Por supuesto que la teletipo contestó
los datos requeridos y a eso de las 12 hs. fueron a buscarlos.
Pese a estar en su poder la dirección de los padres de Gladis y ahora la
nuestra, todavía no habían ido a allanar. Así que obviamente
nos fuimos del departamento y ni siquiera los padres de Gladis tienen nuestra
dirección actual.
Les cuento que tuve que ver a los viejos de ella para intentar explicarles la
situación.
La tarea resultó bastante difícil, aunque menos dramática
de lo que suponía. En primera instancia querían que nos manejásemos
en la esfera legal, presentándonos a la policía a pedir explicaciones
de por qué la buscaban a la Flaca. Pese a que traté de explicarles
cuál es la realidad de la Argentina de hoy, con una guerra que paulatinamente
nos va involucrando a todos sin excepción, y que atento a ello, presentarnos
equivalía a un suicidio (en el mejor de los casos), tenían esperanzas
ese día en que todo se tratara de una confusión o que pronto pasaría,
y cada uno volvería a realizar su vida igual que antes. Hoy casualmente
estuvimos con ellos y han reflexionado un poco más y sólo nos aconsejaron
no volver al laburo y que nos vayamos de esta ciudad por un tiempo. Evidentemente
representa un avance importante.
Volviendo a lo que ocurrió en la Delegación, al día siguiente
del allanamiento apareció un energúmeno con toda una banda de Nivel
Central. El personaje de marras es un Teniente Coronel Rave, recientemente incorporado
al Instituto como asesor del interventor y que cada día toma más
injerencia en los más variados aspectos. Se mandó un discurso delante
de todo el personal, aludiendo a que tenían un grupo perfectamente identificado
y el que no estuviera de acuerdo que renunciara y se fuera a Cuba. Además
hizo referencia a que todo el problema a partir del allanamiento se había
manejado imprudentemente, alarmistamente, y se había menoscabado a la institución
policial y militar. ¿¿?? Allí el abogado se desmayó. Este personaje
lo miró y siguió hablando como si nada hubiese pasado, con el abogado
caído. Posteriormente tuvo una charla personal con él donde lo acusaba
de pertenecer al ERP y que debido a ello se había movido por el empleado
que se llevaron, y si mañana ese empleado aparecía muerto en un
charco, con los datos que él había puesto en la denuncia que presentó
ante la Policía Federal (descripciones, números de patentes, etc.)
comprobaban que era la policía, sería una barbaridad. Le preguntó
si no entendía que se estaba en guerra, a lo cual él mismo se contestaba
que claro, seguro que entendía pues era del ERP. También manifestó
y luego se confirmó por otras vías, que al interventor que se había
rajado por los techos Rave lo metió en cana. Conclusión, le exigió
al abogado que le tenía que entregar una lista con cinco nombres y sus
grados dentro de la estructura militar del ERP y su grado dentro del mismo, porque
si no lo iba a colocar bajo el fuero antisubversivo y además debía
renunciar. El abogado presentó la renuncia inmediatamente así que
a partir de ese día los ñatos éstos de Buenos Aires se han
instalado en la Delegación. Incluso el actual interventor anda con una
Itaka.
La otra parte del asunto es que la gente del laburo se ha comportado muy bien,
muy solidaria y gaucha. Ahora andamos atrás de los cheques. Hicimos un
poder para que el padre de Gladis trate de retirarlos. Además hace un ratito
hemos mandado los telegramas de renuncia porque nos han intimado a presentarnos
por ausencias injustificadas.
Cambiando un poco el tema les cuento que Marcelito está muy bien. El 21
de septiembre cumplió un año. Lo festejó en la guardería...
Gladis está bien, embarazo de por medio. A los chicos no los hemos visto
más... Estamos en la casa de unos amigos que se han portado maravillosamente
con nosotros. La otra vez que nos tuvimos que levantar (justamente cuando a Enrique
lo cesantearon) vinimos aquí y nos quedamos como 70 días. Esperemos
que esta vez no llegue ni siquiera a la mitad. Otra cosa que recuerdo ahora. Hace
unos días está saliendo en la parte de los clasificados que López
y Susana han comprado un almacén en el Dique... Esperemos que el nombre
del boliche los acompañe, es un buen tipo.
Bueno Enrique y Negra, deseamos que esta serie de hechos desgraciados pero previsibles
no los agobie más de lo que ya deben estar sin esta información.
Esperamos que nos escriban y que por lo menos del lado de Uds. la realidad sea
un poco siquiera mejor. Un beso y un abrazo grande de sus hijos y su nieto.
Por los nombres, datos, etc. que contiene esta carta les pido que la quemen (por
lo que pudiera). "Más vale prevenir que curar."
Carlos
P/D: Hoy salió en el diario que el Poder Ejecutivo prohibió la entrada
al país de la revista española Cambio 16.
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26 de enero de 1977
Hace dos o tres días que me pude reencontrar con esta carta. Como ven,
han pasado muchas cosas. Lo que ayer nomás nos parecía dramático
(abandonar la familia, la casa, el estudio, el trabajo), hoy nos parece tan pequeño.
Tantos compañeros se han ido físicamente que se nos hace más
duro todavía. Es como nos decía la Pety hace cinco o seis días.
"Es como si nos fuéramos quedando sin pasado." Todos con quienes
hemos compartido algo, hace cinco, siete o diez años, ya no están
con nosotros.
Quizá sea su ejemplo lo que nos da fuerzas para continuar. El ejemplo de
Luis tal vez sea uno de los que más sirva: lo queríamos por ser
un buen tipo, por ser el compañero de la Pety, porque sabíamos que
era un ejemplo de militante revolucionario, y también por cosas y sentimientos
tan subjetivos que no los podemos explicar racionalmente, sino simplemente sentirlos.
Circunstancialmente me encontré con la Pety... Estuvimos todo un día
juntos. La vimos dolorida pero fuerte, sufriente pero orgullosa de Luis, impotente
para remediarlo pero con fe en el triunfo...
Nosotros por suerte estamos VIVOS y relativamente bien. Gladis todavía
está embarazada, esperamos para el fin de semana.
No sabemos si nos han escrito porque prácticamente no tenemos contacto
con los padres de la flaca. De cualquier manera escriban, que aunque tarde nos
va a llegar...
...Un beso y un abrazo grande para nuestros queridos padres adoptivos.
¡¡Fuerza Enrique!! ¡¡Vamos Negra todavía!!