5 de diciembre de 2002
Entrevista a James Petras:
ALCA, Plan Colombia y dominación estadounidense en
América Latina
Fernando Arellano Ortiz
Quinceario Tintaji, Quito
James Petras es uno de los científicos sociales más reconocidos
de Estados Unidos. Profesor de ética política de la Universidad
de Binghamton en Nueva York, sus ensayos sobre economía política
son estudiados y tenidos en cuenta por los principales centros académicos
del mundo. Entrevistado en Quito por Tintají reflexionó sobre
lo que ha significado para los países latinoamericanos el proceso neoliberal
de apertura indiscriminada de los mercados y, advirtió al mismo tiempo,
sobre la nueva estrategia de Washington de ampliar su hegemonía continental.
- ¿La globalización económica en qué forma está
cambiando las condiciones políticas en América Latina?
- Los especuladores entran en los países y especulan contra su moneda
causando grandes pérdidas para los ahorristas, como ha ocurrido en la
Argentina, y eso causa una radicalización de los pueblos. Esta situación
genera grandes desplazamientos de comunidades campesinas, pero a la vez apropiación
de riqueza. Las medidas que acompañan este tipo de fenómenos como
las privatizaciones terminan por elevar los índices de desocupación
y es el caldo de cultivo para que irrumpan movimientos sociales poderosos, grupos
armados, sindicatos combativos y la convergencia de todos estos sectores civiles,
en algunos casos insurgentes, está ahora confrontando el proyecto hegemónico
de los Estados Unidos y creando las condiciones para establecer regímenes
autoritarios como sucede en Colombia con el presidente Álvaro Uribe y
su política de tierra arrasada.
- ¿Esa crispación social de la que usted habla puede terminar en confrontaciones
violentas?
- Lo que yo veo es que en poco tiempo va a ver transformaciones sociales, ya
tenemos muchas manifestaciones de rechazo mayoritario a las políticas
neoliberales, el caso de los 53 millones de personas que votaron en Brasil contra
Cardoso y en favor de Lula, a pesar de que este líder como figura política
es pequeño frente a las grandes demandas de esa nación. Pero esa
gran votación responde al clamor de las gentes por transformar el sistema
y no acomodarlo o suavizarlo. También está el caso del gran respaldo
electoral a Evo Morales el combatiente dirigente de los campesinos y trabajadores
en Bolivia, quien perdió las elecciones presidenciales por un reducido
margen de dos o tres por ciento. Tenemos las grandes movilizaciones indígenas
en Ecuador, así como las huelgas generales en Colombia que en medio de
la guerra civil sus organizaciones sociales están en pie de lucha y hay
muchos otros ejemplos. Incluso algunos conservadores últimamente empiezan
a poner distancia frente a las pretensiones imperialistas como el presidente
de México, Vicente Fox, que rechazó la pretensión de Bush
de declarar la guerra al Medio Oriente e hizo énfasis en la necesidad
de buscar una salida negociada, lo cual enfadó mucho al presidente norteamericano
porque consideraba que contaba con el peón mexicano en su gran plantación.
- ¿Cuáles han sido las consecuencias del neoliberalismo en América
Latina?
- El dominio hegemónico de los Estados Unidos y el neoliberalismo han
generado un gran retroceso económico. En los últimos diez años
en los países de América Latina se ha producido uno de los peores
periodos de crecimiento en toda la historia del siglo XX. Si comparamos las
estadísticas es un desastre lo que ha ocurrido y si analizamos lo que
ha pasado en la Argentina se puede observar que ese país ya lleva cinco
años soportando una gran depresión económica sin encontrar
salida. Y qué decir de Uruguay que es un país en bancarrota; Brasil
está sobreviviendo con un préstamo que fue otorgado antes de su
gran caída; Ecuador está encima de una bomba de tiempo; y Uribe
maneja una economía en la peor crisis de Colombia en cien años,
entonces el capitalismo no permite el avance de las fuerzas productivas.
- ¿Los Estados Unidos no estarán viendo en el ALCA una oportunidad para
mejorar sus condiciones de mercado ante una posible crisis económica
internacional a mediano o largo plazo?
- El ALCA es un proyecto neomercantilista, es una extensión del neoliberalismo
hacia una dominación política y no solamente económica,
porque no se trata únicamente de bajar las barreras arancelarias puesto
que muchos países ya lo hicieron, es también la continuidad de
las políticas de privatización, aunque en este momento tenemos
cuatro mil empresas privatizadas en América Latina. El ALCA no es más
que el traslado del centro de decisión a Miami, desde donde Estados Unidos
va a dictar las condiciones de comercio, de producción y de privatización
de los servicios públicos. Esta transferencia también significa
que los gobiernos de Latinoamérica no tienen función económica.
De esta manera el ALCA terminará copando las funciones estatales, consolidando
un poder político cuyo objetivo es la exclusión de Europa y Japón
como competidores de Estados Unidos, y los productores locales de América
Latina también serán marginados. El ALCA es una política
extremista porque acaba de un tajo con la soberanía de estas naciones,
al tiempo que busca proteger a más de cincuenta sectores de la economía
norteamericana que no son competitivos.
- ¿Cómo analiza usted la evolución del Plan Colombia?
- La situación colombiana va a llevar a más conflictos generalizados
y sin fin porque están muriendo civiles colombianos, soldados e insurgentes.
Mientras se siga derramando sangre colombiana, Estados Unidos va a continuar
involucrándose en el conflicto porque su meta es destruir a los antagonistas
de su proyecto en este país y no le importa el costo económico
porque ya la guerra ha desplazado millones de productores, ha creado un clima
tan conflictivo que ningún inversionista serio se atreve a ir a Colombia,
ha limitado todas las posibilidades de dirigir el presupuesto nacional hacia
la productividad. Estados Unidos interviene en Colombia para restablecer su
hegemonía, aprovechando no solamente sus recursos económicos sino
también adoptando un plan de conquista mediante la destrucción,
desechando las posibilidades de reconciliación y producción. Este
es un proyecto político-militar que camina independientemente del costo
económico para Colombia en todo sentido.