Mayo 14, 2025
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Conferencia de James Petras en Madrid (4/03/01)
James Petras
(Trascripci�n de Miguel �lvarez, Colectivo Garibaldi, CELSI)
Quiero dar las gracias a los organizadores de esta Conferencia,
y saludar las presentaciones anteriores, que iluminan una parte
importante de la situaci�n actual.
Hoy voy a hablar sobre el Imperio Americano en este periodo de transici�n, una transici�n que tiene
muchos matices. No es simplemente un cambio de un presidente por
otro, o de un partido por otro. Yo creo que hay otros cambios importantes
que est�n ocurriendo en este momento y que podr�an tener una enorme
influencia en el pr�ximo periodo.
Para empezar voy a enunciar de forma telegr�fica las claves [que
permiten] reflexionar sobre esta nueva coyuntura.
Primero, el fin de la burbuja especulativa -hablando de EEUU- con todas sus implicaciones.
Segundo, la profundizaci�n de la recesi�n, en su impacto, su profundidad
y su extensi�n.
Tercero, un cambio en la ideolog�a, o en la publicidad que
justifica el sistema: desde lo que llaman el populismo del mercado hacia un conservadurismo en el mundo de negocios.
[Indicar�] entre par�ntesis que el populismo de mercado era la ideolog�a
de que cualquier secretaria, funcionaria, etc... pod�a invertir
sus pocos ahorros en la econom�a de burbuja y terminar millonaria
para jubilarse con 35 a�os con su favorecido amante, e ir a Marbella
a disfrutar. Esto ya se acab�: los peque�os pensionistas y empleados
no llegan a nada porque pierden sus fortunas con el colapso de esta gran estafa, estimulada
por la prensa respetable The New York Times o su imitador en el Espa�a, El Pa�s.
Cuarto, no hay ning�n representante directo de Wall Street en el
gabinete actual de Bush. Han salido y est�n reemplazados por representantes
del gran capital industrial y extractivo (petr�leo, miner�a, energ�as,
etc...).
Quinto, hay continuidades y cambios en la pol�tica identitaria:
Bush aprendi� mucho de Clinton sobre la simbolog�a, y ahora hay
m�s mujeres y m�s negros en el gobierno, y m�s homogeneidad en la
pol�tica liberal; m�s caras hispanas, asi�ticas, m�s faldas, ...
y menos diferencia entre la pol�tica econ�mica y la pol�tica exterior,
menos preocupaci�n por una diversidad que podr�a tener v�nculos
con los movimientos sociales. (Clinton era el gran maestro de seducir
a los representantes de las organizaciones sociales, sin darles
nada m�s que tocar el saxo, ir a la iglesia para gritar Aleluya
y llorar con los pobres. Bush tal vez podr�a tocar la arm�nica
o rezar con voz de bajo en las iglesias negras, pero no va a entrar
de esa forma en la pol�tica de mistificaci�n.)
Sexto, la composici�n social del gabinete, es el retorno de los
aglosajones del Oeste del pa�s, reduci�ndose notablemente el porcentaje
de jud�os del Este en el gobierno: el anterior ten�a a Cohen, Rubin,
Berger, Albright, pero ahora son O'Neil, Rumsfeld y Powell. Esto
no creo que tenga ning�n significado en t�rminos del manejo de la
pol�tica mundial... quiz� ofrezca algunas posibilidades diferentes
en el tratamiento de Oriente Medio, tema que luego discutiremos.
S�ptimo y �ltimo punto, EEUU ahora, tal y como est�n articulando
su pol�tica exterior, no quiere ser la polic�a mundial de una forma indiscriminada. Quiere mejor dirigir intervenciones
estrat�gicas en regiones de alta prioridad econ�mica: va a declinar
la ret�rica humanitaria -que era la ideolog�a de intervenci�n indiscriminada-
y va a intervenir por razones abiertamente econ�micas en aquellos
lugares donde calcule que pueden verse afectados los intereses de
las grandes compa��as extractivas e industriales.
No hay tiempo de discutir en detalle las pol�ticas anteriores a
Bush, que generan el contexto actual para su actuaci�n. Pero simplemente
hago notar los puntos de la pol�tica de Clinton que afectan de forma
importante a lo que Bush puede hacer y la respuesta que debe elaborar.
Primero, Clinton hizo los recortes m�s dr�sticos en la historia
de EEUU sobre los gastos sociales. Excluy� a millones de mujeres
solteras de las compensaciones sociales, forz�ndolas a trabajar
en puestos muy mal pagados sin tener centros infantiles. A partir
de los recortes en bienestar social, el excedente del presupuesto
aument� a miles de millones, hechos directamente vinculados. Ahora
Bush quiere regalar este excedente a los grandes capitales con recortes
de impuestos. Se habla mucho del excedente presupuestario, pero
sin comentar de d�nde procede, y sin enfocar la discusi�n hacia
qui�n va a recibir la mayor parte de la tarta de los recortes impositivos:
el 1% de los m�s ricos recibe el 60% de los beneficios impositivos.
Segundo, Clinton desregulariz� el sector financiero para que el
capital pudiera entrar, subir, bajar, y adem�s lavar miles de millones
de d�lares sucios que vienen de ultramar. Sobre esto estoy haciendo
un estudio, revisando muchos documentos oficiales. Un dato: los
bancos m�s grandes y respetables: Citibank, Chase Maniatan
y Bank of America en conjunto lavan cada a�o 500 mil millones de d�lares
sucios que vienen de los bancos de las Bahamas, islas Caim�n, Gibraltar
y otros lugares para entrar en EEUU, o que directamente proceden
de reg�menes corruptos como Bongo de Gab�n, que lava en un a�o 130
millones de d�lares. Y obviamente cuando preguntamos a los gerentes
de los bancos norteamericanos: "�c�mo haces esos tratos?"
o "�qu� sabes de los or�genes del dinero?", [la respuesta
es] "En la ficha tienen como depositario al 'oficial de gobierno'",
y ante la pregunta "�y no te parece sospechoso que un oficial
de gobierno ingrese 130 millones de d�lares?", me respond�an:
"�Qu� se yo!, ser� un error".
Esta desregulaci�n y este tratamiento criminal financian en gran
parte el enorme d�ficit externo en las cuentas de comercio de EEUU.
No es un simple problema de moralidad. Es un problema estructural.
Por eso, a pesar de tantas leyes y tantas posturas morales que adoptan
contra la corrupci�n, son los bancos norteamericanos quienes est�n
lavando dinero con ambas manos. Esto indica que, aparte de toda
la ret�rica sobre la revoluci�n inform�tica, much�simo m�s importante
es el dinero sucio para estimular la econom�a norteamericana que
todos los Bill Gates, Microsofts, y dem�s..., esa revoluci�n
cient�fica de la que tanto hablan los acad�micos de la seudo-izquierda.
Clinton juega un papel muy importante en este proceso de sobrevaloraci�n
de la revoluci�n inform�tica, estimulando la burbuja especulativa
que no generaba ningunos ingresos -no ya ganancias-: empresas fantasmas
que prometen duplicar las inversiones en un a�o. Y, como todos los
fraudes financieros, duran un tiempo, y los primeros que entraron
se beneficiaron, pero los que llegan tarde, que son siempre los
peque�os inversores, terminan con las manos vac�as. (Tengo un sobrino
que ten�a opciones para dos a�os de un empresa inform�tica para
la que trabajaba. Val�a 195 d�lares cada acci�n, que ahora se venden
por 4 d�lares y 50 centavos. La famosa revoluci�n inform�tica pronto
convertir� sus acciones en papel higi�nico.) Manuel Castells, famoso
soci�logo espa�ol, colaborador de Felipe Gonz�lez, habla tambi�n
de la nueva edad inform�tica, "donde la informaci�n sustituye
al capital".
Clinton di� grandes pasos para permitir la penetraci�n de la pol�tica
liberal en todas partes. �l abri� los mercados y no s�lo a empresas
estadounidenses: uno de sus principales acompa�antes en Am�rica
Latina era Espa�a, cuyas grandes acumulaciones de capital durante
el periodo del PSOE (Telef�nica, Uni�n Fenosa, ...) entran ahora
a sacar gran tajada del mercado liberalizado por EEUU. Sin embargo,
hay una falta de planes de futuro, pues est�n empobreciendo entre
Europa y Norte Am�rica al conjunto de pa�ses sudamericanos, y adem�s
la absorci�n de dinero y recursos al exterior debilita la capacidad
de los pa�ses para salir de su propia crisis, que precisamente fue
generada por su apertura.
Ahora bien, esta pol�tica de Clinton ten�a su contrapartida en la
militarizaci�n de su pol�tica exterior. Si uno mira "con poca
memoria" -y los medios de comunicaci�n favorecen que se enfoque
sobre cada incidente, en vez de con perspectiva hist�rica- hoy es
Iraq, ma�ana Colombia, despu�s los Balcanes, pero el cuadro en su
conjunto da una muestra de que usar el t�rmino de militarizaci�n
no es hablar de forma ret�rica, si no que es una expresi�n con base
emp�rica. Primero tenemos la primera guerra nuclear de baja intensidad.
Como los compa�eros del CSCA han mostrado, el uso de armas radioactivas
[de uranio empobrecido] en las guerras se ha normalizado. Es una
forma precisa de guerra nuclear, usando la radioactividad como medio
para aplastar al enemigo. Desde Hiroshima entramos en las guerras
nucleares locales. Despu�s, ya con Clinton empiezan las guerras
ofensivas en Europa y tambi�n la guerra prolongada en Oriente Medio
(30.000 acciones �ereas sobre Iraq durante su presidencia), extensi�n
de la OTAN hacia los l�mites con Rusia y reclutamiento de los pa�ses
ex-sovi�ticos como cipayos o lo que llaman "asociados de la
OTAN" los acad�micos brillantes que siempre est�n hay para
crear nuevos eufemismos... asociados que est�n ahora bien entrenados,
con manuales norteamericanos, para la obediencia. Tercero, se multiplican
las bases militares en Am�rica Latina (Ecuador, Per�, El Salvador,
Aruba). Tumbaron a Fujimori y a Montesinos porque andaban con negocios
de venta de armas clandestinas a las Fuerzas Armadas Revolucionarias
de Colombia (FARC), pero toleran todo tipo de asesinatos, narcotr�fico,
terrorismo, corrupci�n... hasta que Montesinos se mete, como Noriega,
a hacer su propio negocio de armas. Y ahora con el nuevo y respetable
presidente [colombiano] tienen sus agentes militares, sus mercenarios
y la aprobaci�n con democr�ticas ovaciones del ""Plan
Colombia"". En Palestina, Clinton estaba dentro del propio
gobierno de Israel: el gran estafador de los bancos inversionistas,
Marc Rich , un jud�o belga que tiene invertidos en fundaciones israel�es
200 millones de d�lares e hizo servicio con el Mosad (servicios
secreto de Israel), que renunci� a su ciudadan�a norteamericana
para vivir en Suiza y comprar la espa�ola, consigue su indulto con
el apoyo de Barak y la ayuda del rey de Espa�a. Clinton ha mantenido
una pol�tica de apoyo incondicional a Israel en la represi�n de
los palestinos y, m�s a�n, ha apoyado la pol�tica de [establecimiento]
de bantustanes o peque�os enclaves autogobernados en los
Territorios [de Gaza y Cisjordania] por la Autoridad Palestina.
En pocas palabras, podemos decir que Clinton extendi� la influencia
pol�tica y militar de EEUU pero sobre d�biles fundamentos de la
estructura econ�mica: una expansi�n de la econom�a de papel sobre
la econom�a productiva, flujos externos y d�ficits enormes en las
cuentas externas, mercados externos fuertes y una falta de ahorro
interno. La capacidad de EEUU para intervenir, para corregir los
excesos, queda as� muy debilitada y, con ello, la econom�a real
para favorecer la especulativa de Wall Street. Y asociado a ello,
se da una sobre-extensi�n del Imperio, debilitando su capacidad
de intervenir en lugares estrat�gicos -EEEUU interviene en Somalia,
Albania, Kosovo, Afganist�n, ...- deterior�ndose adem�s los lazos
con los reg�menes conservadores �rabes y las relaciones con los
mercados de Am�rica Latina -admitiendo la presencia de Espa�a en
algunos de los enclaves m�s lucrativos.
El desaf�o de Bush, entonces, es c�mo continuar la pol�tica neoliberal
de Clinton, con los recortes presupuestarios, la pol�tica de privatizaci�n.
En este sentido, Bush propone extender la privatizaci�n de la educaci�n
a partir de programas de [palabra desconocida], es decir, dar dinero
a los padres para que ellos escojan entre la escuela privada o la
p�blica para sus hijos. Bus propone tambi�n aumentar el papel de
las organizaciones religiosas para subvencionar la miseria y la
pobreza, volviendo a la caridad eclesi�stica del siglo XVII, concedi�ndose
menos importancia al conjunto de problemas de las minor�as. Utilizar
el exceso de presupuesto para concentrar el ingreso arriba:
tenemos en EEUU las desigualdades m�s grandes de todos los pa�ses
industrializados y semiindustrializados. Cuando ve�is a los pol�ticos
sonrientes con el dedo �ndice extendido para indicar que son el
Number One, sabed que est�n hablando de el n�mero uno en deficiencias de
sistema sanitario en todo el mundo.
El primer cambio de Bush respecto a Clinton ser� el fortalecimiento
de la pol�tica imperial de EEUU, seleccionado objetivos estrat�gicos
y actuando unilateralmente, sin tomar en cuenta a sus aliados. Y
[responsables de la nueva Administraci�n] ya han indicado cu�les
van a ser la caracter�sticas [de este nuevo enfoque exterior]. EEUU
va a dar prioridad a Am�rica Latina, principalmente a M�jico (que
Bush ya visit� calzado con botas de cowboy), Brasil, Argentina,
Colombia y Venezuela. EEUU va a dar menos importancia a las regiones
marginales, a los matones albaneses del ELK, ya que realmente no
les interesa Kosovo, y adem�s [aqu�llos] est�n creando problemas
con otros clientes, como Macedonia o al nuevo cipayo de Serbia [el presidente Kosturika] (poco a poco van a desvelar
que los albaneses son terroristas y mostrar a los miles de serbios
que viven en la extrema pobreza: para EEUU ya pas� la �poca de los
albaneses y es la hora de abrirse a las penas de los serbios). EEUU
va a cerrar algunos bases militares y aumentar el presupuesto de
guerra tecnol�gica con misiles intercontinentales unilateralmente.
Tambi�n va a cambiar la relaci�n con Europa: EEUU seguir� ejerciendo
el mando a trav�s de la OTAN, pero Washington quiere descentralizar
las intervenciones militares, es decir, que los ej�rcitos europeos
lleven a cabo las tareas de intervenci�n bajo las �rdenes de la
OTAN. Cuentan para ello con Tony Blair y su discurso de que es posible
combinar la Alianza con la iniciativa militar europea de despliegue
r�pido... siempre que la direcci�n sea estadounidense. EEUU va actuar
como poder absolutista, rechazando pactos sobre [el desarrollo del
sistema] antimisiles [Guerra de las Galaxias] con Rusia o acuerdos
medioambientales (Protocolo de Kyoto) con Europa. En suma, EEUU
va a relanzar la Guerra Fr�a con Rusia, China y Corea del Norte.
Ahora bien, el problema de Bush (y �l mismo as� lo reconoce) es
que estamos entrando en una recesi�n, cada d�a, cada semana m�s
profunda. Se agota la burbuja especulativa de Clinton y esto tiene
implicaciones sobre la capacidad y el alcance de la pol�tica exterior.
El paro crece, y frente a las bancarrotas econ�micas que se multiplican
s�lo tiene un instrumento: bajar las tasas de inter�s y los impuestos,
siempre con la teor�a de que cuanto m�s concentramos la riqueza
arriba, m�s posibilidades tenemos de estimular la inversi�n. Pero,
�c�mo van a invertir [las empresas] cuando el mercado cada vez es
m�s peque�o? Y, sobre todo, cuando los instrumentos keynesianos
ya no existen y est�n prohibidos por los par�metros no s�lo de la
ideolog�a neoliberal sino por los propios intereses econ�micos que
maneja la pol�tica econ�mica.
En otras palabras: �cu�l es la alternativa de Bush? No puede mirar
hacia atr�s e intentar un Estado intervencionista para estimular
la econom�a. Est� realizando una intensificaci�n de la campa�a de
desregularizaci�n de la econom�a y la primera v�ctima es el medioambiente,
con la ins�lita extensi�n de la explotaci�n de petr�leo a los lugares,
hasta ahora v�rgenes, del norte de Alaska (el encuentro con Fox
en M�jico tuvo como principal objetivo abrir el sector p�blico petrolero
mejicano a la penetraci�n norteamericana).
La pol�tica externa se resumir� en la extensi�n del libre comercio
a toda Am�rica Latina a fin de consolidar este mercado frente a
la competencia europea y principalmente de Espa�a y Alemania, que
tienen ya demasiado espacio. Esta es una gran prioridad, tanto en
el campo manufacturero como en el petr�leo.
La segunda prioridad en pol�tica exterior es consolidar las relaciones
econ�micas que EEUU tiene en Europa y en los pa�ses �rabes respecto
al comercio de petr�leo.
La tercera prioridad es lanzar el "Plan Colombia" en el
tri�ngulo estrat�gico de Am�rica Latina de Ecuador, Venezuela y
Colombia.[Estos tres pa�ses] producen petr�leo, y el �rea es por
ello muy importante geopol�ticamente como fuente de reserva energ�tica
alternativa frente a la inestabilidad de Oriente Medio. El "Plan
Colombia" cuenta ya con 500 oficiales ya activos, 200 mercenarios
manejando helic�pteros ya en combate, que son ex-oficiales de las
fuerzas especiales que ahora trabajan para empresas privadas. Y
es que de hecho, el "Plan Colombia" supone la privatizaci�n
de la guerra, lo cual tiene sus ventajas. Para empezar un mercenario
extranjero muerto no cuenta igual que los soldados de las tropas
oficiales norteamericanas.
En Venezuela EEUU utiliza sectores reaccionarios de la iglesia y
el mundo empresarial para estimular la oposici�n militar contra
Ch�vez. No hay duda de que en la pol�tica de Bush est� ya decidida
una guerra prolongada y oculta destinada a deponer a Ch�vez. Algunos
sectores del gobierno norteamericano querr�an hacer un enfrentamiento
precipitado y abierto contra Ch�vez, pero el nuevo subsecretario
de Exteriores -antiguo embajador de Venezuela- ha recomendado trabajar
de forma paulatina, ganando posiciones, acumulando fuerzas y estimulando
distensiones, para derrocarlo "cuando las condiciones pol�ticas
sean m�s favorables", es decir, "cuando podamos movilizar
sectores sociales desencantados con la lentitud del r�gimen venezolano
para realizar su programa social". Ecuador ya tiene bases militares
norteamericanas, y una gran financiaci�n pendiente, con una econom�a
completamente dolarizada (dicen algunos indiscretos que el
presidente [ecuatoriano] tiene un tatuaje con el signo del d�lar
sobre una nalga, para recordar a su esposa qui�n es su primer due�o:
Washington).
Pero la amenaza de Colombia no es, en primera instancia econ�mica,
aunque en el pa�s s� haya petr�leo (la petrolera BP tiene
importantes explotaciones) y pueda potencialmente producir tanto
crudo como Venezuela: el problema es que en Colombia est� el m�s
grande desaf�o al neoliberalismo en toda Am�rica Latina y el Tercer
Mundo, las FARC. Las FARC representan actualmente a la mitad del
pa�s en lucha. Influye en el 50% de los municipios, con 20.000 soldados
revolucionarios, pero lo m�s importante es que estos peces armados nadan en un mar de millones de campesinos descontentos que
les apoyan. La prensa burguesa reitera que los pobres campesinos
est�n entre el fuego cruzado de paramilitares y guerrilleros. Esto
es falso. �C�mo se puede construir de 14 personas en 1964 un ej�rcito
de 20.000 personas armadas en 2000? Son los hijos e hijas de los
campesinos en un 70% (seg�n me comunicaron las propias FARC). Eso
significa un desaf�o, porque Washington no puede tolerar ning�n
ejemplo de lucha exitosa prolongada que muestra a toda Am�rica Latina
que "s�, se puede crecer, se puede ganar, se puede acumular
fuerzas, nosotros lo hicimos". Y esto es intolerable. Ni en
un pa�s tan pobre como Hait�, cuando el reformista Ar�stide gan�
las �ltimas elecciones con un 90% de votos, EEUU le reconoci� como
presidente porque, como expl�citamente se explic� entonces, aqu�l
no quer�a privatizar la poca industria p�blica que le queda al pa�s.
Esta obsesi�n por no permitir ni el m�s m�nimo ejemplo, muestra
cuan grande es el problema que se plantea en Colombia, un pa�s de
40 millones de habitantes, con gran extensi�n y fronterizo con Brasil,
Ecuador, Per� y Venezuela.
El objetivo es, ciertamente, destruir la guerrilla, pero aceptando
las negociaciones de paz como t�ctica. Ahora el presidente Pastrana
al abrazar a los l�deres guerrilleros gana tiempo mientras prepara
batallones que asedian el territorio desmilitarizado para un posterior
enfrentamiento de gran magnitud que, tarde o temprano, ha de desencadenar.
Pero en �sta guerra las dos partes est�n casi igualadas. Pol�ticamente
las FARC tienen m�s fuerza que un desprestigiado gobierno que tiene
un apoyo del 20% del electorado. En las ciudades todos los afectados
por el neoliberalismo organizan numerosas huelgas generales; las
marchas siguen a pesar de las masacres, �qu� valent�a frente a los
asesinos del gobierno! Incluso el Departamento de Estado dice que
el ej�rcito colombiano est� implicado hasta el cuello con los paramilitares.
El gobierno EEUU tiene una doble moral, por un lado denuncia los
ataques paramilitares ante la prensa internacional pero por otra
parte los financia y ampara.
En Venezuela EEUU mantiene una lucha para aislar a la FARC, su enemigo
estrat�gico. Quiere primeramente presionar a Ch�vez para que corte
sus relaciones con la guerrilla y cerrar sus fronteras. Pero tambi�n
quiere debilitar su postura nacionalista. Cuando Ch�vez viaja a
Iraq est� abriendo un camino para que todos los dem�s pa�ses petroleros
recuperen sus relaciones con Bagdad, en lo que es una gran derrota
diplom�tica de uno de los ejes de la pol�tica estadounidense en
Oriente Medio -m�s all� de las limitaciones internas pol�ticas de
Ch�vez-, junto con el hecho de que Venezuela encabece la OPEP e
impulse una nueva pol�tica petrolera. EEUU est� preparando la guerra
propagand�stica: los medios no hablan del presidente elegido de
Venezuela, si no del "r�gimen del ex-golpista"; tratan
la pobreza como si fuera una creaci�n de Ch�vez, y no la herencia
de los gobiernos anteriores o la consecuencia del imperialismo:
es la pol�tica de atrici�n, es decir, de debilitamiento y desgaste
primero para provocar despu�s una crisis de gobierno y forzar el
cambio, en vez de la confrontaci�n militar.
En Ecuador hay poderosos movimientos populares que asediaron Quito
hace pocas semanas y forzaron al gobierno a retroceder sobre ciertas
medidas liberales. Ind�genas y campesinos organizados bajaron de
la monta�a y cortaron las principales carreteras del pa�s, tomando
numerosas ciudades del interior. Mientras tanto, el Frente Patri�tico
-que unifica a la izquierda urbana- convoc� a una huelga general
conjunta que paraliz� el transporte y otros sectores. Temporalmente
se lleg� al acuerdo de retirar las fuerzas hasta la aplicaci�n de
diez demandas b�sicas. Frente a ello, Washington quiere controlar,
a partir de la pol�tica econ�mica, de la dolarizaci�n de la econom�a,
con el apoyo de sus bases militares en dl pa�s, el movimiento ind�gena,
aisl�ndolo y caracteriz�ndolo como un simple movimiento indigenista
para poder debilitarlo y preparar el asalto directo: hay sectores
empresariales de Ecuador, muy vinculados a EEUU, que presionaban
por una masacre generalizada, para que el gobierno usase las armas
contra las marchas. El enfrentamiento se est� preparando, por tanto.
Pero lo m�s importante de toda esta pol�tica, lo que m�s interesa
a Bush en este momento -m�s all� del "Plan Colombia"-
es la pol�tica del libre comercio, esto es, extender el neoliberalismo
en Am�rica Latina con el apoyo de todos los gobiernos. El problema
es que mientras la recesi�n econ�mica siga afectando a EEUU, Washington
no puede bajar sus barreras: se va a liberalizar el comercio hacia
Am�rica Latina sin la reciprocidad l�gica; las cuotas [arancelarias]
se van a bajar pero solo en una direcci�n, de forma unilateral (es
m�s, probablemente vayan a incrementarse las cuotas sobre el acero
brasile�o, se vaya a limitar la importaci�n de textiles colombianos,
etc... realiz�ndose concesiones menores. EEUU quiere seguir extendiendo
la dolarizaci�n para crear un bloque efectivo contra su competidor
en Latinoam�rica, la Uni�n Europea.
Mientras tanto, EEUU va a profundizar en la extracci�n de la riqueza
para compensar la debilidad interna. Washington insistir� en los
pagos de las deudas externas, [lo cual vaticina] m�s conflictos
y m�s explotaci�n en Am�rica Latina, no menos. EEUU va a soltar
la correa de los gobiernos socialdem�cratas y democristianos de
Europa para que ellos mismos organicen sus intervenciones. EEUU
pescar� otro Solana, otro Kouchner para hacer el trabajo que obedientemente
realizan y adem�s de forma muy eficiente; buscar� nuevas relaciones
que Washington define como multilaterales pero que en el fondo defienden
tan solo los intereses norteamericanos. Cuando EEUU quiera que Europa
no intervenga en un lugar estrat�gico, como Iraq, Washington tomar�
la iniciativa unilateral. Y esto lo reconoce abiertamente [la Administraci�n
Bus]. Cuando el secretario [estadounidense] del Tesoro P�blico O'neil
fue a la reuni�n del G7 dijo que era un acto muy interesante e informativo...,
pero que all� no se resolv�a nada, lo cual motivo que los representantes
europeos se mostraron ofendidos cuando tales declaraciones aparecieron
en la prensa.
El tercer �rea de importancia es Oriente Medio. El vicepresidente
Cheney era el alto gerente de Haliburton, una multibillonaria empresa de construcci�n muy presente en pa�ses
como Arabia Saud�. Las petroleras tienen una excelente representaci�n
en el gobierno de Bush, anticipada desde que �ste era gobernador
de Tejas. EEUU quiere consolidar unas relaciones que empiezan a
aflojar, sacando a flote la pol�tica de Clinton [respecto a Iraq],
que est� hundi�ndose. Van a hacer peque�as concesiones, modificar
el embargo, etc. para mantener buenas relaciones con algunos reg�menes
que son claves desde el punto de vista econ�mico. EEUU quiere favorecer
la estabilidad de Jordania, Egipto, Yemen, L�bano, T�nez, Marruecos.
E Israel seguir� siendo importante, pero no tan central. No porque
condenen los asesinatos que comete Sharon, sino por el miedo de
que el extremismo radical de Sharon cree inestabilidad en su relaci�n
con los aliados �rabes. El proyecto de Israel es la expulsi�n masiva
de los Palestinos de todos los territorios. Con Barak Israel construy�
m�s colonias que con todos los gobiernos anteriores. Sharon trae
la aceleraci�n de esa expulsi�n, usando m�s fuerza. Los palestinos
desplazados ir�n a los pa�ses vecinos, d�nde van a seguir siendo
una bomba pol�tica, lo cual preocupa a EEUU.
Continuar�n los ataques contra Iraq, mientras que se intenta seguir
presionando a Ir�n y Libia. [Con ambos pa�ses] no va a ver una normalizaci�n
[de relaciones], pero EEUU permitir� que las grandes empresas norteamericanas
intervengan en estos pa�ses a partir de intermediarios subsidiarios
(de hecho, las petroleras norteamericanas, asociadas al capital
europeo, ya est�n operando en Libia). Washington llevar� en este
sentido una pol�tica doble: criticando formalmente pero a la vez
reconociendo que Italia tiene ya empresas en Libia, mientras Francia
y Jap�n est�n firmando acuerdos con Ir�n. En este sentido hay que
reconocer un retroceso respecto al poder que EEUU ten�a en el a�o
90 o 95, un proceso paulatino de deterioro de su pol�tica diplom�tica
de absoluta dominaci�n.
Lo importante del gobierno de Bush ser� su acci�n unilateral. Washington
no quiere discutir, mucho menos compartir, poder con Europa. Es
un gobierno que est� preparado para relanzar su Guerra Fr�a contra
Rusia, China y Corea del Norte. Es, en suma, un gobierno muy influido
por el complejo militar-industrial.
Finalmente quiero hablar sobre c�mo la crisis dom�stica va a afectar
a la pol�tica externa. En primero lugar, el declive de la econom�a
norteamericana va a golpear a todas las econom�as abiertas y todas
las estrategias de exportaci�n. Los pa�ses que mayormente han adoptado
su modelo de crecimiento a partir de la exportaci�n van a verse
muy afectados: Corea del Sur, China, M�jico y los pa�ses productores
de petr�leo. Hasta el momento Europa occidental no va a verse tan
gravemente afectada, debido a que una parte importante de su comercio
es interno, entre sus propios pa�ses. Pero cuando la recesi�n profundice,
la crisis se extender� inevitablemente. El constipado de EEUU es
la neumon�a de Am�rica Latina: van a bajar los precios y perder
mercados. Eso agudizar� la crisis y la respuesta a la crisis. As�,
frente a De La Rua, en Argentina, se anuncia un cambio de gabinete
que imponga el ultralibremercado. Por otro lado las presiones van
a favorecer el enfoque nacionalista: si no podemos vender en el
mercado externo, protejamos el mercado nacional para sustituir importaciones,
porque si no se puede vender, no se puede comprar, y por lo tanto
estaremos obligados a consumir producci�n interna. Debido a esas
presiones est�n creciendo oposiciones varias al neoliberalismo.
El peligro est� en los gobiernos de centro-izquierda, presentes,
por ejemplo, en el Foro de Porto Alegre. Ellos todav�a manejan econom�as
social-liberales; hablan de aumentar las inversiones sobre la pobreza,
pero no tienen un proyecto alternativo, radical, nacionalista (ni
hablar de socialista). Me refiero a los Frentes Amplios
-ni hablar ya del Sandinista en Nicaragua, que est� pactando con
la ultraderecha del presidente Alem�n.
La alternativa son los movimientos socio-pol�ticos, como el de Brasil,
donde est�n todos los sectores m�s radicalizados del pa�s, recuperando
el socialismo como proyecto. De no sumarse a unas de estas tendencias,
los gobiernos de centro-izquierda se van a caer entre las dos sillas:
ni liberales ni de izquierdas. No hay una Tercera V�a, ha fracasado y va virando cada vez m�s hacia el liberalismo.
La profundizaci�n de la crisis va a poner todo esto sobre la mesa
y va a provocar un giro hacia el nacionalismo, no como mero esquema
ideol�gico sino como necesidad, igual que pas� en los a�os 30, cuando
cayeron las exportaciones y los gobiernos de Am�rica Latina forzosamente
estaban en esta onda.
Lo que puede pasar es que la crisis dom�stica provoque aventuras
externas como distracci�n y tambi�n tendencias -que existen ya en
ciertos sectores sindicales- contra la globalizaci�n desde la derecha
proteccionista para fortalecer Am�rica. Frente a esta realidad,
debemos entender la cadena de las econom�as: no hay muros que separen
la crisis de EEUU de la crisis en Europa o Jap�n.
Estamos en la primera fase de un tr�nsito. Estamos acostumbrados
a que la izquierda juegue un papel como el del pastor mentiroso,
al gritar "�crisis!" tantas veces que al final nada cambia.
Pero ahora hay signos evidentes de la crisis y de sus efectos. Esa
es la gran oportunidad para la izquierda que tenga un proyecto.
No se puede seguir por la v�a de la socialdemocracia. Cuando Jospin
fue a la feria de agricultores no pudo bajar del coche hasta que
los guardaespaldas contuvieron a los agricultores. Millones de consumidores
en Europa se enfrentan a la agricultura y ganader�a capitalistas
con infecciones, plagas, trang�nicos, priones, ... deben ser a quienes
busquemos para que nos acompa�en en la lucha.
Hay grandes oportunidades y peligros. La Administraci�n Bush est�
influida por sectores ultrabelicistas que buscan el enfrentamiento
con China o Rusia, est� totalmente entregada a los sectores de capital
extractivo. Pero la radicalizaci�n derechista de la pol�tica norteamericana
bajo Bush multiplicar� tambi�n a sus enemigos y su oposici�n a ella
y, con ello, jugar� a favor nuestro.