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Entrevista con James Petras:
Antecedentes de la Guerra Civil
de Colombia
James Petras es una de las autoridades mejor conocidas del mundo sobre la política latinoamericana. Recientemente se ha jubilado como profesor de sociología de la Universidad del Estado de Nueva York. Mientras estaba en una gira organizada por CISLAC en enero, fue entrevistado para un próximo documental de CISLAC sobre Colombia. El siguiente texto proviene de esa entrevista.
¿Cuáles
son los orígenes del movimiento guerrillero en Colombia?
El origen del movimiento guerrillero debe remontarse a un incidente
que ocurrió en Colombia en 1948 cuando todas las fuerzas
progresistas fueron organizadas y movilizadas en apoyo de la candidatura
de (Jorge) Gaitán. Era un líder popular, un líder
tremendamente popular en Bogotá que fue asesinado, provocando
un levantamiento mayor que fue llamado el Bogotazo.
De esto resultó el comienzo de una guerra civil en Colombia
entre los liberales, que postulaban ideas liberales vagas, contra
los conservadores, los oligarcas rígidos. Ahora bien, había
oligarcas en ambos bandos y había clases populares representadas
en ambos bandos, pero había una división respecto
a la figura de Gaitán.
En los años 50, esta guerra civil degeneró en una
guerra de guerrillas con muy poca sustancia. Sin embargo, hubo partidarios
iniciales de Gaitán que se incorporaron a la guerra de guerrillas
para defender las ideas de Gaitán: separación de la
iglesia y del estado, y algunas políticas de redistribución,
reforma agraria, etc.
A fines de los 50, habían muerto más de 50000 personas
en esta guerra bastante inútil de manera que los oligarcas
conservadores decidieron formar un pacto (con los liberales) de
gobierno alternativo que se turnaba para gobernar el país
y explotar a su campesinado común.
De manera que hubo mucha desilusión entre los campesinos
y algunos de los más pobres que estaban apoyando a los liberales.
Y se fueron hacia el Partido Comunista de Colombia que era básicamente
un partido urbano que había hecho algunas tentativas de acercamiento
hacia el campesinado. Era un partido pro-soviético.
A principios de los 60, estos liberales radicalizados y protocomunistas
habían creado una región en la que estaban cultivando
la tierra y viviendo sus vidas, aparte de la vida nacional y de
las privaciones por los terratenientes. Esto fue identificado por
la contra-inteligencia y gente que ya estaba colaborando con los
Estados Unidos y esto fue en la cima de la manía de Kennedy
que ya era salvaje en Vietnam y otros sitios. La imagen de Kennedy
como un presidente amable en realidad no cuaja en América
Latina. Así que enviaron al Ejército y destruyeron
esas comunidades. De la destrucción de esa comunidad y de
los intentos del campesinado de crear una alternativa pacífica
al sistema dominante, resultó la amalgama de lo que después
se convirtió en las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia
(FARC).
Sobre la base de esto hay dos importantes lecciones sobre las guerrillas.
Una es que es virtualmente imposible sobrevivir con una estrategia
pacífica. Esa lección fue reforzada en los 80 cuando
sectores de la izquierda firmaron un pacto de paz con el gobierno
y se involucraron en la política electoral. Esto llevó
al asesinato de 5000 activistas y dirigentes, incluyendo a dos candidatos
presidenciales.
La dirigencia de las guerrillas sigue con un escepticismo permanente
sobre la voluntad de los liberales o conservadores de aceptar el
movimiento legítimo de reforma que quiere hacer reformas
estructurales.
La segunda conclusión que las guerrillas sacan es que tienen
que tomar las cosas en sus propias manos en el país. Realmente
no pueden contar con otros grupos profesionales en la ciudad que
serán inconsecuentes en la defensa de los intereses rurales.
Así que usted tiene un movimiento hacia la política
extra-parlamentaria y un atrincheramiento y desarrollo de un movimiento
basado en el campo para los campesinos. Estas se volvieron las dos
características definidoras de las Fuerzas Armadas Revolucionarias
de Colombia que pasaron por un proceso de altos y bajos en los años
60.
Una de las leyendas en Colombia es que su líder (Manuel)
Marulanda tiene calidades mágicas porque cada seis meses
los militares anuncian que lo han capturado y luego él publica
otro comunicado.
Pero el punto principal es que han construido redes – comunidades
de apoyo. Así que cuando usted habla de las guerras colombianas
está hablando de aproximadamente el 70% de los hijos e hijas
de campesinos que operan en las áreas vecinas de aquellas
en las que han crecido. Pueden comprender los problemas rurales
y la violencia rural.
La violencia en Colombia es, en primer lugar y sobre todo, violencia
gubernamental y de los terratenientes que tiene sus raíces
en los años 50, pero que ha sido promovida por programas
de contra-insurgencia de los EE.UU. que han sido extraordinariamente
sangrientos, sangrientos porque los EE.UU. han promovido el mismo
fenómeno paramilitar que promovieron en Indochina. Van y
hacen el trabajo sucio y después vienen lo que los EE.UU.
llaman "desmentidos plausibles" – cañones sueltos que están
fuera del control del gobierno.
No existe un clima para ningún tipo de entendimiento que
pueda permitir que los campesinos tomen algún tipo de iniciativa
como fuerza dirigente en el terreno electoral.
Hay básicamente tres grupos guerrilleros en Colombia en la
actualidad. Son: las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia,
las FARC, está el Ejército de Liberación Nacional,
el ELN, y está el Ejército Popular de Liberación,
EPL.
Las FARC tienen la historia más prolongada y constituyen
el movimiento más importante. Tienen aproximadamente 15 a
17000 militantes y controlan aproximadamente un 40% de las municipalidades
del país. Están empeñados en acciones a unos
40 kilómetros de la capital. Son una fuerza formidable. Tienen
varios cientos de prisioneros de guerra resultantes de su conflicto
de los militares. Tienen un sistema excepcional de logística
y comunicación.
El ELN tiene entre 3 y 4000 militantes armados. Su mayor influencia
es en las áreas productoras de petróleo. Derivan su
origen de los años 60 basándose en sectores de curas
disidentes y simpatizantes con la revolución cubana. Sus
estrategias se han desarrollado con el tiempo, pero se especializan
en volar oleoductos y poner impuestos a la British Petroleum y a
otros operadores en la región.
El tercer grupo es un antiguo grupo maoísta, el EPL. Constituyen
el grupo más pequeño, contando con unos pocos cientos
de miembros y están confinados a un área muy limitada.
Han pasado por varias divisiones y escisiones y han perdido la mayoría
de sus miembros, pero poseen alguna influencia en la lucha armada.
¿Qué
movimientos con base urbana existen y cuál es su orientación
respecto a los movimientos guerrilleros?
Hay y ha habido movimientos urbanos que han tenido reacciones diversas
respecto a los movimientos guerrilleros. Aquellos movimientos que
expresan alguna simpatía hacia los movimientos de guerrilla
han sido aniquilados. Los líderes de grupos que articulan
demandas muy cercanas a las de los movimientos guerrilleros han
sido asesinados, agrupaciones electorales, sindicalistas, etc. Así
que, por convicción o temor, la gran mayoría de los
movimientos urbanos no se identifican con las luchas de las guerrillas.
Han estado extremadamente activos, sobre todo en los años
90, en la oposición a las llamadas medidas políticas
y económicas de libre mercado. La liberación de los
empleadores de sus responsabilidades, los amplios cortes en los
programas sociales y los movimientos inflacionarios, etc. han multiplicado
la cantidad de ex-trabajadores que se han convertido en vendedores
callejeros. El sector informal es el que ha tenido el crecimiento
más rápido.
Esto ha llevado a dos tipos de actividades. Una es que los sindicatos
se han radicalizado, particularmente los trabajadores del sector
público que están enfrentando cortes de presupuesto,
congelamientos de salarios y despidos.
El sector privado ha sido afectado por las importaciones que han
arruinado algunas de las industrias locales. La situación
ha precipitado un cierto tipo de radicalización, incluso
entre los sindicatos más moderados.
Junto con esto se ha presentado el hecho de que el gobierno ha descuidado
los servicios públicos y las inversiones lo que ha resultado
en algunas huelgas cívicas muy exitosas. Hombres de negocios
y profesionales se han alineado con los sindicatos y se han involucrado
en huelgas cívicas contra las políticas gubernamentales.
Esto ha sido evidente durante el último año. (El Presidente)
Pastrana tiene dos caras; una hacia el proceso de paz en el que
aparece como más conciliatorio, estableciendo territorios
para negociar con las guerrillas, y otra en la que ha tomado una
posición muy extrema respecto a las políticas de mercado
libre y liberalización. De manera que va en dos direcciones
diferentes.
Las guerrillas ponen al centro de cualquiera negociación
de paz los aspectos sociales y económicos. No podría
haber paz alguna si no se resuelven esos aspectos fundamentales.
Quieren una vuelta en redondo en el bienestar social, etc., de manera
que es muy difícil de ver, dado el compromiso del gobierno
con Clinton y el FMI, cómo va a resultar este asunto.
Pienso que el indicador más significativo de dónde
van las cosas no son las negociaciones de paz de Pastrana, son sus
acuerdos con Washington sobre la aún mayor militarización
del país. Clinton suministró 180 millones de dólares
en 1998, 250 millones en 1999 y las cifras que se han estado manejando
para los próximos tres años, son de 1300 millones
de dólares.
Esto incluye helicópteros. Los EE.UU. ya tienen 300 consejeros
militares involucrados en actividades operacionales. De manera que
está muy claro que a pesar de las iniciativas de paz que
parecen muy prometedoras, pienso realmente que los EE.UU. y Pastrana
van hacia una guerra total lo que significa que las 25000 personas
que fueron muertas en los años pasados, se van a doblar y
triplicar, con consecuencias imprevisibles. Imprevisibles porque
las guerrillas cuentan con 20000 efectivos y los conscriptos militares
no están de humor para enfrentar a un grupo guerrillero disciplinado
y altamente motivado que conoce el terreno en el que está
combatiendo.
Las fuerzas especiales de los EE.UU. han sido vapuleadas en varias
confrontaciones de manera que no existe un resultado predeterminado
porque los EE.UU. estén haciendo un compromiso de importancia.
¿Qué
significa la guerra contra las drogas que los EE.UU. están
promoviendo en Colombia?
Pienso que la guerra contra las drogas es uno de esos aspectos que
tienen muchas facetas. Los personajes más importantes en
la facilitación del comercio con drogas, el lavado de dinero,
etc. han sido los militares, los bancos y otras instituciones.
En las áreas de conflicto, muchos de los terratenientes se
retiraron y vendieron sus tierras a los traficantes de drogas quienes
a su vez han estado financiando a los grupos paramilitares que trabajan
con los militares en la devastación de lo que consideran
como aldeas campesinas hostiles.
Así que, en parte, un esfuerzo serio contra el tráfico
de drogas, requeriría que los EE.UU. enfrentara a sus propios
aliados, a lo que no están dispuestos. De manera que se concentran
en campañas de erradicación al nivel más bajo
de la cadena, es decir, contra los campesinos que cultivan las hojas
y las transportan. No acometen a los grandes magnates o a los militares
que protegen las rutas, los aeropuertos clandestinos, etc.
Ocasionalmente habrá un oficial que no se ajuste al juego
y que persiga a los traficantes de drogas. Esta gente tiene, a su
vez, un doble papel. Es decir que, mientras continúan la
lucha antidrogas, también están involucrados en la
guerra civil.
La idea de que Washington esté promoviendo una campaña
estrictamente antidrogas no es tomada en serio por ningún
observador en la actualidad. Washington está metido hasta
el cuello en la guerra civil, en los programas de contra-insurgencia,
y utiliza la retórica como una pantalla.
En los años recientes ha habido menos esfuerzos por definir
su papel estrictamente en términos de drogas, admitiendo
que es la guerra a las drogas más los aspectos de seguridad,
y esa es su fórmula. Han tratado de movilizar al Ecuador
y a Perú para que se unan en alguna clase de esfuerzo multilateral
bajo el tutelaje de Washington para atacar a las guerrillas en las
fronteras, pero no va a resultar porque no hay mucho que Perú
o Ecuador tengan que ofrecer. Perú está en medio de
uno de sus frecuentes levantamientos.
Parece haber muy poca conciencia internacional sobre la situación
en Colombia.
Hay un cierto conocimiento colectivo que se ha filtrado y que identifica
a Colombia con el tráfico de drogas ¾ con Washington hablando
de moral. Hay muy poco conocimiento sobre cómo Washington
está involucrado con los paramilitares, la destrucción
de derechos humanos y la erradicación de aldeas. Pienso que
esa es la información que no está saliendo al público.
Lo que está saliendo es que los EE.UU. persiguen a las drogas
y que los colombianos están involucrados con drogas.
¿Cuáles
debieran ser las exigencias de la gente progresista en el mundo?
Una cosa es que debieran terminar los suministros de armas de los
EE.UU..
Luego está el aspecto de ver el asunto de las drogas en un
contexto occidental. Cerca de 35 bancos en los EE.UU. han sido acusados
de lavado de dinero en los últimos diez años. Miami
es uno de los sitios tristemente célebres donde ocurre el
lavado de dinero.
Si usted saca el lavado de dinero proveniente de las drogas del
tráfico de drogas usted destruirá la parte más
lucrativa de todo el comercio con drogas y eso involucra a los bancos
estadounidenses. Investigue y encarcele a los banqueros estadounidenses
que están involucrados en el lavado del dinero sucio.
Un tercer aspecto es denunciar los abusos contra los derechos humanos
y conectar a los paramilitares con el estado colombiano y desenmascarar
el discurso político de Pastrana que habla de paz y se prepara
para la guerra. Pienso que esos son aspectos esenciales.
El cuarto aspecto es comprender que las guerrillas no constituyen
en este caso algún fenómeno exógeno sino que
tienen una larga historia con cambios democráticos fundamentales
en Colombia y no igualarlos con el demonio como algún tipo
de predadores violentos como, pienso, hacen algunos de los medios.
Necesitamos hacer trabajo de educación y solidaridad, en
particular contra la militarización de Colombia – la parte
central de la política de los EE.UU. es tratar de destruir
un movimiento que tiene raíces profundas en la política
y la cultura colombiana.
¿Cuáles
son los principales movimientos sociales en Colombia y qué
papel juegan?
Los principales movimientos sociales hoy en día son los movimientos
sindicales. Diría en especial los trabajadores del petróleo,
metalúrgicos y bananeros. Juegan un papel muy importante
en la lucha a través de los sindicatos.
Los movimientos campesinos han sido diezmados por los grupos paramilitares.
Hay organizaciones campesinas activas pero están bajo una
presión inmensa y muchas de ellas son literalmente operaciones
clandestinas que sólo salen a la superficie cuando se trata
de aspectos específicos.
Los trabajadores del plátano, en particular, han perdido
tres grupos dirigentes porque se ha asesinado a consejos laborales
enteros. Igual sucede con los trabajadores del petróleo –
han perdido grupos enteros de dirigentes.
El otro grupo que es interesante es el de los pobres de las ciudades
que se han organizado y protestado contra las condiciones en estas.
Pero también han sido diezmados. La policía sale en
su tiempo libre a asesinar todo elemento antisocial, como los llaman.
La iglesia es un grupo muy influyente pero está muy dividido
y la mayor parte de la jerarquía eclesiástica colombiana
es muy reaccionaria. Hay algunos sacerdotes independientes que han
estado enseñando la doctrina de la liberación. El
más famoso fue (Camilo) Torres que se unió al ELN
en los años 60 y fue asesinado.
Así que pienso que las fuerzas principales son los sindicatos,
los grupos cívicos que están involucrados en protestas
regionales sobre el descontento con la concentración de recursos
en la ciudad y la penuria de recursos en el campo, trabajadores
del sector público, maestros de escuela, trabajadores de
la salud. Estos son los sectores dinámicos.
La razón para el asesinato y la persecución de los
dirigentes sindicales, los dirigentes de los ocupantes de casas
y los abogados de derechos humanos es que las oligarquías
en Colombia tienen una base de apoyo frágil. Incluso sus
máquinas de influencia no logran movilizar ni un 35% del
electorado. Así que las elecciones son decididas realmente
por minorías muy pequeñas.
Lo que temen es que este sistema de alta explotación con
tales desigualdades tremendas comenzará a enfrentar una sociedad
civil muy densa de organizaciones populares que desafiarán
su dominación. De manera que la represión es lo que
mantiene vivo a este sistema.
Pienso que los asesinatos constituyen un intento de inhibir la consolidación
de estos movimientos en un desafío político nacional
a la oligarquía bipartidaria que controla a Colombia.
De manera que los asesinatos están ligados al sistema económico
y al hecho de que no pueden tolerar un sistema político abierto,
genuinamente competitivo. A fin de mantener esta farsa de sistema
bipartidario, que es en realidad un sistema de un solo partido con
dos expresiones, tienen que intensificar su represión e involucrarse
en asesinatos que mantienen vivo su sistema. Es un sistema totalmente
anacrónico que no tiene resonancia en el pueblo colombiano.
El nivel de alineación política del pueblo colombiano
es extremadamente alto.
¿Cuál es la importancia estratégica
de Colombia?
Es el cuarto país en tamaño de América Latina,
un país con importantes recursos en agricultura y petróleo.
Es vecino de Venezuela – el principal proveedor de petróleo
de los EE.UU. Está frente al canal de Panamá y al
Caribe. Es vecino de Ecuador, Perú, Brasil y Venezuela. Tiene
una población de importancia. Así que no es un jugador
pequeño. Lo que sucede en Colombia tiene mucho impacto en
el resto de América Latina – es un fanal para el resto de
América Latina
CISLAC
Comité de Solidaridad con América Latina y el Caribe
Traducción: Germán Leyens - Revista Revelión