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22 de octubre de 2002

La guerra contra Irak responde a una coyuntura interna en EU: Chomsky

El miedo, básico para que la población no vigile al "régimen represivo de derecha"

Jim Cason y David Brooks
La Jornada
Washington y Nueva York, 18 de octubre. Aunque el petróleo y el poder siempre han estado en el centro de la política en torno al golfo Pérsico, la guerra que desea librar la Casa Blanca contra Irak responde a una coyuntura político-electoral interna en Estados Unidos, consideró Noam Chomsky. Descartó el argumento de que Bagdad y Al Qaeda estén vinculados. Son enemigos históricos, recordó, y afirmó que Europa podría cambiar el panorama político internacional, pero sólo si sus pueblos obligan a sus gobiernos a tomar un rumbo más independiente de Washington.

En entrevista radial, Chomsky comentó esta semana que la política de largo plazo para controlar el petróleo de Medio Oriente ha sido el elemento básico de la proyección de poder estadunidense durante más de medio siglo, pero no explica los tiempos para promover la actual guerra contra Irak.

"Para eso -señaló- tenemos que mirar otros factores... principalmente los domésticos. Primero, el 11 de septiembre ofrece un pretexto; antes de eso era difícil hallar una razón que se pudiera vender... y es lo que el sistema de propaganda intenta ahora."

En entrevista con la estación comunitaria WBAI de Nueva York, el lingüista señaló al locutor Doug Henwood que, además del pretexto, ahora Estados Unidos tiene una razón y ésta es política-electoral, tanto por las elecciones legislativas de noviembre próximo como por las presidenciales de 2004.

"Lo último que quiere (el gobierno de Bush) es que la gente pregunte: ¿cómo voy a cuidar a mi madre de avanzada de edad?, o ¿qué está pasando con mis ahorros para mi jubilación?, o ¿qué le está pasando al ambiente en el que mis hijos tendrán que sobrevivir?, o ¿dónde está mi chamba?, etcétera. No desean que estas preguntas sean lo principal y ahora hay un esfuerzo masivo por suprimirlas desviando la atención hacia la guerra", señaló. "Es un secreto a voces que el gobierno de Bush literalmente está perpetrando un asalto contra la población estadunidense", afirmó.

"Sólo hay una técnica básica para que la gente no le preste atención a lo que está haciendo un régimen represivo de derecha, de línea dura, y eso es aterrorizarla. Uno tiene que atemorizar (a la población)", dijo. Para 2004, señaló, "quiere (el gobierno) que estén elogiando al gran líder que los rescató de la destrucción total... esto es tan común que casi no vale la pena mencionarlo, es un instrumento que de inmediato acude a la mente de cualquier líder político que intenta controlar a su pueblo, y realmente lo necesita hacer, ya que está dañándolo seriamente".

Y "este, sospecho, es el motivo principal" para promover una guerra en esta coyuntura, indicó Chomsky. También, añadió, necesita un triunfo en su guerra contra el "terrorismo" y el conflicto bélico con Bagdad "podría serlo". Sin embargo, advirtió, "tiene planes muy ambiciosos", más allá de Irak, "no sólo para reconstruir la región de Medio Oriente, sino es más amplio".

"Monstruos" enemigos

Chomsky afirma que es muy poco probable la existencia de un nexo entre Saddamchomsky-noam-jpg Hussein y Al Qaeda -como sostiene la Casa Blanca y otros críticos de Irak-, ya que son enemigos históricos. "Saddam Hussein y Bin Laden son monstruos. Pero son monstruos muy diferentes. Hussein es secular; Osama Bin Laden es un fanático religioso. Se han odiado por años. De hecho, una de las razones por las cuales Osama Bin Laden se volvió, en 1990, contra Estados Unidos fue porque Estados Unidos y Arabia Saudita no le permitieron lanzar una jihad contra Irak", recordó.

"Como señaló recientemente Scott Ritter (ex jefe de inspectores de armas de la ONU en Irak), y probablemente tenga razón, si Saddam decidiera ofrecer armas de destrucción masiva a Bin Laden, el primer objetivo de este último probablemente sería el propio Saddam".

El factor Europa

Chomsky indicó que en esta coyuntura, en medio del gran debate internacional sobre una guerra contra el régimen de Hussein y las decisiones de la ONU al respecto, así como, en términos más generales, en torno a la proyección de poder deseada por el gobierno estadunidense, Europa podría cambiar el panorama de forma significativa.

"Europa podría ser extremadamente influyente y poderosa en el mundo, pero mediante lo que se conoce como el poder suave -a través de su economía, sistema social, su modelo, etcétera-. En esos rubros podría hasta igualar a Estados Unidos, o superarlo. Pero (los europeos) deben tener la voluntad de unirse y de ejercer (ese poder). Las elites europeas no están insatisfechas" con seguir el rumbo de Estados Unidos, "pero tal vez sus poblaciones cambien eso, como podríamos hacer aquí nosotros", comentó.

Pero, advirtió, un cambio "no emanará desde la opinión de la elite; habrá algunas protestas, pero no mucho más". Señaló que todo indica que Francia, que ahora encabeza las protestas contra las medidas estadunidenses, está negociando a puertas cerradas con Washington los intereses de ambos en el petróleo y el control de la región, y que a fin de cuentas París llegará a un acuerdo con Estados Unidos, con Rusia y que otros se sumarán.

Una Europa más independiente podría ser muy influyente, pero para eso los pueblos europeos tendrán que organizarse y promoverlo desde abajo.

En EU, oposición y temor

En torno a la opinión pública estadunidense, Chomsky afirmó: "El público jamás se interesa mucho en promover guerras, no más que los altos militares. Pero sí puede amedrentarse. A fin de cuentas, Reagan lo espantó con imágenes del avance de los nicaragüenses a dos días de camino de Texas, y logró crear un temor considerable. Ahora la gente está espantada. Bajo condiciones de temor, la gente tiende a apoyar al poder".

Con todo, consideró, ese apoyo es bastante débil. "Hay mucha disidencia y oposición y preocupación, muchos elementos para nutrir el optimismo. Para quienes están intentando organizar y trabajar desde la oposición, hoy día es mucho más fácil que hace 40 años, cuando Kennedy lanzó públicamente el ataque contra Vietnam del Sur. En los ochenta la situación era mejor, se podía organizar contra las guerras en Nicaragua, El Salvador y Guatemala, pero no era tan fácil. Creo que hoy hay bastante más oportunidad. Sin embargo, suenan los tambores de guerra y la gente está espantada."

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