|
Entrevista a Noam Chomsky
en Radio Ouverture, 89,3 FM
(19/10/98)
¿Cuán
importante es para los medios masivos controlar la mente del público?
Debemos siempre preguntarnos lo siguiente: ¿importante en qué
sentido? Pues para el público, es importante que su mente
no sea controlada por nadie. Para el público, es importante
que los medios masivos le ofrezcan un espacio de discusión
y debate y que presenten los temas relevantes, en la medidad de
sus posibilidades, de la manera más honesta posible. Pero
esto visto desde el punto de vista del público. Para los
medios en sí (por esto me refiero a los dueños, los
gerentes y su mercado, o sea, la publicidad y otros sistemas de
poder dentro de la sociedad) el control de la mente del público
es extremadamente importante. Y esta no es una simple hipótesis.
Han sido ellos muy claros al respecto durante los últimos
70 u 80 años. Tanto, que fue este un tema abiertamente debatido
así en los E.E.U.U. como en Inglaterra. No sé si fue
el caso de Canadá. Alrededor de los tiempos de la Gran Guerra,
en los ’20, los derechos personales se expandieron. Hasta ese entonces,
la toma de decisiones estaba asignada a aquellos a quienes la propiedad
les otorgaba derechos. Hubo grandes luchas populares a finales del
siglo XIX y a principios del XX y muchos derechos fueron conquistados,
incluso el derecho al voto, lo cual presentó serios problemas
tanto en Inglaterra como en los Estados Unidos, las democracias
más importantes de la época. Y la respuesta fue idéntica
en ambos casos. No podemos controlar más a la gente por la
fuerza. Al menos no como antes. Así que mejor destinemos
nuestros esfuerzos para controlar sus creencias y actitudes.
Ud.
ha argumentado que la intención de los medios, tanto de los
gerentes como de los periodistas, es de mantener a la gente apática
y a la vez desviar su interés para que no participen en forma
activa en los procesos políticos. ¿Cómo calificaría
sus intenciones? ¿Son realmente conscientes de sus acciones o simplemente
conforman inconscientemente a la ideología dominante? ¿Cuál
es la dinámica que gobierna sus actos?
Depende a quién te refieres. Si estás hablando de
los líderes de los medios (teorizadores, figuras de la industria
de las relaciones públicas, intelectuales que escriben sobre
la democracia, etc.) entonces son absolutamente conscientes. Si
te refieres a la gente que está involucrada en el sistema,
entonces es mayormente inconsciente. Pero no del todo. Muchos se
dan cuenta de qué es lo que se ven obligados a hacer y luchan
contra eso. Pero generalmente solo triunfas dentro del sistema si
has, en mayor o menor medida, internalizado sus valores. De eso
se trata una buena educación. Y esto no solo se aplica a
los medios, también se puede aplicar al mundo intelectual
y a la totalidad de lo que podríamos llamar instituciones
ideológicas.
¿Es posible mantener nuestros principios dentro de este tipo
de negocio mediático? ¿Pueden modificarse desde dentro? ¿Cuando
vemos a la CNN, UPI, AP, todos esos medios informativos gigantes,
es posible cambiarlos desde dentro o debemos emprender formas alternativas
desde afuera?
Ambas cosas. Y esos no son los únicos modos. Cualquier
institución, incluso los estados fascistas, es susceptible
a la presión pública. Y por cierto que los medios,
en sociedades relativamente libres, también lo son. En realidad,
se han producido cambios substanciales, algunos de ellos positivos
durante los últimos treinta años como resultado de
intensa presión pública, principalmente a partir de
los hechos producidos en la década del 60 y que luego continuaron.
Este fue un cambio notable en los medios, no solo por la forma en
que se ocupan de los temas sino también por quien se encarga
de ellos. Mucha de la gente que trabaja en los medios vivió
esa experiencia y eso los transformó. Por lo que sí
que hay cosas que pueden hacerse y muchos periodistas íntegros
son conscientes de estos apremios y presiones. Y son incluso mucho
más cínicos que yo ya que cuentan con la experiencia
personal y tratan de hacer las cosas a su manera en los espacios
que se les presentan. Tengo algunos amigos cercanos que son distinguidos
reporteros y que debieron retirarse porque no aguantaban más.
En cuanto a la concentración de la prensa, algunas personas
en Canadá están preocupadas porque Conran Black es
dueño de demasiados periódicos. ¿Ud. ve la concentración
de la prensa como a un problema o son simplemente las mismas estructuras
con un dueño distinto?
Es un problema serio. La concentración de los medios
de prensa es un fenómeno que viene sucediendo a lo largo
de este siglo. Y por cómo los medios se han concentrado,
por supuesto que atentan contra la diversidad tal como es. Las restricciones
legales para emprender nuevos proyectos mediáticos, las mega
corporaciones y los medios corporativos han producido una concentración
muy importante. Así por ejemplo en los E.E.U.U., durante
la década del 50, existían aproximadamente 800 periódicos
o semanarios que llegaban a las manos de 20 ó 30 millones
de personas por semana. Les llegaba una visión del mundo
muy variada. Y si retrocedemos aún más hacia principios
de siglo, las opciones eran aún más diversas. La reciente
ola de concentración está reduciendo al periodismo
mundial a unas pocas mega corporaciones. Y, por supuesto, es redundante
discutir sus efectos sobre la democracia y la libertad. Son obvios.
Política
Internacional.
Ahora mismo en Kosovo, vemos a la OTAN intentando intervenir.
¿Se trata nuevamente de los E.E.U.U. decidiendo su intervención
sin la aprobación del Consejo de Seguridad de las Naciones
Unidas?
Bueno, ellos han sido muy explícitos en cuanto a que
no acudirán al Consejo de Seguridad. Lo que significa que
abandonan completamente, no por la primera vez por supuesto pero
ahora muy abiertamente, el marco del derecho internacional y los
tratados que requieren explícitamente que cualquier amenaza
o uso de fuerza debe estar subordinado al Consejo de Seguridad,
a menos que se trate de autodefensa, lo cual no es el caso. La posición
explícita, no solo de los Estados Unidos sino de los restantes
miembros de la OTAN, es que las leyes internacionales son para ser
ignoradas por nosotros. Tal vez estén bien para los demás,
pero no para nosotros. Somos demasiado poderosos. Y tratan de actuar
a solas en pos de los intereses de las potencias que integran la
OTAN, los cuales son hasta conflictivos. Por lo que de ningún
modo existe dentro de ella un consentimiento unánime acerca
de sus acciones. Los Estados Unidos por supuesto ejercen un rol
dominante dado su poder pero no es este el único papel que
desempeñan. Y el problema que la OTAN enfrenta, habiendo
dejado de lado el marco del derecho internacional y la legalidad,
es que tienen ahora una especie de conflicto. No quieren que Kosovo
sea independiente y, por el otro lado, no quieren que los serbios
cometan atrocidades muy visibles. Y encontrar un camino entre estos
dos objetivos no ha sido simple.
Los E.E.U.U. tienden a ocupar un lugar predominante en los asuntos
mundiales, pero ¿qué piensa sobre su ausencia o su poco entusiasta
participación en la Corte Criminal Internacional? ¿Es realizable
ésta sin la presencia de los Estados Unidos o es posible
que sean forzados a integrarla?
No, claro que no. De hecho, no puede forzarse a nadie y menos
a los Estados Unidos. Lo que quiero decir es que los Estados Unidos
hacen lo que les da la gana. No obedece las sentencias de la Corte
Internacional de Justicia, por ejemplo. Y eso es lo que quiere,
esencialmente. Es el matón más grandote del barrio
por lo que no se le dice qué ha de hacer. En lo que se refiere
a la Corte Criminal Internacional, como ud. bien dice, los Estados
Unidos fueron la única gran potencia que se negó a
adherirse, alegando razones poco convincentes. La razón que
se hizo conocer fue que podrían producirse enjuiciamientos
injustos de soldados norteamericanos pertenecientes a misiones de
paz. Pero esto sería altamente improbable. Principalmente
porque los E.E.U.U. no están involucrados en misiones de
paz salvo en circunstancias muy limitadas que resultan de una doctrina
militar que es poco usual, tal vez única, en la que a los
soldados norteamericanos no se les permite exponerse a peligro alguno.
Así, por ejemplo, si fuerzas canadienses o irlandesas o noruegas
se encuentran integrando misiones de paz en lugares donde existe
una relación delicada y compleja con los civiles, es aceptado
que los soldados pueden ser expuestos a ciertos peligros. Pero no
están autorizados a responder con el uso de la fuerza. Las
tropas de los E.E.U.U. sí pueden, mejor dicho, deben hacerlo.
Por eso es que Somalia resultó un desastre tal. Y es por
eso que las tropas estadounidenses muy rara vez, casi nunca, se
ven involucradas en misiones de paz. A menos que se trate de separar
a dos fuerzas militares en donde existe una marcada delimitación
del conflicto. Pero existen razones para que esto sea así.
La razón obvia es que una Corte Criminal Internacional independiente
estaría en condiciones de rastrear a los responsables de
cualquier atrocidad hasta los lugares más altos de la cadena
de mandos. Por ejemplo en el caso de Somalia, llegarían a
la mismísima Casa Blanca y el Pentágono.
Otro de los temas que últimamente aparece muy a menudo
en los medios es el de los proyectos de reforma al Fondo Monetario
Internacional. Nosotros lo llamamos "un nuevo Bretton Woods". Sé
que los acuerdos Bretton Woods a ud. le interesan bastante. ¿Qué
opina sobre estos cambios en el FMI?
Bueno, el sistema Breton Woods se desmoronó prácticamente
hace unos 25 años a iniciativa de los E.E.U.U. y con el apoyo
de los mayores centros financieros del mundo. Desde entonces, no
hemos vuelto a estar dentro del sistema Breton Woods. La liberalización
del capital financiero, que se efectuó en los ‘70, es exactamente
contraria al sistema Breton Woods, el cual pregonó la regulación
de los capitales internacionales de intercambio. Y esto ha tenido
un efecto increíble en la economía en su conjunto,
un efecto muy dañino por cierto, excepto para una minoría
de gente adinerada. Pero también ha provocado una extrema
volatilidad en los mercados y en las tasas de cambio. Se sabe desde
hace tiempo que los mercados financieros están sujetos a
pánicos, corridas o histerias, como quiera que se les llame.
Y esto causa una serie de problemas que actualmente están
alcanzando hasta a los ricos y poderosos, quienes se están
preocupando al respecto. Por eso es que estamos empezando a escuchar
hablar sobre reformas. Sin embargo también existen tendencias
contrarias a ello. Dentro mismo del FMI, y por cierto en el Departamento
del Tesoro de los Estados Unidos, el cual domina en cierto modo
al FMI, existen tendencias a favor de incrementar aún más
la liberalización de las finanzas. Incluso están ahora
mismo tratando de aprobar esto a través del estatuto del
FMI. Lo cual implicaría un cambio radical. Mira al Banco
Mundial, ellos se oponen a esto. Y varios otros sectores conservadores
de poder también se oponen porque le temen.
¿Cuál es su interpretación de la crisis financiera
internacional? Vemos a Rusia desmoronándose y también
Asia, desde el punto de vista económico. ¿Cómo ve
el mundo tras la crisis? ¿Cree que puede ir lejos?
La verdad es que nadie tiene la menor idea. Finalmente se ha
admitido, incluso por el Banco Mundial, economistas notables, etc.,
que la economía internacional sencillamente no la entienden.
Nadie predijo nada de esto, todo fue sorpresivo. Hubo varias ideas
acerca de cómo enmendarlo. Pero podría ser extremadamente
peligroso lo cual explica por qué las primeras planas de
los periódicos están dando a conocer ahora lo que
ya era bastante obvio hace veinte años: que la liberalización
financiera es un animal muy peligroso como para ser dejado fuera
de su jaula. A dónde nos puede llevar, nadie lo entiende
realmente. Puede llevarnos a una seria deflación global y
tras eso, una depresión. O tal vez puede emparcharse de algún
modo. O tal vez habrá suficiente presión popular como
para operar un cambio institucional verdadero, lo cual pienso que
sería importante. Controlar la liberalización financiera
es, en mi opinión, algo muy importante. Es muy peligrosa.
Soluciones para el futuro y el rol del Estado.
En
el contexto de la globalización de los mercados, ¿cuál
cree que es hoy el rol del Estado?
Depende de cuáles países te refieres. En los
países ricos, los países de la OECD, el rol del Estado
en realidad ha crecido durante los últimos veinte años,
en relación al Producto Bruto Interno (PBI). Esto ha sido
dado a conocer por el Banco Mundial, por ejemplo. Por otro lado,
en los países pobres como los del Africa Negra o de América
Latina, el esfuerzo se ha concentrado en minimizar al Estado. Tome
como ejemplo al Hemisferio Occidental. El país más
rico es sin duda los Estados Unidos, donde el Estado juega y siempre
ha jugado un rol preponderante en su desarrollo económico.
A partir de la Segunda Guerra Mundial ha sido extensivo, luego ha
variado un poco, se expandió durante la era Reagan y es ahora
substancial. Tome en cambio a Haití. Bueno allí, la
condición para el regreso del presidente Aristide al poder
fue que aceptara un programa super neo-liberal el cual abre a Haití
completamente a las fuerzas del mercado. Lo que significa por ejemplo
que los productores haitianos de arroz tienen que competir con el
negocio agrícola de los E.E.U.U., el cual está altamente
subsidiado. Los productores de los Estados Unidos reciben un 40%
de sus ganancias en la forma de subsidios del gobierno. Quiero decir,
llamar a esto un libre mercado ya no es siquiera gracioso. Y naturalmente,
Haití está devastada. Por eso ahí el rol del
Estado es muy limitado. Es más, apenas si funciona. En los
Estado Unidos, por otro lado, el Estado es muy fuerte. Esto se pudo
comprobar durante la crisis asiática. El Asia del Este y
del Oeste son de algún modo diferentes. Pero en Asia Oriental
se produjo un desarrollo espectacular. Es más, fue sin precedentes
en la historia. Y el Estado desempeñó un rol central
coordinando, garantizando créditos, estimulando industrias
en desarrollo, y así. Cometieron errores pero ejercieron
un papel muy constructivo. El Banco Mundial, por ejemplo, lo ha
reconocido. A finales de los 80 y principios de los 90, Corea del
Sur en particular, fue fuertemente presionada, principalmente por
los Estados Unidos, a terminar con esto. Principalmente, a que desregulara
los mercados financieros. Esa fue, en efecto, una de las condiciones
impuestas para su ingreso en la OECD. Y lo lograron. Y los mercados
financieros enloquecieron. Ese fue el origen de la crisis. Hace
poco, lo mismo sucedió con las industrias más importantes.
La ideología del libre mercado siempre ha tenido dos caras.
La realidad es: el libre mercado está bien para ti pero no
para mí. Yo necesito la protección del Estado Nodriza.
Por eso la retórica del libre mercado se presenta con bombos
y platillos a la gente pobre e indefensa pero los ricos no se creen
esa historia. Quiero decir, simplemente dele una mirada al Congreso
de los Estados Unidos y al último presupuesto que han votado.
La mayoría de los líderes del Congreso y del Senado
se supone que son eminentes conservadores. Tú sabes, están
llenos de su retórica de libre mercado para los niños
hambrientos y demás.
Ud. se refiere muy a menudo a los Estados Unidos y al mundo Occidental
en general. Sentimos a veces que la ola de neo-liberalismo que hemos
experimentado desde mediados de los 80 es algo inevitable. Que tenemos
que atravesar esto para lograr un tipo de prosperidad económica.
Al mismo tiempo, a veces sentimos que la democracia no es un tema
que preocupe a las corporaciones o a los grandes grupos económicos
en la escena política. ¿Cuál cree que es el futuro
de la democracia en un mundo en el que lo económico resulta
tan importante?
Bueno, antes que nada, hay una gran cantidad de suposiciones
bastante cuestionables en lo que has dicho. Tal vez se te haya convencido
que las políticas neo-liberales son el camino hacia la prosperidad.
Pero no ha sido así históricamente. Y, por ejemplo,
no es así en los Estados Unidos ni lo ha sido nunca. Por
lo que si te enseñaron a creer eso, se trata de una técnica
que garantiza tu subordinación a los poderes externos. No
tienes que creer lo que te dicen que has de creer. Para eso es que
tenemos mentes. Y, en realidad, es una pobre idea. Puedes observarlo
en el hecho de que los ricos y poderosos no lo aplican a ellos mismos,
nunca lo han hecho ni nunca lo harán. Yo creo que democracia
y poder privado son dos temas diferentes. El poder privado es enorme
y sigue creciendo. Por lo tanto el poder de las corporaciones y
de las instituciones financieras se está extendiendo pero
no a través de doctrinas neo-liberales. Quiero decir, ellos
insisten y reciben amplia protección y respaldo de parte
de los Estados poderosos. Más aun, están implicados
entre ellos en lo que llamamos "alianzas estratégicas", incluso
supuestos competidores, para administrar los mercados. Y preferirían
un Estado fuerte pero dirigido hacia sus intereses. Así que
a no gastar dinero en programas que beneficien a la población
en general. Y esto, por supuesto, disminuye a la democracia a la
vez que su poder se incrementa. El poder de la población
general declina. Pero no es algo a lo que tengamos que resignarnos.
Ud. habla mucho sobre los sindicatos y gente organizándose.
¿Ud. cree que es este un rol que le corresponde a la gente o deberíamos
tener una especie de élite en la sociedad que agrupe a esa
gente, o se trata de un movimiento que debe empezar desde la base
o es algo que puede llegar desde la gente de las universidades o
desde los que están un poco más enterados sobre la
actualidad política y general?
Si los movimientos que se desarrollan son dirigidos por las
élites, se desarrollarán al servicio de los intereses
de las élites. Por lo tanto, si los movimientos han de tener
objetivos humanos y democráticos, serán movimientos
populares en los que no hay élites. Me refiero a que tal
vez alguien en la universidad sepa un poco, tal vez yo sepa un poco
y tal vez tú también, y debemos contribuir con lo
que sepamos y a la vez reconocer que queremos aprender de otros.
Eso es contribuir con tus propias aptitudes y lo que tengas para
ofrecer junto a muchas otras personas que tienen otras diferentes,
que tal vez sean mejores que las tuyas. Esa es la manera en que
se lleva a cabo una organización seria. Si refleja una estructura
de élite, gerencial, podemos vaticinar fácilmente
en lo que devendrá.
¿Tiene usted alguna esperanza en el futuro, en algún progreso
que vea aproximarse hacia finales del siglo? ¿Le parece que existe
algún movimiento progresista trabajando en algo positivo?
Hay multitud de progresos. Tome como ejemplo el Acuerdo Multilateral
de Inversiones, el cual fue un intento de brindarle a las corporaciones
los derechos propios de un Estado. Ya tienen ellos el mismo derecho
que las personas. Ese es un poder enorme, con efectos extremadamente
peligrosos. Trataron de aprobarlo en secreto. Fue bloqueado principalmente
por el activismo que comenzó en Canadá. Canadá
fue de lejos el centro de protesta más activo. Y después
se esparció hacia otros lugares. Hasta que en abril último,
fue imposible aprobarlo, principalmente por la oposición
del público. Esa fue una tremenda victoria. Y si te fijas
en la prensa financiera internacional, entraron en pánico
por lo que llamaron "hordas de vigilantes" que previnieron que el
acuerdo se negociara en secreto y fuera certificado por el Congreso
como en los viejos buenos tiempos. Cuando comparas la relación
de fuerzas de los dos sectores, ves que se trata de una victoria
asombrosa. Quiero decir, por un lado tienes a todo el poder concentrado
del mundo. Los estados más poderosos, las corporaciones más
poderosas, instituciones financieras, bancos y por supuesto, los
medios, todos a su favor. Por el otro lado, tienes a gente como
Maude Barlow. Y ganaron éstos, al menos por ahora. Y hay
que mantenerlo sobre rieles. No ha sido el único caso, pero
esta es una victoria muy alentadora. La gente debería participar
y aprender de ello.
¿En pocas palabras, cuál es su opinión sobre la
independencia de Quebec?
Bueno, yo estoy a favor de la autonomía e independencia
de cualquiera que la quiera. Pero si lo piensas mejor, mi sospecha
es que si Quebec realmente se independiza se convertirá rápidamente
en una colonia de los Estados Unidos. Y lo mismo sucederá
probablemente con el resto de Canadá. Hasta cierto punto,
esto ya está sucediendo. Pero creo que se aceleraría.
zmag.org
- Origen: Radio Ouverture (Canadá), Octubre 1998
Traducción:
John Rattagan, Julio 1999