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Perú

4 de septiembre del 2003

Perú: El Chino sigue penando

Pablo Jofré Leal
Rebelión

Confiando en que la memoria de los pueblos es frágil como el cristal, Alberto Keinya Fujimori ha anunciado desde Japón, donde reside desde el año 2000, que su eventual regreso a la tierra que lo vio nacer y gobernar durante diez años "lo decidirá el pueblo peruano. Si el pueblo quiere a Fujimori tendrá a Fujimori de presidente el año 2006"..
Tal anunció lo formuló a principios de agosto, ante medios de prensa extranjeros acreditados en Tokio, como respuesta a la petición del gobierno peruano, el pasado 31 de julio, para que Japón extradite al prófugo ex presidente. Este ha sido acusado de vínculos criminales con el encarcelado ex Jefe de Inteligencia Vladimiro Montesinos, por tráfico de armas para guerrilleros de las FARC y coautor de las matanzas de nueve estudiantes y un profesor en La Cantuta y de trabajadores en un lugar céntrico de Lima conocido como Barrios Altos, cometidos por el Escuadrón de la Muerte denominado "Grupo Colina"..
Estas acusaciones han generado una serie de acciones internacionales encaminadas a lograr que Fujimori responda de sus actos ante tribunales peruanos. Esta idea a tenido la férrea oposición del gobierno nipón, que ha señalado a través del jefe de Gabinete Yasuo Fukuda que "nuestra posición no variará y responderemos a la petición peruana según nuestras leyes y en principio, no extraditaremos a nadie acusado de ser un criminal si este es un japonés"..
La postura nipona ha irritado, no sólo al gobierno peruano, que declaró por medio de su canciller Allan Wagner, su decisión de acudir a la Corte Internacional de Justicia de La Haya, para juzgar a Fujimori por crímenes de lesa humanidad, sino también a entidades y figuras públicas internacionales. Una de ellas es la organización de defensa de los DD.HH, Amnistía Internacional, que ha expresado su molestia e indignación. para ello comenzó una campaña internacional bajo el nombre "firma ya, para acabar con la impunidad" destinada "a que el gobierno japonés no rehuya sus obligaciones de cooperar, para poner en manos de la justicia a Fujimori, que actualmente se encuentra en Japón y contra el cual se ha dictado acta de acusación formal en Perú, por delitos contra los derechos humanos...crímenes contra la humanidad, respecto a los cuales cualquier Estado tiene la posibilidad y la responsabilidad de ejercer la jurisdicción universal"..
El ex presidente estadounidense Jimmy Carter ha sido una de los nombres importantes a la hora de pronunciarse por el caso Fujimori. El ex mandatario envió una carta al premier Koizumi para que vea todas las posibilidades para someter a juicio al prófugo ex presidente peruano "por las acciones cometidas cuando fue presidente del Perú. Y es esencial enviar el mensaje de que la corrupción y las violaciones a los derechos humanos no serán toleradas en este hemisferio o alrededor del mundo"..
Incluso los siempre parcos diarios japoneses han comenzado a emplazar al hombre de la doble nacionalidad, para que responda de las acusaciones que se le hacen. El matutino de la capital nipona, Asahi Shimbun, en una editorial del pasado domingo 6 de agosto afirmó que "Fujimori debe al mundo una clara explicación sobre las acusaciones que recaen en su contra como es el caso de las violaciones a los derechos humanos...esperamos que Alberto Keinya Fujimori examine su vida y sus logros políticos, para llegar a una decisión templada con la fuerza y la visión que él ha exhibido antes", en clara alusión al rescate de los rehenes de la Embajada de Japón en Lima el año 1997. Acción que ha sido el gran soporte mediático de Fujimori en Japón, junto al denunciado apoyo que Fujimori recibe apoyo de grupos de extrema derecha, que financian su estadía en el país del Sol Naciente..
Duro panorama enfrenta el gobierno del premier Yunichiro Koizumi, ya que una probable presentación del gobierno de Toledo ante la Corte de Justicia de La Haya obligaría al gobierno nipón a someterse al denominado Convenio de Conformación. Este Acuerdo impulsa a resolver los conflictos entre los Estados, en este caso, la necesidad de resolver si la nacionalidad predominante de Fujimori es la peruana o la japonesa, así como el país de juzgamiento de los crímenes de los cuales se le acusa. El ex Canciller peruano Diego García Sayán ha declarado que "Perú gestionará la extradición de Fujimori, basándose en el principio de la nacionalidad predominante, reconocida por la legislación japonesa, por la cual un japonés puede ser privado de su nacionalidad si desempeñó un cargo público en el extranjero" .
Por su parte, el Embajador peruano en Tokio Luís Macchiavello afirmó que su país "tiene todo el derecho de solicitar la extradición de Fujimori, no sólo porque este es peruano, cuestión demostrada de sobra pues allí nació, vivió allí el mayor tiempo de su vida y ejerció por diez años la primera magistratura, sino también porque organismos internacionales como INTERPOL han admitido la orden de captura emanada de nuestros tribunales, concluyendo que no existe persecución política como acusa el ex presidente, sino la ejecución de crímenes contra los derechos humanos. Recordemos que el estatuto de INTERPOL prohíbe tramitar la captura de personas que sufran persecución política"..
A pesar de los dimes y diretes entre ambos gobiernos, el prófugo ex presidente peruano sigue dando que hablar. Como si el mundo pasara por su flanco, ha presentado un nuevo movimiento político denominado "Sí Cumple" añorando sus viejas consignas gubernamentales. Tal referente, tiene el objetivo declarado de hacer campaña por su regreso y servir de marco político, para presentarse a las próximas elecciones del 2006. "Deseo bastante irreal, sostiene el analista del Instituto de Defensa Legal del Perú, Wilfredo Ardibo Vega, ya que Fujimori ha sido inhabilitado para ejercer cualquier cargo público hasta el año 2011" .
En tierras del Rímac, donde el 82,9 % de la población reprueba la gestión gubernamental del presidente Alejandro Toledo, principalmente por promesas incumplidas, falta de credibilidad, altas tasas de desempleo y un supuesto rebrote de la actividad terrorista de Sendero Luminoso; lo único que parece generar algún grado de empatía social es la solicitud de extraditar al "Chino" Fujimori. Y eso, más que demostrar cohesión social comprueba que, a pesar de los 12.000 kilómetros que separan las costas de Japón y Perú, es que el Chino seguirá penando en la política de nuestros vecinos del norte..
* Periodista y escritor chileno