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Sección especial: Perú

Toledo busca resolver crisis ante pedidos de dimisión de Gabinete

El presidente del Perú, Alejandro Toledo, intenta resolver la crisis abierta tras la dimisión del ministro del Interior, Fernando Rospigliosi, y los pedidos de las fuerzas opositoras para que renuncie el gabinete en pleno. La situación de crisis comenzó después de que el miércoles último el gobierno suspendiera la privatización de dos empresas eléctricas del sur del país para intentar solucionar las violentas protestas que se generaron desde el viernes pasado en Arequipa.
Tras la dimisión de Rospigliosi, muy criticado por los arequipeños por las supuestas declaraciones que lanzó en su contra, la crisis se agravó hoy después de que la presidenta del partido opositor Unidad Nacional (UN), Lourdes Flores, exigió la renuncia en pleno del gabinete.
Flores consideró que los ministros de Toledo deben renunciar "por su falta de firmeza" ante las protestas y por considerar que el gobierno no tiene un rumbo definido.
Por su parte, el ex presidente del Gobierno de Transición, Valentín Paniagua, afirmó que el Ejecutivo "debe reconocer con humildad que ha cometido muchos errores al tratar de imponer" en lugar de "realizar el esfuerzo de persuasión, difusión y explicación" del proceso de privatizaciones.
Los rumores generados por la situación amainaron, sin embargo, después de que Toledo visitara al ministro de Justicia, Fernando Olivera, líder del Frente Independiente Moralizador (FIM), que mantiene una coalición con el partido gobernante Perú Posible. Olivera, que estuvo acompañado por los congresistas del FIM, afirmó después de su cita con el gobernante que continuará en el cargo y confirmó la continuidad de la coalición. El ministro añadió que la visita de Toledo fue "un gesto de grandeza que habla por si sólo de las cualidades humanas" del gobernante y reiteró su total respaldo a la política que lleva a cabo el Ejecutivo.
Enfatizó, además, que "se equivocan quienes creen que van a sentar precedentes usando violencia para gobernar con la violencia, aquí la democracia y la ley, el diálogo y la paz serán el norte permanente, seguiremos trabajando juntos".
Olivera ofreció, posteriormente, "satisfacciones" a los arequipeños, que también consideran que fue ofensivo al referirse a las protestas que realizaron.
"Lo único que he realizado es cumplir mi deber con mi país. Mi responsabilidad como ministro de Estado es por el bien de los peruanos y arequipeños. Nunca ofendí a Arequipa, pero si algún compatriota se sintió ofendido por nuestras expresiones, espero que reciba mis más amplias satisfacciones", aseveró.
El presidente Toledo, por su parte, remarcó que el gobierno "está más fuerte que nunca" y mantuvo que la decisión de suspender la privatización de las empresas eléctricas ha permitido que triunfe "la paz sobre la violencia, el diálogo sobre la destrucción". "Nadie debe entender esto como victoria del gobierno o del otro lado, una vida es demasiado costosa. No quiero abrir ninguna herida más sobre lo que ha ocurrido en Arequipa", afirmó el jefe de Estado, para después ofrecer su "profundo respaldo y solidaridad con una mano tendida" al ministro Olivera y al FIM.
Una comisión de alto nivel nombrada por el gobierno acordó ayer con las autoridades de la ciudad sureña de Arequipa la suspensión del proceso de privatización de las empresas eléctricas Egasa y Egesur hasta que la justicia se pronuncie.
Las movilizaciones y protestas emprendidas la semana pasada en Arequipa contra la privatización dejaron un muerto, 150 heridos, uno de ellos en coma irreversible, y más de 100 millones de dólares en pérdidas materiales.
 

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