"MIREN COMO NOS HABLAN DEL PARA�SO" |
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La congregaci�n administra 180 planteles de ense�anza
en m�s de 20 naciones
Ganarse a las elites y educarlas,
misi�n evangelizadora de Legionarios de Cristo
La estrategia, inocular en los ''futuros l�deres''
el mensaje conservador de la orden y asegurarse a largo plazo
excelentes contactos pol�ticos y empresariales
Jos� Antonio Rom�n /I
La Jornada
Erigida en una de las congregaciones religiosas de m�s r�pido crecimiento dentro
de la Iglesia cat�lica, los Legionarios de Cristo han logrado en seis d�cadas
crear un imperio educativo, cuya tarea principal est� definida casi desde su
fundaci�n, en 1941: ''ganar y formar'' a las elites del poder pol�tico y
econ�mico. Nadie como esta orden ha entendido y desarrollado tan bien el
principio de la ''opci�n preferencial por las elites''.
Catalogada dentro y fuera del �mbito eclesi�stico como una de las ''m�s
conservadoras y de ultraderecha'' del catolicismo, la orden ha fundado y tambi�n
''comprado'' planteles de educaci�n superior y de posgrado en Argentina,
Alemania, Australia, Brasil, Estados Unidos, Canad�, Colombia, Chile, Venezuela,
Francia, Espa�a, Italia, Irlanda y Suiza, entre otras naciones.
La ''formaci�n integral'' de las elites se ha dado a trav�s de un sistema
educativo que tiene como sus principales caracter�sticas una fuerte disciplina,
el respeto jer�rquico y la imposibilidad de disentir.
Seg�n datos del L'Osservatore Romano, diario oficial de la Santa Sede,
los Legionarios de Cristo y los miembros del movimiento Regnum Christi -brazo
seglar de la orden, en el que participan laicos y sacerdotes- controlan 150
colegios, 21 institutos superiores y nueve universidades.
A este n�mero se suman, a escala internacional, m�s de 630 centros de educaci�n
no formal, donde anualmente se forman miles de laicos, en una actividad que en
algunos pa�ses ha llegado a desplazar a las �rdenes que tradicionalmente
tuvieron como caracter�stica el �mbito educativo.
Con el objetivo de establecer el ''Reino de Cristo'' seg�n las ense�anzas de la
justicia y de la caridad cristiana entre los intelectuales, l�deres,
profesionistas y trabajadores, mediante la acci�n social y la ense�anza, los
legionarios explican su ''orientaci�n'' hacia los dirigentes, en una ''pastoral
de elites'', con la idea de que est�n "evangelizando" a quienes m�s tarde
tendr�n el poder pol�tico y econ�mico, con lo que ser� m�s f�cil que los
principios y la cultura cristianos penetren en toda la sociedad.
Desde su concepci�n y fundaci�n por el controvertido cl�rigo mexicano Marcial
Maciel Degollado, la orden religiosa tiene claro que en su proyecto son los
l�deres sociales, pol�ticos y empresariales los que marcan el derrotero de una
sociedad.
El 12 de junio de 1946, apenas cinco a�os despu�s de su fundaci�n, el entonces
joven sacerdote Maciel se entrevist� con el Papa P�o XII, quien -seg�n la
versi�n oficial- le sugiri� el cariz que deber�a tener la naciente orden
religiosa: "L�deres, padre Maciel, tenemos que formar y ganar a los l�deres de
Am�rica Latina y del mundo. Entonces deben ser ustedes un ej�rcito en orden de
batalla".
Con ello, el pont�fice tambi�n insinuaba el nombre de ''legi�n'', pues en sus
inicios dicha orden fue bautizada como Misioneros del Sagrado Coraz�n y de Mar�a
Sant�sima de los Dolores, t�tulo poco acorde con los nuevos y ambiciosos planes
de su fundador.
La influencia del padre Maciel y de su legi�n creci� r�pidamente en M�xico, para
extenderse actualmente a m�s de 20 pa�ses de Am�rica Latina, Europa y Estados
Unidos. En nuestro pa�s el enlace con la m�xima jerarqu�a de la Iglesia afianz�
el contacto pol�tico cuando en 1954, apenas un a�o despu�s de la inauguraci�n
del Instituto Cumbres -primera obra educativa de la legi�n-, ingres� a sus filas
el ni�o Jorge Alem�n Velasco, hijo menor del ex presidente Miguel Alem�n Vald�s
(1946-1952).
''Con este ejemplo, siguieron los de menor jerarqu�a, lacayismo oficial que
retrata la pol�tica, mimetismo con el due�o del poder. Las listas de alumnos
engordaron ping�es con los apellidos Valenzuela, Del Mazo, Senderos, (Abelardo)
Rodr�guez, Trouyet, Velasco, Azc�rraga, Burillo, G�mez, Maza, Slim, Haddad,
Hern�ndez, Domit... y cientos m�s'', dice Alejandro Espinosa, en su libro El
legionario, texto en el que denuncia los abusos sexuales cometidos por el
padre Maciel en contra de ni�os y j�venes de la orden, de los cuales �l tambi�n
fue v�ctima.
De otros colegios e instituciones de ense�anza superior pertenecientes a los
Legionarios de Cristo, como la Universidad An�huac, habr�a que agregar los
apellidos El�as Ayub, Zedillo, Hajj Aboumrad, Aspe, Barroso Ch�vez, Espinosa y
L�pez Portillo.
As�, a diferencia de otras corrientes religiosas, su misi�n evangelizadora no se
centra en una masiva pr�dica oral acerca de su proyecto, que involucre a grandes
masas sociales y, desde ah�, captar a sus fieles.
Desde sus inicios, Legionarios de Cristo ha privilegiado el trabajo a largo
plazo, en el que la educaci�n juega un papel central para la formaci�n de los
futuros l�deres, los cuales est�n llamados a crear y desarrollar instituciones
de formaci�n doctrinal, a trav�s de su vida cotidiana y en todos los espacios
que ella involucra.
Para Jos� Mart�nez de Velasco, miembro de la Asociaci�n de Periodistas de
Informaci�n Religiosa de Espa�a, quien ha dedicado varios a�os al estudio de la
orden religiosa, esta opci�n preferencial por los ricos y las elites ha
penetrado con gran fuerza en los segmentos del poder y captado a varios de sus
miembros a trav�s del movimiento Regnum Christi en los pa�ses donde opera.
Se�ala que con estas relaciones el presente est� asegurado. Para el futuro, la
estrategia no variar�: formar l�deres siguiendo la m�xima educativa que
sintetiza el ideario de sus elitistas colegios y universidades, donde se educa
lo m�s granado la sociedad latinoamericana y espa�ola, en los que vuelcan su
conservador mensaje cat�lico -m�s del Concilio de Trento que del Vaticano II-, y
asegurar en el futuro excelentes contactos pol�ticos y empresariales.
No obstante, seg�n Mart�nez de Velasco, esta no es su �nica estrategia. Con los
cardenales y obispos hacen otro tanto: financian sus iniciativas pastorales y
los invitan a pasar d�as de descanso en sus residencias. De ah� consiguen
nombramientos de obispos, parroquias, colegios, apoyos en el Vaticano y, lo que
es m�s importante, colocan a los suyos como secretarios en nunciaturas,
dicasterios romanos y comisiones pontificias, donde tienen capacidad de
influencia y desde las que, y esto es lo m�s importante, tienen acceso a
informaci�n privilegiada, dice en su libro Los Legionarios de Cristo. El
nuevo Ej�rcito del Papa.
Formadores de soldados de Dios
Fundada en 1964 con la finalidad declarada de "mejorar la condici�n humana y el
medio social", la Universidad An�huac es la principal instituci�n de nivel
superior que manejan los legionarios en M�xico. Diecisiete a�os despu�s de su
fundaci�n fue declarada aut�noma y actualmente ofrece 22 programas de
licenciatura as� como varios posgrados. En 1981 se cre� otro plantel -el sur- de
esta misma universidad.
Adem�s de estos dos campus universitarios, los legionarios manejan en M�xico la
Universidad del Mayab; la Universidad de Xalapa, cuyo plantel fue inaugurado en
junio de 1997, as� como cuatro centros de extensi�n universitaria y posgrado en
Canc�n, Torre�n, Puebla y Le�n.
Entre las escuelas de los legionarios se encuentran el Instituto Cumbres, el
primero de todos, fundado en 1954; el Irland�s, creado en 1966; en 1968 se
inaugur� en Monterrey el Oxford, y en Bosques de Cuajimalpa el Rosedal. En 1975
se impulsaron los colegios femeninos Godwin, en el DF, y del Bosque, en
Monterrey, as� como el Centro de Educaci�n y Cultura Ajusco (Ceyca).
Dentro de la planificaci�n educativa de la orden, la cual fue concebida y
planeada como un "ej�rcito" en defensa de la Iglesia cat�lica y del Papa,
tambi�n hay centros como las llamadas "Escuela de la Fe" -instituto reconocido
por la Santa Sede- que tiene como labor esencial la elaboraci�n y distribuci�n
de material catequ�stico que se utiliza en todos los planteles para difundir el
evangelio y formar a la educadores en la fe.
Actualmente estas escuelas est�n en 39 ciudades distintas de M�xico, Estados
Unidos y Latinoam�rica, con un total de 270 centros de catequesis, y en sus 30
a�os de vida, m�s de 25 mil catequistas han pasado por sus aulas y el n�mero de
alumnos en formaci�n asciende actualmente a casi 70 mil.