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"MIREN COMO NOS HABLAN DEL PARA�SO"



Marxismo y religi�n

Andrea D�Atri
LVO 162

No queremos anunciar la inexistencia de Dios para hundir en la desesperanza a las masas que creen en una vida mejor en el m�s all�. Lo hacemos con el prop�sito de combatir los prejuicios y las falsas ideas que colaboran con el mantenimiento del orden existente
"... se ense�a la rebeli�n frente a la Iglesia... Ya sacudido el yugo de Dios y de la Iglesia, �qu� otro se encontrar� que pueda frenar al hombre y obligarlo al duro deber de la vida cotidiana?"
Civilt� Cattolica, 1932 (1)

"La multiplicidad de clases sociales se corresponde plenamente con los designios del Creador" Papa P�o XII, 1958
Los marxistas revolucionarios sostenemos que es necesario luchar contra un sistema social que s�lo produce miseria y opresi�n para millones de personas. Y no rechazamos la disposici�n a luchar por acabar con este sistema de nadie, aun cuando adhiera a cualquier religi�n. Sin embargo, sostenemos e intentamos demostrarle a nuestros compa�eros de lucha que para transformar la sociedad de ra�z, el marxismo nos permite adoptar la perspectiva m�s adecuada para comprender cient�ficamente la realidad, tanto como para elaborar un programa y una estrategia revolucionaria.

Para el marxismo, el universo es materia en movimiento y las ideas est�n determinadas por este movimiento de la materia. Dicho en palabras de Marx: "todas las relaciones sociales y pol�ticas, todas las concepciones te�ricas que aparecen en la historia, s�lo se explican por las condiciones de existencia materiales de la �poca en cuesti�n. No es la conciencia de los hombres la que determina su ser, sino que, por el contrario, sus condiciones de existencia social determinan su conciencia." (2)

En este sentido, para los marxistas, las religiones son el producto de determinadas condiciones sociales de existencia. Dios no ha creado al hombre a su imagen y semejanza. M�s bien, sostenemos que fueron los hombres los que crearon a Dios a imagen y semejanza de sus relaciones sociales.

�Dios cre� el mundo?

La ciencia ha demostrado que las especies que habitan el planeta, incluyendo a los seres humanos, han evolucionado a lo largo de millones de a�os a partir de la materia inorg�nica. Estos descubrimientos cient�ficos, que no son un invento de los marxistas, dejan atr�s la idea de que Dios cre� al mundo en seis d�as y que en el s�ptimo descans� o que la mujer fue creada con una costilla de Ad�n. Sin embargo, incluso en pa�ses con alt�simo desarrollo cient�fico como los EE.UU., todav�a hay sectores conservadores que quieren prohibir la ense�anza de la teor�a evolutiva de Darwin en los colegios, para imponer la teor�a religiosa de la creaci�n como la �nica v�lida.

Estas ideas sobre la creaci�n de la naturaleza tambi�n tienen su correlato en relaci�n a la producci�n de objetos materiales. El "mundo social" que la humanidad ha creado con el trabajo, muchas veces se presenta como si hubiera estado all� eternamente, fijo, inmutable. �Como si fuera una creaci�n divina! Si la ciencia descubri� que ni siquiera la naturaleza es inmutable, que no hubo una creaci�n de una vez y para siempre de las especies �menos a�n las sociedades que son el resultado hist�rico de las relaciones sociales de producci�n!

Pero suponer que hay un ser superior que ha creado la naturaleza, con fines predeterminados, sirve para mantener el statu quo. "Las cosas son como son", "El hombre propone y Dios dispone", "Dios as� lo quiso", se dice. Y con ese argumento, nos inculcan la idea de que la realidad no puede modificarse, no puede cambiar y para la conciencia de millones de trabajadores se oscurece la idea de que en sus manos descansa el poder de haber construido este mundo y, por lo tanto, de poder parar este sistema, destruirlo y ser los art�fices de un nuevo sistema sin explotaci�n.

"� Pero pap� �le dijo Josep, llorando. � Si Dios no existe, �qui�n hizo el mundo?

�Tonto �dijo el obrero, cabizbajo, casi en secreto. � Tonto. Al mundo lo hicimos nosotros, los alba�iles." (3)

�Pintarse la cara color esperanza?

Pero bajo la creencia de que "las cosas son como son", los seres humanos no podr�an soportar la vida alienada en este mundo de miseria, sin perspectivas. Por eso, la religi�n ofrece el consuelo de una vida despu�s de la muerte, como un modo ilusorio de darle sentido a esta existencia plagada de sufrimientos.

A veces, compa�eros de lucha nos dicen "�qu� hay de malo en creer en otra vida?" Por un lado, pareciera que las ideas religiosas personales de un compa�ero fueran algo sin inter�s para los revolucionarios. Sin embargo, sostenemos que, en la medida en que guardamos ilusiones en una vida despu�s de la muerte donde realmente estaremos mejor, perdemos la fuerza y las ganas de luchar por una vida mejor en este mundo terrenal.

Las clases dominantes utilizaron la religi�n para mantener a las clases explotadas bajo el sometimiento, apelando a la paciencia y la mansedumbre frente a la miseria y el yugo, justificando el sufrimiento en un m�s all� lleno de recompensas. Mientras se obliga a los explotados a preguntarse si hay vida despu�s de la muerte, �stos olvidan preguntarse si realmente hay otra forma de vivir la vida, antes de la muerte, superior a la forma en que nos obligan a vivir los explotadores.

Pero mientras la religi�n ense�a a mirar el cielo, el marxismo ense�a a mirar la tierra para luchar por una sociedad donde no existan las cadenas y que los trabajadores s�lo conf�en en sus propias fuerzas �y no en las de un ser superior- para emprender esa tarea revolucionaria.

Pero... �por qu� se imponen las ideas religiosas?

En todos los sistemas basados en la explotaci�n de una clase por otra, las religiones y las iglesias fueron �rganos de la clase dominante destinados a sostener el orden existente.

Sin embargo, para los marxistas, no alcanzan los buenos discursos sobre la inexistencia de Dios o sobre el papel reaccionario de la iglesia, para acabar con la religi�n. Porque la religi�n es un producto social que expresa las contradicciones a las que se ve sometida la sociedad de clases. S�lo acabando revolucionariamente con la sociedad que da origen a la religi�n, entonces se podr� eliminar a esta �ltima.

Es por eso que ya Engels sosten�a que s�lo la lucha de clase de las masas obreras, atrayendo al proletariado a una pr�ctica social conciente y revolucionaria, podr�a librar a los trabajadores y el pueblo del yugo de la religi�n.

Y Lenin, en perfecta consonancia con los fundadores del materialismo hist�rico, escribi�: "La lucha contra la religi�n no puede limitarse ni reducirse a la pr�dica ideol�gica abstracta; hay que vincular esta lucha a la actividad pr�ctica concreta del movimiento de clases, que tiende a eliminar las ra�ces sociales de la religi�n. �Por qu� persiste la religi�n entre los sectores atrasados del proletariado urbano, entre las vastas capas semiproletarias y entre la masa campesina? Por la ignorancia del pueblo, responder�n el progresista burgu�s, el radical o el materialista burgu�s. En consecuencia, �abajo la religi�n y viva el ate�smo!, la difusi�n de las concepciones ate�stas es nuestra tarea principal. El marxista dice: No es cierto. Semejante opini�n es una ficci�n cultural superficial, burguesa, limitada. (...).La ra�z m�s profunda de la religi�n en nuestros tiempos es la opresi�n social de las masas trabajadoras, su aparente impotencia total frente a las fuerzas ciegas del capitalismo, que cada d�a, cada hora causa a los trabajadores sufrimientos y martirios mil veces m�s horrorosos y salvajes que cualquier acontecimiento extraordinario, como las guerras, los terremotos, etc. �El miedo cre� a los dioses�. El miedo a la fuerza ciega del capital �ciega porque no puede ser prevista por las masas del pueblo-, que a cada paso amenaza con aportar y aporta al proletario o al peque�o propietario la perdici�n, la ruina �inesperada�, �repentina�, �casual�, convirti�ndolo en mendigo, en indigente, arroj�ndole a la prostituci�n, acarre�ndole la muerte por hambre: he ah� la ra�z de la religi�n contempor�nea que el materialista debe tener en cuenta antes que nada, y m�s que nada, si no quiere quedarse en aprendiz de materialista. Ning�n folleto educativo ser� capaz de desarraigar la religi�n entre las masas aplastadas por los trabajos forzados del r�gimen capitalista y que dependen de las fuerzas ciegas y destructivas del capitalismo, mientras dichas masas no aprendan a luchar unidas y organizadas, de modo sistem�tico y consciente, contra esa ra�z de la religi�n, contra el dominio del capital en todas sus formas." (4)

Tampoco queremos anunciar la inexistencia de Dios para hundir en la desesperanza a las masas que creen en una vida mejor en el m�s all�. Lo hacemos con el prop�sito de combatir los prejuicios y las falsas ideas que colaboran con el mantenimiento del orden existente. Como dec�a Marx: "La cr�tica no arranca de las cadenas las flores imaginarias para que el hombre soporte las sombr�as y escuetas cadenas, sino para que se las sacuda y puedan brotar las flores vivas." (5)

Notas

(1) Civilt� Cattolica es una revista jesuita citada por Antonio Gramsci en sus escritos sobre religi�n.
(2) K. Marx, Contribuci�n a la Cr�tica de la Econom�a Pol�tica.
(3) E. Galeano, El libro de los abrazos.
(4) Lenin, Actitud del partido obrero frente a la religi�n.
(5) Marx, Cr�tica de la Filosof�a del Derecho de Hegel.



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