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Pa�s Vasco

Sobre el porqu� no le interesa a la Izquierda Abertzale prolongar las votaciones a lehendakari mas all� de lo estrictamente necesario

Pablo A. Mart�n �Aritz�
Rebeli�n

La pr�xima semana se producir� el debate de investidura del lehendakari, algo que en esta ocasi�n, y desde la transici�n pol�tica espa�ola �que no del todo vasca- cuenta con el aliciente de la duda en el resultado. A tenor de los esca�os obtenidos (PNV 22, PSE 18, PP 15, EHAK 9, EA 7, IU 3 y Aralar 1) pareciera corresponder al PNV la responsabilidad de configurar el pr�ximo gobierno de la CAV, m�xime cuando ha ido en coalici�n con EA, en una acci�n de dudosa legalidad y a�n m�s que criticable legitimidad (ya que, nada m�s darse los resultados, se han separado conformando dos grupos parlamentarios, con lo que conlleva en asesores y sueldos, es decir, en contribuciones del erario p�blico). De este modo el PNV parte como favorito en la carrera hacia Ajuria Enea.

IU, quien ha formado parte junto a los dos anteriormente citados, en lugar de renegociar programa, algo que pudiera haber hecho tanto con PNV-EA como con el PSE, ha optado a ganador y a mantener las posiciones de favor, tambi�n econ�micas, aline�ndose al nacionalismo antes de arrojarse como novia en brazos del socialismo espa�ol. En com�n con los primeros: el respeto a la voluntad libre de la ciudadan�a, la necesidad de reformar las reglas de convivencia y los sueldos que ofrece estar en el gobierno; con los segundos: la pol�tica social y, posiblemente, el federalismo (bastante aletargado, por cierto, dentro del PSE).

Volvemos a contar: Tripartito (PNV-EA-IU) 32, PSE (que es quien ha presentado contrincante) 18, clara victoria del primero. Sin embargo se maneja entre bambalinas otro supuesto, que el PP (15) acabe por apoyar, a�n sin contrapartidas, al candidato del nacionalismo dando lugar al cambio de opci�n, con 33 el PSE-PP y 32 el que se auguraba vencedor. La raz�n: la necesidad de regeneraci�n en el gobierno, y la coincidencia en la defensa de la Constituci�n Espa�ola entendida como sacrosanta e inamovible Ley de leyes (aunque promovida por el tardo-franquismo).

Vistas las orejas al lobo el tripartito ha reaccionado con intenci�n de, al menos, asegurar el voto �nico, pero imprescindible, de Aralar para lograr el empate t�cnico que obligar�a a uno u otro candidato a acceder a las cartas de EHAK, quien sigue sin decantar sus preferencias. En esta tesitura Aralar tambi�n se hace querer y no despeja la inc�gnita de a qui�n votar�, al menos no antes de llegar a acuerdos program�ticos con el tripartito, de quien se encuentra ideol�gicamente (y posiblemente tambi�n econ�micamente) m�s cercano. Si esto es as�, y todav�a no se sabe la orientaci�n de voto ni de Aralar, ni del PP, ni, mucho menos, de EHAK, la piedra ardiente queda en manos de esta �ltima formaci�n.

Podemos encontrarnos entonces ante una situaci�n similar a la ocurrida en la votaci�n de Atutxa como Presidente del Parlamento, empate t�cnico a 33 entre los dos candidatos. Al PSE le interesa, ya que as� obliga al PNV negociar con EHAK y poderle acusar de connivencia con el mundo de Batasuna y sus proyectos pol�ticos (diferenciados) derivados (HB, EH, AuB, AG). En una ocasi�n anterior se ha analizado el inter�s pol�tico que pudiera tener para la izquierda abertzale el que saliera un lehendakari del PSE sin contar con sus votos directos, de manera que no se va a insistir en ello. Ahora de lo que se trata es de materializar la pr�xima votaci�n y sus consecuencias.

Si, suponiendo que PNV-EA-IU consiguen el voto favorable de Aralar (como queda indicado, algo que est� sin confirmar a d�a de hoy), el empate t�cnico (suponiendo a su vez que el PP se ve obligado a favorecer al PSE, algo bastante probable) deja en manos de EHAK la gobernabilidad de la CAV, lo que no es poco desde el punto de vista de la izquierda abertzale en su conjunto (Aralar y EHAK), pero que, careciendo de programa concreto, tampoco es suficiente. �Qu� puede suceder si el empate persiste entre ambos candidatos? La primera, si no la �nica posible, se antoja f�cil: la convocatoria de nuevas elecciones. Pero �Qu� supone esto? Lo primero que ha de quedar claro es que la izquierda abertzale en su conjunto no debe tener miedo a nuevas consultas. Lo segundo, que la misma puede favorecerle en funci�n de las circunstancias en las que se celebren.

Dicho lo dicho, si el Parlamento se ve obligado a convocar nuevos comicios producido por el empate t�cnico entre ambos l�deres, pueden, previsiblemente, suceder las siguientes situaciones: que se repitan los resultados, lo que vuelve a repetir la jugada ad infinitum; o bien, que, como aconteci� en las anteriores elecciones, ante el miedo al dominio �constitucionalista� el voto nacionalista (PNV, seguramente desembarazado de su compa�ero de viaje) se agrupe en torno a la opci�n moderada, lo que conllevar�, seguramente, la desaparici�n de Aralar del arco parlamentario, y el baj�n en esca�os de otras opciones (en caso de poder concurrir) de tendencia independentista. Resumiendo, un retroceso en el poder de decisi�n de la izquierda abertzale en su conjunto (EHAK y Aralar).

Un adelanto de elecciones, ahora, favorece a las posiciones del PNV en perjuicio de otros grupos abertzales. Pero, �Y si el PSE se hace con la lehendakaritza (tal y como se apunt� en un art�culo previo)? Entonces nos encontrar�amos ante un panorama diferente. El PSE no puede retirar ahora a su candidato, menos despu�s de haber lanzado el �hor dago�. Posiblemente, tras el cabreo l�gico del PNV y la oposici�n de la izquierda abertzale en su conjunto (Aralar y EHAK) tampoco podr� sacar adelante los presupuestos ni las leyes importantes que promueva, por lo que se ver� abocado a anticipar las elecciones. Y volvemos al comienzo, pero en una tesitura diferente, ya que quedar�a demostrado que el PNV no ha sido capaz de negociar ni el PSE de gobernar. El nacionalismo (del PNV) entrar�a en crisis al dejar el gobierno (como se reflej� en un art�culo previo), y el �constitucionalismo� del PSE-PP se ver�a obligado a revisar su estrategia y a recomponer sus filas (lo que pondr�a en peligro el liderazgo del PSE, cosa que no puede permitirse) so pena de acercar posiciones a las tesis nacionalistas en detrimento de los intereses del PP.

Resumiendo, a la izquierda abertzale en su conjunto (EHAK y Aralar) puede interesarle un lehendakari del PSE no apoyado directamente por esta (basta su abstenci�n, como se dijo en el art�culo mencionado), puede interesarle el empate t�cnico entre ambos contendientes (a fin de mostrar su fuerza), pero no le interesa ni que el PNV salga elegido, ni que quede en su mano la convocatoria de elecciones anticipadas, aunque s� que sea el PSE quien lo haga. En fin, cuestiones a reflexionar para quien tenga oportunidad.

* Pablo A. Mart�n �Aritz�. Doctor en Filosof�a por la UPV-EHU; Licenciado en Antropolog�a Social y Cultural por la UD; Especialista Universitario en Ciencia, Tecnolog�a y Sociedad por la UNED.



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