Ha muerto Imanol Gómez.
Nebera
Intereses de los gobiernos francés y español han retrasado la identificación del "presunto militante" de Euskadi ta Askatasuna (ETA) hasta el día de ayer. Según leo, dos días después de su muerte, los gobiernos francés y español no compartían la misma hipótesis referente a la identidad del fallecido.
Imanol Gómez, si damos por buena la identificación, era vecino de Altza (Gipuzkoa) y tenía 27 años, estaba huido desde hacia más de dos años y no tenia ninguna reclamación judicial pendiente.
Jon Enparantza, abogado de Askatasuna, ha puesto un epitafio a su muerte «parece que nos encontramos ante la muerte de un militante, es decir de un luchador vasco». Imanol Gómez pasa a engrosar esa larga lista de gudaris, soldados vascos, que tantos intereses amasa a la hora de mantenerla abierta.
Askatasuna recuerda que en los dos últimos años, los mismos que lleva la organización armada sin atentar contra nadie, han muerto 8 personas vinculadas a la izkierda abertzale, entre las que podemos incluir presuntos militantes de la organización, presos, ex-presos, familiares y amigos de represaliados. Son consecuencia directa del conflicto e insiste en la necesidad acuciante de «detener esa dinámica represiva para poder buscar una solución democrática al conflicto».
Euskal Herria está rabiosa. El anuncio de la muerte en accidente después de una persecución policial, es la versión oficial. El retraso en la identificación del "presunto militante", versión oficial. La necesidad de la filtración no oficial del nombre del joven altzatarra. Las macabras dudas y el siniestro objetivo de hacer brasa en el dolor ajeno extrapolando el dolor y la inquietud a las muchas, más de 2.000 según la misma fuente, familias que tienen actualmente alguien "huido". La muerte de Imanol Gómez y el seguro homenaje que va a recibir van a ser el detonante de un fin de semana "muy caliente".
Me gustaría pedir, cosa que no acostumbro, a los responsables políticos, que nos dejasen llevarlo en nuestros hombros, que nos dejasen cubrir su féretro con ikurriñas e ikurras, que nos dejasen cantarle el Eusko Gudariak y en su memoria dejar roncas nuestras gargantas con los Goras que nos salgan desde "lo más adentro" y que no fuesen nuestras muestras de dolor y homenaje objetivo de sus autos y denuncias.
Me gustaría pedirles que no apareciesen sus policías.
Imanol Gómez ha muerto tal vez por la falta de coraje de un gobierno y de una oposición incapaz de negociar y hacer públicos los mínimos necesarios para la normalización política de Euskal Herria.
Batasuna hizo pública su oferta de Paz el 14 de noviembre, es la llamada Propuesta de Anoeta. ETA ha hecho pública repetidas veces su voluntad de dejar las armas a favor de una normalización política. EHAK continúa firme en su "Orain Herria, Orain Bakea" (ahora el pueblo, ahora la paz).
Batasuna continúa ilegalizada, sus mahaikides pendientes de autos y sumarios abiertos en la Audiencia Nacional. Euskadi ta Askatasuna continúa su lucha armada si bien con compromisos y autolimitaciones hechas públicas recientemente en comunicados unilaterales. EHAK está amenazada, también por la Audiencia Nacional, con la ilegalización bajo la denuncia de pertenencia a banda armada cursada por la "asociación no política" AVT.
Seguramente, el optimismo me obliga a ello, se están dando, en algún lugar, los primeros pasos para sentar las bases a un diálogo y negociación que desemboquen en algo parecido a esta normalización tan añorada y peleada por este Pueblo, seguramente también que no llenará nuestras necesidades y aspiraciones pero sí detendrá la espiral de odio y muerte que hoy le ha tocado a Imanol, a su familia, y a todos nosotros que hacemos nuestro su dolor.
Seguramente, también, todavía esta vez, que el "vértigo político" de políticos sin visión de futuro, hará que llegue tarde la respuesta que la sociedad espera de ellos y que posibilitaría que no fueran necesarias más muertes como la de Imanol.
Un nuevo gudari para recordarnos a muchos que la Paz en Euskal Herria es tarea de todos.
Déjennos en su memoria tributarle un homenaje y recuerdo... en Paz.
Nebera
Intxaurrondo (Euskal Herria) 2005.julio.22