País Vasco
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Juicio por el «caso Jarrai-Haika-Segi»
Seis
presos por «Jarrai-Haika-Segi» quedan libres cuatro años después
Gara
Seis de los jóvenes vascos que están siendo juzgados en la Audiencia Nacional por el «caso Jarrai-Haika-Segi» Olatz Carro, Olatz Dañobeitia, Garazi Biteri, Garikoitz Etxeberria, Igor Ortega y Ugaitz Elizaran fueron puestos en libertad por el tribunal después de haber cumplido cuatro años en prisión provisional.
La Sección Cuarta de la Sala de lo Penal
de la Audiencia Nacional española, encargada de juzgar el «caso
Jarrai-Haika-Segi», ordenó ayer la libertad provisional de Olatz Dañobeitia,
Olatz Carro, Garazi Biteri, Igor Ortega, Ugaitz Elizaran y Garikoitz
Etxeberria, que han permanecido cuatro años encarcelados, sin juicio, tras su
detención el 6 de marzo de 2001 por orden del Garzón.
De esta forma, el tribunal ha desestimado la petición del fiscal, que, ante la
cercanía de la fecha en el que vencía el límite para mantener en prisión
provisional a estas seis personas, solicitó que se descontasen 126 días a los
efectos del cómputo de este plazo y que, por lo tanto, los jóvenes siguieran
encarcelados. El fiscal argumentó para ello que «la tramitación del
procedimiento ha sufrido determinadas dilaciones atribuibles a las defensas».
El auto, al que tuvo acceso GARA y que cuenta con el voto particular del
magistrado Carlos Ollero Butler, hace referencia a la doctrina del Tribunal
Constitucional español y apunta que la prisión provisional «es una medida
restrictiva del derecho a la libertad», por lo que su aplicación «debe hacerse
de manera siempre limitada».
La Sala apunta en su decisión que «un detenido estudio de los lapsos
temporales que el Ministerio Fiscal tilda como dilaciones atribuibles a las
defensas lleva a discrepar» de sus tesis y, tras repasar lo acontecido durante
el primer espacio de tiempo aludido por el fiscal, concluye que en esa fase
procedimental «en modo alguno existe una dilación atribuible a maniobras de la
defensa encaminadas a un entorpecimiento» del proceso.
Subraya que los letrados de la defensa «propugnaban, en primer término, un
trato igual al que de facto habían tenido las acusaciones». Lo mismo concluye
sobre el segundo espacio temporal mencionado por la Fiscalía y del trámite de
calificación de las defensas.
En cualquier caso, junto a la orden de liberar a los seis jóvenes, el tribunal
acuerda también que se adopten «cuantas medidas se entienden adecuadas para
velar por que todos los procesados sigan someti- dos al enjuiciamiento», como
la designación de un domicilio, el comunicar al tribunal cualquier cambio del
mismo y «comparecer ante la Sala o en su caso ante la comisaría o puesto de la
Guardia Civil más cercano de su domicilio todos los días, acordándose
asimis-mo la prohibición de salida del territorio nacional y la retira- da del
pasaporte».
La decisión de la Sala se conoció a primera hora de la mañana y, de hecho,
antes de comenzar la sesión, el secretario judicial comunicó la noticia a los
afectados, que de esta manera abandonaron la «pecera» y se sentaron al lado de
los imputados que se encuentran en libertad. Antes, la emoción embargó la sala
y el interior de la «pecera» se llenó de besos, abrazos y alguna lágrima que
otra. También el resto de los jóvenes procesados tuvo que realizar grandes
esfuerzos por no llorar de emoción. Más de uno no consiguió evitarlo.
Al finalizar la sesión, los seis jóvenes fueron trasladados hasta la prisión
en que estaban encarcelados, de donde, tras recibirse la notificación oficial,
debían salir en libertad. Según pudo saber GARA, las excarcelaciones se
produjeron en torno a las 20.30: Carro, Dañobeitia y Biteri salieron de Soto
del Real, Ortega y Etxeberria de Alcalá-Meco, y Ugaitz Elizaran de
Navalcarnero.
«Sigue siendo un escándalo»
Los abogados de la defensa Aitor Ibero y Arantza Zulueta manifestaron que este
auto «nos da la razón sobre lo que manifestábamos incluso antes del juicio.
Estamos contentos por lo que supone para los seis, pero al mismo tiempo sigue
siendo un gran escándalo que hayan permanecido cuatro años en prisión y que,
por otra parte, el resto de los procesados sigan en prisión».
Por ello, adelantaron que la próxima semana van a pedir formalmente la
liberación de todos los imputados, tanto en este procedimiento como en
procesos similares. Para los letrados, el desarrollo de este juicio está
demostrando que las actividades de Jarrai, Haika y Segi son actividades
totalmente legales, de carácter social, político y que «en nada tienen que ver
con lo manifestado por la acusación».
Zulueta e Ibero denunciaron también la actitud del juez Ollero, con una
actitud que «nos parece escandalosa y absolutamente fuera de tono y de lu- gar».
En su opinión, este magistrado ha tratado de mantener la prisión para los
jóvenes «abusando de lo que el derecho permite desarrollar».
Segi se felicita por el final del «secuestro» y denuncia que «la farsa»
continúa en Madrid
Tras la puesta en libertad de los seis jóvenes, Segi se felicitó por el
final de «cuatro años de secuestro» y subrayó que el motivo por el que fueron
encarcelados fue «su labor política en defensa de su pueblo».
La organización juvenil, en un comunicado, destacó que «ha vuelto a quedar en
evidencia, a través de sus leyes extranjeras e impuestas, que el Estado
español dirige el recorte de los derechos civiles y políticos de la ciudadanía
vasca». Segi tildó de «farsa» el juicio que se está celebrando en Madrid y
denunció las «numerosas irregularidades» que se están produciendo por parte de
los estados español y francés.
La plataforma 18/98+ recordó que la decisión del tribunal «no es más que el
cumplimiento estricto de la legislación vigente» y criticó que se haya
aplicado la prisión provisional «hasta su límite», mientras que otras
diecisiete personas llevan ya tres años en la misma situación.
Batasuna coincidió en que «cumplir cuatro años de prisión provisional sería
inaceptable en cualquier legislación democrática», y subrayó que «no hay
siquiera una sola razón para que estos jóvenes y el resto sean juzgados y
encarcelados».
Durante la concentración celebrada por LAB ante los Juzgados de Donostia, Rafa
Díez destacó que la vista de Madrid «es el espejo en el que se reflejan la
represión y la impotencia del Estado español». El secretario general de LAB
subrayó que «estamos ante la criminalización de personas, organizaciones y
colectivos por el solo hecho de trabajar por construir la nación vasca».
Askatasuna acogió con «satisfacción» estas liberaciones y exigió «el cierre
del macrosumario 18/98 y la libertad de todos los imputados».
Por otro lado, el Pleno de Goizueta aprobó la pasada semana un acuerdo en el
que se rechazan los sumarios abiertos en torno al 18/98.
«¿EA coordinada por KAS? Estoy flipado»
La decisión de poner en libertad provisional a seis de los im-putados y las
consiguientes reacciones dejaron en un segundo plano las declaracines de los
testigos en la jornada de ayer, a pesar de que en es-ta sesión comparecieron
más personas que en las jornadas precedentes.
Dos de los llamados a declarar fueron el hasta hace escasas fechas
parlamenta-rio de EA en Gasteiz Martín Aranburu y el también miembro de esta
formación y ex dirigente de Gazte Abertzaleak Israel Brumil.
Ambos señalaron que su partido desarrolla una «estrategia de construcción
nacional» argumento utilizado por el juez instructor para criminalizar a
estos organismos y explicaron que han mantenido contactos y han desarrollado
trabajos en común con Jarrai y con Haika de forma normalizada y en muy
diferentes ámbitos. Asimismo, negaron que al reunirse con los organismos
juveniles incluidos en el sumario entendieran que se estaban reuniendo con
ETA.
Los dos miembros de EA explicaron el funcionamiento, objetivos y financiación
de este partido y de GA, y desde la acusación se les preguntó si la formación
que lidera Begoña Errazti «ha estado en alguna ocasión coordinada por KAS». La
respuesta de Brumil fue muy gráfica: «Me has dejado flipado».
Estos dos testigos cerraron la jornada de ayer. Antes habían declarado Joseba
Garmendia, Enrike Egaña y Rubén Andrés, que rechazaron que la asesoría Ba-
naka hubiera sido creada por Herri Batasuna para conformar una «caja común»
con la que fi- nanciar a los diversos organismos de la izquierda abertzale.
Por su parte, Zigor Olabarria, que participó en la Gazte Asanbada de Gasteiz,
y Alvaro Anta, de la plataforma 8.812, negaron que desde Jarrai, Haika o Segi
se les hubiera intentado imponer directrices.