La oligarquía: cáncer y dueño de la América Latina
Luciano Sepede
Desde que Cristóbal Colón llego por vez primera a América, se empezó a gestar el dominio de todas las riquezas heredadas de la naturaleza de toda América, y poco a poco se fue instalando el poder para aprovecharse de toda riqueza a favor de la Corona Española, es así como empezó a transcurrir el tiempo, grandes civilizaciones milenarias intelectuales pasaron a ser borregos esclavos, a tal punto que se fueron convirtiendo en serviles políticos para satisfacer las riquezas de toda la Corona Española.
Durante varios siglos el poder se fue fortaleciendo, la Corona lo controlaba todo, las riquezas, la política, la economía, el comercio, la religión, la sociedades, y todo aquel que se oponía a sus intereses, era distorsionado, sobornado con tierras o con barbarie, el nepotismo y la autoridad era la clase política dominante, prevalecía los terratenientes, el monopolismo, y las sociedades se convirtieron en sumisas, subordinadas y esclavos de los dueños del poder.
Tanto poder, riqueza, codicia, avaricia, ambición se llegó a la burguesía del status quo, llevando como consecuencia la corrupción y el debilitamiento de la política imperialista que se ejercía sobre las sociedades dominantes, poco a poco aprovechando la situación, comenzaron a surgir ideas revolucionarias para derrocar el dominio del imperio, un hombre político-Militar llamado Simón Bolívar, comenzó la gesta emancipadora de libertar a todos los pueblos de América del nepotismo y de la complicidad de la oligarquía adinerada, fieles a la Corona.
Simón Bolívar en la lucha de la independencia exclamó: ¨ La Burguesía es hija de la colonia y viceversa ¨ la opresión esta reunida en masa bajo un solo estandarte y si la lucha por la libertad se dispersa no habrá victoria popular en el combate.
Simón Bolívar hombre líder, rico, intelectual, culto, sabio, honesto, humilde, visionario de pensamiento, pero al mismo tiempo odiado por la oligarquía burguesa, quienes sentían envidia, recelo, y que a pesar de tener el poder y el dinero no tenían carisma y seguidores ante la ausencia de un liderazgo.
Fue así como a través de los siglos se logro la lucha por la independencia, liberándose del dominio del yugo español, más no liberándose de las raíces herederas de la colonia, ¨ La Oligarquía ¨.
Fuimos avanzando a través del tiempo hasta llegar al siglo XX, con desigualdades, divisiones, contradicciones, luchas internas, modelos políticos, diferenciación de clases sociales, paradigmas tradicionales y complacencia de factores externos en detrimento de la vida de los pueblos Latinoamericanos.
Es así como la Oligarquía adinerada sacaba provecho del debilitamiento de las sociedades no pensante y se hacía más y más fuerte en el dominio de los pueblos, controlando todo, comprando todo, hasta el punto de remembrar el monopolismo colonial no competente y ser dueño de países, naciones, República, por encima de cualquier poder político existente.
La Oligarquía Latinoamericana, siempre ha sido lame bota de cualquier sistema imperialista que genere riqueza, capitales, poder, dominio, para el fortalecimiento de intereses mutuos, por encima de los intereses de una nación, sociedad, y es de mencionar que la Oligarquía siempre fue fiel al imperio español, lo que hoy en día es fiel al imperio Norteamericano, esto generó grandes divisiones y desigualdades en todas las sociedades Latinoamericana, creando una diferencia abismal de clases sociales entre los que ostentaban el poder y el pueblo.
Vemos como en toda la América Latina, la oligarquía crea una barrera de no permitir la entrada de gente que no pertenezcan a su circulo social, el campesino, el indio, el agricultor, la clase obrera, el profesional de clase trabajadora, la clase media, eran considerados como subordinados y de niveles culturales inferiores a sus superiores oligarcas. Pero no toda la clase oligárquica era extremadamente culta, entre otros existía, la obsesión por el poder, la codicia, el dinero, la ambición, avaricia y sobre todas las cosas disfrutar de todas las comodidades sin sacrificio alguno a costilla de sus subordinados esclavos.
Podemos citar que la oligarquía significa aquel que tiene, o que lo tiene todo que frecuenta en el club, habla bonito, es elegante y huele a brillantina, pero cuando le tocan los intereses se convierten en demonio, van a llorar a la casa del cura porque son amigos, viven en urbanizaciones lujosas. Sus apodos dentro del circulo son la ñoñi, la nena, la cuqui y la beba; en los hombres frecuentan con los nombres de Fran, Gregory, John, Anthony, el Júnior y otros.
La oligarquía exclama: ĄTu verdad no: la verdad. Y ven conmigo a buscarla. La tuya, guárdatela!, la casta económica, tiene su propia verdad y la maneja para sus intereses. La oligarquía compra verdades sobre embustes, falsifica criterios, y se esfuma con la crisis. Para ellos la verdad es el banco, la canasta y el te, la fantasía y la etiqueta. Es así, como muchos Gobiernos y oligarcas han sobrevividos legitimados con la sociedad. Mienten para hacer una sociedad borrascosamente infeliz. Manejan la verdad con instintiva capacidad ideológica.
En este sentido, la oligarquía en estos tiempos de confrontación, es una categoría que debe ser estudiada, con un concepto utópico a la realidad, hoy, los intelectuales del sistema, afloran con conceptos de frustración social cuando estamos comenzando a vivir las grandes torturas de este siglo, y es que apenas estamos comenzando a vivirla.
Durante los años 70 sobraban los utópicos, hoy sobran aquellos genios de la oligarquía, los que comen de su obra, los intelectuales falderos. O dicho de otro modo, los empleados de la clase dominante o aquellos hombres y mujeres también prefabricados por la oligarquía. Algunos intelectuales que están justificando la perversa presencia de una oligarquía ultrapoderosa, derrochadora y falseadora, se hace sentir por sus interlocutores, aquellos que dirigen y manejan la información como profesión.
La oligarquía cuando tiene el poder no distribuye riqueza, entiéndase por distribución de la riqueza de un país, la creación de grandes industrias, fabricas, tecnologías, creación de grandes empleos directos para generar bienestar, progreso y desarrollo para una sociedad, si tomamos el ejemplo de toda la América Latina nos encontramos que el ingreso que se percibe como ingreso ordinario, y aquellas imposiciones del estado como manera de autofinanciarse para cubrir todo el gasto público, el resultado que se ha obtenido por tradición ha sido siempre la de peor distribución de la riqueza hacia los pueblos.
El reflejo de las sociedades Latinoamericanas lo podemos palpar día a día como resultado de esa mala distribución, con la miseria, pobreza, desempleo, anarquismo, guerrilla y terrorismo urbano, violencia, rumores de golpe de estado y guerra civiles entre otros, la oligarquía distribuye riquezas solo para sus intereses y consorcios familiares, negocios con grandes capitalistas, empresarios, banqueros, políticos, diplomáticos pero todo esto en pro del beneficio colectivo del grupo oligárquico más no para la sociedad generalizada de un país, es decir, solo comen ellos los demás se mueren de hambre.
En la Venezuela que vivimos hoy en día a comienzos del siglo XXI, en el ultimo trieno desde que Hugo Chávez Frías asumió el poder, no hemos parado de oír, replicar todas las ofensas al Presidente de turno porque no satisface los intereses de la oligarquía, y continúan con propagandas sucias de hacerle creer a todo el país que el Presidente es el peor enemigo de todo los Venezolanos, también se les ha hecho creer que cuando Chávez critica los privilegios de un grupo de oligarcas que se apoderaron de los ingresos del aparato del estado por 4 décadas, estos comienzan a replicar que el Presidente es comunista, fascista, dictador y mucho más.
Chávez vino a desmontar todo el aparato corrupto gobernado por la oligarquía de 4 décadas, implementar controles en cuanto a los ingresos ordinarios que percibe el estado venezolano, controles en el pago de impuestos sobre todo a los grandes consorcios oligárquicos, controles en la administración pública en cuanto el destino de los fondos públicos para su inversión, para la oligarquía la palabra control lo asocian con el comunismo, la dictadura, el fascismo, claro ellos lo tenían todo ayer ahora no tienen nada, solo les queda la impotencia, la rabia, el dolor, para ellos la ley no existe, el despilfarro, la corrupción, el negocio redondo con el estado, la vulnerabilidad de la leyes son sus modelos políticos, y la sociedad para ellos eso no importa, solo importa sus intereses.
Así es la oligarquía cuando lo pierde todo se resigna a morir, es un gran perdedor, su soberbia, su dolor desata la furia, juega con sangre e impulsa a la guerra civil, la Venezuela del siglo XIX estuvo muy marcada por estas situaciones, cuando la oligarquía se volvía impotente las guerras eran su adepto, fanatismo y todo por recuperar el poder, hay que recordar que en ese mismo siglo Venezuela vivió toda esa década plagada de guerras federales.
Como que estamos condenados a tropezar con la misma piedra en este siglo XXI, en tiempo de crisis buscamos las lecciones de la historia para su aprendizaje y se me viene a la mente en este articulo la historia colombiana, el famoso mensaje del tribuno de América Jorge Eliécer Gaitán líder político de la época, su recia formación intelectual, estadismo, dialéctica social, su perfil etnocéntrico, chocaba con la raza blanca y azul dominante de la aristocracia colombiana, su fino verbo su discurso cae como un rayo en la oligarquía, pero corre como sangre y va fluyendo en los estratos sociales humildes de América, su dialéctica desnuda la razón y mente de los pobres de tal manera que su fama de va extendiendo por la geografía suramericana.
Si tenemos alguna similitud de lo que estamos viviendo en la Venezuela de hoy en día es pura coincidencia, nuestra historia nacional también esta condenada por la oligarquía hacia el resto de toda América Latina, como se ve, en un país capitalista y democrático como el nuestro ha llegado a creerse que en la oligarquía y los sectores populares no puede haber entendimiento posible por cuanto ambos representan intereses antagónicos irreconciliables Es así como Hugo Chávez Frías con su discurso seduce a las masas es adorado y odiado al mismo tiempo, pero así son los lideres seducen a la esperanza, a la buena fe, a la humildad, al trabajo, a la voluntad y odiado por los poderosos de la etiqueta, el whisky, la codicia, la avaricia, el testaferro, el latifundista, el soñador del imperialismo.
Cuando Jorge Eliécer Gaitán fue asesinado, había sentenciado, si los oligarcas me matan no quedara en Colombia piedra sobre piedra, este es un mensaje que todos los Venezolanos debemos tomar en cuenta para la convivencia social y el entendimiento, la tolerancia política, la razón y acabar con la violencia y el odio que la oligarquía con su intolerancia y perversidad nos pone a jugar con sangre, por eso en América Latina estamos condenados a pagar caro la riqueza y la obsesión por el poder.
Han transcurrido 510 años desde el descubrimiento de América y no hemos podido crecer, progresar desarrollarnos como país, nación y sociedad digna, disciplinaria como había soñado el Libertador Simón Bolívar, hay que recalcar lo expuesto anteriormente por el Libertador que la oligarquía es hija de la colonia y viceversa, pero España como país ante tantos males cambió, pero América Latina no ha cambiado y se niega aceptar los grandes cambios que las sociedades reclama en este inicio del siglo XXI, mirando la vida sesgada, en el oscurantismo crónico, diseñado y amordazado por una clase oligárquica elitesca obsesionada por el poder.