12 de diciembre del 2002
Entrevista a Michael Löwy
"Estrategias para globalizar las luchas contra el poder imperial"
Franck Gaudichaud
Punto Final
Franck Gaudichaud(2): ¿Usted es de origen brasileña y conocido
como cientista social, especializado en el estudio de América Latina:
que opina sobre el panorama político-social actual de este continente
y cuales son, según su entender, los puntos clave de esa configuración?
Michael Löwy: Bueno, creo que los problemas de América Latina
son parte de un contexto internacional, un contexto mundial, que es el contexto
de la globalización capitalista neoliberal. Este contexto ejerce hoy
día una dominación imperial sobre los países capitalistas
periféricos, los países dependientes y es en este marco que se
ejerce la dominación del capital transnacional, especialmente de Estados
Unidos, sobre América Latina. Y eso a un grado sin precedentes, como
tal dominación: ni en los tiempos de la colonia no tenían tal
poder. Entonces, la dictadura que ejerce el FMI, los capitales transnacionales
y el mismo imperio norte-americano no tiene precedente. Nunca hubo tal imposición,
tal dictadura, tal control ejercido sobre los países latino-americanos.
Es en este contexto que América Latina, los pueblos de América
Latina, participan de esa gran movilización internacional y internacionalista
en contra de la globalización capitalista neoliberal, con la perspectiva
y la estrategia de globalizar las luchas en contra del poder imperial. En este
sentido fue muy importante un evento como el Foro Social Mundial (FSM) de Porto
Alegre, que tuvo la participación de los principales movimientos sociales
del continente, a empezar por los brasileros con el Movimiento de los Sin Tierra
(MST) y la CUT, con el objetivo de manifestar la protesta internacional en contra
del neoliberalismo, tomando como símbolo el encuentro de los poderosos
en Davos pero buscando también propuestas alternativas y la busca de
otro mundo: "otro mundo es posible". Me parece muy importante que en este ultimo
encuentro del Foro Social Mundial de Porto Alegre, que son eventos latino-americanos
pero también internacionales con delegaciones de Europa, de Estados-Unidos,
etc., bien: que en este evento, se planteo por primera vez la discusión
del socialismo. Fue una propuesta de Vía Campesina que agrupa a millones
de campesinos en el mundo, a través de movimientos como el MST por ejemplo
pero varios otros, hasta en Francia con la Confederación campesina. Bueno,
Vía Campesina propuso el tema del socialismo en el FSM de Porto Alegre
y organizo tres días de discusión sobre el socialismo, con la
asistencia de mil quinientos delegados campesinos de todo el mundo. Es muy importante
para mí porque es una señal que otra vez se esta planteando el
tema del socialismo al orden del día. Después de la caída
de esta caricatura de socialismo en los países del Este, se vuelve a
plantear el tema de un otro socialismo, democrático, libertario, ecológico.
FG : Ahora hablando de la grave crisis y descomposición sistémica
que se esta dando en Argentina: ¿cuales son las perspectivas que usted visualiza
en este país?
ML : Este tema se ha tocado mucho en el FSM y incluso hubo una manifestación
de solidaridad con el pueblo argentino. Bueno, es el ejemplo extremo de a que
resultado lleva la política neoliberal del FMI, puesto que la Argentina
de Menem, De La Rua y todos estos gobiernos fue el mejor alumno del FMI. Eso
a provocado una rebelión popular impresionante, cayeron varios gobiernos,
un movimiento social muy amplio, que sigue movilizado y que mantiene todo los
gobiernos bajo fuerte presión. Ahora la perspectiva es difícil
prever porque por un lado el movimiento es muy amplio, ha tomado formas de autoorganización
sin precedentes como los piquetes (el movimiento piquetero), las asambleas barriales...
Son iniciativas muy interesantes en las cuales se reúnen masas de gente,
pobres, excluidos, desempleados y sectores de la clase media descontenta con
la expropiación de sus cuentas bancarias: todo eso ha llevado a la confluencia
de sectores sociales distintos en este amplio movimiento de protesta. Yo veo
dos problemas que este movimiento tendrá que resolver en Argentina para
lograr una acumulación de fuerza y provocar un cambio radical. Uno es
lograr que la movilización de izquierda llega a los sectores organizados
de la clase obrera, bastiones obreros que siguen bajo control de las dos CGT
peronistas, que los tratan de mantener fuera del movimiento. Hasta ahora la
burocracia sindical peronista ha logrado impedir la confluencia de la clase
obrera con el movimiento social de protesta. El segundo problema es la falta
de dirección política, de alternativa política. Existe
una gran diversidad de fuerzas políticas de izquierda comunista, trotskista,
socialista pero no se ha logrado crear un frente, una convergencia; siguen peleándose
entre ellos y eso es un problema muy grave. Lo más interesante en esta
coyuntura ha sido la posible candidatura de Luis Zamora a las elecciones presidenciales
que es un dirigente popular con mucho prestigio, que aparece como la expresión
posible de este movimiento pero no como expresión orgánica, como
vanguardia del movimiento sino más bien como una persona aislada, lo
que es problemático. Otro hecho positivo: un grupo de intelectuales,
de economistas de la izquierda formulo un programa alternativo para Argentina
con medidas concretas, inmediatas, con una perspectiva de transición
al socialismo. Este documento es importante, es una base posible para una plataforma
de izquierda y el planteo de una alternativa, problema vital.
FG : Aquí, en Francia, se habla poco de Chile a pesar de acontecimientos
importantes que se están desarrollando en este país (como por
ejemplo la impunidad otorgada a Pinochet): ¿Que piensa usted del Chile actual,
cual es su visión?
ML : Bueno. Históricamente, digamos desde los anos setenta, siempre
hubo mucho interés por Chile y una gran identificación con el
proceso político chileno, con los trabajadores chilenos, con la historia
chilena. Entonces hay una base fuerte, aquí, de identificación
con lo que pasa en Chile. Eso, de alguna manera, queda en la memoria de la gente,
sobre todo gente de edad. El 11 de septiembre de 1973 fue un trauma que afecto
a todo una generación de la izquierda, desde la izquierda del partido
socialista hasta los comunistas revolucionarios pasando por los demás
sectores. Entonces eso es un hecho: la relación política pero
también emocional con lo que paso en Chile. Después poco a poco
se fue perdiendo el contacto, el interés bajo y bueno, hoy día
existe poco eso. Cuando hubo el caso Pinochet se asistió a una cierta
removilización, una parte significativa pero no tan amplia se movilizó
en la campaña contra Pinochet. Se armo iniciativas al nivel jurídico
también, se solicito el testimonio de victimas de la dictadura: hubo
una movilización, de una manera se reactivo la memoria de 73.
FG : Ahora, en Europa, se esta preparando el Foro Social de Florencia: ¿cuál
es su análisis de la situación política y social en Europa
y en consecuencia que importancia tiene el Foro en este cuadro?
ML : En Europa, tenemos una serie de tendencias contradictorias. Por un
lado, el proceso de unificación europeo sigue bajo el control del capital,
de una orientación neoliberal y contrario a los intereses de los trabajadores.
Por otro lado, estamos asistiendo en Europa en los últimos años,
a un espectacular desarrollo de un movimiento por la justicia global, por otra
mundializacion, por una "alter- mundializacion" y no "contra" de "la" mundializacion
(estamos en contra de la forma neoliberal de la mundializacion). Entonces
este movimiento por una otra mundializacion en función de los intereses
de los trabajadores y de los pueblos ha tomado mucha fuerza. Eso se ha visto
en Francia con el surgimiento de ATTAC y en otros países también;
con manifestaciones de apoyo a la Confederación Campesina en varios momentos
de su lucha y con sus actos simbólicos (de desmantelar un Mac- Donald
por ejemplo, que hubo mucho impacto en Francia); y sobre todo con las manifestaciones
en Europa que han tenido lugar contra las reuniones de las grandes potencias
imperiales y las multinacionales. La más espectacular fue en Génova,
con centenares de miles de gente que manifestó en contra del G8 pero
hubo otras manifestaciones semejantes en España, en Praga, en Suecia,
en fin... En uno y otros países de Europa asistimos a la participación
importante de jóvenes y en España, Italia y Francia sobre todo
con un carácter de masa. Eso es algo nuevo, muy importante y es una esperanza.
El Foro Social Europeo es expresión de este movimiento y ha ganado una
gran legitimidad como expresión de estas protestas anti-neoliberal. Y
con eso se ha ampliado el abanico de movilización a sectores que se habían
quedado atrás hasta el momento, como el movimiento sindical europeo:
centrales y sindicatos tienen posiciones muy moderadas y se habían quedado
afuera. Ahora con el impacto que tuvo la movilización se han visto, de
alguna manera, obligado a participar. Así el FSE va a ver participar
los sindicatos europeos mas las fuerzas más radicales que ya están
en el movimiento. Obviamente, dentro del foro hay una gran diversidad de opinión
y habrá una discusión, en el cual serré como en el de Porto
Alegre, entre los que creen que se puede regular el capitalismo, que se puede
tener un capitalismo ecológico, humano o sea humanizar el sistema y los
otros, como yo y mis amigos, que dicen que se trata de la lógica del
sistema capitalista mundial y que el enfrentamiento es con el capitalismo y
que la alternativa es la construcción de otra sociedad: otro mundo es
posible, otra sociedad es posible. Esta discusión es importante pero
no impide que el movimiento logra tener su unidad alrededor de demandas concretas
inmediatas que son consensuales en la gran mayoría. Que son demandas
contra las políticas neoliberales, por la supresión de la deuda
del tercer mundo, por una tasa sobre las transacciones financieras, por una
moratoria sobre los productos transgenicos, los derechos de los trabajadores
inmigrantes, la igualdad para las mujeres... Hay una serie de reivindicaciones
sociales, económicas, políticas, ecológicas que concierne
amplios sectores del pueblo trabajador y que son la base concreta alrededor
de la cual se puede unir este movimiento. Y eso es muy positivo y ha permitido
avances importantes. Entonces hay dos aspectos: necesaria unidad en torno de
demandas concretas y discusión sobre la perspectiva mas general, programática.
FG : Para terminar con Francia, se sabe que actualmente hay un auge relativamente
importante de la izquierda anticapitalista en este país, como el de la
Liga Comunista Revolucionaria (LCR) que tiene una popularidad acentuada en la
juventud y algunos sectores populares: en este contexto se esta hablando de
la conformación de una nueva izquierda anticapitalista. Que opina sobre
eso?
ML : En Francia, asistimos a un refuerzo de la derecha. Primero, en muchos
países de Europa como en Francia se ha reforzado la derecha liberal,
secundo hay una crisis de la izquierda social-demócratas, de los viejos
partidos comunistas de orientación pro-soviética (salvo en Italia
donde hubo refundación) y tercero, surgimiento muy preocupante de una
extrema-derecha, fascista, semi-fascista y de toda manera racista, xenófoba.
Eso es muy importante porque en varios países esta en el gobierno:
esta en Austria, en Dinamarca, en Suiza. Y en Francia esta reforzado y así
participo el partido neo-fascista Front National de Le Pen en el segundo turno
de las ultimas presidenciales. Otro aspecto más positivo, es que también
se ha reforzado la izquierda radical en varios paises de Europa y más
aun en Francia. Porque en Francia tres partidos de la Izquierda Revolucionaria,
que vienen del trotskismo, sacaron el 10% de los votos, lo que es sin precedentes
en la historia francesa. Entre ellos, la Liga Comunista Revolucionaria con su
candidato Olivier Besancenot, joven trabajador de los correos, saco el 4,3%.
La pregunta que se puede hacer entonces, es como transformar este resultado
electoral en una fuerza política que pueda presentarse en alternativa
a la crisis de la izquierda tradicional y al peligro del fascismo que surge
y que tiene un apoyo en capas populares desorientadas. Hay una corrida entre
la izquierda revolucionaria y la derecha fascista: ¿quién va a, digamos,
"capitalizar" el descontento popular? El problema es como crear una nueva fuerza
de izquierda amplia, anticapitalista que pueda aparecer como alternativa. Aquí
hay discusión y el planteamiento que me parece él más correcto
es el de la Liga Comunista Revolucionaria, con la cual me identifico y que llama
a la unidad de todos los que quieren luchar contra el capitalismo. Entonces
llama a la unidad a los otros partidos de la izquierda revolucionaria como Lutte
Ouvrière con su candidata Arlette Laguiller y a los militantes de los
partidos de la izquierda tradicional que son críticos de sus direcciones
y sus compromisos con el social-liberalismo, sobre todo los militantes de las
izquierdas del Partido Comunista, de los Partidos Verdes y hasta los militantes
socialistas. Mas generalmente es una llamada a los militantes sociales, sindicales,
que luchan contre el desempleo, gente de ATTAC, lo que sea, para que participen
a esta discusión, en fin de crear una nueva fuerza de la izquierda anticapitalista
amplia, que no seria controlada por una organización pero que seria realmente
popular.
Entrevista realizada por Franck Gaudichaud en Paris
franck.gaudichaud@libertysurf.fr
Michael Löwy es cientista social marxista, investigador en el Centro Nacional
de Investigaciones Francés (CNRS) y profesor en la Escuela de Altos Estudios
en Ciencias Sociales (EHESS - Paris), M Löwy es también militante
político de larga trayectoria (es miembro de la Liga Comunista Revolucionaria
en Francia y de la Cuarta Internacional)
Franck Gaudichaud es colaborador de la revista Punto Final, redactor de la revista
francesa Dissidences (www.dissidences.net) y doctorante en ciencias políticas
(Universidad Paris VIII).