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Opiniones

4 de noviembre del 2002

El Bachiller y los guerrilleros de los 60'

Isrrael Sotillo y Edith Franco
Rebelión
Los viejos guerrilleros llegaron con la puntualidad de siempre, inclusive, varios de ellos se adelantaron a la cita. Esta vez fueron convocados para darle "cristiana" sepultura a dos de sus compañeros, desaparecidos por el gobierno del socialdemócrata Raúl Leoni. Los restos de sus camaradas habían sido encontrados días atrás, precisamente, treinta y cinco años después por un equipo de antropólogos de la UCV, con la colaboración de los familiares de las víctimas y de la propia comunidad guaribense. Allí estaban de nuevo para decir ¡presente! los combatientes que no se quebraron, los que siguen jugando por el ala izquierda de la vida: Fernando Soto Rojas, Héctor Pérez, Rafael Barrios, Félix Prada, Rafael Rossell, Gilberto Mora, y otros, quienes fueron miembros del Frente Guerrillero Ezequiel Zamora que operó en la montaña de "El Bachiller" a partir de julio del 1964, unidad ésta creada por resolución del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), al igual que el otro frente, el Antonio José de Sucre que maniobraba en los estados Monagas, Anzoátegui y Sucre.
Por aquél entonces, Acción Democrática y su policía política, la DIGEPOL, eran expertos disparando primero y averiguando después.
Así, instrumentaron contra los insurgentes la llamada operación de exterminio largo y final a partir del año 65, con ella alcanzaron un alto nivel de profesionalismo de tortura y muerte, que nada tenía que envidiarle a la GESTAPO.
Por medio de esa estrategia antiguerrillera apagaron las vidas de Trino Barrios, Víctor Ramón Soto Rojas, Juan Ramón Ortega, Jesús María Hernández, Evencio Canelón, Leonel Gómez, Américo Silva, Agostino Russo (italiano), Ambrosio Viera,, Juan Tovar, Juan Antonio García, Eugenio Riera, Zenobio Bermúdez, José de Sousa (portugués), José Manuel Saer (el Chema), "Coquito" González, Heriberto Cartagena, Higinio Rodríguez, Fernando Lugo, Jeremías Barrios, Freddy Enrique Díaz, José Mendoza Ovalles, José Luis Montero, Alberto Alvarado y de Jesús Márquez. Todos estos veinticinco revolucionarios fueron homenajeados la tarde del sábado 26 octubre de 2002, de ellos, solamente se han encontrado, hasta ahora, la osamenta de seis, los demás, continúan desaparecidos.
Los actos se realizaron en el camposanto y en el parque de ferias "Negro Rojas"de San José de Guaribe del estado Guárico, que es tierra de sol, y de cuando en cuando, de lluvia, de pobladores, de hatos, de conuqueros, de gente humilde, gente trabajadora, donde aún se puede crear un país productivo nacional. La intención del equipo organizador era romper con el silencio y aprovechar para empezar a cambiar la calidad de los actos: "Porque los actos –nos dice Fernando Soto Rojas, el otrora comandante Ramírez–, "tienen que ser actos de calidad y el de esta tarde va ha ser una excelente jornada, por la poesía, por el canto, por la participación y por la presencia, sobre todo, de gente del pueblo".
Rebelión conversó con Fernando Soto Rojas, uno de los sobrevivientes de aquella época de los 60', y también uno de los organizadores del homenaje a los caídos de El Bachiller. Por sus palabras iniciales apreciamos que la historia de Venezuela, lejos de terminar apenas comienza. Le pedimos que iniciara la plática hablándonos del proceso revolucionario del cual él fue uno de los principales actores.
–El proceso de lucha armada, lo que se llama la lucha armada del sesenta se da por dos causas fundamentales, una, que en el proyecto popular que sintetizaba la Junta Patriótica que lideraba Fabricio Ojeda no se cumplió, más bien se impuso el pacto de Nueva York, que después se concretó en el llamado Pacto de Punto Fijo. Y la otra causa que generó ese proceso, es la influencia tremenda que significó para los sectores juveniles y estudiantiles, el vínculo con el triunfo de la Revolución Cubana. Esos hechos matizaron mucho más los procesos armados, que no ocurrieron solamente en Venezuela, sino en toda Latinoamérica.
–Relátenos un poco la vivencia en ese "no lugar" que se llama El Bachiller y díganos los nombres de aquellos revolucionarios utópicos que un día se pusieron las botas y se fueron para la montaña.
–En relación a la zona de El Bachiller y al Frente Guerrillero Ezequiel Zamora, eso arrancó como una escuela guerrillera, dirigida por Trino Barrios, quien era un dirigente campesino que venía de las filas de Acción Democrática, junto con otro muchacho llamado "Coquito" González y había, además, un compañero de nombre Raúl, eso fue a principios de 1963, si mal no recuerdo, y funcionó, mas o menos, como un año. De los tres combatientes mencionados, todos están muertos hoy en día. Después, a mediados de julio del año 64, nació el Frente Guerrillero Ezequiel Zamora en la zona de Corozal, que es un caserío que está allí todavía entre El Guapo y Cúpira, estado Miranda. Con Trino Barrios habíamos fundado años atrás el MIR, concretamente, el 9 de abril de 1960. Entonces lo que había allí era una escuela de preparación de combatientes para llevarlos luego a la lucha urbana, y, por su puesto, a la lucha guerrillera rural que ya había comenzado en Falcón, en Portuguesa y estaba operando también en el oriente el país. Sin embargo, dada la proximidad a Caracas y las condiciones políticas, fue creciendo esa escuela guerrillera, y llegó el momento en que éramos más de cuarenta guerrilleros y fue así como se decidió transformarla en un frente guerrillero, que se llamó Ezequiel Zamora. Empezamos operaciones a fines de julio de 1964, fundamentalmente, fueron operaciones defensivas, porque hubo una delación y entonces, nos tiraron los cuerpos de seguridad encima, la DIGEPOL, o policía política, con sesenta hombres, que por cierto, no subieron, después nos lanzaron el Batallón Bolívar y libramos como tres o cuatro combates de carácter defensivo con bajas esencialmente de ellos.
–¿A quien correspondió la decisión de crear el frente? Tenemos entendido que lo hizo la dirección política del partido, es decir, Domingo Alberto Rangel y Simón Sáez Mérida, entre otros.
–Fue una decisión básicamente de la organización militar del MIR. Domingo Alberto Rangel era el Secretario General del MIR, y Simón Sáez Mérida, para ese entonces, ya estaba preso en el Cuartel San Carlos, por lo de El Carupanazo. Pero la decisión política fue más que todo del Comité Regional de Caracas, del Distrito Político Militar del cual yo formaba parte, ya que a mí me correspondía comandar la Brigada Urbana del MIR, que constaba de 120 hombres armados y de dos mil combatientes en las bases de apoyo. Esa brigada la formaban tres destacamentos de combate, en la dirección estábamos un compañero llamado Bartolomé Vielma, ya muerto y aún sin aparecer sus restos, Rómulo Niño y Fernando Soto Rojas.
–¿Entonces la decisión fue colectiva?
–Sí, muy democrática, incluso, debo decirles que el Frente Guerrillero Ezequiel Zamora, era el más democrático de los frentes militares que yo conocí en esa época, porque ahí funcionaban las células políticas del MIR y de las otras organizaciones políticas que no eran del MIR, sino que además participaban el Partido Comunista y otras organizaciones. Al mismo tiempo fue una guerrilla de carácter internacionalista, como todo los procesos armados. En El Bachiller, participaron panameños, colombianos, cubanos, portugueses, españoles e italianos, y como es lógico, venezolanos. Allí murió en combate Agostino Russo y José de Souza, ítalo y lusitano, respectivamente. Aunque faltan muchos nombres de compañeros, a muchos de ellos no los conocíamos, sino por sus seudónimos; de allí que estemos en ese proceso de investigación para identificarlos y darles sepultura legal. Este monumento que hoy levantamos en honor a los mártires de El Bachiller, tiene suficiente capacidad como para sepultar a otros compañeros.
-Los malos momentos forman parte de la cotidianidad de la lucha, sin embargo, únicamente su vivencia es la que nos deja bien curtidos para no incurrir en nuevos errores. Porqué no transita brevemente su recuerdo hacia lo que llamaríamos "la virulencia"de la lucha guerrillera.
-El peor momento de ese período, fue el de las operaciones defensivas de julio, porque, sencillamente, esa ofensiva inicial la tomó el ejercito, nosotros no estábamos preparados para resistir esos ataques. Nosotros no dominábamos, totalmente, el territorio, vencíamos un pequeño territorio, de más o menos, unas mil hectáreas cuadradas, que cubren toda el área entre El Guapo y Cúpira y parte de la zona nororiental del estado Guarico. Y, fue terrible, porque en esas operaciones defensivas concentramos toda la guerrilla y al rato fue que decidimos salir, pues, ya se nos había acabado el pertrecho militar. Recuerdo que me designaron una comisión de siete hombres para buscar unos morrales de armas a San Francisco de Macaira. En el regreso un campesino que era guía se perdió y tuvimos siete días extraviados, aquello fue muy difícil. Para ese momento hubo combates durísimos y nos bombardearon. El Comandante Sánchez, o sea, Trino Barrios, junto con mi hermano Víctor Ramón Soto Rojas, quien era, por cierto, el Comisario Político y Heriberto Cartagena, quienes estaban acompañados de siete guerrilleros más, deciden irse hacia la zona de Sabana Grande de Orituco para hacer contacto con el correaje de Caracas. Ahí los sorprenden sucesivamente en varios combates, se dispersan y algunos murieron, como el caso del compañero Joel Gómez, quien estuvo enterrado en Batatal, el resto de los demás, fueron capturados heridos, pero en seguida fueron salvajemente torturados y rematados.
Al comandante Trino Barrios, comandante Sánchez, lo agarraron muy cerca de Altagracia de Orituco, junto con mi hermano Víctor Ramón Soto Rojas, a quien, repito, lo desaparecieron; Trino fue llevado al campamento anti-guerrillero de Ipare de Orituco donde fue torturado bárbaramente y fusilado en la montaña de Los Colorados, y tres años después aparecieron sus restos y así pudo dársele cristiana sepultura en Caracas. Los del hermano mío ya tenemos 38 años buscándolos y mi mamá que ya tiene noventa y ocho años de edad, todavía los sigue esperando. Cabe destacar que en esa época no hubo Comisión de la Verdad, no hubo el debido proceso, únicamente una pequeña denuncia a nivel de la prensa. Pero lo que es la gran prensa silenció esa situación.
De otro lado, debo decirles que hace poco cuando vino el ex presidente Jimy Carter, nosotros nos reunimos personalmente con la misión que él dirige, yo les entregué una lista con más de mil personas, con sus nombres y apellidos, que tanto el gobierno de Rómulo Betancourt, como en el de Rafael Caldera desaparecieron, todos ellos eran campesinos y luchadores, además, les expliqué detalladamente, los casos del asesinato y desaparición de mi hermano, y el de Jorge Rodríguez, miembro fundador de la Liga Socialista, partido al cual yo pertenezco.
–A más de treinta y cinco años de aquella apuesta por la vida, de aquél deseo por construir una nueva sociedad, qué enseñanzas les dejó a ustedes y ahora a la nueva generación de revolucionarios, El Bachiller?
–En el siglo XX pasado hubo tres generaciones de revolucionarios, la generación del 28, que enormemente traicionó sus postulados, salvo contadas excepciones, como Pío Tamayo, Rodolfo Quintero, Miguel Otero Silva, etc. La inmensa mayoría de esa generación del 28, conformó lo que posteriormente se llamó el Puntofijismo y con él el grueso de los partidos Acción Democrática y COPEI; la generación del 60, que se planteó por primera vez, la toma del poder por la vía armada, porque no había otra posibilidad en términos inmediatos, sobre la base de una articulación cívico-militar, y si que hubo insurgencia militar en el seno del ejército, porque históricamente en nuestro ejército siempre ha habido tendencias nacionalistas y populares; la tercera generación es la de Hugo Chávez Frías, que arranca con los acontecimientos de los años 89 y 90 y llega hasta la situación de hoy. A mí me parece que nuestra generación, lo digo en relación a la dirección política del Partido Comunista y del MIR, que son los que vivieron ese proceso, no hicieron una evaluación exhaustiva de esa realidad venezolana, y en esencia, de la correlación de fuerzas existente para esa etapa; sigo creyendo que todavía la izquierda, en esa época, estaba muy imbuida por el euro-centrismo.
Las corrientes históricas que fundamentaban aquí a los partidos políticos, es decir, las corrientes marxistas y las corrientes socialdemócratas, no eran nuestras, nos venían de Europa, y no hubo un análisis científico de la realidad de aquél entonces, y de nuestro propio proceso histórico. Por eso, cuando uno estudia los documentos centrales del Plan de Barranquilla, que es donde se dio inicio al PDN y a Acción Democrática, y el Documento del Partido Comunista de marzo de 1931, ahí están los errores teóricos y políticos, las causas de la derrota de la izquierda, tanto en la guerra como en la paz. Por siete u ocho coyunturas, por los menos, pasó el Partido Comunista; ya que al MIR se lo tragó la coyuntura del 90' y desapareció como tal. Queda ahora el Partido Comunista, creo que es un deber histórico de su actual dirección, hacer el balance de los 70 años de lucha, porque eso es importante en un proceso de rectificación y de articulación de nuestra generación del 60' con estos nuevos jóvenes que hoy la integran. Nosotros, en este tiempo presente, no podemos cometer esos mismos errores, en el caso particular mío, por ejemplo, yo soy de Altagracia de Orituco y de aquí, de ésta región, es un gran guerrillero, Emilio Arévalo Cedeño, quien peleó largamente; siete veces invadió al país y peleaba desde los llanos del Casanare hasta aquí, hasta la zona de Anzoátegui, que es un amplio territorio. Nosotros cuando nos alzamos desconocíamos esa historia, yo vine a saber de Emilio Arévalo Cedeño, después que fuimos derrotados militarmente. Entonces, yo creo que la experiencia de hoy, donde hay una fuerza realmente del pueblo, que parte de dos elementos esenciales: Uno, tenemos un programa que es el texto constitucional, que sintetiza los elementos de la soberanía nacional y de soberanía popular y que nos ofrece una sociedad justa y amante de la paz, en el marco de un país productivo nacional; y dos, un liderazgo que apareció en el proceso, que es el del Comandante Hugo Chávez Frías; yo veo que esos son los ejes centrales para avanzar en un proceso de unidad y de integración, tomando en cuenta la diversidad, porque en este proceso venezolano hay, como que varias y grandes fuentes ideológicas; la primera, es nuestra fuente, que viene de los aborígenes, la cual es muy importante, porque son 15 mil años de historia que desconocemos, atravesamos por dos modos de producción aborigen que se entroncan en 1492; la segunda fuente ideológica importante, es la fuente de la Teología de la Liberación, toda estas organizaciones religiosas de base que se agrupan en el catolicismo y otras expresiones espirituales, como la de los protestantes, creo que han venido alimentando este proceso; la Teología de la Liberación es un producto latinoamericano, esencialmente; la tercera fuente, es el nacionalismo popular, no el nacionalismo burgués tipo Perón, yo creo que Chávez viene de eso, de esa corriente nacionalista que asume el pensamiento bolivariano, el de Simón Rodríguez, y por supuesto también las corrientes marxistas y socialistas, que también tienen una incidencia en este proceso venezolano, más allá de la problemática global del socialismo, por todo ese acontecimiento que significó la caída del bloque soviético. Yo creo que ahorita, ahorita, tenemos que hacer una especie de revisión crítica, para construir los instrumentos ideológicos-políticos y organizativos, que nos exprese a todos de bis a bis como decía el General Zamora.
En tal sentido, yo aprecio que nuestra generación del 60', particularmente, la alta dirección del Partido Comunista y del MIR no hicieron una evaluación de esa situación; realmente nos alzamos una minoría, básicamente de jóvenes, eso sí, lo dimos todo a cambio de nada y quedamos, no obstante, estos sobrevivientes, perseverando, porque hay realmente un río de sangre en esta democracia puntofijista y que a nuestro juicio está agotada, histórica y políticamente, y se abre una nueva situación con la democracia popular bolivariana, protagónica y participativa. Simón Bolívar, en nuestro humilde criterio, fue el primer constitucionalista de este país, por eso rompió con el proyecto europeo de Montesquieu, de la división histórica de los poderes públicos, el cual, el capitalismo jamás respetó, ni en el siglo XIX, ni en el siglo XX, de allí el bonapartismo y el autoritarismo que ha surgido aquí en este país.
-El comandante Ramírez también hizo sus reflexiones acerca de la creación de un partido de la revolución que movilice al pueblo, pero que además organice esa movilización, a las masas. ¿Porqué no nos paseamos un poco en la perspectiva del desarrollo de esta parte de la revolución, queremos decir, el instrumento o movimiento de movimientos que debería estarse construyendo?
–Todas las revoluciones son originales, no hay una revolución "igualita" y muy semejante una de otra, incluso las que fueron por procesos de lucha armada, hay una gran diferencia entre la revolución china y la revolución rusa; entonces, esta revolución es venezolana, es latinoamericana, es caribeña, se entronca en esas cuatro grandes fuentes históricas. Pero hay una cosa, al final los procesos revolucionarios descansan en los pueblos. Y esos pueblos tienen que cumplir su propio destino, así o demuestran todas las revoluciones que se han dado en el mundo. ¿Qué se necesita? Primero, que se requiere de una dirección revolucionaria colectiva, que transcienda más allá del liderazgo único, porque el hombre es temporal, puede desaparecer por diversas circunstancias. El caso de Bolívar lo demuestra, ya vimos que no se le dio continuidad; el de caso de Ezequiel Zamora tampoco... es decir, nosotros veníamos de esa dicotomía histórica "insurgencia-derrota" y ahora debemos asimilar esa situación; de manera que estamos en la necesidad de más temprano que tarde, construir una dirección revolucionaria y esa dirección revolucionaria tiene que trabajar, esencialmente, sobre tres instrumentos, clásicos de todo proceso revolucionario:
Uno: una organización de vanguardia, póngale el nombre que sea, partido, movimiento bolivariano, lo que sea, pero que efectivamente tiene... es una organización de la selectiva de los cuadros, civiles y militares, articulada democráticamente a nuestro pueblo, no "cogollérica", esa es una necesidad, hoy en día. Además, los aparatos políticos tienden a agotarse rápidamente si no hay profundas rectificaciones, esa es una cuestión para todos nosotros La otra necesidad (sería lo segundo)... y yo paso a creer que marchamos hacia eso, es la necesidad de una agrupación nacional, que sea producto de un gran encuentro democrático. Marchamos hacia un Congreso Popular Bolivariano para enfrentar al enemigo externo que el imperialismo yanqui y que es quien está detrás de toda esta situación. Ahora, cómo va ser eso, no sabemos. Si parece ser que la estrategia norteamericana está fracasando en América Latina, totalmente. Porque la salida que le están dando es una salida militar, fascista, golpista y el mapa político está cambiando; y uno de los ejes centrales es Venezuela, los ojos del mundo están pendientes de lo que suceda aquí, lo que pasará en Brasil con Lula da Silva, es muy significativo, más allá del proyecto de Lula. En Ecuador, también... por aquí estuvieron hace un año esos compañeros, no se les paró, como se dice, vulgarmente, mucha bola, y ahí está los resultados. Podemos llegar electoralmente. Está también la situación argentina que acaba de renunciar el Presidente y va de nuevo a un proceso electoral. América Latina vuelve a ser como decía don José Ingenieros, el continente de la esperanza, pero tenemos que crear esos instrumentos.
–El mundo militar aún es confuso para el resto de la población... ¿sí, se vislumbran cambios en ese sector?
–Otra cosa que nos señalan los acontecimientos de abril es que tenemos que crear una fuerza militar constitucionalista, no institucionalista; porque institucionalista es el general (r) Raúl Salazar, por ejemplo. El institucionalismo sigue para la derecha o hacia la izquierda y cuando se agudizan las contradicciones se va generalmente para la derecha. Entonces, necesitamos una fuerza militar constitucionalista porque hay que revisar toda la estructura militar y toda la formación de todos y cada uno de nuestros oficiales, altos, medios y soldados, y las bases.....
– ¿En el Frente Cívico Militar Bolivariano apuntan hacia la concreción de unas nuevas FAN? –le apuntamo
–Sí, hemos hablado con algunos oficiales, realmente, no voy a señalar sus nombres, allí se está revisando todo el sistema de seguridad, necesitamos una doctrina de seguridad democrática que no puede ser pentagonista.
Necesario es, derogar el Código de Justicia Militar, ese es un código gomero que viene de la Constitución de 1925, que se comenzó a aplicar con Eleazar López Contreras el año 38, ese código es absolutamente autoritario y contrario al contenido esencial de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, y que está asumiendo esa oficialidad, lo cual ya tiene nombre y apellido, pues, Hugo Chávez Frías, Raúl Baduel, García Carneiro, y pare usted de contar hacia abajo. Necesitamos esa fuerza constitucionalista, porque la derecha que no tiene proyecto estratégico nacional, su proyecto es esencialmente de factura norteamericana, está articulado a la administración Busch, particularmente a través de los grupos Primero Justicia y Proyecto Venezuela. Lo que busca, en esencia, es descomponer políticamente el instrumento militar. Todas esas acciones de la Plaza Altamira van hacia ese fin. ¿Con vista a qué? Con vista a crear las condiciones para una intervención por la OEA, etc., etc., porque ellos saben que ésta correlación de fuerzas desde el punto de vista de la coyuntura, no tiene fuerza nacional, ni fuerza de masas, ni fuerza política, ni fuerza ideológica, como para revertir esta situación. Entonces, ellos están jugando a la intervención directa estadounidense y eso crearía otra situación.
–¿Siente que el presidente Hugo Chávez, comprende plenamente que vivimos la era de las masas, del pueblo organizado, es decir de los que por primera vez se les oye y se les da la oportunidad de participar? ¿Como ve al Comandante Chávez?
–Admito que soy de la idea, de que el Comandante Hugo Chávez Frías, tiene que afinar todos los mecanismos de consulta con todas las fuerzas ideológicas- políticas y de masas que están apoyando fervorosamente esta situación, cuya demostración del domingo 13 de octubre, pasará a la historia como la mayor marcha popular de este país, lo que nos indica que esa movilización está más allá de los aparatos ideológicos. Movimiento que aquí no se democratice de verdad- verdad y consulte al pueblo para definir políticas y la toma de decisiones democráticas, la tendencia es a extinguirse precipitadamente; esta es una coyuntura en la cual el pueblo tomó la ofensiva política-ideológica. Y los acontecimientos del 13 de abril son muy claros y categóricos. El comandante Chávez estuvo detenido y secuestrado durante 48 horas y este pueblo reflexionó en menos de un día y salió por oleadas continuas. Considero que esta situación se va ir resolviendo paulatinamente con oleadas populares cívico militares subversivas; revisemos el hilo constitucional desde el año 89, desde el 98, la constituyente, los siete procesos electorales, lo que nos indica que es una lucha de calle, de debate y de ir afinando hacia el objetivo estratégico que es la construcción de la República Bolivariana de Venezuela, ese es el objetivo estratégico.
–En todo caso, nosotros entendemos que la claridad que tuvo Rosa Luxemburg, en eso de las masas, está a disposición de esta Revolución Bolivariana, ¿no le parece?
–Aquella combatiente, aquella camarada muerta en las calles de Berlín en 1919 por el nazi-fascismo, nos legó aquél célebre hito: "Barbarie o socialismo científico". A mi me parece que desde el punto de vista histórico universal, el capitalismo marcha hacia un proceso de agotamiento y la única salida que tiene el imperialismo yanqui es la carrera armamentista, porque no tienen otra salida en el marco de una discusión y de un debate entre todas las naciones; su crisis es profunda, tanto por el estancamiento, como por la inflación. Históricamente, a los imperios los entierran los pueblos, o si no, revisemos la historia que es gran-sabia.
El pueblo árabe enterró al imperio egipcio y éste nunca más pudo salir a flote; los romanos también se enterraron y nunca más afloraron, claro que mucho después, lo intentó Mussolini, pero bueno, la historia se da como tragedia y se repite como comedia. Yo creo que el imperialismo yanqui, que tiene menos de cien años, difícilmente dure en la humanidad dos mil trescientos años, ni quinientos, como duró el imperio greco-romano. Entonces, intuyo que ese imperio va ha ser enterrado más temprano que tarde; y otra vez, esta generación de venezolanos –lo aprecio con mucha fe– vamos a volver a forjar la historia, después de casi doscientos años.
Usted conoce a Domingo Alberto Rangel, a Douglas Bravo y a Gabriel Puerta Aponte, pudiera darnos su opinión acerca de esos compañeros, o mejor, ex compañeros.
–Por esos compañeros siempre tenía profundo respeto, históricamente, con Domingo Alberto Rangel nos unimos en la fundación del MIR, pero según mi criterio, Domingo Alberto, es esencialmente, ha sido un anárquico que no ha podido constituir ni siquiera una familia, la familia de Domingo Alberto es adeca y creo que Domingo Alberto es un intelectual, un escritor, pero no es un jefe político, no sistematiza toda esta práctica política y por eso da muchos bandazos históricamente. De Douglas Bravo, yo opino que todavía no ha saldado cuenta con el pasado, Douglas fue una vez estalinista, una vez fue fidelista y después fue pro- chino, luego estuvo muy vinculado con el coronel Ghadafi, etc., etc., Yo sugiero que el compañero Douglas Bravo tiene que hacer una reflexión profunda, por lo menos desde el Manifiesto de Irakara hasta hoy, y tiene que estudiar profundamente esta situación, porque esta es una situación de pueblo; hoy la sombra bolivariana está arropando a todo nuestro pueblo y Douglas Bravo, si de verdad es honesto, y hace una reflexión sincera con sus propios camaradas, es decir, con la inmensa mayoría de la gente que se agrupó en el PRV, no estaría en esa posición ambigua, un poco extremista, anárquica. A Douglas, tengo tiempo que no lo veo, últimamente me lo estoy encontrando en entierros de camaradas (esa tarde el viejo guerrillero de la urupagua se hizo presente). Con respecto a Gabriel Puerta Aponte, puedo decir que Bandera Roja, la alta dirigencia de esa organización, traicionó el programa popular y se ha transformado en una banda fascista, los restos de Américo Silva deben estarse moviendo duro, por cierto, fue uno de los fundadores del Frente Guerrillero Ezequiel Zamora, todos esos camaradas del Antonio José de Sucre, deben estar en estos momentos incómodos con esa posición política de abrazos, de Bandera Roja con la CTV, con los asesinos de ayer y de anteayer, porque ellos están con toda la oscuridad del pasado. Son una banda fascista, y si siguen así, son ellos los que nos van a perseguir a todos nosotros. A Bandera Roja, nosotros los venimos denunciando desde hace dos años para acá como una banda fascista que tiene un lenguaje radical, pero una práctica oportunista.