La Izquierda debate
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14 de enero del 2004
Ideas para la lucha [10]
Estrategia para construir la unidad
Marta Harnecker
Rebelión
1. Me he referido anteriormente a la necesidad de construir la unidad de todas
las fuerzas y actores de izquierda para conformar en torno a ella un amplio bloque
antineoliberal. Sin embargo, no creo que este objetivo pueda ser logrado de
manera voluntarista, creando desde arriba coordinaciones que pueden terminar
siendo sólo una suma de siglas.
2. Pienso que es en la lucha concreta por objetivos comunes donde se puede
ir gestando esta unidad. Y por ello me parece que se crearían mejores
condiciones para esa articulación si ponemos en práctica una nueva
estrategia de lucha anticapitalista.
3. Se trata de una estrategia que toma en cuenta las importantes transformaciones
sociales, políticas, económicas y culturales ocurridas en los últimos
tiempos en el mundo. Que entiende que las nuevas formas de dominación del
capitalismo van mucho más allá del ámbito económico
y estatal y que éstas se infiltran en todos los intersticios de la sociedad
fundamentalmente a través de los medios de comunicación de masas
que invaden indiscriminadamente los hogares de todos los sectores sociales cambiando
las condiciones de la lucha.
4. Hoy más que antes debemos enfrentar no sólo los aparatos de
coerción política de las clases dominantes sino los mecanismos e
instituciones presentes en la sociedad civil que generan una aceptación
popular del orden social capitalista. Estas suelen lograr una significativa
hegemonía sobre importantes sectores populares, una dirección cultural
sobre la sociedad; tienen capacidad para subordinar ideológicamente a las
clases dominadas. Ya se ha dicho que la propaganda es a la democracia burguesa
lo que la cachiporra al estado totalitario.
5. Nuestro desafío entonces es elaborar una estrategia revolucionaria en
condiciones de una democracia burguesa que goza de un nivel suficiente de aceptación
por parte de los sectores populares como para poder mantenerse sin tener
que recurrir a la represión; es más, hay que partir por reconocer
que extensos sectores populares aceptan de buen agrado la conducción capitalista
del proceso.
6. Por esta razón, la mera propaganda de una sociedad alternativa hoy
no basta La mayor complejidad que asume la dominación, la presencia
de importantes factores extra estatales que producen y reproducen la desarticulación
popular actual y que pretenden desprestigiar ante la opinión pública
el pensamiento y proyecto de la izquierda, exigen que ésta demuestre
en la práctica aquello que prédica.
7. Para ello, en los territorios y espacios conquistados la izquierda debe
desarrollar procesos de construcción popular alternativos al capitalismo,
que busquen romper con la lógica del lucro y las relaciones que ella impone,
tratando de instalar lógicas solidarias, humanistas.
8. Debe impulsar luchas que no se reduzcan a la simple demanda de reivindicaciones
económicas ?aunque necesariamente las tiene que incorporar? sino que avancen
en el desarrollo de un proyecto social más global que gesten auténticos
grados de poder desde la base.
9. Se trata de construir experiencias de democracia popular que sean tangiblemente
superiores a la democracia burguesa. Por ejemplo, construir un proyecto de ciudad
humanista y solidario en un gobierno local, promoviendo diversas instancias participativas
que permitan que el vecino se transforme en un miembro activo de su comunidad.
O construir un polo de asentamientos rurales, donde los campesinos puedan establecer
diversas formas de colaboración entre ellos, no sólo en la producción
agrícola, sino en la industrialización y comercialización
de sus productos, en la educación de sus hijos y la formación de
sus cuadros de acuerdo a un modelo que prefigure la nueva sociedad. O construir
una federación estudiantil que defienda una participación democrática
de los estudiantes en la gestión de una universidad comprometida con la
sociedad, O construir una central sindical que ponga fin a las direcciones burócraticas
separadas de las bases, que defienda un sindicalismo socio- político, que
supere el mero reivindicacionismo económico, planteándose como objetivo
su inserción activa en la transformación social.
10. Una estrategia de este tipo facilita enormemente la articulación de
todos los sectores de la izquierda, tanto de los militantes de partidos como de
los militantes sociales, porque permite hacer un tipo de convocatoria diferente.
Para militar no hay que adherir necesariamente a un partido, a un frente, a
un movimiento, se puede militar colaborando en la puesta en práctica del
proyecto de construcción alternativa.
11. Más que una utopía propagandizada, que se intenta estérilmente
introducir en forma pasiva en la cabeza de los hombres y mujeres del pueblo, como
enseñanza iluminista sin una práctica de construcción concreta
, se trata de construcciones democráticas populares referenciales que,
por reflejar prácticas diferentes, tienden a atraer a nuevos sectores.
12. Por otra parte, sólo a partir de esas prácticas es como mucha
gente comienza a entender que para expandir sus proyectos humanistas y solidarios
es necesario terminar con el sistema capitalista, que con su lógica del
lucro plantea enormes dificultades a cualquier tipo de construcción alternativa.
13. Urge, entonces, terminar con el "tacticismo" de los atajos, con el coyunturalismo,
con los brotes agitativos pasajeros, y enhebrar una práctica centrada en
el impulso de luchas democráticas de base, en la construcción local
de formas de poder y de democracia popular, que permita definir el sentido accesorio
y la oportunidad de la lucha electoral, u otras formas de lucha. De lo contrario,
éstas últimas prácticas no superarán el largo hilo
de inmediatismos de los últimos años.
14. Pero también urge superar el basismo, el localismo, el apoliticismo,
el corporativismo, que limita la lucha de los sectores populares a horizontes
gremiales o luchas económicas.
Bibliografía de Marta Harnecker sobre el tema
- La izquierda después de Seattle, Siglo XXI España,
2002.