29 de agosto del 2003
Aplazan hasta el 25 de septiembre el veredicto de la apelación contra la lapidación de Amina Lawal
e-leusis.net
El Tribunal de Apelación Islámico del Estado nigeriano de Katsina ha decidido aplazar hasta el próximo 25 de septiembre el veredicto de la audiencia de apelación a la condena a muerte de Amina Lawal, la mujer nigeriana de 31 años sentenciada a morir lapidada por tener un hijo fuera del matrimonio, un hecho considerado delictivo, a pesar de estar divorciada, según la ley islámica (Sharia).
El presidente del Tribunal, la más alta autoridad islámica estatal, el gran cadí Aminu Ibrahim, ha invitado a la defensa a presentar sus argumentos, señalando que: "Es un asunto vital que no puede durar demasiado. No tenemos tiempo para nuevos retrasos", ante una sala abarrotada, y reforzada con un importante dispositivo de seguridad.
El abogado de Amina, Aliyu Musa Yawuri, ha manifestado que el Tribunal que la condenó en primera instancia no le explicó correctamente de qué se le acusaba ni cuáles serían las consecuencias de sus palabras durante el proceso, mientras la acusada le escuchaba en un rincón de la sala con su hija Wasila en brazos.
Asimismo, ha argumentado que su hija Wasila fue concebida antes de que entrase en vigor la 'sharia' en el Estado de Katsina y que el embarazo pudo ser el resultado de un "embrión durmiente" (fenómeno reconocido por la ley islámica) fecundado cuando Amina aún estaba casada.
Tras escuchar sus alegatos, el Tribunal ha dedicido posponer el veredicto de la apelación hasta dentro de 29 días.
Pese a las muchas condenas a muerte mediante lapidación por relaciones sexuales extramatrimoniales dictadas en el norte de Nigeria, ninguna se ha cumplido, lo que pone en una difícil situación al presidente Olusegun Obasanjo, atrapado entre las presión internacional y los musulmanes, cerca de la mitad de los 120 millones de habitantes de Nigeria.
Obasanjo, que ha prometido que los tribunales federales de apelación anularán todas las condenas a muerte mediante lapidación, espera que sea el tribunal islámico de Katsina el que decida la absolución para que éste no llegue a instancias federales.