Entrevista a Abdel-Khalak Hamdouchi, Presidente de "Pateras de la Vida".
"El retorno de las víctimas de las pateras cuesta más que su partida"
Apdha .
L
a asociación "Pateras de la Vida" "Pateras de la Vida"se creó en 1999. Su sede social se sitúa en la Rue Larusia nº 18 de la ciudad de Larache en Marruecos, BP 322, teléfono 002129912951 y fax 002129912133, móvil 002121639958..
E.mail: pateras_vida@hotmail.com Entre sus objetivos se encuentran (Art.. 3 de sus estatutos):.
· La colaboración en el desarrollo ligado al ser humano en los ámbitos económicos, social, cultural, derechos humanos, inmigración y racismo, así como en los medioambientales..
· La colaboración en el desarrollo local por la vía de realizar estudios y proponer, elaborar y llevar a cabo proyectos de desarrollo, defenderlos y buscar su financiación implicando a los habitantes como beneficiarios directos..
· La colaboración en la mejora de la situación de los habitantes y poner condiciones para solucionar sus problemas dentro de un marco solidario, contando con la colaboración de las entidades responsables que tienen como objetivo el desarrollo de los servicios y estructuras sociales, económicas y culturales..
· Coordinación con asociaciones locales e internacionales que tengan objetivos similares · Organizar actividades culturales y educativas, llevando a cabo conferencias, mesas redondas, publicaciones y encuentros..
En el resumen de estos objetivos se proponen las siguientes preocupaciones:.
· Luchamos para que la sociedad cambie a mejor · Luchamos por un desarrollo para una vida mas digna · Sensibilizar a nuestros ciudadanos de que la inmigración clandestina no es la solución para mejorar sus vidas..
· Para nosotros, la participación de la mujer en el movimiento civil queremos que sea real. · Nos preocupa el problema del racismo y al xenofobia · Los derechos humanos son para nosotros una reivindicación permanente..
· Que los ciudadanos sean parte activa en los programas de desarrollo y así fortalecer el tejido social Entrevista a Abdel-Khalak Hamdouchi, Presidente de Pateras de la Vida.. Juan José Marqués. Diario de Cádiz La vida no vale nada en el Estrecho. La repatriación de las víctimas mortales de las pateras cuesta a sus familias el triple de lo que pagaron por aquel viaje clandestino sin retorno. Frente a las zodiacs de la muerte, Abdel-Khalak Hamdouchi patronea Pateras de la Vida, desde donde lanza un aviso a navegantes: el sueño de Europa no merece ese precio porque en Marruecos todavía es posible un futuro mejor.. La vida suele reírse con sarcasmo macabro de quienes menos tienen..
En su huida de la miseria, un inmigrante clandestino paga a un traficante de almas entre mil y mil quinientos euros en una playa de Larache por un hueco en una zodiac rumbo a la tierra prometida. Esa cifra se le multiplica por tres a su familia cuando perece en el intento, se identifica su cadáver y sus restos mortales retornan a Marruecos para recibir sepultura como manda El Corán. De ahí que los cementerios de Tarifa o Barbate estén plagados de nichos anónimos con una misma y escueta inscripción:.
inmigrante marroquí. Es lo que queda de quienes acariciaron ese espejismo tentador que se asoma a las televisiones del otro lado del Estrecho gracias al eco que cazan las parabólicas en las ciudades o al relato mil veces tergiversado en los pueblos sin electricidad. Un secreto a voces que nadie se atreve a pronunciar, que se oculta de manera vergonzante a beneficio de los supervivientes de la aventura. Una mentira que viene a decir: nadie muere en el Estrecho y quien lo atraviesa alcanza uno de los siete cielos llenos de riquezas materiales y placeres que promete el Islam a los creyentes..
Abdel-Khalak Hamdouchi está empeñado en rebatir ese bulo allí donde sus raíces agarran con mayor fuerza. En una tierra de interior, pobre de solemnidad, donde los niños ni siquiera sueñan con ser Ronaldo, pese a que el fútbol sigue siendo la primera pasión nacional. En un lugar donde hasta los más jóvenes matarían por reunir los diez mil dirhams que se necesitan para embarcar en una zodiac y cruzar los 14 kilómetros de océano que les separan de un falso paraíso. No saben que se los pueden tragar las aguas del Estrecho y que el mar escupirá sus cadáveres en alguna playa. Ignoran que, si sobreviven, es muy probable que sean detenidos nada más pisar arenas españolas y repatriados en menos de 48 horas. Que pasarán una noche en la Gendarmería y pagarán 50 euros de multa. Tampoco que malvivirán explotados bajo el plástico de un invernadero plagado de pesticidas cobrando la tercera parte que un bracero nacional..
Sólo saben -sólo quieren saber- que Mohamed trabaja ahora en un bazar de todo a cien propiedad de un paisano, que en el barrio todos le llaman Paco, que le va bien, que manda dinero a su casa y que, cuando consiga papeles, volverá a bordo de un buen coche, como hacen los veranos unos conocidos de Casablanca que prosperaron en Francia..
Al timón de Pateras de la Vida por el Desarrollo y la Cultura, Abdel-Khalak lucha contra ese falso mito con el apoyo de la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía (APDHA). El germen de esa colaboración son los Encuentros entre las Dos Orillas, en el que participan 43 colectivos andaluces y 54 marroquíes a través de talleres de inmigración, empleo, salud, mujer y Derechos Humanos, entre otros. Pateras de la Vida y la APDHA se han embarcado en una caravana que recorrerá el Sur de la provincia de Larache, un territorio minado de candidatos a enrolarse en cualquiera de las tripulaciones de esas zodiacs de la muerte. Pretenden advertir de los peligros que entraña la travesía del Estrecho justo en su temporada más alta..
"Hay pueblos enteros como Alcázarquivir -al Sur de Larache- donde no se plantean planes de futuro que no pasen por la inmigración clandestina", cuenta el presidente de Pateras de la Vida..
"La obsesión es tal que hay propietarios de tierras de cultivo, ganado y tractores dispuestos a dejarlo todo y arriesgar sus vidas cruzando el Estrecho", añade..
Asegura Abdel-Khalek que la asociación desconoce el número exacto de pateras que zozobraron en aguas marroquíes nada más partir y el número de personas que perecieron, pero son muchas. Las crónicas hablan de hasta 43 muertos en un naufragio que se produjo el 11 de noviembre de 2002 y de 45 en una expedición que partió de la playa "La Peligrosa", de Larache, el pasado 25 de abril. Si las labores de rescate son complicadas a veces a este lado del Estrecho, en aquel son en muchas ocasiones una misión imposible..
"Protección Civil no tiene medios suficientes y en algunos casos son las propias familias las que deben buscar a sus muertos", relata. "Cada vez que hay víctimas lo comunicamos a través de internet, pero no manejamos cifras. La inmigración no puede ser una mercancía de cambio entre los Gobiernos, que abren o cierran la llave según les conviene..
No hay voluntad de acabar con ella porque sólo se plantean medidas policiales y el dinero se destina al bloqueo de las fronteras"..
¿Ha habido algún cambio con la llegada al trono de Mohamed VI? "Sólo de palabra, pero no con hechos. Si hubiera buenos salarios y leyes que garantizasen un trabajo digno, la gente no querría venir a España", contesta Abdel-Khalak. "La inmigración no es la única solución a la pobreza. El desarrollo y la cultura son grandes medios para cambiar el entorno y conseguir una vida mejor en los lugares de origen", dice convencido..
La caravana de Pateras de la Vida llevará imágenes y testimonios de la tragedia del Estrecho a los mercados rurales de casi medio centenar de pueblos. Lo hará a través de una exposición fotográfica sobre el viaje y los horrores que conllevan los naufragios y del relato en primera persona de los supervivientes. También se mostrarán imágenes reales de la vida de los inmigrantes en España. En una segunda fase se buceará en las verdaderas causas de la inmigración clandestina. A partir de ahí se elaborarán proyectos de desarrollo en sus pueblos..
¿Contribuyen las empresas españolas en Marruecos a lograr ese desarrollo? "Allí se comportan como en cualquier otro lugar del mundo: van a chuparle la sangre al trabajador, con la ventaja de que apenas hay protección legal", denuncia Abdel-Khalak. .