Hoy, cuando muchas mujeres abrigan expectativas en que el gobierno dará solución a los problemas que nos aquejan, nosotras mujeres desocupadas que debemos seguir peleando por el trabajo genuino y por la vivienda, mujeres obreras de Zanon que seguimos reclamando la estatizaciòn bajo control obrero de la fábrica, mujeres luchadoras por nuestros derechos que seguimos manifestándonos por justicia para Ivana Rosales y porque se haga efectiva la Ley Pcial. 2222 (de Salud Sexual y Reproductiva, que incluye la ligadura de trompas), decimos que sólo con la movilización, la lucha, la organización y la unidad de los distintos sectores podremos obtener respuesta a nuestras reivindicaciones.

Somos parte de la clase obrera que ha recuperado las fabricas abandonadas por los capitalistas para ponerlas a producir bajo control obrero, como en Zanon y en Brukman, enfrentando los intentos de desalojo, las maniobras de los jueces y la represión policial.

Somos las que, a diario, enfrentamos la miseria exigiendo un trabajo genuino, enfrentando a la gendarmeria en las rutas y los piquetes, pero también enfrentando con dignidad al Estado y sus gobiernos que nos quieren "amansar" con bolsas de comida y planes trabajar, pero sin dar una solución de fondo a la desocupación.

Somos las que nos movilizamos por nuestros derechos sexuales y reproductivos, consiguiendo en Neuquén una ley de ligadura de trompas y vasectomía y las que seguiremos luchando por nuestros derechos, enfrentándonos a la Iglesia, los sectores más reaccionarios de la sociedad, el Estado, la justicia y los partidos patronales.

Somos las que decimos que no a la violencia contra nosotras, y nos movilizamos reclamando justicia para las victimas de este sistema patriarcal como Claudia Sosa, de Mendoza, Ivana Rosales de Neuquén y tantas otras de nosotras con las que nos solidarizamos activamente.

Somos las lesbianas, bisexuales, travestis que queremos ejercer libremente nuestra práctica sexual, sin la censura, discriminación y silencio al que pretende condenarnos la heterosexualidad obligatoria.

Somos las que, si tenemos trabajo, sufrimos una doble jornada, porque también cargamos sobre nuestras espaldas el trabajo doméstico.

Somos las que cobramos salarios más bajos que los varones aunque hagamos las mismas tareas.

Somos las que tenemos que soportar la discriminación, el acoso sexual y moral.

Somos las más pobres de entre los pobres.

Somos las 400 mujeres que morimos por año en Argentina a causa del aborto clandestino o las 15.000 que sufrimos secuelas graves en nuestra salud por la misma razón.

Por eso, queremos aprovechar la presencia de todas ustedes en este Encuentro Nacional de Mujeres para hacerles llegar nuestra propuesta de unirnos, en cada una de nuestras ciudades y provincias, junto a aquellos sectores y organizaciones que, como nosotras, no han dado tregua.

- Apoyo a las fábricas recuperadas, ante cualquier intento de desalojo y colaboración con el fondo de huelga de las obreras de Brukman, para que esta lucha de heroicas mujeres no sea quebrada por hambre.

- Trabajo genuino para todas/os. Reparto igualitario de las horas de trabajo entre ocupadas/os y desocupadas/os con el mismo salario.

- Apoyemos las luchas de las/los que salen a pelear por la recuperación del salario.

- Por el derecho a decidir sobre nuestro propio cuerpo, nuestra sexualidad y nuestras vidas. Anticonceptivos para no abortar, aborto libre y gratuito para no morir.

- Hagamos comisiones de solidaridad en cada ciudad y cada provincia en defensa de las mujeres que han sido victimas de violencia, abusos, violaciones.

No pedimos, exigimos nuestro derecho al pan...
¡pero también a las rosas!