Artículo extraído del diario editado por la agrupación PAN Y ROSAS, de Argentina, especialmente para el 8 de marzo del 2004
Hace ya 11 meses que Romina Tejerina fue detenida después de que, en un momento de enajenación, mató al bebé que fue producto de la violación que sufrió por parte de un vecino (hermano de un policía federal). Hace un mes, el juez Argentino Juárez comunicó la resolución del procesamiento de Romina por homicidio agravado por el vínculo, ignorando reclamos hechos por la defensa que advertían "irregularidades" en la investigación.
Donde una fuerte tradición religiosa promueve que se rece en las escuelas públicas y existan materias como "educación moral", es evidente que se reafirma el poder de la Iglesia y la sumisión a sus mandatos. De ahí que la misma cumpla el papel de mediadora en todos los conflictos sociales y las luchas del pueblo jujeño, llamando a la calma cuando las instituciones del régimen están en peligro por la movilización de las masas. Por eso, no creemos que sea casual que acá se procese a Romina, mientras el violador está libre.
Su caso tiene el objetivo de actuar como disciplinador: se trata de mostrar que las mujeres no tenemos derechos a una vida digna y que la maternidad es un mandato obligatorio, incluso cuando el embarazo sea la consecuencia de una violación.
Los defensores de Romina la calificaron de "víctima". El MUCO (Mujeres contra la Opresión) que se formó en Jujuy levanta como estandarte la libertad de Romina, pero no dice claramente que, además de la necesidad de liberar a Romina, es necesario emprender una gran campaña por el derecho al aborto libre y gratuito, enfrentando a la Iglesia y el gobierno, cada vez más lacayos del Papa y todo su séquito de curas abusadores.
Romina no es "una" víctima aislada. El PCR, uno de los propulsores del MUCO dice en su prensa: "Ojalá Romina hubiese podido parar su embarazo… Ojalá... hubiese podido acceder a la píldora del día después, para detener su embarazo…" (Hoy N° 1000). Para el PCR, "La resolución de Juárez es antojadiza".
Para nosotras, no. Quienes integramos Pan y Rosas no decimos "ojalá", como si dependiera de razones fortuitas. Ni la Iglesia, ni el gobierno, que le acababa de garantizar al Vaticano una postura "antiabortista", ni los partidos patronales van a otorgarnos el derecho al aborto y a decidir sobre nuestras vidas. Ya el gobernador Fellner, el "pollo" de Kirchner en Jujuy, ante las movilizaciones se comprometió a "intervenir personalmente" frente al Juez, aún cuando él mismo durante el año 2003 autorizó cobrar los anticonceptivos que debían repartirse gratuitamente.
¿Ojalá? ¡No! No se puede esperar nada de los gobiernos patronales. Desde Pan y Rosas sostenemos que es necesario organizarnos a nivel nacional para pelear por la libertad de Romina, trabajadoras ocupadas y desocupadas, estudiantes y organizaciones de DD.HH, etc, porque sólo con la movilización independiente podremos arrancar a Romina de las garras del Estado represor y ponernos en pie para luchar por nuestros derechos. No decimos "ojalá". Decimos: ¡de nosotras depende! Pongamos en marcha una gran campaña por la libertad de Romina y por el derecho al aborto libre y gratuito en todo el país.