Por qué la historia no la recuerda
Por Mariana Carbajal
La cara olvidada del voto femenino
Para la historiadora Araceli Bellota hay dos razones de peso para el olvido: "No integró ningún partido político masculino como fue el caso de Alicia Moreau de Justo, cuya figura se encargó de encumbrar el socialismo, y de Elvira Rawson, que era radical. Y tampoco se casó con ninguna figura destacada: Alicia con Justo y Rawson con Dellepiane, entre otros ejemplos. Julieta no hizo nada de eso: creó su propio partido y se casó con un perfecto desconocido. Hay que ver si Eva Perón hubiera sido Evita si no se casaba con Perón y no hubiese existido el peronismo", señaló Bellota. Para la historiadora Ema Cibotti, la omisión no responde a una cuestión personal con Lanteri. "Es un olvido genérico. Cuando en 1947 se vota la ley de sufragio femenino, se crea en el imaginario que se había logrado gracias a Evita y todo lo que pasó antes queda olvidado. Nadie recuerda que un grupo de mujeres venían luchando por ese derecho desde 1905. Fuera de Alicia Moreau de Justo que vivió lo suficiente para que nos acordáramos de ella a pesar del peronismo, no se recuerdan otras mujeres", analizó Cibotti.
Aunque la figura de Lanteri ha quedado en el olvido, en los últimos años se ha comenzado a recuperar su memoria. Una calle de Puerto Madero lleva su nombre, al igual que una escuela de San Juan. A la aparición de las biografías de Bellota y Ana María de Mena en el último año y medio, se sumó en marzo una casa para mujeres golpeadas inaugurada por el gobierno porteño que fue bautizada con su nombre