Desvendando la realidad
Claudia Korol
Las violaciones y muertes de mujeres y niñas, es una realidad cotidiana en la Argentina; que revela la impunidad y la injusticia de un sistema en el que el patriarcado, refuerza la dominación capitalista.
Son miles las posibles historias que no son noticia, porque la hipocresía y la complicidad de los medios de comunicación trabajan intensamente para garantizar los privilegios de los poderosos. Pero en algunas ocasiones, el crimen sale a la luz. Como en el caso del abogado salteño Simón Hoyos que está siendo juzgado por haber sido encontrado en un hotel alojamiento con una niña de 8 años, la hija de su empleada doméstica. Al tomar estado público su detención, y tal vez por esa suerte de sinceridad que intenta el país, numerosas víctimas del mismo abogado comenzaron a denunciar otros hechos similares. Patrón y macho, Simón Hoyos no comprendía el porqué de tanto alboroto por unas niñitas violadas. Niñas que, creía, eran parte de sus bienes.
En otros lugares del país, otros Hoyos fueron descubiertos. En la mayoría, siguen silenciados. "La realidad de Rosario no está muy lejos de la de Salta _afirma Liliana Pauluzzi , psicóloga y directora de Casa de la Mujer.- Aquí tenemos muchos Simón Hoyos. Hay psicólogos y médicos, además de empresarios que saben muy bien qué hacer y hasta dónde abusar para no dejar marcas, que parece ser la única prueba válida que entienden los jueces como prueba. Lo que le valdría la pena preguntarle a ese juez es qué marcas puede dejar un contacto bucogenital".
Ser mujer y ser pobre es suficiente en Argentina para "merecer" el maltrato, la humillación, y hasta la tortura que significa la violación o el abuso sexual. Si a esto se le agrega ser niña, la vulnerabilidad es absoluta.
Por ser mujer, joven y pobre, mataron en la provincia de Catamarca, hace ya varios años, a María Soledad Morales. La hermana Martha Pelloni, quien luchó activamente por hacer justicia frente a este acto, reflexionaba en conversación con ADITAL: "En el caso de María Soledad, me quedó saber cómo actúan las mafias políticas cuando los gobiernos pertenecen a un modelo político-económico de dependencia, en el mundo del capitalismo neoliberal.
Digo mafia, porque es el poder por el poder mismo, para el grupo económico, el grupo político y el poder individual. Es un poder netamente egoísta, que produce muerte, desde lo social hasta lo individual. Son capaces de matar de toda forma. En este caso, por una chica, donde los que matan eran hijos del poder. Lo más terrible fue el encubrimiento. Toda la mafia organizada durante 8 años buscando la impunidad.
En este país, cientos de niñas son violadas o prostituidas para satisfacer las perversiones de los poderosos y de sus hijos. Un muro de silencio rodea esta realidad, ocultada por miles de complicidades. El desvendar de estas heridas, mostrará seguramente otras realidades que sufren las mujeres y las niñas pobres, cotidianamente, y abrirá un espacio para la batalla por su dignidad.
* Claudia Korol es secretaria de redacción de la revista América Libre.